Hay que separar las cosas. Una cosa es lo que dicen los políticos y otra es lo que realmente quieren hacer.
Sobre este tema lo que quieren los políticos en Chile es ser más parecidos a los demás países OCDE en cuanto a la proporción de viviendas arrendadas y viviendas propias. Nuestro país tenía la característica de que era demasiado grande el % de personas viviendo en su propia vivienda y había muy poca gente arrendando (todo en comparación a los otros países OCDE), así que están siguiendo esos caminos. Independiente del sector político (recordemos que hoy los partidos de derecha son de izquierda, los partidos de centro son de derecha y los partidos de izquierda no tienen identidad) de quienes gobiernen cada vez será más y más difícil que la gente clase media o de bajos recursos pueda optar a casa propia, la gente de altos ingresos tendrá viviendas para arrendar y podrán comprar incluso para heredar a cada hijo, en la playa en el mar, en la cordillera y para Airbnb por ahí y Booking, también habrán mi has viviendas manejadas por fondos de inversión inmobiliaria controladas por extranjeros desde otros países o zorrones en Chile que solo se dedicarán a cobrar a fin de mes y pagarle a un abogado. No se regalaran casas, de hecho creo que eso va a menos, los caribeños llenarán todo de tomas y se lo pelearán todo con los chilenos de bajos recursos. Si eres pobre y tienes casa propia es probable que intenten matarte y no avisarle a nadie mientras se toman tu casa, porque los políticos no quieren que eso ocurra en sus sectores cuicos, pero les da lo mismo si ocurre en barrios pobres (que cada vez serán más tomados por la delincuencia y el narcotráfico).
De verdad creo que vamos encaminados a que mucha gente tendrá que hacerse la idea de vivir en la casa de los papás hasta heredarla y tener ahí metidos a los hijos y nietos y quienes no puedan hacer eso, en especial si los papás no tienen casa propia a arrendar el.derexho a usar una litera en una pieza con 9 weones más o vivir encerrado en una rejita (estas cosas ya ocurren en bastantes países y hay hasta documentales).
La única salida sería es con una identificación continental religiosa que nos lleve a buscar nuestra propia cruzada sudamericana donde en menos de una década barramos con todos en Sudamérica al estilo de la guerra civil que llevo a la formación de distintos países en Sudamérica (la de las independencias), pero que necesariamente tenga mucho más protagonismo en Brasil y que limpie al continente de los demonios anticristianos
