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La Maldición de Venezuela

Kassiel

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¿Que opinan los cipadritos elevados de espiritu con respecto a ésto?

En estos últimos días estamos oyendo mucho de lo que está ocurriendo en Venezuela. En efecto la crisis está agudizándose, y creo que esto va a desembocar sobre un golpe de Estado o peor aún sobre una guerra civil, pues este país está bajo una maldición de Dios. Consideradlo bien por un momento amigos lectores: ¿Cómo puede ser que un país tan rico, que tiene tantos recursos naturales como el petróleo, y una tradición democrática, puede en tan corto periodo caer en tal miseria y caos? Muchos dirán que esto es debido al sistema comunista que han estado implantando desde que eligieron a Chavez como presidente, y luego a Maduro. Evidentemente el comunismo es un flagelo que pretende reemplazar a Dios por el “Estado Providencia”. No obstante muchos países han sobrevivido durante décadas padeciendo este flagelo inventado por los jesuitas para derrocar al Zar de Rusia, (ver “Los Padrinos” en la serie Alberto Rivera, publicada por Chick).
Mirad a la China comunista; hace poco ha flexibilizado sus principios económicos para adaptarse al mercado internacional, y a pesar de que sigue siendo una dictadura comunista que oprime especialmente a los cristianos, esta nación ha prosperado tanto que ahora es la segunda potencia económica en el mundo. ¡Hace casi 90 años que la China es comunista, y ahora lanza satélites al espacio y produce la mayoría de los ordenadores que se venden en el mercado! En Cuba hace más de medio siglo que la pesadilla comunista ha empezado, y con la ayuda del anticristo Obama parece que va a tomar el mismo camino que la China… Entonces cual es la razón por la cual el socialismo bolivariano que tiene a su disposición tantas riquezas y que llegó no por una revolución sangrienta, sino vía democrática, está hoy en día en pleno fracaso y rechazo popular, llevando este país al borde de la guerra civil? La razón no es económica, ni política, ni moral, ni siquiera cultural; la razón es esencialmente espiritual. Venezuela está bajo la maldición que Dios ha proferido en su Palabra. En efecto Gn. XII: 3 dice: “a los que te maldijeren maldeciré”.
Venezuela ha maldecido públicamente y oficialmente a Abraham y a su descendencia los hijos de Jacob. Lo hizo la cabeza de Venezuela, el difunto presidente Chavez cuando durante su emisora semanal, delante de las cámaras de TV ha maldecido a Israel. Él dijo: “Desde lo profundo de mi corazón maldigo a Israel”. Esta vez no mintió; dijo la verdad, descubrió el pensamiento de su corazón entenebrecido. Esto no eran palabras al aire sino palabras confirmadas por hechos sobresalientes como su viaje y acuerdos con Irán, su otorgamiento a Gadafi de la distinción honorifica de la espada del Libertador Bolívar, sus tratados comerciales con Rusia el aliado y proveedor de misiles de Irán. La política exterior de Chavez, ha sido conforme a su palabra; es decir una política anti-Israel. Él era amigo de todos los enemigos de Israel, y enemigo de los amigos de Israel, por lo cual Dios le envió un cáncer que lo envió a lo profundo del infierno, pues en vez de arrepentirse, se endureció en su pecado y buscó el perdón divino en la persona del anticristo romano de turno: el papa Benedicto XVI. En efecto ese papa lo visitó en la clínica en Cuba. Murió Chavez, y los venezolanos en vez de arrepentirse, confirmaron en las urnas su apego a la política chavista, y eligieron a un fiel seguidor de Chavez: el señor Maduro. ¿Qué le importa al pueblo venezolano que su país por la boca de su presidente hable como Hitler? ¡Lo importante son los subsidios del Estado, las neveras regaladas, y un sistema de salud gratuito, (aunque ahora ya no hay medicamentos) !
Dios es un Dios de paciencia, y por ende soporta tantos ultrajes y pecados de parte de todas las naciones (Israel incluida), y de todos los individuos. Sin embargo el que toca a la nación de Israel toca a la niña de sus ojos (Zac. II: 8, 9), y en este caso su ira no se demora décadas para manifestarse, sino que cae después de pocos años sobre la Alemania nazi, o sobre la Venezuela bolivariana… De hecho ya está empezando a manifestarse la ira de Dios sobre Venezuela. Venezuela ha maldecido oficialmente a Israel, y no se ha arrepentido sino que ha confirmado su pecado eligiendo a Maduro, así que Venezuela está ahora mismo maldecida por Dios porque Jehová “ha dicho ¿no hará? Ha hablado ¿no ejecutará?” ¡Ciertamente que Dios es fiel a su Palabra, y por lo cual maldice Venezuela que ha maldecido a Israel! Pero algunos dirán: Irán y otros países musulmanes ¿no maldicen también pública y oficialmente a Israel? Así es, pero hay una diferencia fundamental que hace que todavía gozan de la paciencia del Santo de Israel.
La diferencia con esos países es que todos tienen desde hace siglos un velo coránico que ciega su entendimiento. No poseen como la Alemania de Hitler, o la Venezuela chavista una cultura esencialmente judeo-cristiana. He aquí la diferencia, porque nuestro Dios es un Dios de justicia y nos dice que “a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le ha confiado, más se le pedirá” (Lc. XII: 48). Los países musulmanes no han recibido mucho conocimiento del Dios verdadero a causa de la cultura opresiva y enceguecedora que fomenta su religión diabólica, y por ello Dios les muestra más paciencia cuando maldicen a Israel. Esto no es el caso venezolano; país donde la Biblia circula libremente, y en estas millones de Biblias que circulan en Venezuela está escrito centenares de veces que Dios es el Dios de Israel ¡no el Dios de Ismael! He aquí la explicación del colapso de Venezuela en un caos que bien puede llevar pronto a la guerra civil. En efecto Satanás mediante su querido Chavez ha armado milicias chavistas para que cuando el pueblo se canse del delirio humanista en su versión comunista, y empiece a padecer las miserias que trae siempre el comunismo, no se termine todo en unas tranquilas elecciones, sino en un baño de sangre. La única cosa que podría evitar la catástrofe sería que los jefes de la oposición confesaran públicamente el pecado de la nación, cometido por su presidente Chavez legalmente elegido, y confirmado por la elección posterior de su seguidor Maduro, y declarasen oficialmente que son los amigos de Israel, porque Dios dice: “Bendeciré a los que te bendijeren” (Gn. XII: 3). Pero no hay que soñar ; Capriles el jefe de la oposición es un ferviente marianista, ¡y consecuentemente un partidario del Estado palestino, no del Estado hebreo! No he oído de ningún jefe de la oposición que sea protestante milenarista; todos son católicos romanos, es decir que Israel no les importan para nada, está muy lejos de su mente que haya una relación entre la crisis que los sacude y la maldición de Gn. XII: 3. Pero mirad por ejemplo: al lado de Venezuela está Colombia, un país similar en cultura y recursos; solo que no tiene los yacimientos de petróleo que tiene Venezuela, y además por desgracia tiene 50 años de guerrilla y 40 de narco tráfico. Pero a pesar de sus desventajas, Colombia que hace 20 años parecía pobre al lado de Venezuela, ahora es rica y próspera. ¿Tendrá esto que ver Israel? ¡Claro que sí!
Colombia hasta hoy ha tenido muy buenas relaciones con Israel. No les pide visa a los israelís para entrar en su territorio. Hay consulado de Israel en Bogotá. Las fuerzas de Colombia son equipadas con fusiles de asalto israelís de marca Galil, y para coronar: ¡en pleno centro administrativo de Bogotá hay una avenida que se llama: avenida del Estado de Israel, en medio de la cual se halla un monumento con el candelabro de 7 brazos que es el símbolo nacional del pueblo judío! ¿Existe en otra capital del mundo una “avenida del Estado de Israel”? Por lo cual, mientras Colombia sigue esta política seguirá disfrutando del favor de Dios, a pesar de sus numerosos pecados y su corrupción moral que va creciendo rápidamente en estos últimos años. Lastimeramente he oído recientemente que la industria colombiana quiere vender armas a los Emiratos y a Arabia Saudita… ¡Dios quiera que fracase este intento de Satanás!
Por lo tanto a mi parecer Venezuela se dirige hacia la guerra civil y lo más sabio que pueda hacer, mi hermano, mi sobrina y mis hermanos en la fe, es empacar sus maletas y salir lo más pronto posible del país. Recordad el error de los judíos que se quedaron en Alemania cuando el nazismo estaba controlando cada día más la república. Después no pudieron salir y muchos terminaron en los campos de exterminio. La naturaleza humana no cambia y por ende la Historia se repite a menudo. Maduro es un dictador y no va a dejar el poder teniendo las armas. Claro que no es el nazismo su programa, pero los efectos serán similares en ciertos aspectos; ¡va a haber derramamiento de sangre, después de la escasez de comida! Venezuela está bajo la maldición del Dios de Israel de forma presente, no como Irán o Irak y todas las naciones del mundo que la tienen aplazada. Los que se queden a pesar de las advertencias de Dios en su Palabra, y las advertencias de sus siervos, van a probar anticipadamente une pequeña muestra de lo que va a ser la gran tribulación después del Rapto de la Iglesia… ¡Ojala que me equivoque!
A menudo el Señor retiene su ira en contra de una nación o de una ciudad (Gn. XVIII: 26) por amor a sus hijos que allá moran y claman a Él. No obstante hay un límite que no puede traspasar impunemente una nación y es maldecir a la nación de Israel de forma abierta y oficial con pleno conocimiento de la Escritura. Hoy en día ninguna nación de cultura judeo-cristiana en el mundo entero se ha atrevido a maldecir públicamente a la nación hebrea. ¡Solamente la Venezuela chavista lo ha hecho! Aunque todas las naciones católicas odian más o menos discretamente la nación de Israel, ningún jefe de esas naciones ha tenido una retórica anti israelí ¡digna de un ayatola iraní! Todas las naciones merecen la ira de Dios pero ninguna con raíces judeo-cristianas se ha atrevido a maldecir la nación elegida entre todas las naciones por el Dios del cielo y de la tierra. El único escape a la ira que ya está encendiéndose en Venezuela no es un cambio de política, o de régimen, sino arrepentimiento nacional confesando el pecado de haber maldecido a Israel. Yo no soy el nuevo profeta Jonás para decir: “De aquí a 40 días Caracas será destruida” (Jon. III: 4), pero una cosa sé y es que si los venezolanos no se arrepienten de este pecado; la maldición de Jehová les caerá encima antes que a todos los otros pueblos, pues antes que todos los pueblos que tienen acceso libre y masivo a la Biblia, antes que todos, han adoptado el espíritu del Anticristo escatológico; espíritu que odia a Israel precisamente porque conoce muy bien lo que dice la Biblia. Ahora bien, todos sabemos que la mayoría de los venezolanos no odian a Israel personalmente, pero la mayoría ha elegido democráticamente 2 presidentes que odian a Israel, y entonces la nación entera es culpable delante de Dios. Lot no participaba en los pecados de los sodomitas y gemía por ello, pero tuvo que salir corriendo sino no quería ser destruido con ellos. Así que id a explicarle esto a Capriles queridos hermanos venezolanos, y si no entiende; salid corriendo de vuestro país para no recibir el castigo que va a recibir, pues la ira de Dios ha empezado. Mejor ser un perro vivo en las calles de Bogotá que un león muerto en los barrios residenciales de Caracas… Creo que Venezuela es un caso típico que va a ilustrar lo que les va a pasar a todas las naciones que se van a juntar muy pronto contra la nación hebrea, y ¡cosa terrible es caer en las manos del Dios viviente! Sin embargo esto va a ser solamente una pequeña muestra de la gran Tribulación universal que va a ocurrir después del Rapto de la Iglesia, cuando el Anticristo romano, el líder supremo de la UE, tomará el control del Nuevo Orden Mundial; el cual está ya implantándose discretamente mediante las fábulas del calentamiento global, o de la nueva tolerancia que tolera todo excepto el cristianismo bíblico y su ética. En efecto los jóvenes de nuestras sociedades occidentales ya están completamente procesados mediante la TV y la educación pública para acoger con entusiasmo este nuevo orden mundial; ya no les quedan nada de moral cristiana tocante las relaciones entre hombre y mujer, y están casi todos entregados a una lujuria descarada. Para ellos fornicar es como ir al baño, y el adulterio ni saben que significa esta palabra extraña… Ahora el diablo mediante las agendas gubernamentales está enseñándoles que la sodomía y las abominaciones transexuales son los nuevos símbolos de una sociedad moderna ¡realmente democrática y avanzada! Esto es lo que les enseñan en las escuelas desde la infancia hasta la universidad donde les inculcan además de la evolución biológica, el nuevo socialismo…
Estamos viviendo en la nueva Sodoma internacional. Sin embargo donde abunda el pecado abunda la gracia y aunque la mayoría se hunde más y más en las formas más infames de pecado, por otro lado otros en el campo de los santos, aprovechan bien el tiempo y los medios que están a su alcance para obtener un conocimiento que antes estaba reservado a unos pocos elegidos. Dios mantendrá este sistema democrático occidental que hemos heredado indirectamente de la Reforma protestante del siglo XVI hasta el Rapto, y quizás unos pocos años más después. Esto lo sabemos porque Jesús lo profetizó cuando nos dijo: “Como fue en los días de Noé así será también en los días del Hijo del Hombre. Comían , bebían, se casaban…vino el diluvio y los destruyó a todos…Así mismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego…” (Lc. XVII: 26 a 30). No obstante, hay casos típicos como el de Venezuela donde la ira divina ya ha comenzado a manifestarse. Y digo casos típicos porque Venezuela ilustra el caso de la maldición de Gn. XII: 3. Ahora bien hasta aquí hemos hablado del caso de una nación, pero el principio se aplica también a comunidades y a personas en particular. Así que sabiendo que estamos en la última generación tenemos que bien analizar cuál es nuestra posición, nuestra actitud, frente a la nación de Israel porque esto es determinante también en nuestra relación con el Santo de Israel. Esta pequeña nación es el reloj profético de Iehová. Este reloj se puso en marcha el 14 de mayo de 1948 porque la reaparición de Israel como nación soberana sobre su tierra prometida indica sin lugar a dudas que Cristo vuelve pronto, ya que todos los actores para el cumplimiento de las profecías concernientes la segunda Venida están sobre el escenario.
 
El Israel actual no quiere entender que dejaron de ser el pueblo escogido de Dios.
 
Que chucha weon, ¿Que es eso de "maldiciones" de Dios? Primero que nada, ¿Que tiene que ver una cosa con la otra?. En segundo lugar, si lo anterior no fue lo suficientemente esquizofrenico, estás comparando a Venezuela con China ¿Cómo haces eso estando cuerdo?. Una wea es ese basurero caribeño que si, tiene a disposición el petróleo, pero este no es un país industrializado ni productor tal como China (es decir, vende el recurso, más no fabrica gran escala como China, que literalmente hace casi todo lo que tenemos en casa).

Las políticas comunistas no siempre se tratan exclusivamente de mercado, China en sí está en la mierda, su sostenedores son las zonas capitalistas que paradójicamente se han pronunciado para no ser parte totalmente de China (Hong Kong) dónde ahí si que prevalece la propiedad privada, y es ahí donde van los inversores internacionales. En estos lugares se lleva a cabo la actividad económica, no en la ""China comunista"" en su estado más puro.

Si quitas estás zonas económicas "capitalistas" China es un verdadero basurero, no hay libertad de expresión, LAS RELIGIONES ESTÁN PROHIBIDAS, y la gente tiene una calidad de vida precaria. Venezuela no es ni por asomo comparable con el gigante asiático que puede esclavizar a millones para mano de obra BARATISIMA, explotar más recursos que el petróleo (y de otros países también, como le compra directamente a Chile), producir una bestialidad de plástico y productos anualmente y así, aparentar que está al nivel de EEUU.
 
Todos los canutos webean con la llegada de cristo, dejen de dar vergüenza ajena cristo no va a venir, y se van a morir esperandolo. Aprendan a solucionar sus problemas solos en vez de buscar predicciones weonas en un libro antiguo.
 
En Venezuela hace rato anda el Anticristo en sus andanzas, monos de mierda inmundos, rodeados de pecado y blasfemias
 
el medio testamento culiao.

si hablamos de Dios hablamos de Fe, si hablamos de Fe hablamos de creer en algo ciegamente, creer en algo sin pruebas tangibles es de ignorantes.

si hablamos de maldicion tambien es creer en algo que supones.

cosa de negros y sus macumbas
 
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