sennenring
Vac@
- Registrado
- 2015/01/15
- Mensajes
- 1.904
Hubo en los últimos días movimientos alentadores, sólo eso. Cuáles son los planes de la compañía y cómo será el futuro de la obra. El reinicio, más cerca pero aún lejos. Las turbulencias políticas y de mercado
Si se quisiera comparar con 6 meses atrás, la perspectiva de reinicio de la construcción de la mina Pascua-Lama figura infinitamente más cercana. Si se compara con el momento soñado de la bandera de largada, el punto actual sigue estando bien lejos.
Surge tal conclusión de los últimos movimientos de la compañía en el pantanoso terreno de las operaciones de tipo político y económico a ambos lados del límite. En Chile, hubo un moderado júbilo sin champagne por la resolución de la Corte que llevó gran alivio en el diferendo por los glaciares, y hay decisiones en carpeta que habrá que saber interpretar.
En Argentina, San Juan para más detalle, Barrick acaba de decidir la construcción de una obra de transición y mantenimiento que no es ni por las tapas una señal que vuelve al jubileo de los millones de dólares a contratistas predominantemente locales, pero sí opera como un indicio de que no está dispuesta a abandonar y reportar a pérdida los U$S 5.000 que tiene enterrados en el Valle del Cura. En un punto –hoy, manaña o más tarde-, la empresa retomará o venderá esos activos y por eso no los piensa abandonar, es esa la lectura más correcta para matizar expectativas. No deja de ser una buena noticia, de allí a presumir el regreso de la maquinaria pesada metalúrgica a los domos gigantes de Lama, gran distancia.
Empecemos por Chile. El máximo tribunal de justicia de ese país bajó el martillo la semana pasada a un litigio que amenazaba con dinamitar la sala de máquinas del proyecto binacional. Las comunidades diaguitas del Valle de Huasco cuestionaron el manejo de glaciares de la compañía del lado chileno, específicamente las formaciones Toro I, Toro II y Esperanza, pero la Corte chilena entendió que la extinción de esos glaciares ocurre por consecuencia natural al igual que el resto de los glaciares, y no por el ejercicio de la actividad minera. El fallo ya no tiene instancia de apelación, por lo tanto está firme.
Se trata de una decisión que de ningún modo habilita una decisión económica sobre volver o no volver con la construcción, son otros los parámetros y algo más peliagudos. Sí se trata de una resolción que, si se hubiera producido en el sentido inverso, podría indubitablemente haber significado la virtual sepultura del proyecto. Ni más ni menos, por eso fue celebrado de modo intenso.
Dicen del lado de Chile que la resolución favorable del diferendo en la Corte representa el 50 de los obstáculos que Pascua-Lama debe afrontar en territorio de ese país. El otro 50 es el monitoreo y avance de los canales de desagüe que se rompieron en la alta cordillera y que representaron el momento de la detención de todo el proyecto, San Juan incluida. Por lo tanto, se está un 50%. Algo es algo.
El tema de los canales es un asunto sensible en el que está en jugo otro tipo de interés al juzgado en la Corte: el dinero. La rotura de esos dos aliviaderos en un par de oportunidades fue el desencadenante, la gota que rebalsó el vaso para que se frenara el flujo de dólares en el proyecto. Su resolución también será definitiva.
Por ese problema, la superintendencia chilena ya fijó una multa de 12 millones de dólares a la compañía, pero esa cifra no está firme. Los organismos ambientales apelaron esa resolución, argumentando que no está bien aplicado el código que establece las sanciones, y pidieron que la multa sea elevada a unos U$S 300 millones. En Chile, Barrick objetó esa apelación y se aguarda ahora la resolución. En la compañía dicen que si prospera el pedido de elevar la multa a los niveles que solicitaron las apelaciones, el proyecto en general no será viable. Se verá.
En el interín y la vigilia, otro hecho llamó la atención por estos días y les da envión a los que se ilusionan con que el proyecto gigante sea retomado. Es la decisión de volver a construir desde cero los canales que colapsaron dos veces, pero esta vez hacerlo con una mayor resistencia. Para eso, también decidieron volver a tramitar la autorización ambiental –el equivalente a la Declaración de Impacto Ambiental DIA en Argentina- y eso es un papelerío que se demora no menos de dos años. He aquí una pálida para interés político, chileno y especialmente argentino, que a ese ritmo no podrá anunciar en el transcurso de este año de elecciones el reinicio de esta obra emblemática y de gran gravitación en el terreno económico sanjuanino. Se podrá decir, con optimismo, que está bien encaminada. No es poco, tampoco es todo.
También hubo noticias vinculadas a ese microclima en Argentina, que habrá que saber poner en contexto para no cometer ningún exceso de optimismo, ni de pesimismo. La más reciente, que hizo sonar las alarmas, es la que anunció el regreso de los obreros a Pascua-Lama para una obra en la construcción: lejos de la reactivación, es una tubería de agua necesaria para el mantenimiento.
Ya está lista la licitación y decidido el regreso de los metalúrgicos, pero la sencilla enumeración de los números involucrados alcanza para poner las cosas en su lugar: se trata de un contrato de erogación de unos U$S 200 millones en lo que queda del año, a razón de 15 por mes, mientras que en los meses de actividad de mayor flujo en la construcción de Pascua-Lama, la empresa llegó hasta a dedicar un chorro mensual de más de U$S 200 millones para el proyecto por mes. Lo mismo sucede con la tabla para comparar la mano de obra demandada, desde picos de 10.000 personas trabajando en turnos rotativos a los 70 que hacen falta ahora.
Por supuesto que son buenas noticias, en especial porque esos números de dinero en inversión como el consumo de mano de obra son aplicados en su gran mayoría en territorio sanjuanino: gremios, comercios y hasta kioskeros locales tienen una vara en sus propios bolsillos para medirse con o sin Pascua-Lama.
No es ni de cerca la reactivación del proyecto, apenas buenas noticias que hace falta interpretar sin desbordes. Y buenas señales: nadie sale a construir costosos canales en el medio de la cordillera ni a montar cañerías pesadas, si no le está poniendo al menos una fichita al emprendimiento hoy congelado.
Al menos esos son los planes de la empresa. Hay además otros actores en juego, mueven otras variables, tienen otras expectativas, igual influyen porque deciden tipo de cambio, planes impositivos, manejo de divisas, poderosos socios chinos. Pueden tener planes más intensos para apurar o demorar, pero esa es otra historia.
fuente:http://www.tiempodesanjuan.com/economia/2015/4/4/pascua-lama-apenas-buenas-noticias-84271.html
Última edición:
