Que juegos inventaban cuando estaban solos en su casa cuando chicos??

Cuando era chico tenía un hermano ya grande que no me pescaba y una hermana chica q jugaba sola. Por lo que no me quedaba otra que jugar solo.

Yo jugaba con los peluches y los hacía jugar futbol. Incluso hice un arco con mallas usando hilo de volantin. Lo pasaba la zorra por horas jugando esos partidos.

Ya más grande jugaba con mis caballeros del zodiaco y los hacía pelear, les cambiaba las armaduras y tal.

Mía ultimos juegos fueron con autos a escala 1:18. Hacía carreras, choques, les metía monos dentro como pilotos reales, a los mismos caballeros del zodiaco.

En esos tiempos solo tenía un super Nintendo con un puro juego y no teníamos tv cable, por lo que no había mucho más q hacer.

el teto con mi prima

Que recuerdos!

AquilesBaezaMeza dijo:

abria termometros para sacar el mercurio

ahora gracias a youtube descubrí que es altamente toxico y nocivo

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Eso explica tantas cosas

Cada vez que quedaba solo en casa, dentro de mi inocencia, jugaba a sacarle veneno a la cobra.

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Jugaba con fuego, hacía lanzallamas con los desodorantes, hacía volar algunas cosas con fuegos artificiales.

Hasta el día de hoy me pregunto como no llegué a quedar en Coaniquem.

Bowen dijo:

Ya más grande jugaba con mis caballeros del zodiaco y los hacía pelear, les cambiaba las armaduras y tal.

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Me colocaba un antiguo y ridículo gorro de lana pasamontañas de guagua; agarraba el machete de cocina de mi madre y comenzaba a caminar lentamente como zombi alrededor de la casa. Supongo que eso lo hacia para exorcizar mi terror a las pesadillas en ese entonces....pero me divertía y, por tanto, era mi juego en solitario.

Me ponía a escalar los sacos de papas que tenía mi abuelo en la despensa. Me saqué la chucha un par de veces

Juegos sanos del Chile gris. No como el mesero de restaurant peruano que jugaba a chupetearle las cornetas a los perros del barrio

A la guerra con los soldados plásticos
Carreras con todos mis autitos, la pista era todo el contorno de mi casa

Siempre he tenido un patio gigante con arco de fútbol. Así que jugaba a pegarle al balón y tratar de ponerlo donde quería con las dos piernas. Ahora igual hago lo mismo, juego como la tula pero le pego como un rey.

Jugar al papa y a la mamá

El que era el papá tenía que curarse raja y pegarle al que era la mamá

Pasaba del colegio a jugar a la pelota todo el santo día, nunca me tocó estar solo. Si estaba en la casa jugaba con mis primas que vivían cerca, no tanto con mi hermano chico porque es muy maraco y siempre nos llevamos mal.

Acá la bruja es hija única,y pasaba jugando a las tacitas con los peluches

A esa edad yo ya trabajaba en los potreros

AquilesBaezaMeza dijo:

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Eso explica muchas cosas

Yo jugaba con una botella y hacia una argolla para probar la puntería,también hacia lanzallamas con los desodorantes y hacia run runes para relajarme.

Yo me sacaba los mocos, hacia bolitas con ellos y los lanzaba lejos

Iba al baño y apagaba la luz. Me aseguraba que no existiera ninguna fuente de luz externa. Si había, intentaba cubrirla. La idea era la oscuridad total. Luego venía el silencio, el que debía ser absoluto.
El siguiente paso era ubicarme en medio de esa oscuridad y silencio y empezar a girar sobre mí varias veces, con los ojos cerrados, hasta desorientarme totalmente.
Una vez desorientado comenzaba el juego. Consistía en saber en qué posición estaba respecto de mi entorno sin ocupar manos ni ojos, solo la audición y la " noción" del espacio que podía quedar.
El resultado era abrumador. Llegaba un punto en que desesperaba no saber la relación con lo que rodeaba, lo que obligaba a tantear y buscar una pista y luego pensar sobre ella.
Cuando lograba " creer" dónde estaba y coincidía con mi entorno, sin haber usado ninguna " pista" me sentía tremendamente feliz.
Por el contrario, cuando no lograba saber mi posición y con las " pistas" dibujaba mentalmente dónde estaba, se producía en mi cabeza una sensación muy desconcertante. O sea, si desorientarse era difícil de asimilar, orientarse por fracciones y que eso no coincidiera con la noción que mi cabeza tenía del lugar que ocupaba, era una ensalada de neurotransmisores exaltados y confundidos.
Ya más de adulto seguí con el juego, pero menos. Cuando voy al campo se puede hacer mejor por el silencio y la oscuridad, pero es más desesperante por ese mismo motivo.