sennenring
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LOS PREMIOS QUE OTORGA BACHELET A FISCALES Y DIRECTORES A CAMBIO DE SILENCIO E IMPUNIDAD.
Es cosa de mirar los diarios y darse cuenta solito como Bachelet, a vista y paciencia de todos, ha realizado nominaciones “subterráneas” y “arreglines” en puestos claves para mantener control y obstaculizar descaradamente los casos Penta, Soquimich y Caval, donde se puedan ver “expuestos judicialmente” gente de sus filas y familiares cercanos.
El “cambiazo” de fiscales tras el retiro de Sabas Chahúan fue un verdadero terremoto y la llegada de Jorge Abbott como Fiscal Nacional instalado por la mismísima presidenta Bachelet, para frenar los casos de corrupción en su contra, se transformó en la génesis para solucionar los actos de corrupción institucional en La Moneda, lejos del Poder Judicial.
El cambio descarado de Michel Jorrat, el ex director del Servicio de Impuestos Internos que sucumbió ante presiones por el caso “Peñailillo y SQM”, para instalar desesperadamente en su lugar a Fernando Barraza, un hombre extrema confianza de Bachelet, con el único fin de obstaculizar cualquier nueva acusación del SII en contra de “amigos” de la mandataria y su coalición es sin duda, hasta nuestros días, uno de los actos más “turbios y poco éticos” que haya realizado arbitrariamente un gobierno de la coalición de izquierda, después de la dictadura de Pinochet.
Otro caso es del la Ministra de Justicia Javiera Blanco la designación de la esposa de fiscal Pablo Gómez como conservadora de Bienes Raíces de Villa Alemana, antes que se ratificara a Jorge Abbott como Fiscal Nacional,junto con Bachelet “que influye tambien sobre la designación de ese tipo de cargos" y el interés obvio que tuvo para hacer esta designación es intervenir al fiscal Pablo Gómez, pagándole con un puesto “apetecido por muchos” para su señora, misma que hoy tiene un sueldo millonario, a cambio de mantener sin movimiento una serie de casos irregulares sensibles para su coalición y sus cercanos.
Por su parte la designación de Solange Huerta como cabeza del Sename es el pago obvio que hizo Bachelet por los favores concedidos en el caso tsunami, donde fue ayudada por la fiscal para no ser vinculada directamente en estos hechos.
Las cosas están cada vez más turbias en chile y Bachelet y compañía demuestran descaradamente su aprovechamiento de poder y no paran de arreglar su situación utilizando el sistema público como caja de pago, entendiendo que todos los que trabajan a su lado saben bien que con un par de “faltas o iregularidades” más puede provocar una espiral que arrastre y agrave de manera terminal a su “debilitado y cuestionado” gobierno.
fuente
Es cosa de mirar los diarios y darse cuenta solito como Bachelet, a vista y paciencia de todos, ha realizado nominaciones “subterráneas” y “arreglines” en puestos claves para mantener control y obstaculizar descaradamente los casos Penta, Soquimich y Caval, donde se puedan ver “expuestos judicialmente” gente de sus filas y familiares cercanos.
El “cambiazo” de fiscales tras el retiro de Sabas Chahúan fue un verdadero terremoto y la llegada de Jorge Abbott como Fiscal Nacional instalado por la mismísima presidenta Bachelet, para frenar los casos de corrupción en su contra, se transformó en la génesis para solucionar los actos de corrupción institucional en La Moneda, lejos del Poder Judicial.
El cambio descarado de Michel Jorrat, el ex director del Servicio de Impuestos Internos que sucumbió ante presiones por el caso “Peñailillo y SQM”, para instalar desesperadamente en su lugar a Fernando Barraza, un hombre extrema confianza de Bachelet, con el único fin de obstaculizar cualquier nueva acusación del SII en contra de “amigos” de la mandataria y su coalición es sin duda, hasta nuestros días, uno de los actos más “turbios y poco éticos” que haya realizado arbitrariamente un gobierno de la coalición de izquierda, después de la dictadura de Pinochet.
Otro caso es del la Ministra de Justicia Javiera Blanco la designación de la esposa de fiscal Pablo Gómez como conservadora de Bienes Raíces de Villa Alemana, antes que se ratificara a Jorge Abbott como Fiscal Nacional,junto con Bachelet “que influye tambien sobre la designación de ese tipo de cargos" y el interés obvio que tuvo para hacer esta designación es intervenir al fiscal Pablo Gómez, pagándole con un puesto “apetecido por muchos” para su señora, misma que hoy tiene un sueldo millonario, a cambio de mantener sin movimiento una serie de casos irregulares sensibles para su coalición y sus cercanos.
Por su parte la designación de Solange Huerta como cabeza del Sename es el pago obvio que hizo Bachelet por los favores concedidos en el caso tsunami, donde fue ayudada por la fiscal para no ser vinculada directamente en estos hechos.
Las cosas están cada vez más turbias en chile y Bachelet y compañía demuestran descaradamente su aprovechamiento de poder y no paran de arreglar su situación utilizando el sistema público como caja de pago, entendiendo que todos los que trabajan a su lado saben bien que con un par de “faltas o iregularidades” más puede provocar una espiral que arrastre y agrave de manera terminal a su “debilitado y cuestionado” gobierno.
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guatona reculia
una raya en el agua dirían algunos
