Año 1997. Calor y aburrimiento en la capital y pocas monedas para salir de vacaciones. MI amigo el Juancho me dice: y si vamos a trabajar de pelotero en el Stade Francais (
estad francés me dice Juancho que se le dice). Pa allá fuimos y logramos trabajar un par de fines de semana porque el Juancho conocía a otros peloteros que no hicieron el favor. Ahí conocí a la Isidora. Mina cuica pero cuica. De las que decía a todo ayyy gaiaaa atrohhh y que iba a jugar tenis porque el papá le había inculcado el amor por ese deporte y blablabla. La mina iba para tener libertad y la tarde libre, jugaba un rato, a la ducha y al mall con sus amigas cuicas.
Pero era todo un gusto verla en la cancha: una verdadera bailarina. Piernas tonificadas por el entrenamiento, abdomen plano, tetas en su justa medida y un tambor si bien no exuberante, totalmente firme. Y lo mejor de todo: una belleza natural. Una sonrisa que enamoraba. Para qué decir que me costó casi todo el verano en engatusarla y lograr salir con ella. Y una vez que salimos se me abrió un nuevo mundo: un carrete en Lo Curro, pasando el río e internándose por detrás del cerro es OTRO MUNDO. Mansiones gigantes, guardias privados, seguridad a full. Hermosura y lujo en los jardines que inspiraban un remanso de paz. Pero lo malo son los cuicos: Desagradables a full. Primer carrete y ya me estaban interrogando de donde era, que comuna, en que trabajaban mis papás, de que colegio salí.... pura mula.
Mi experiencia sexual con ella fue bacán. Tardes enteras en su cuarto que fácilmente era del porte de la casa de mis papás
Uso de tecnología porque tenía un VHS donde hicimos hasta una película porno completa con diálogos y todo
Mis primeros jales fueron con ella porque el papá dentro de sus aficiones, tenía la del alcohol y drogas duras. Le robamos whisky y popper para los fines de semana en que me quedaba de puro barsa en su mansión. Me contó caleta de experiencias sexuales desde los 14 años con sus primos y amigos de sus padres... Sus papás pasaban temporadas enteras o en la playa o en el extranjero y por eso la libertad de esta mina era casi absoluta, por lo cual ella y su hermano se criaron terrible solos y las pocas personas que estaban cerca que eran la nana y el jardinero eran los consejeros sentimentales y les ponían en cierta medida, algunos controles y reglas. Al fin la mina cuando entró a la U como a los 22 me cambió por un rugbista
Nada podía hacer contra ese mastodonte y se acabó esa relación.