Matanza de Marusia
Durante marzo de 1925, bajo el gobierno de Arturo Alessandri Palma, en una zona norte convulsionada por la cuestión social y demandas laborales de todos los sectores asalariados del país, los trabajadores de la oficina salitrera Marusia ubicada en la pampa de la ciudad de Iquique votan la huelga al no recibir respuesta a meses de haber ingresado un pliego de peticiones que solicitaba:
– Mejoras salariales
– Disminución de la jornada laboral
– Mejoras en las condiciones de seguridad laboral
La administración de la salitrera que ha respondido con silencio a la petición de los trabajadores sabe que el ambiente social es complejo, por lo que maniobra con el objeto de crear las condiciones que le permitan mantener el control del campamento y la operación de la salitrera, para ello utiliza la muerte accidental de un capataz inglés para reprimir a los trabajadores con el ajusticiamiento de un obrero, al que se hace responsable del asesinato sin pruebas ni juicio. Al mismo tiempo ofician a Iquique exigiendo la presencia de militares para reforzar la guarnición de carabineros y asegurar
condiciones seguras para los administradores, mantener la oficina en operación y dar un ejemplo a los demás obreros de las otras salitreras del norte grande, intentando evitar por el temor una huelga general que se siente en el aire.
Los trabajadores huelen el peligro que significa la presencia de militares controlando el orden en el campamento, el recuerdo de la matanza de la oficina salitrera San Gregorio 4 años atrás está presente a cada instante. Por ello forman un comité de huelga conformado por obreros y sus mujeres, crean perímetros de seguridad para niños, ancianos, guardan comida, agua, elementos médicos, planifican vías de evacuación de laamurallada oficina y acciones de auto defensa..
El gobierno central responde enviando un contingente de 40 militares al mando del capitán Gilberto Troncoso, alias “la hiena”, apodo que se ganó por su bestial comportamiento en la masacre de la oficina salitrera San Gregorio. Al llegar al campamento exige la presencia ante él de la directiva sindical y como muestra de su poder ordena su fusilamiento. En el intertanto fusila a 4 trabajadores escogidos al azar, y declara la oficina zona de guerra, atacando el barrio obrero con bombas y metralla.
Su política es implementar el miedo y con ello controlar el campamento y poner en funcionamiento la salitrera. Los obreros responden evacuando a mujeres, niños y ancianos sobrevivientes al primer ataque hacia una oficina salitrera cercana en desuso y atacando a las fuerza de carabineros y militares con tiros de dinamita, lo que les permite recuperar algunas armas de guerra con las que enfrentan a dichas fuerzas haciéndolas abandonar la oficina. Un nuevo contingente militar de 300 efectivos es enviado de Iquique el que rodea el campamento y lo ametralla, los obreros resisten con las pocas armas que tienen y tiros de dinamita. Al finalizar el ataque solo queda muerte. La toma de control de la salitrera Marusia ha terminado con la muertes de alrededor de 500 obreros y familiares y una treintena de uniformados.
radiononguen.net