P
peñi weichafe
Guest
Aqui un pequeño texto para dar una discusión respecto el caracter del proyecto politico a construir para derrotar la actual hegemonia neoliberal en Chile, en un contexto donde se atizan las pugnas internas dentro de las fuerzas politicas de los sectores sociales politica y economicamente dominantes, a la vez que se ve una reactivación de la lucha social la que carece de un horizonte de sociedad tras el cual darle proyección, hoy por hoy. Y es que de tanto en tanto discutimos respecto el modelo y sus consecuencias pero que pasa porque desde los sectores nacionalistas, progresistas y de izquierda no nos ponemos de acuerdo para ir construyendo una propuesta pais plausible enfrentada al neoliberalismo.
Aqui va:
- Lo primero es constatar la inexistencia de un referente político que exprese los intereses -en contradicción con el reinante neoliberalismo- de las mayorías nacionales y populares. Y hablo de las mayorías nacionales porque si algo caracteriza la situación que vive el país es en lo esencial, de un modelo económico que no solo radica en una explotación extrema de los trabajadores sino que niega la posibilidad de un proyecto país independiente y que apunte a una mayor inclusión social de diversos sectores sociales que viven en diversas condiciones de precariedad. Este modelo antinacional que promueve la precariedad de las mayorías a favor de las transnacionales, tiene su contraparte fundamental en los sectores excluidos de la sociedad, que deben ser entendidos de una manera distinta a como se comprendía 30 años atrás. La imposibilidad de procesos de lucha clasista de masas en el Chile actual tiene que ver precisamente con el carácter de la exclusión. Si en algún minuto de la historia, la izquierda heredera del influjo de la revolución cubana en los 60’, veía la posibilidad de construir una alianza de los pobres del campo y la ciudad, como fuerza desencadenante de la lucha por el poder. Hoy esa política es lisellanamente impensable.
Para ese entonces, existía un modelo que excluia a vastos sectores de la sociedad de la modernidad capitalista, hoy en cambio, vivimos una modernidad capitalista excluyente y gregaria. Hoy vivimos una sociedad mucho mas heterogénea que la de antaño pues tenemos un Chile mucho mas capitalista que el de hace 30 años. En este sentido, la estructura social es sumamente distinta y el carácter mismo de la exclusión es diferente, pues para mantener la gobernabilidad capitalista, la dominación ha sabido crear mecanismos de inclusión relativa de los excluidos. De modo de mantener altos grados de legitimidad política y procesar institucionalmente los conflictos sociales, el sistema político y económico se han reformado en virtud de establecer una relación distinta con los explotados. Dicho de otra manera, nuestros pobres no son los pobres que veían la posibilidad de romper su horizonte de miseria en la lucha directa por sus derechos, lejos de ello, lo ve en la posibilidad de acceder a algún puesto de trabajo precario que les permita algún grado de consumo que simbólicamente les haga parte de la sociedad. Esto supone tb la posibilidad de acceder a condiciones de crédito, que posibiliten el endeudamiento y con ello el disciplinamiento social de los trabajadores. Y en condiciones de perdida de empleo acceder a las políticas asistenciales de los municipios orientados a diluir la posibilidad de construcción de demandas sociales articuladas colectivamente. Son las distintas caras de la dominación social y política de los pobres porque los poderosos saben que en su unidad y articulación como sujeto político les va la vida misma…tal cual…Sin embargo, sin esos pobres que fueron resortes de las crisis de gobernabilidad capitalista, quienes devienen entonces en sujetos de los procesos de cambio que necesitamos hoy? ¿Cuales son las principales contradicciones de la sociedad chilena neoliberal de principios de siglo XXI? Tenemos una contradicción evidente que es inherente a todo capitalismo: capital-trabajo, pero existe otra no menor en el presente y que aparece mucho mas nítida en el horizonte: globalización neoliberal y Estado Nación. En este sentido, ¿en que medida los trabajadores deben apropiarse por el desechado concepto –por la burguesías nacionales?- de Estado Nación para transformarlos paulatinamente en instrumentos de su total liberación. Pese a todo, la globalización, que no es más que un proyecto de subordinación al imperio norteamericano, no logra cerrar sus ciernes sobre el planeta. Todo su lindo discurso respecto la era de paz y prosperidad que inundarían el mundo junto a la caída del socialismo real no dejo de ser una pamplinada, que junto a la guerra del golfo en 1991 paso a ser letra muerta. Pues el nuevo orden mundial no es más que la lucha del imperio por mantener su hegemonía en el mundo. Ayer tras la lucha contra el comunismo, hoy contra el terrorismo, de todos modos el imperio necesita un enemigo para su propia existencia.
Es así como hoy en día, tras la crisis social en Latinoamérica provocada en los 90` por la implementación de reformas neoliberales en las economías de la región. Se han venido desarrollando distintas expresiones políticas y sociales que convergen entre sí en el rechazo a las políticas neoliberales por una parte, y por otra, la defensa de un proyecto de Estado Nación independiente. De este modo, y de acuerdo a las características socioculturales de cada país se han venido recreando amplias alianzas sociales que hoy expresan el caso particular de Venezuela y Bolivia como gobiernos electos bajo los esquemas de la democracia liberal. Así como la emergencia de potentes movimientos sociales que desde México a Chile van prefigurando la emergencia del nuevo proyecto de cambio en la región.
Es por esto, que al leer la realidad nacional no podemos sino situarlos desde la emergencia de dicho proyecto que supone la reaprensión del Estado Nación desde una amplia alianza social y política cuya hegemonía popular deviene de los mismos procesos de organización y lucha de dichos sectores. Cuya carta de navegación radica en crear una propuesta de desarrollo económico plausible que tenga como centro tanto la integración económica continental como la reapropiación de nuestros recursos naturales como base económica de un modelo neodesarrollista que supere nuestra condición de país productor de materias primas, modelo al cual las clases dominantes se han ceñido.
En fín, en este escenario pensar en recrear un proyecto alternativo al consensuado por las clases dominantes es en rigor, un proyecto de revolución nacional que solo los segmentos precarizados por el neoliberalismo pueden impulsar, por esto es necesario seguir impulsando los diferentes movimientos sociales, poniendo un horizonte concreto cual es la de construir un proyecto país nacional y popular, lo que resulta impensable sin un instrumento político que comprenda los intereses de esa amplia franja de chilenos y pugne por darle una conducción política..-
Saludos
PD: Bueno la idea es aportar con puntos de vista constructivos entre los socios del antro que nos sentimos parte de dichas vertientes politicas que nos oponemos al neoliberalismo economico y al actual sistema politico de democracia representativa a medias.
Aqui va:
- Lo primero es constatar la inexistencia de un referente político que exprese los intereses -en contradicción con el reinante neoliberalismo- de las mayorías nacionales y populares. Y hablo de las mayorías nacionales porque si algo caracteriza la situación que vive el país es en lo esencial, de un modelo económico que no solo radica en una explotación extrema de los trabajadores sino que niega la posibilidad de un proyecto país independiente y que apunte a una mayor inclusión social de diversos sectores sociales que viven en diversas condiciones de precariedad. Este modelo antinacional que promueve la precariedad de las mayorías a favor de las transnacionales, tiene su contraparte fundamental en los sectores excluidos de la sociedad, que deben ser entendidos de una manera distinta a como se comprendía 30 años atrás. La imposibilidad de procesos de lucha clasista de masas en el Chile actual tiene que ver precisamente con el carácter de la exclusión. Si en algún minuto de la historia, la izquierda heredera del influjo de la revolución cubana en los 60’, veía la posibilidad de construir una alianza de los pobres del campo y la ciudad, como fuerza desencadenante de la lucha por el poder. Hoy esa política es lisellanamente impensable.
Para ese entonces, existía un modelo que excluia a vastos sectores de la sociedad de la modernidad capitalista, hoy en cambio, vivimos una modernidad capitalista excluyente y gregaria. Hoy vivimos una sociedad mucho mas heterogénea que la de antaño pues tenemos un Chile mucho mas capitalista que el de hace 30 años. En este sentido, la estructura social es sumamente distinta y el carácter mismo de la exclusión es diferente, pues para mantener la gobernabilidad capitalista, la dominación ha sabido crear mecanismos de inclusión relativa de los excluidos. De modo de mantener altos grados de legitimidad política y procesar institucionalmente los conflictos sociales, el sistema político y económico se han reformado en virtud de establecer una relación distinta con los explotados. Dicho de otra manera, nuestros pobres no son los pobres que veían la posibilidad de romper su horizonte de miseria en la lucha directa por sus derechos, lejos de ello, lo ve en la posibilidad de acceder a algún puesto de trabajo precario que les permita algún grado de consumo que simbólicamente les haga parte de la sociedad. Esto supone tb la posibilidad de acceder a condiciones de crédito, que posibiliten el endeudamiento y con ello el disciplinamiento social de los trabajadores. Y en condiciones de perdida de empleo acceder a las políticas asistenciales de los municipios orientados a diluir la posibilidad de construcción de demandas sociales articuladas colectivamente. Son las distintas caras de la dominación social y política de los pobres porque los poderosos saben que en su unidad y articulación como sujeto político les va la vida misma…tal cual…Sin embargo, sin esos pobres que fueron resortes de las crisis de gobernabilidad capitalista, quienes devienen entonces en sujetos de los procesos de cambio que necesitamos hoy? ¿Cuales son las principales contradicciones de la sociedad chilena neoliberal de principios de siglo XXI? Tenemos una contradicción evidente que es inherente a todo capitalismo: capital-trabajo, pero existe otra no menor en el presente y que aparece mucho mas nítida en el horizonte: globalización neoliberal y Estado Nación. En este sentido, ¿en que medida los trabajadores deben apropiarse por el desechado concepto –por la burguesías nacionales?- de Estado Nación para transformarlos paulatinamente en instrumentos de su total liberación. Pese a todo, la globalización, que no es más que un proyecto de subordinación al imperio norteamericano, no logra cerrar sus ciernes sobre el planeta. Todo su lindo discurso respecto la era de paz y prosperidad que inundarían el mundo junto a la caída del socialismo real no dejo de ser una pamplinada, que junto a la guerra del golfo en 1991 paso a ser letra muerta. Pues el nuevo orden mundial no es más que la lucha del imperio por mantener su hegemonía en el mundo. Ayer tras la lucha contra el comunismo, hoy contra el terrorismo, de todos modos el imperio necesita un enemigo para su propia existencia.
Es así como hoy en día, tras la crisis social en Latinoamérica provocada en los 90` por la implementación de reformas neoliberales en las economías de la región. Se han venido desarrollando distintas expresiones políticas y sociales que convergen entre sí en el rechazo a las políticas neoliberales por una parte, y por otra, la defensa de un proyecto de Estado Nación independiente. De este modo, y de acuerdo a las características socioculturales de cada país se han venido recreando amplias alianzas sociales que hoy expresan el caso particular de Venezuela y Bolivia como gobiernos electos bajo los esquemas de la democracia liberal. Así como la emergencia de potentes movimientos sociales que desde México a Chile van prefigurando la emergencia del nuevo proyecto de cambio en la región.
Es por esto, que al leer la realidad nacional no podemos sino situarlos desde la emergencia de dicho proyecto que supone la reaprensión del Estado Nación desde una amplia alianza social y política cuya hegemonía popular deviene de los mismos procesos de organización y lucha de dichos sectores. Cuya carta de navegación radica en crear una propuesta de desarrollo económico plausible que tenga como centro tanto la integración económica continental como la reapropiación de nuestros recursos naturales como base económica de un modelo neodesarrollista que supere nuestra condición de país productor de materias primas, modelo al cual las clases dominantes se han ceñido.
En fín, en este escenario pensar en recrear un proyecto alternativo al consensuado por las clases dominantes es en rigor, un proyecto de revolución nacional que solo los segmentos precarizados por el neoliberalismo pueden impulsar, por esto es necesario seguir impulsando los diferentes movimientos sociales, poniendo un horizonte concreto cual es la de construir un proyecto país nacional y popular, lo que resulta impensable sin un instrumento político que comprenda los intereses de esa amplia franja de chilenos y pugne por darle una conducción política..-
Saludos
PD: Bueno la idea es aportar con puntos de vista constructivos entre los socios del antro que nos sentimos parte de dichas vertientes politicas que nos oponemos al neoliberalismo economico y al actual sistema politico de democracia representativa a medias.