La novia de Rudy Eugene, el hombre que devoró el rostro de un indigente en Miami hace dos semanas, dijo el miércoles que siempre se sintió protegida por su compañero, con el que leía la Biblia a diario y a quien quería como padre de sus tres hijos, producto de una relación anterior. “Me sentía protegida por él”, dijo
Yovonka Bryant, una mujer fina y elegante, quien ofreció una conferencia de prensa en un hotel de Miami (Florida, sureste de EEUU) con el fin de ofrecer detalles sobre la personalidad de quien fuera su novio en los últimos cuatro meses. “Rudy nunca tomaba alcohol o usaba drogas alrededor mío. Solo lo vi fumar marihuana una vez”, dijo Bryant, de 27 años, al lado de la abogada de casos célebres en Estados Unidos, Gloria Allred.
La joven no aclaró la razón por la cual solicitó los servicios de la abogada -célebre y de celebridades-, cuando no está implicada judicialmente en el terrible crimen de su novio.
“Mi objetivo al hacer esto es dar algunas luces sobre quién era él y mi familia”, dijo la joven, tras aclarar: “No hay excusas a sus acciones ni intentos de justificaciones”. “Rudy y yo
nunca hablamos de canibalismo o vudú”, dijo Bryant al hacer referencia a informaciones que han aparecido en la prensa a raíz del origen haitiano de Eugene. La novia del atacante contó que leían la Biblia a diario, que solían mirar en la televisión un popular programa religioso y que cree que su pareja cometió el ataque bajo los efectos de alguna droga que él mismo desconocía.
Bryant es la segunda mujer que se identifica como la novia de Eugene después del ataque. La primera habló bajo condición de anonimato al diario
The Miami Herald -que confirmó en la conferencia de prensa que esta joven no era su primera fuente-, y también lo identificó como un hombre religioso que habría actuado bajo la influencia de las drogas o del vudú. La policía de Miami continúa investigando el horrible crimen sucedido a plena luz del día del sábado 26 de mayo en el puente de la
autopista MacArthur, una conocida vía que une Miami Beach con el centro de la ciudad, y que es transitada por muchos vehículos y ciclistas que se dirigen a las playas. La policía dijo que se vio obligada a disparar contra Eugene, de 31 años, porque no atendió al cerco policial que le pedía que detuviera su crimen: se encontraba desnudo, recostado en la vía peatonal del puente, comiéndose el rostro de
Ronald Poppo, un indigente de 65 años. Eugene devoró los ojos, nariz, mejillas y boca de Poppo, quien permanece en estado crítico en un hospital de Miami.
Dios, la mayor causa de muerte en toda la historia de la humanidad.
