Una vez, me junte con una gordita, para ir directo al grano, la chica tenía bastante grasa en su espalda baja y glúteos, lo cual se me hacia imposible poder montarla, parecía un perro tratando de tirar una vaca. Así que solo le dimos de frente, y para rematar la dejé a medias porque de olor estaba muy fuerte. Igual fue agradecida la chica, la despedí con lluvia dorada y leche.
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