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Estatuto Docente: Una Tragedia Peor Que el Transantiago

L

Le_Mag

Guest
Hola el otro día ojeando la revista Que Pasa me encontré con este articulo, el cual hace un descarnado análisis de le Educación en Chile.
Hace tiempo que no leía un paper tan franco y brillante al respecto, no solo hace un análisis descarnado del problema generado por el Estatuto Docente, la proliferación de Universidades "Truchas" y Docentes Express, la mala calidad de los docentes ( cualquiera sea la Universidad que estudiaron)

En fin señala que solo el 10% del cuerpo de profesores cumple los estandartes para impartir clases, y que si tu no lograste menos de 650 puntos en la PSU o PAA, tienes una pésima o nula comprensión de lectura, y que este hecho esta comprobado y todos se hacen los huevones o sea aplican la política del avestruz


En fin léanlo, es largo pero ameno y lo mejor propone soluciones

Estatuto Docente: Una tragedia peor que el Transantiago

Mario Waissbluth, profesor de la Universidad de Chile y afín a la Concertación, se abocó a revisar un sinnúmero de estudios y cifras, y a conversar con expertos en educación, directores y sostenedores de colegios. La idea era arribar a un balance, sin eufemismos ni clichés, sobre la calidad de los profesores y de la educación en Chile y los factores que influyen en ésta. He aquí las dramáticas conclusiones.
Por Mario Waisbluth


Estimados lectores: les expresaré algunas preocupaciones y proposiciones respecto a la tragedia griega que estamos viviendo en la educación, hipotecando el futuro nacional por décadas. No me referiré a la LGE (imprescindible) ni al musical jarrazo, sino a los temas que verdaderamente me preocupan. En este país no se habla la firme, y si no nos sentamos todos a conversar sin eufemismos disfrazados de ideología, esto no se arregla.

Las tragedias griegas terminan mal. Desde el inicio se sabe que las circunstancias de cada actor llevan inevitablemente al descalabro. Cada uno es producto de su historia, nadie es tan bueno ni malo, sino que juega el juego que le tocó.

Contemos el hipotético caso de un joven que estudió hace 15 años en una escuela municipal de regular calidad, y que obtuvo 500 puntos en la PAA, la antigua PSU.

Para mayor claridad, 500 puntos, la mediana de la muestra, equivalía a responder correctamente entre el 10% y el 15% de las preguntas de la PAA. La mitad de los alumnos contestaba menos que eso. De acuerdo a los datos del Second International Adult Literacy Survey (Sials) -elaborado por la organización de países industrializados OCDE-, nuestro joven de los 500 puntos con dificultad comprende hoy, ya adulto, lo que lee.

El dueño de una escuela particular subvencionada me comentó hace poco que cuando reciben alumnos con sólo dos años de mala enseñanza básica, el retraso formativo comparado con sus compañeros se constata como "casi irrecuperable". Las personas que llegan a la educación media o la universidad sin ciertos aprendizajes en materia de lenguaje y aritmética -que debieron obtenerse a temprana edad- difícilmente podrán recuperarlos, por mucha "remediación" (jerga oficial) o capacitación que se les imparta durante su carrera.

En suma, nuestro joven de 500 puntos difícilmente podría haber encarado una carrera universitaria.

El negocio de los pedagógicos express

Sin embargo, Chile le ofreció a este joven una salida. La legislación de educación superior -estupenda muestra del libre mercado- le permitió ingresar a estudiar Pedagogía a una universidad de dudosa calidad, de esas que otorgan los títulos al vapor y/o por internet.

Según una reciente investigación (ver recuadro en la página 16), a lo largo de sus "estudios" los niveles de conocimiento de nuestro joven mejoraron entre... 2% a 4%. No más. Pasó por la universidad y aprendió nada. Pagó buen dinero o incluso se endeudó para comprar un título. En su lugar, cualquiera hubiera hecho lo mismo.

No exagero. Aunque los puntajes de corte y la demanda por estos estudios han ido en aumento, la carrera de Pedagogía Básica registró en el proceso de admisión 2008 un puntaje PSU del último matriculado, que en una universidad llegó a ser de… 320 puntos. Esto equivale a responder correctamente cuatro de las 80 preguntas. Así es, 4 de 80.

De 18 mil estudiantes que este año egresarán como profesores -con poca esperanza de encontrar trabajo-, cerca de la mitad lo está haciendo vía dudosas regularizaciones de estudios. Las universidades que los imparten, incluidas algunas del Consejo de Rectores, hacen un pingüe negocio que crece vertiginosamente: son 40 universidades e institutos que aumentaron, en los últimos 3 años, su matrícula total formal de 12.500 a 24.600 alumnos de Pedagogía. Está bueno el mercado.

El lastre del Estatuto Docente

Luego, ya egresado y titulado, la suerte le sonrió un rato a nuestro joven: pudo ingresar como profesor con una jornada de 44 horas semanales a una escuela municipal. Habiendo logrado -con todas las asignaciones - una remuneración inicial de 591 mil pesos brutos mensuales, que con los aumentos bianuales automáticos llega inexorablemente a 877 mil pesos, éste ya no tan joven, gracias al Estatuto Docente y con el entusiasta apoyo de su Colegio de Profesores, ha procurado rehuir cualquier tipo de evaluación rigurosa.

Si yo estuviera en su lugar, asegurado un ingreso intocable para mi familia, el que no podría haber logrado de otra forma con ese nivel de preparación, me opondría rotundamente a un cambio en la situación. Además me sentiría bastante tranquilo, sabiendo que si el sostenedor municipal osara pedirme la renuncia por "pésimo desempeño docente", existiría la casi certeza de que la Inspección del Trabajo y/o los tribunales me reintegrarían al cargo, con una indemnización de $15 millones a $25 millones. ¿La causal? "Menoscabo por desvinculación injusta". Para perder el trabajo, este profesor debería tener más de 100 días anuales de licencia médica, cometer abuso sexual o un crimen similar.

Digamos las cosas como son porque es sanador. Visto en retrospectiva, el error más caro para el país en dos décadas no es el Transantiago: es el Estatuto Docente. Como en toda tragedia, nadie es tan maligno. Me lo relató un altísimo integrante del primer gobierno de la Concertación: "Ubiquémonos en esa época… Pinochet comandante en jefe, terror a la fuga de capitales, ejercicios de enlace... había que defender la economía y la democracia a toda costa. Tuvimos que concederles mucho a muchos, como el Estatuto Docente a los profesores y el silencio sobre las privatizaciones a los empresarios".
Uno posiblemente hubiera hecho lo mismo.

Retomemos la historia del joven profesor. No creamos que lo está pasando bien. Sus condiciones laborales son durísimas: agotadoras 32 horas de clases, el ambiente es agresivo, su tasa de depresiones severas a lo largo de la vida es de 32% cuando el promedio de una muestra de referencia es de 23%. Sus episodios de pánico o de ansiedad superan por más del doble a la muestra de referencia. Mayor razón para sentirse menoscabado si alguien propusiera someterlo a una evaluación rigurosa.

Como todos sabemos, pero no decimos, la evaluación docente actual es enteramente dudosa. Después de 4 años de resistencia, todavía no se logra evaluar ni siquiera a la mitad de los profesores. Pero algo se ha avanzado; es un logro, casi como poner un pie en una puerta antes cerrada.

Pero, escarbemos en los datos que yacen tras un velo de eufemismos en el sitio web del Ministerio de Educación: los clasificados como "competentes" o "destacados" suman el 64% de los evaluados. Este 64% tiene derecho a un incentivo monetario, para lo cual debe rendir una prueba rigurosa de conocimientos, asunto no incluido en la evaluación regular. Cerca de la mitad de los que tienen ese derecho, por alguna "extraña" razón, se abstiene de rendir dicha prueba, aunque recientemente se ablandaron los criterios para que más profesores lo hagan.

Revisando los resultados de ese proceso, se concluye que en realidad apenas el 10% del total de los profesores tiene niveles de conocimiento comprobado que los pudieran calificar como realmente "competentes" o "destacados".

La situación de los docentes de colegios particulares subvencionados no es muy diferente. Según todo lo que se observa, descontado el factor socioeconómico de sus alumnos, se constata que la realidad educativa, emocional y salarial de los profesores y los tamaños de aula en ambos sistemas son muy parecidos.

El informe del Sials ya mencionado contiene otro dato aterrador, pero como los chilenos somos expertos en hacernos los lesos, esta verdad políticamente irritante no se comenta: sólo el 8% de los egresados de educación superior entiende completamente lo que lee.

Es fácil sospechar entonces que los profesionales que hoy comprenden perfectamente lo que leen no son los que ingresaron a la educación superior con 400 o incluso 600 puntos. El 8% superior en la PSU equivale a cerca de 650 puntos. Por tanto, es difícil creer que muchos profesores comprendan perfectamente lo que leen; luego, es difícil imaginar que podrán enseñar a sus alumnos a comprender lo que leen o a dividir fracciones. Perdón por la franqueza.

En suma, después de revisar informes, mirar cifras y entrevistar a bastante gente para escribir este artículo, si se toma en consideración el origen escolar de la mayoría de los educadores y la calidad de la educación pedagógica que recibieron, es inevitable concluir que, por lo bajo, un tercio de ellos no tiene la formación esencial, los conocimientos, la pedagogía o la motivación para abordar la titánica tarea que este país enfrenta para resolver el problema de la calidad educacional. Peor aun en los mayoritarios casos de alumnos y apoderados en situación vulnerable, lo que requeriría profesores con aun mayores competencias.

Para muchos profesores motivados, nada de esto es su culpa: es este perverso encadenamiento de circunstancias el que los ha puesto donde estamos. Para otros, son flagrantes sus faltas a la ética al recibir un sueldo por un trabajo que no se hace o se hace pésimo.

No cabe duda de que hay una cuota relevante de buenos y motivados profesores, pero hay que mencionar la desmotivación y desidia de muchos. Si yo llevara 20 años en una escuela municipal, en esas condiciones ambientales, laborales y organizacionales, posiblemente me sentiría igual.

La motivación de los docentes tiene una elevada correlación con el liderazgo de los directores de escuela. Está verificado que el liderazgo directivo es el segundo factor intraescuela, luego de las competencias docentes, que más influye en la calidad de la educación. Obvio.

Otra verdad inconveniente

La otra verdad inconveniente, que los parlamentarios de derecha callan discretamente: ¿alguna vez nos explicarán con la frente en alto por qué se opusieron por más de 15 años a cambiar el estatuto pinochetista de "amarre", que declaró a los directores como vitalicios?

Vitalicios. Está clarito por qué: ellos también tienen su cuota de clientelismo. Así son las tragedias. Y luego tienen cara para criticar la calidad de la educación municipal y reclamar por la inflexibilidad laboral del país.

A pesar de que ya se logró cambiar la dichosa norma vitalicia, los astutos artículos transitorios introducidos por estos parlamentarios todavía permiten la permanencia de un buen porcentaje de apernados que no le rinden cuentas a nadie. Como me contó esta semana un sostenedor municipal del sur: "Tengo un tercio de vitalicios; despedí a uno por petición expresa y reiterada del Centro de Padres. Me tuve que tragar 25 meses de indemnización, más una condena de 30 millones de pesos por menoscabo. No lo vuelvo a intentar. Simplemente no tengo la plata. Además, pese a que la matrícula me disminuye año a año, sigo con el mismo número de profesores".

El arreglito es más sicótico todavía: si uno de los vitalicios pierde su concurso… el municipio debe mantenerlo contratado con el mismo sueldo. Esa sí que es flexibilidad laboral.

Negociemos el rescate

En esta tragedia griega, como en un juego de ajedrez, al gremio de profesores se le concedió, por medio del Estatuto Docente, la captura de la educación municipal y la tiene de rehén. Por ende, tiene de rehén el futuro del país.

No estoy juzgando a nadie. Son las benditas circunstancias políticas, históricas y constitucionales. Las mismas que han permitido agarrarse de la teta a otros grupos de poder gremial, empresarial o universidades truchas. Las mismas que han llevado a un grupo de no más de 200 dirigentes políticos a repartirse los cupos parlamentarios y municipales a su gusto durante casi 20 años gracias al sistema binominal, mecanismo inventado para mantener el statu quo y "proteger la democracia". No hay castigo ni incentivo político alguno por obtener resultados de largo plazo que ayuden a la ciudadanía, educación incluida.

"Captura" es lo que ocurre cuando un grupo de agentes, empresas o personas logran apropiarse de una institución o sistema -por conductos formales o informales- para su propio beneficio. Las capturas se resuelven por rescate armado o por negociación. Siendo impensable la primera opción, ¿por qué no inventamos una negociación en la firme, para salir de este embrollo? Pongamos números gruesos, por ejemplo, a lo que costaría modificar radicalmente el Estatuto Docente.

Supongamos retiros anticipados -dignos y programados- a lo largo de cinco años, por unos 15 meses de salario además de lo que establece el Código del Trabajo, para unos 20.000 docentes que no tengan una buena y rigurosa evaluación, y que hoy mal-educan a unos 800 mil niños. No es tan loco considerando que recientemente nueve mil se acogieron a retiro.

Agreguemos el cese inmediato -con pensión razonable- de todos los vitalicios que siguen desmotivando a sus profesores y que no ganen su concurso. Estaríamos sumando unos mil millones de dólares. Esto es inversión por una vez.

Suponiendo el cierre inmediato de carreras pedagógicas de calidad inaceptable y la imprescindible creación de un examen nacional de habilitación para ejercer la pedagogía en cualquier tipo de escuela, deberemos sumar el costo de devolverles la plata que malgastaron en matrículas a unos 10.000 estudiantes de pedagogía express en estos últimos años: serían unos cien millones de dólares más.

Agreguemos un programa para crear o fortalecer institutos pedagógicos dignos de ese nombre, con postgrados de nivel internacional, etc.: otros cien millones de dólares. Por una vez. Ya vamos en 1.200 millones de dólares.

Finalmente, lo más caro. Inmigración inmediata de dos o tres mil profesores extranjeros bilingües con experiencia en aula. Beca robusta para todo estudiante con PSU arriba de 650 puntos que ingrese a estudiar Pedagogía a una carrera acreditada, con una promesa salarial 40% superior al valor actual, y de 70% para aquellos que obtengan un magíster acreditado en Pedagogía o una materia específica. Lo mismo para egresados de Ingeniería, Derecho o cualquier ciencia, que obtengan un magíster acreditado en Pedagogía. En España, por cierto, esta última es la única manera de ser profesor de secundaria. Agréguele inducción, apoyo y mentores para todos los profesores que inicien sus labores. Súmele 100% de aumento salarial para atraer buenos directores de escuela.

Suponiendo un programa paulatino, que comience hoy, estaremos hablando de un gasto adicional que a la vuelta de una década puede llegar a ser del orden de mil millones a mil doscientos millones de dólares anuales, algo así como el 0,5 % del PGB que Chile debería tener para esa época. Números gruesos, por supuesto. Todos los profesores del sistema municipalizado continuarían, si lo desean, siendo miembros del Colegio de Profesores: eso ni se discute. Pero con un renovado y flexible Estatuto Docente, con incentivos asociados a una evaluación rigurosa y a una salida expedita para los casos de flagrante abandono de deberes. Yo pagaría feliz más impuestos para financiar semejante revolución.

Por cierto, éste no es sólo un llamado a los profesores. Para que haya negociación deben existir dos partes. La otra es el Poder Ejecutivo y todos los partidos del espectro político, abandonando por una vez las rencillas y creando el consenso necesario para avanzar con los maestros y no contra ellos.

Pongamos esa plata arriba de la mesa y todos ganan, incluyendo los profesores, que habrán recuperado su histórico sitial en la sociedad. Se crea una carrera docente de estándar internacional. Se desarrolla un nuevo concepto de evaluación, cuyo foco es el perfeccionamiento de profesores que ingresaron a la carrera cumpliendo estándares mínimos. Se fortalece la educación pública que muchos añoramos. Los que más ganarían son nuestros hijos y nietos. Por eso, si quieren, subamos el monto de los retiros anticipados al doble, pagaderos en cómodas cuotas a 10 años. ¿Hay trato? Me convencí que el resto es música… con minúscula.


Las graves conclusiones de un estudio

El estudio data del 2007 -está disponible en el sitio web del Consejo Superior de Educación- y fue elaborado por la U. de Playa Ancha de Ciencias de la Educación y la U. de Valparaíso. Se denomina "Desarrollo de habilidades básicas en lenguaje y matemáticas en egresados de Pedagogía. Un estudio comparativo".

Se le siguió la pista a una muestra de 488 estudiantes de Pedagogía de 5 universidades nacionales. A ellos se les sometió a una prueba de capacidades al ingreso de la carrera (en el 2002) y luego a la misma prueba cuando egresaron, 4 ó 5 años más tarde.

Puesto crudamente, sólo el 64% de los que ingresaron a Pedagogía podía leer un gráfico: esto mejoró a 65,4% después de obtener un título de profesor. O sea, 1,4%. En el caso de extraer conclusiones de un texto, la educación universitaria disminuyó la frecuencia desde 61,6% a 57,8%, un extraño fenómeno de des-educación.

La conclusión textual del trabajo: "A modo de síntesis, la situación descrita indicaría que los estudiantes de Pedagogía ingresan a la universidad con ciertas carencias, reflejadas en sus puntajes de selección, y egresan, después de varios años de estudio, con las mismas limitaciones."

La pregunta más inquietante: ¿por qué este estudio no ha generado un escándalo nacional?

Fuente Que Pasa
 
chuta loco, interesantisimo el texto, lo leí intero.
pero creo que hace falta una GRAN cuota de respaldo y voluntad politica y gremial para hechar a andar tal revolucion.
 
Interesante tema y con muchos datos duros y serios, pero que desgraciadamente cae en lo mismo de siempre cuando se trata de explicar la mala calidad de la educación: Creer que esto solo se trata de la calidad de los profesores.

¿Saben por qué digo esto?...

Sencillo: Porque en este reportaje se ignora completamente el gran problema que supone la estructura orgánica, administrativa y financiera de la educación nacional, la cual explica muy bien las malas condiciones de trabajo que tienen los profesores en este país...

Bajos sueldos, no pago de imposiciones y deudas (especialmente en las municipalidades mal gestionadas), pésima infreaestructura, poquísimos implementos para el apoyo de la enseñanza, jornadas agotadoras (tanto para profesores como alumnos), falta de disciplina y trabajo conjunto con los padres, y un extenso etc.

Y lo más importante de todo, señores...

¿Es beneficioso para el país un sistema educacional en donde el Estado solo se dedique a subsidiar (y subsidios bajísimos más encima) y fiscalizar (de pésima manera) la educación, dejando todo en manos de entes independientes, con bajos recursos económicos y con estandares de calidad deprimentes?

Una lástima que este interesantísimo debate nacional solo traten de enfocarlo en solo un eslabón del proceso educacional de este país.
 
Opino q igual q mi compadre arriba, los calidad de los profesores es solo una arista del problema. Sin embargo, es imposible ver el todo de manera sencilla, ya q si comenzamos a ver q el lo q esta mal, nos dariamos cuenta q la madeja en realidad involucra a todo el sistema y todo se nos va a la mierda. Por eso creo q lo q plantea el articulo seria un buen comienzo (y el mas importante hoy por hoy), el resto se podria ir arreglando en el camino
 
Hartomes dijo:
Interesante tema y con muchos datos duros y serios, pero que desgraciadamente cae en lo mismo de siempre cuando se trata de explicar la mala calidad de la educación: Creer que esto solo se trata de la calidad de los profesores.

¿Saben por qué digo esto?...

Sencillo: Porque en este reportaje se ignora completamente el gran problema que supone la estructura orgánica, administrativa y financiera de la educación nacional, la cual explica muy bien las malas condiciones de trabajo que tienen los profesores en este país...

Bajos sueldos, no pago de imposiciones y deudas (especialmente en las municipalidades mal gestionadas), pésima infreaestructura, poquísimos implementos para el apoyo de la enseñanza, jornadas agotadoras (tanto para profesores como alumnos), falta de disciplina y trabajo conjunto con los padres, y un extenso etc.

Y lo más importante de todo, señores...

¿Es beneficioso para el país un sistema educacional en donde el Estado solo se dedique a subsidiar (y subsidios bajísimos más encima) y fiscalizar (de pésima manera) la educación, dejando todo en manos de entes independientes, con bajos recursos económicos y con estandares de calidad deprimentes?

Una lástima que este interesantísimo debate nacional solo traten de enfocarlo en solo un eslabón del proceso educacional de este país.

Exactamente.

Es más, pienso que relativamente hay tantos profesores malos como ingenieros malos. Lo que sucede es que en el caso de la educación, existe una concentración de los buenos en el sector privado por un tema de falta de recursos económicos en la educación pública, fenómeno que no se ve en otras "industrias" -por así decirlo- pues pertenecen exclusivamente al sector privado.

Salu2
 
Muy buen aporte, se agradece de verdad, ya que parece neutral (me refiero a que critica a ambos "lados")

Y esta misma bipolaridad es la que segun mi opinion seguira manteniendo el nombrado status quo. Seria sensato sentarse y discutir acerca de soluciones, pero la politica en general no parece estar en condiciones de hacerlo(ni hablar de otras insituciones involucradas como el colegio de profesores).

He tenido la oportunidad de comparar el sistema educacional chileno con el de otros paises y de verdad que es una verguenza. Que el arancel sea mayor al de muchos paises (la mayoria) de los paises industrializados me parece ridiculo, considerando la calidad de la educacion recibida.

Esto se ofrece como para publicarlo en la encuesta referente a una posible nueva constitucion. DEBE ser parte de la misma el asegurar educacion de calidad a todos y de alguna forma tiene que ser posible reducir la segregacion educacional. (imaginense que existen paises en los cuales ricos y pobres van juntos al colegio)
 
Virtuajats dijo:
Exactamente.

Es más, pienso que relativamente hay tantos profesores malos como ingenieros malos. Lo que sucede es que en el caso de la educación, existe una concentración de los buenos en el sector privado por un tema de falta de recursos económicos en la educación pública, fenómeno que no se ve en otras "industrias" -por así decirlo- pues pertenecen exclusivamente al sector privado.

Salu2
Coincido en una mirada integral a todo el proceso educativo, pero pienso que no es igual de relevante un mal profesor a un mal ingeniero (he visto mallas curriculares de muchas de estas U privadas, y son muy lindas, pero al revisar los contenidos y las evaluaciones llega a dar pena el futuro que les depara).

El impacto de uno no es igual al de otro. Un profesor malo pude "preparar" una gran cantidad de generaciones con sus mismas limitaciones, generando una mayor desigualdad en las oportunidades futuras. Profesores de calidad son imprescindibles si queremos tener primeras generaciones de universitarios en los quintiles de ingresos mas bajos .

Es cierto que no se puede enseñar si los vidrios estan rotos y la lluvia se cuela por los techos oxidados, pero eso puede ser subsanado a un menor plazo con nueva inversión o mayor preocupación y diligencia. Pero, el alumno que viene de un medio precario, y tiene no sólo uno, sino, que muchos malos profesores, está condenado a no salir jamás del círculo de acero que es la pobreza.

Saludos
 
Le_Mag dijo:
Hola el otro día ojeando la revista Que Pasa me encontré con este articulo, el cual hace un descarnado análisis de le Educación en Chile.
Hace tiempo que no leía un paper tan franco y brillante al respecto, no solo hace un análisis descarnado del problema generado por el Estatuto Docente, la proliferación de Universidades "Truchas" y Docentes Express, la mala calidad de los docentes ( cualquiera sea la Universidad que estudiaron)

En fin señala que solo el 10% del cuerpo de profesores cumple los estandartes para impartir clases, y que si tu no lograste menos de 650 puntos en la PSU o PAA, tienes una pésima o nula comprensión de lectura, y que este hecho esta comprobado y todos se hacen los huevones o sea aplican la política del avestruz


En fin léanlo, es largo pero ameno y lo mejor propone soluciones

Estatuto Docente: Una tragedia peor que el Transantiago

Mario Waissbluth, profesor de la Universidad de Chile y afín a la Concertación, se abocó a revisar un sinnúmero de estudios y cifras, y a conversar con expertos en educación, directores y sostenedores de colegios. La idea era arribar a un balance, sin eufemismos ni clichés, sobre la calidad de los profesores y de la educación en Chile y los factores que influyen en ésta. He aquí las dramáticas conclusiones.
Por Mario Waisbluth


Estimados lectores: les expresaré algunas preocupaciones y proposiciones respecto a la tragedia griega que estamos viviendo en la educación, hipotecando el futuro nacional por décadas. No me referiré a la LGE (imprescindible) ni al musical jarrazo, sino a los temas que verdaderamente me preocupan. En este país no se habla la firme, y si no nos sentamos todos a conversar sin eufemismos disfrazados de ideología, esto no se arregla.

Las tragedias griegas terminan mal. Desde el inicio se sabe que las circunstancias de cada actor llevan inevitablemente al descalabro. Cada uno es producto de su historia, nadie es tan bueno ni malo, sino que juega el juego que le tocó.

Contemos el hipotético caso de un joven que estudió hace 15 años en una escuela municipal de regular calidad, y que obtuvo 500 puntos en la PAA, la antigua PSU.

Para mayor claridad, 500 puntos, la mediana de la muestra, equivalía a responder correctamente entre el 10% y el 15% de las preguntas de la PAA. La mitad de los alumnos contestaba menos que eso. De acuerdo a los datos del Second International Adult Literacy Survey (Sials) -elaborado por la organización de países industrializados OCDE-, nuestro joven de los 500 puntos con dificultad comprende hoy, ya adulto, lo que lee.

El dueño de una escuela particular subvencionada me comentó hace poco que cuando reciben alumnos con sólo dos años de mala enseñanza básica, el retraso formativo comparado con sus compañeros se constata como "casi irrecuperable". Las personas que llegan a la educación media o la universidad sin ciertos aprendizajes en materia de lenguaje y aritmética -que debieron obtenerse a temprana edad- difícilmente podrán recuperarlos, por mucha "remediación" (jerga oficial) o capacitación que se les imparta durante su carrera.

En suma, nuestro joven de 500 puntos difícilmente podría haber encarado una carrera universitaria.

El negocio de los pedagógicos express

Sin embargo, Chile le ofreció a este joven una salida. La legislación de educación superior -estupenda muestra del libre mercado- le permitió ingresar a estudiar Pedagogía a una universidad de dudosa calidad, de esas que otorgan los títulos al vapor y/o por internet.

Según una reciente investigación (ver recuadro en la página 16), a lo largo de sus "estudios" los niveles de conocimiento de nuestro joven mejoraron entre... 2% a 4%. No más. Pasó por la universidad y aprendió nada. Pagó buen dinero o incluso se endeudó para comprar un título. En su lugar, cualquiera hubiera hecho lo mismo.

No exagero. Aunque los puntajes de corte y la demanda por estos estudios han ido en aumento, la carrera de Pedagogía Básica registró en el proceso de admisión 2008 un puntaje PSU del último matriculado, que en una universidad llegó a ser de… 320 puntos. Esto equivale a responder correctamente cuatro de las 80 preguntas. Así es, 4 de 80.

De 18 mil estudiantes que este año egresarán como profesores -con poca esperanza de encontrar trabajo-, cerca de la mitad lo está haciendo vía dudosas regularizaciones de estudios. Las universidades que los imparten, incluidas algunas del Consejo de Rectores, hacen un pingüe negocio que crece vertiginosamente: son 40 universidades e institutos que aumentaron, en los últimos 3 años, su matrícula total formal de 12.500 a 24.600 alumnos de Pedagogía. Está bueno el mercado.

El lastre del Estatuto Docente

Luego, ya egresado y titulado, la suerte le sonrió un rato a nuestro joven: pudo ingresar como profesor con una jornada de 44 horas semanales a una escuela municipal. Habiendo logrado -con todas las asignaciones - una remuneración inicial de 591 mil pesos brutos mensuales, que con los aumentos bianuales automáticos llega inexorablemente a 877 mil pesos, éste ya no tan joven, gracias al Estatuto Docente y con el entusiasta apoyo de su Colegio de Profesores, ha procurado rehuir cualquier tipo de evaluación rigurosa.

Si yo estuviera en su lugar, asegurado un ingreso intocable para mi familia, el que no podría haber logrado de otra forma con ese nivel de preparación, me opondría rotundamente a un cambio en la situación. Además me sentiría bastante tranquilo, sabiendo que si el sostenedor municipal osara pedirme la renuncia por "pésimo desempeño docente", existiría la casi certeza de que la Inspección del Trabajo y/o los tribunales me reintegrarían al cargo, con una indemnización de $15 millones a $25 millones. ¿La causal? "Menoscabo por desvinculación injusta". Para perder el trabajo, este profesor debería tener más de 100 días anuales de licencia médica, cometer abuso sexual o un crimen similar.

Digamos las cosas como son porque es sanador. Visto en retrospectiva, el error más caro para el país en dos décadas no es el Transantiago: es el Estatuto Docente. Como en toda tragedia, nadie es tan maligno. Me lo relató un altísimo integrante del primer gobierno de la Concertación: "Ubiquémonos en esa época… Pinochet comandante en jefe, terror a la fuga de capitales, ejercicios de enlace... había que defender la economía y la democracia a toda costa. Tuvimos que concederles mucho a muchos, como el Estatuto Docente a los profesores y el silencio sobre las privatizaciones a los empresarios".
Uno posiblemente hubiera hecho lo mismo.

Retomemos la historia del joven profesor. No creamos que lo está pasando bien. Sus condiciones laborales son durísimas: agotadoras 32 horas de clases, el ambiente es agresivo, su tasa de depresiones severas a lo largo de la vida es de 32% cuando el promedio de una muestra de referencia es de 23%. Sus episodios de pánico o de ansiedad superan por más del doble a la muestra de referencia. Mayor razón para sentirse menoscabado si alguien propusiera someterlo a una evaluación rigurosa.

Como todos sabemos, pero no decimos, la evaluación docente actual es enteramente dudosa. Después de 4 años de resistencia, todavía no se logra evaluar ni siquiera a la mitad de los profesores. Pero algo se ha avanzado; es un logro, casi como poner un pie en una puerta antes cerrada.

Pero, escarbemos en los datos que yacen tras un velo de eufemismos en el sitio web del Ministerio de Educación: los clasificados como "competentes" o "destacados" suman el 64% de los evaluados. Este 64% tiene derecho a un incentivo monetario, para lo cual debe rendir una prueba rigurosa de conocimientos, asunto no incluido en la evaluación regular. Cerca de la mitad de los que tienen ese derecho, por alguna "extraña" razón, se abstiene de rendir dicha prueba, aunque recientemente se ablandaron los criterios para que más profesores lo hagan.

Revisando los resultados de ese proceso, se concluye que en realidad apenas el 10% del total de los profesores tiene niveles de conocimiento comprobado que los pudieran calificar como realmente "competentes" o "destacados".

La situación de los docentes de colegios particulares subvencionados no es muy diferente. Según todo lo que se observa, descontado el factor socioeconómico de sus alumnos, se constata que la realidad educativa, emocional y salarial de los profesores y los tamaños de aula en ambos sistemas son muy parecidos.

El informe del Sials ya mencionado contiene otro dato aterrador, pero como los chilenos somos expertos en hacernos los lesos, esta verdad políticamente irritante no se comenta: sólo el 8% de los egresados de educación superior entiende completamente lo que lee.

Es fácil sospechar entonces que los profesionales que hoy comprenden perfectamente lo que leen no son los que ingresaron a la educación superior con 400 o incluso 600 puntos. El 8% superior en la PSU equivale a cerca de 650 puntos. Por tanto, es difícil creer que muchos profesores comprendan perfectamente lo que leen; luego, es difícil imaginar que podrán enseñar a sus alumnos a comprender lo que leen o a dividir fracciones. Perdón por la franqueza.

En suma, después de revisar informes, mirar cifras y entrevistar a bastante gente para escribir este artículo, si se toma en consideración el origen escolar de la mayoría de los educadores y la calidad de la educación pedagógica que recibieron, es inevitable concluir que, por lo bajo, un tercio de ellos no tiene la formación esencial, los conocimientos, la pedagogía o la motivación para abordar la titánica tarea que este país enfrenta para resolver el problema de la calidad educacional. Peor aun en los mayoritarios casos de alumnos y apoderados en situación vulnerable, lo que requeriría profesores con aun mayores competencias.

Para muchos profesores motivados, nada de esto es su culpa: es este perverso encadenamiento de circunstancias el que los ha puesto donde estamos. Para otros, son flagrantes sus faltas a la ética al recibir un sueldo por un trabajo que no se hace o se hace pésimo.

No cabe duda de que hay una cuota relevante de buenos y motivados profesores, pero hay que mencionar la desmotivación y desidia de muchos. Si yo llevara 20 años en una escuela municipal, en esas condiciones ambientales, laborales y organizacionales, posiblemente me sentiría igual.

La motivación de los docentes tiene una elevada correlación con el liderazgo de los directores de escuela. Está verificado que el liderazgo directivo es el segundo factor intraescuela, luego de las competencias docentes, que más influye en la calidad de la educación. Obvio.

Otra verdad inconveniente

La otra verdad inconveniente, que los parlamentarios de derecha callan discretamente: ¿alguna vez nos explicarán con la frente en alto por qué se opusieron por más de 15 años a cambiar el estatuto pinochetista de "amarre", que declaró a los directores como vitalicios?

Vitalicios. Está clarito por qué: ellos también tienen su cuota de clientelismo. Así son las tragedias. Y luego tienen cara para criticar la calidad de la educación municipal y reclamar por la inflexibilidad laboral del país.

A pesar de que ya se logró cambiar la dichosa norma vitalicia, los astutos artículos transitorios introducidos por estos parlamentarios todavía permiten la permanencia de un buen porcentaje de apernados que no le rinden cuentas a nadie. Como me contó esta semana un sostenedor municipal del sur: "Tengo un tercio de vitalicios; despedí a uno por petición expresa y reiterada del Centro de Padres. Me tuve que tragar 25 meses de indemnización, más una condena de 30 millones de pesos por menoscabo. No lo vuelvo a intentar. Simplemente no tengo la plata. Además, pese a que la matrícula me disminuye año a año, sigo con el mismo número de profesores".

El arreglito es más sicótico todavía: si uno de los vitalicios pierde su concurso… el municipio debe mantenerlo contratado con el mismo sueldo. Esa sí que es flexibilidad laboral.

Negociemos el rescate

En esta tragedia griega, como en un juego de ajedrez, al gremio de profesores se le concedió, por medio del Estatuto Docente, la captura de la educación municipal y la tiene de rehén. Por ende, tiene de rehén el futuro del país.

No estoy juzgando a nadie. Son las benditas circunstancias políticas, históricas y constitucionales. Las mismas que han permitido agarrarse de la teta a otros grupos de poder gremial, empresarial o universidades truchas. Las mismas que han llevado a un grupo de no más de 200 dirigentes políticos a repartirse los cupos parlamentarios y municipales a su gusto durante casi 20 años gracias al sistema binominal, mecanismo inventado para mantener el statu quo y "proteger la democracia". No hay castigo ni incentivo político alguno por obtener resultados de largo plazo que ayuden a la ciudadanía, educación incluida.

"Captura" es lo que ocurre cuando un grupo de agentes, empresas o personas logran apropiarse de una institución o sistema -por conductos formales o informales- para su propio beneficio. Las capturas se resuelven por rescate armado o por negociación. Siendo impensable la primera opción, ¿por qué no inventamos una negociación en la firme, para salir de este embrollo? Pongamos números gruesos, por ejemplo, a lo que costaría modificar radicalmente el Estatuto Docente.

Supongamos retiros anticipados -dignos y programados- a lo largo de cinco años, por unos 15 meses de salario además de lo que establece el Código del Trabajo, para unos 20.000 docentes que no tengan una buena y rigurosa evaluación, y que hoy mal-educan a unos 800 mil niños. No es tan loco considerando que recientemente nueve mil se acogieron a retiro.

Agreguemos el cese inmediato -con pensión razonable- de todos los vitalicios que siguen desmotivando a sus profesores y que no ganen su concurso. Estaríamos sumando unos mil millones de dólares. Esto es inversión por una vez.

Suponiendo el cierre inmediato de carreras pedagógicas de calidad inaceptable y la imprescindible creación de un examen nacional de habilitación para ejercer la pedagogía en cualquier tipo de escuela, deberemos sumar el costo de devolverles la plata que malgastaron en matrículas a unos 10.000 estudiantes de pedagogía express en estos últimos años: serían unos cien millones de dólares más.

Agreguemos un programa para crear o fortalecer institutos pedagógicos dignos de ese nombre, con postgrados de nivel internacional, etc.: otros cien millones de dólares. Por una vez. Ya vamos en 1.200 millones de dólares.

Finalmente, lo más caro. Inmigración inmediata de dos o tres mil profesores extranjeros bilingües con experiencia en aula. Beca robusta para todo estudiante con PSU arriba de 650 puntos que ingrese a estudiar Pedagogía a una carrera acreditada, con una promesa salarial 40% superior al valor actual, y de 70% para aquellos que obtengan un magíster acreditado en Pedagogía o una materia específica. Lo mismo para egresados de Ingeniería, Derecho o cualquier ciencia, que obtengan un magíster acreditado en Pedagogía. En España, por cierto, esta última es la única manera de ser profesor de secundaria. Agréguele inducción, apoyo y mentores para todos los profesores que inicien sus labores. Súmele 100% de aumento salarial para atraer buenos directores de escuela.

Suponiendo un programa paulatino, que comience hoy, estaremos hablando de un gasto adicional que a la vuelta de una década puede llegar a ser del orden de mil millones a mil doscientos millones de dólares anuales, algo así como el 0,5 % del PGB que Chile debería tener para esa época. Números gruesos, por supuesto. Todos los profesores del sistema municipalizado continuarían, si lo desean, siendo miembros del Colegio de Profesores: eso ni se discute. Pero con un renovado y flexible Estatuto Docente, con incentivos asociados a una evaluación rigurosa y a una salida expedita para los casos de flagrante abandono de deberes. Yo pagaría feliz más impuestos para financiar semejante revolución.

Por cierto, éste no es sólo un llamado a los profesores. Para que haya negociación deben existir dos partes. La otra es el Poder Ejecutivo y todos los partidos del espectro político, abandonando por una vez las rencillas y creando el consenso necesario para avanzar con los maestros y no contra ellos.

Pongamos esa plata arriba de la mesa y todos ganan, incluyendo los profesores, que habrán recuperado su histórico sitial en la sociedad. Se crea una carrera docente de estándar internacional. Se desarrolla un nuevo concepto de evaluación, cuyo foco es el perfeccionamiento de profesores que ingresaron a la carrera cumpliendo estándares mínimos. Se fortalece la educación pública que muchos añoramos. Los que más ganarían son nuestros hijos y nietos. Por eso, si quieren, subamos el monto de los retiros anticipados al doble, pagaderos en cómodas cuotas a 10 años. ¿Hay trato? Me convencí que el resto es música… con minúscula.


Las graves conclusiones de un estudio

El estudio data del 2007 -está disponible en el sitio web del Consejo Superior de Educación- y fue elaborado por la U. de Playa Ancha de Ciencias de la Educación y la U. de Valparaíso. Se denomina "Desarrollo de habilidades básicas en lenguaje y matemáticas en egresados de Pedagogía. Un estudio comparativo".

Se le siguió la pista a una muestra de 488 estudiantes de Pedagogía de 5 universidades nacionales. A ellos se les sometió a una prueba de capacidades al ingreso de la carrera (en el 2002) y luego a la misma prueba cuando egresaron, 4 ó 5 años más tarde.

Puesto crudamente, sólo el 64% de los que ingresaron a Pedagogía podía leer un gráfico: esto mejoró a 65,4% después de obtener un título de profesor. O sea, 1,4%. En el caso de extraer conclusiones de un texto, la educación universitaria disminuyó la frecuencia desde 61,6% a 57,8%, un extraño fenómeno de des-educación.

La conclusión textual del trabajo: "A modo de síntesis, la situación descrita indicaría que los estudiantes de Pedagogía ingresan a la universidad con ciertas carencias, reflejadas en sus puntajes de selección, y egresan, después de varios años de estudio, con las mismas limitaciones."

La pregunta más inquietante: ¿por qué este estudio no ha generado un escándalo nacional?

Fuente Que Pasa

Ahi puede verse de primera mano la pesima o nula comprension de lectura que tienen algunos.
 
El sabado lei el articulo. No conociendo cabalmente el tema adscribo a cada una de sus criticas. Para alguien que conoce realmente el funcionamiento del sistema, este, tiene algo salvable, o hay que reestructurarlo completo?.
 
Crono3006 dijo:
Ahi puede verse de primera mano la pesima o nula comprension de lectura que tienen algunos.

Tarado... eso es un error de redacción.

Lo mismo sería que alguien se fijara en todos los tilde que no sabes poner, y además, tomarte como ejemplo de idiotez, al ser incapaz de analizar un párrafo y hacer un comentario fundado sobre él..., pero como eso no es lo mas importante en este asunto, se deja de lado para poder ir al fondo del tema...
 
Buen artículo, pero como bien dijeron "el profesor" es sólo un eslabón dentro de esta cadena,un elemento dentro del sistema.

En términos generales coincido con lo que señala Hartomes

Es cierto, pueden existir docentes que rehuyan la Evaluación Docente, pero también es cierto que para estar preparados, como mínimo, se requieren los elementos y herramientas para lograr el fin que busca tal proceso.
Es un lamentable circulo vicioso.

Sin embargo, y para complementar, les dejo un estudio en el que se le siguió la pista a una muestra de 488 estudiantes de Pedagogía de 5 universidades nacionales. Se les sometió a una prueba de capacidades al ingreso de la carrera (año 2002) y luego a la misma prueba cuando egresaron, 4 ó 5 años más tarde.

Puesto crudamente, sólo el 64% de los que ingresaron a Pedagogía podía leer un gráfico: esto mejoró a 65,4% después de obtener un título de profesor. O sea, 1,4%. En el caso de extraer conclusiones de un texto, la educación universitaria disminuyó la frecuencia desde 61,6% a 57,8%, un extraño fenómeno de des-educación.

La conclusión textual del trabajo: "A modo de síntesis, la situación descrita indicaría que los estudiantes de Pedagogía ingresan a la universidad con ciertas carencias, reflejadas en sus puntajes de selección, y egresan, después de varios años de estudio, con las mismas limitaciones."

Estudios y Documentos del Consejo Superior de Educación - Consejo Superior de Educación (es un pdf)

Por último, enfoquémonos en el artículo de Que Pasa y en el tema que conlleva, NO en el "condoro" del creador del tema y que más abajo otro usuario lo refriega.


Saludos
 
No estoy de acuerdo con el autor cuando adevera que necesariamente el puntaje de la PAA o la PSU, sea una manera de demostrar si efectivamente una persona tiene o no comprensión de lectura, o lo que sea. No creo que la PSU o la PAA pueda ser realmente el indicador de la calidad de la educación básica y media que una persona ha recibido. Es más, la PAA fue desechada. Sin perjuicio claro, de que la calidad de la educación debe ser mejorada sustancialmente, tanto en lo académico, como en lo moral y en lo ético.
 
Hartomes dijo:
Una lástima que este interesantísimo debate nacional solo traten de enfocarlo en solo un eslabón del proceso educacional de este país.

... porque no es conveniente ahondar en otros factores preponderantes que afectan la "calidad de la educación" (hablar de calidad de la educación es muy subjetivo... conozco gente que ha estado en "malos colegios" y ha llegado lejos...)

Entre esos factores se encuentra la actual situación del mercado laboral, com empleos inestables, mal remunerados y de mala calidad. Los padres tienen que trabajar, y no tienen tiempo para estar con los hijos... surgen las carencias afectivas y todas las hecatombes que esto provoca...

por otro lado están los hogares sin esperanza (aquellos padres de escasos recursos que tienen como 100000 hijos)

Resultado: Padres no comprometidos con la educación de sus hijos, jóvenes que no encuentran sentido al respeto, al trabajo y la superación. Y claro, si hay necesidades infinitamente más importantes que no son satisfechas.

Cuando la persona satisface las necesidades fisiológicas, de seguridad y afectivas, está en condiciones de pensar en valores superiores.


Creo que se ataca a los profesores porque por ahora es lo más fácil
Tratar los otros temas, supone cuestionar y hacer algo por la pésima distribución del ingreso, los abusos hacia los trabajadores entre otras cosas
 
lady_jazz dijo:
coincido en una mirada integral a todo el proceso educativo, pero pienso que no es igual de relevante un mal profesor a un mal ingeniero (he visto mallas curriculares de muchas de estas u privadas, y son muy lindas, pero al revisar los contenidos y las evaluaciones llega a dar pena el futuro que les depara).

El impacto de uno no es igual al de otro. Un profesor malo pude "preparar" una gran cantidad de generaciones con sus mismas limitaciones, generando una mayor desigualdad en las oportunidades futuras. Profesores de calidad son imprescindibles si queremos tener primeras generaciones de universitarios en los quintiles de ingresos mas bajos .

Es cierto que no se puede enseñar si los vidrios estan rotos y la lluvia se cuela por los techos oxidados, pero eso puede ser subsanado a un menor plazo con nueva inversión o mayor preocupación y diligencia. Pero, el alumno que viene de un medio precario, y tiene no sólo uno, sino, que muchos malos profesores, está condenado a no salir jamás del círculo de acero que es la pobreza.

Saludos

coincido con usted hermano... SÓlo que no por ser de u tradicional se asegura un futuro con esplendor... Hay muchos weones peencas (como weones muy secos) que han salido de una u sea catÓlica o sea u de chile. (por nombrar algunas)

en todo caso, como experiencia, con mi polola pedimos las bases de un concurso para horas pedagÓgicas en la comuna de la cisterna, sÓlo por curiosidad. Los puntos mÁs destacables es que si eres profesor con postÍtulo, eso te asigna un puntaje... Bien cierto...

Pero lo que nos "discrimina" a varios profes jÓvenes es COMPETIRCON LA Experiencia de 20 a 30 aÑos... CON ESO Tienes casi 100 puntos en las bases, es decir, en los colegios municipales los profesores estÁn atornillados por aÑos... Y ahÍ tambiÉn un problema, que hay weones muy malos en los municipales... Y duran aÑos.

Mi humilde opiniÓn.
 
Es verdad que los profesores son solo un eslabon en la cadena de los factores causantes de la mala educacion. Pero es el eslabon mas grande, el mas importante. No podemos echarle la culpa de que la educacion es mala a la infraestructura: una persona puede aprender tanto en una cueva como en el edificio Taipei 101. Tampoco se puede culpar al precio de los pasajes: no conozco a ninguna persona que no vaya al liceo porque no tiene plata para el pasaje (voy a liceo municipal). Tampoco se puede culpar a los almuerzos y desayunos: generalmente no como mas que un pan y un cafe antes de salir al liceo para todo el dia y tengo el mejor promedio del curso. No podemos culpar al alumno: seria como culpar al cliente de que el producto salio defectuoso.

Hay muchisimos factores que influyen en la calidad de la enseñanza, pero el mas importante de todos, lejos es el enseñante.

Pero para cambiar al enseñante hay que cambiar muchos aspectos. Aumentos de sueldo para motivar a seguir la carrera, aumento de la flexibilidad laboral, etc. Despues viene todo lo que pasa en la U, como aumentar el puntaje de corte, terminar con todas esas carreras que regalan el titulo, etc.
 
Alex911 dijo:
una persona puede aprender tanto en una cueva como en el edificio Taipei 101

Así como una persona puede aprender tanto con un buen maestro como con un chanta (en especial en esta era de internet y blablabla)... Personas así hay en todos lados.

El asunto es que, si bien todos estamos de acuerdo que el profesorado es el eslabón más importante a la hora de entregar una buena educación, no es el primer eslabón que se debe cambiar si se quiere una mejora al sistema... Y menos hay que pensar que el estatuto docente es la raíz de todos los problemas derivados de la mala calidad de los docentes, por que eso es desconocer todo el sistema e ideología que está detrás de sistema educacional nacional, tanto para la básica y media como para la educación universitaria.

1) Lo primero que hay que debatir y decidir es si el sistema orgánico, administrativo y financiero que rige la educación es el adecuado para los resultados educativos que queremos como país... Y cual debiesemos adoptar.

2) Lo segundo que hay que debatir es la forma en que se deben generar, retener y valorar a los profesores ( y los profesionales en general ) que necesita este país para lograr los resultados que deseamos, en función de (1).

3) Lo tercero que hay que debatir son las formas para asegurar que (1) y (2) se cumplan, sin que los vaivenes de los poderes del estado molesten mucho.
 
analogía :retard: :
cancha=infraestructura
entrenador=profe
jugadores=pendejos

La cancha es mala, el entrenador guatón... que hay de los jugadores? Aprovecharían la mejora?
 
lo insolito es pensar que tendriamos que tener un profesorado de buena calidad con la realidad laboral que viven actualmente.....

sobre el estudio nada nuevo bajo el sol, el autor del estudio confirma aun mas la realidad educacional.
 
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