mc_death
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El año pasado, cuando su cuñada le contó que la Universidad del Mar tenía un programa especial para dueñas de casa que quisieran estudiar la carrera de Técnico Superior en Enfermería, Jacqueline Morgado (47) no lo pensó dos veces y se matriculó en la sede de Maipú. “Era maravilloso. Tenía clases los sábados de 9 a 6 de la tarde, podía seguir siendo dueña de casa, atender a mis tres hijos y convertirme en profesional en dos años y a mis años”, recuerda.
Pero desde mayo de 2012 las denuncias de irregularidades en la U. del Mar le dieron noticias de que algo no funcionaba bien. “Las chiquillas que estaban en toma nos advirtieron que nuestra carrera tenía menos horas de lo que se exigía. No teníamos ni prácticas ni campos clínicos”, recuerda Jacqueline.
Este caso es una de las aristas que indagan los fiscales Carlos Gajardo y Pablo Norambuena, quienes dieron orden a la PDI para verificar los antecedentes.
Jaqueline, junto a sus compañeras, iniciaron acciones legales, presentaron reclamos al Sernac y también han investigado el origen del programa. Esto, pues en la universidad les insistían en que incluso tenían un convenio con la Municipalidad de Maipú.
Nora Méndez, alumna del curso que se inició en el 2010, revela que logró que la universidad le entregara un email con los fundamentos del programa. En el correo, la vicerrectora académica de la sede Maipú enviaba el proyecto al rector Carlos Ossandón, en diciembre de 2009, diciendo “échele una miradita al proyecto y díganos qué beneficios financieros podrían tener”.
La idea era capacitar a 200 mujeres en el plazo de dos años, en vista de que se esperaban la apertura del Hospital de Maipú.
El documento de la U. del Mar proponía que “la Municipalidad de Maipú, a través de sus oficinas comprometidas en este programa, otorgará el financiamiento de un 50%” para cada alumno. “Este programa de formación para jefas de hogar las ayudará a ponerse de pie”, argumentaba el texto. A las mujeres se les pedía cuarto medio y que estuvieran inscritas en algunos de los programas de la municipalidad.
Nora Méndez solicitó el convenio en la municipalidad por Transparencia y la respuesta fue que no existía.
Sin embargo, el ex alcalde, Alberto Undurraga, dijo a La Tercera que “hubo un convenio general firmado con esa universidad, sin costo para el municipio”. Este indicaba que el municipio se comprometía desde agosto de 2010 a difundir las carreras entre los dirigentes sociales y que también podrían acceder a éstas sus cónyuges e hijos con un 15% de descuento en los aranceles. Alfredo Vial, actual administrador municipal de Maipú, recalca que el convenio no se renovó este año y que cuando se firmó “no había ningún antecedente de que podían haber problemas en la universidad”. Vial recalca que el municipio no cumplió con realizar la difusión.
Patricio Galleguillos, actual rector de la U. del Mar, asegura que “acá hubo un acuerdo mal estructurado del rector de la sede anterior y yo me preocupé de regularizar el tema académico y de reconocimiento de horas para que fuera validado”. Sin embargo, las alumnas dicen que desde octubre no tienen clases por falta de profesores. Jacqueline Morgado, con una deuda de dos millones de pesos, optó por retirarse. “Estoy arrepentida por gastar tiempo y dinero. Fui ignorante e ilusa, pero si te ofrecen una universidad acreditada, no todo es culpa mía”, comenta.
Tremenda caga ...jugando con el sueño de muchos...menos mal que el gobierno le quito la acreditación a esta mierda de universidad
Pero desde mayo de 2012 las denuncias de irregularidades en la U. del Mar le dieron noticias de que algo no funcionaba bien. “Las chiquillas que estaban en toma nos advirtieron que nuestra carrera tenía menos horas de lo que se exigía. No teníamos ni prácticas ni campos clínicos”, recuerda Jacqueline.
Este caso es una de las aristas que indagan los fiscales Carlos Gajardo y Pablo Norambuena, quienes dieron orden a la PDI para verificar los antecedentes.
Jaqueline, junto a sus compañeras, iniciaron acciones legales, presentaron reclamos al Sernac y también han investigado el origen del programa. Esto, pues en la universidad les insistían en que incluso tenían un convenio con la Municipalidad de Maipú.
Nora Méndez, alumna del curso que se inició en el 2010, revela que logró que la universidad le entregara un email con los fundamentos del programa. En el correo, la vicerrectora académica de la sede Maipú enviaba el proyecto al rector Carlos Ossandón, en diciembre de 2009, diciendo “échele una miradita al proyecto y díganos qué beneficios financieros podrían tener”.
La idea era capacitar a 200 mujeres en el plazo de dos años, en vista de que se esperaban la apertura del Hospital de Maipú.
El documento de la U. del Mar proponía que “la Municipalidad de Maipú, a través de sus oficinas comprometidas en este programa, otorgará el financiamiento de un 50%” para cada alumno. “Este programa de formación para jefas de hogar las ayudará a ponerse de pie”, argumentaba el texto. A las mujeres se les pedía cuarto medio y que estuvieran inscritas en algunos de los programas de la municipalidad.
Nora Méndez solicitó el convenio en la municipalidad por Transparencia y la respuesta fue que no existía.
Sin embargo, el ex alcalde, Alberto Undurraga, dijo a La Tercera que “hubo un convenio general firmado con esa universidad, sin costo para el municipio”. Este indicaba que el municipio se comprometía desde agosto de 2010 a difundir las carreras entre los dirigentes sociales y que también podrían acceder a éstas sus cónyuges e hijos con un 15% de descuento en los aranceles. Alfredo Vial, actual administrador municipal de Maipú, recalca que el convenio no se renovó este año y que cuando se firmó “no había ningún antecedente de que podían haber problemas en la universidad”. Vial recalca que el municipio no cumplió con realizar la difusión.
Patricio Galleguillos, actual rector de la U. del Mar, asegura que “acá hubo un acuerdo mal estructurado del rector de la sede anterior y yo me preocupé de regularizar el tema académico y de reconocimiento de horas para que fuera validado”. Sin embargo, las alumnas dicen que desde octubre no tienen clases por falta de profesores. Jacqueline Morgado, con una deuda de dos millones de pesos, optó por retirarse. “Estoy arrepentida por gastar tiempo y dinero. Fui ignorante e ilusa, pero si te ofrecen una universidad acreditada, no todo es culpa mía”, comenta.
Tremenda caga ...jugando con el sueño de muchos...menos mal que el gobierno le quito la acreditación a esta mierda de universidad
La mano invisible del mercado lo regula todo 
servel del mal