A las mujeres les gusta que los hombres se pajeen para ellas porque el hombre libera su energía sexual y está es absorbida por ellas en un plano no físico. En tal proceso de transmutación el hombre se vuelve manso, débil e inofensivo, pues ha sido despojado de su energía divina. Las mujeres son demonios y hacen débil al hombre. Por ello el sexo solo debe ser con fines reproductivos. El hombre superior provisto de conocimiento desprecia el placer y a las mujeres y es recompensado.
Las grandes élites conocen esto y por ello controlan a la población con la pornografía y la degeneración, esto hace a los hombres femeninos y más debiles.
