sennenring
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Algunos analistas internacionales consideran que las nuevas reglas impuestas disminuirán las ganancias. Para los bancos chilenos este riesgo existe, pero esta norma extranjera tiene muchas más cualidades que permitirán un desarrollo aún mayor para la industria local.
Quizás es uno de los pocos temas en que reguladores y banqueros a nivel mundial concuerdan. La existencia de una norma que atraviese los mercados locales y asegure la rentabilidad y liquidez bancaria amenazada tras la crisis subprime de 2008. Basilea III sin duda es un seguro de estabilidad para la industria financiera global y que va a avanzando según los plazos hasta quedar totalmente instaurada a más tardar en 2019.
Si bien la opinión generalizada es que esta norma tiene más virtudes que defectos, algunas voces han señalado que las condiciones que exige Basilea III en lo que se refiere a establecer un estándar mínimo de capital que asegure la liquidez de un banco, afectaría su rentabilidad debido a que las nuevas reglas impuestas por la norma internacional implicarían que los bancos obtengan menores ganancias.
Esa es la opinión que sostiene el experto en regulación bancaria y senior Portfolio Manager de la firma europea ROBECO, Jan Williem de Moor, quien considera que los efectos adversos en la rentabilidad bancaria se observarán en los primeros cinco años tras la implementación de Basilea III en los mercados de cada país, y eso tendrá un impacto especialmente en los accionistas.
“Basilea III parece muy bien, pero para los accionistas no lo va a ser tanto. Por ejemplo, los bancos van a necesitar tener grandes colchones de liquidez que necesitan poner en bonos gubernamentales, y que tienen una baja rentabilidad, por lo que no estarán ganando dinero en esos colchones de liquidez”, aseguró de Moor. Enfatiza que estos bonos de gobierno en que invertirán obligatoriamente los bancos tendrán una rentabilidad cercana al 0%.
Visión Local
Tanto actores del mercado bancario chileno como analistas locales reconocen el impacto que tendrá la normativa en la rentabilidad de los bancos, sin embargo, lo minimizan en comparación con las ventajas en solvencia y liquidez que Basilea III le traería a la industria local. Esto, tomando en cuenta que en 20 años la rentabilidad promedio de la industria bancaria chilena se ha mantenido en un rango cercano al 18%.
Según el vicepresidente de BancoEstado, Guillermo Larraín, “es bastante claro que los requerimientos de capital que trae Basilea III tienen un impacto sobre la rentabilidad de los bancos, pero, por otro lado, tiene otras medidas y no es solo eso, tiene mejoras en materia de regulación del capital y de regulación de liquidez que hacen que globalmente contribuya más y mejor a su rol social, y yo diría que eso es lo que nos tiene que importar”.
El senior manager de Consultoría para la Industria Financiera de EY, Juan Palacios coincide con el analista De Moor en que habrá un efecto negativo, “por las inversiones que van a tener que hacer los bancos para cumplir con la norma, pero estas mejoras van a permitir fijar rentabilidades ajustadas al riesgo de cada cliente, por lo que a nivel global ambos efectos pueden verse compensados”.
Una visión un tanto distinta tiene el gerente de Relación con Inversores y Estrategia de Santander, Robert Moreno, quien considera que no debería haber efecto en la rentabilidad, pero que aquello dependerá de la forma en que se implemente la nueva normativa. “Si un banco o regulador desarrolla buenos modelos de estimaciones de pérdidas se puede lograr mayor eficiencia, permitiendo medir bien el riesgo y ajustarse a las normas internacionales. Si se hace correctamente, Chile podría incluso liberar capital por estos conceptos”, indica Moreno.
Todas las exigencias que ordena Basilea III a los bancos en cuanto al aumento de capital, también impactaría en sus utilidades. La teoría de De Moor es que reservas de capital más altas significa que los bancos no están tan dispuestos a acrecentar sus balances. Para los analistas chilenos, esto no debería ocurrir en el mercado local.
Norma Positiva
No obstante a pesar de los reparos y los costos que pueda significar, la visión de Basilea III aplicada al sistema chileno es una sola: sólo ventajas y fortalecimiento al mercado. “Aunque estos cambios implicarán considerables inversiones y cambios organizacionales, una vez efectuados dejan un modelo de capital y liquidez bastante robusto que permitiría a los bancos chilenos seguir creciendo en forma sana y rentable”, señala Moreno.
Uno de los puntos fuertes que destacan los analistas es que, a pesar que los bancos puedan experimentar mayores costos en la adaptación de la norma, en cuanto a inversiones y aumento de capital, va a haber mayor sofisticación en el servicio que se les entrega a los clientes.
“Se va a contar con sistemas de gestión mucho más modernos que van posibilitar una mejor atención al cliente y contar con sistemas de control que doten de mayor tranquilidad a los accionistas y los diferentes actores de la industria”, resalta Palacios.
El panorama de cómo se vislumbra Basilea III en la industria local se irá despejando a partir de junio cuando sea enviado al Congreso el proyecto que reforma la Ley General de Bancos por parte del Ministerio de Hacienda y la Superintendencia de Bancos, organismo que ya aclaró que la norma será adaptada a la realidad chilena y no adoptada como se pensó en un principio.
fuente:http://www.estrategia.cl/noticias/d...uira-la-rentabilidad-de-la-banca#.VQx4Do6G-Ps
PD:PARTDE DE LA NUEVA LEY DE BANCOS:
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