Soldado caído: le llevó mariachis a su novia pero ella estaba… ocupada
Un joven llegó a la casa de su novia con los músicos, para regalarle una serenata... se pudo ver el momento exacto en que destrozaron su corazón.
Esta tarde se viralizó en redes sociales una verdadera tragedia shakesperiana.
Se trata de un video, de 45 segundos, que muestra el momento exacto en que un enamorado llega hasta la casa de su novia acompañado por una banda de mariachis, aunque el final fue un tanto inesperado… y triste.
La escena, por lo visto, generó gran expectación, porque además del muchacho y los músicos, se podía oír a unos cuantas vecinas y vecinos alrededor. Pero ni bien arrancó la serenata, poco importaron los románticos versos. Todo se derrumbó…
«Ay, ¿qué pasó ahí?», se alcanza a escuchar a una mujer, antes de que el zoom de la cámara denunciara a la novia… que se encontraba en pleno round sobre el de cuatro perillas.
La banda paró, se escuchó un «ay, qué pesar», y el muchacho dejó caer los peluches que lo acompañaban para tomarse la cara.
«Te amaré toda la vidaaaa», ensayó la banda para cumplir con su parte del trato, pero de inmediato se detuvieron, porque la escena aparentemente estaba subiendo de temperatura y porque además su cliente, el joven, a esa altura sólo atinó a sentarse y llorar sobre la cuneta.
Un joven llegó a la casa de su novia con los músicos, para regalarle una serenata... se pudo ver el momento exacto en que destrozaron su corazón.
Esta tarde se viralizó en redes sociales una verdadera tragedia shakesperiana.
Se trata de un video, de 45 segundos, que muestra el momento exacto en que un enamorado llega hasta la casa de su novia acompañado por una banda de mariachis, aunque el final fue un tanto inesperado… y triste.
La escena, por lo visto, generó gran expectación, porque además del muchacho y los músicos, se podía oír a unos cuantas vecinas y vecinos alrededor. Pero ni bien arrancó la serenata, poco importaron los románticos versos. Todo se derrumbó…
«Ay, ¿qué pasó ahí?», se alcanza a escuchar a una mujer, antes de que el zoom de la cámara denunciara a la novia… que se encontraba en pleno round sobre el de cuatro perillas.
La banda paró, se escuchó un «ay, qué pesar», y el muchacho dejó caer los peluches que lo acompañaban para tomarse la cara.
«Te amaré toda la vidaaaa», ensayó la banda para cumplir con su parte del trato, pero de inmediato se detuvieron, porque la escena aparentemente estaba subiendo de temperatura y porque además su cliente, el joven, a esa altura sólo atinó a sentarse y llorar sobre la cuneta.
