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Reconstruccion Historica de HECHOS Referentes Al Periodo 1970 - 1990 (Invitacion)

salematador

Hincha Huevas
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2006/08/17
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Hola... les queria proponer algo, si les parece...

Dada la heterogeneidad de tendencias politicas e interpretaciones que se le dan a ciertos hechos de la historia, queria invitarlos (si les parece) a realizar una construccion historica REAL y basada en HECHOS, de los acontecimientos ocurridos entre 1970 y 1990.

De repente estoy desvariando, pero seria un interesante ejercicio poder hacer, entre todos (y con respeto y debate desde el conocimiento y los hechos y no desde el fanatismo barato) una suerte de analisis del periodo abarcando todas las posturas y visiones...

porque, logicamente, alguien de izquierda maneja datos relacionados con su postura, y la gente de derecha a la inversa... si compartimos esos datos y los respaldamos con hechos, quiza podemos llegar a un conocimiento mayor y mas cabal.

Eso... si quieren me mandan al carajo, pero me parecio interesante plantearlo...

Papamovil agrego info 7 minutos y 46 segundos despues...

Trato de partir yo:

- 04 de Septiembre de 1970 se celebra la elección presidencial entre Salvador Allende (Unidad Popular), Radomiro Tomic (DC) y Jorge Alessandri Rodriguez (Derecha). Los resultados son:

Allende: 1.075.616 votos = 36.3%
Alessandri: 1.036.278 votos = 34.9%
TOmic: 824.849 votos = 27.9%

Por ende, no existió un vencedor, y el caso paso al gobierno (aca pido que me corrijan, pero creo que previo a 1990 las elecciones, si no tenian mayoria absoluta, las dirimia el congreso y no una segunda vuelta).

- 24 de Octubre, por 153 votos (con anuencia de la DC, con la que la UP llego a un acuerdo) contra 35, Allende es ratificado como vencedor de las elecciones, y futuro presidente de Chile por el parlamento.
 
La propuesta del gobierno de Salvador Allende era ser una etapa de transición al socialismo, que consideraba proceder con cautela para no romper con las tradiciones democráticas de nuestro país, como también para no provocar un rechazo en las Fuerzas Armadas.
Para asegurar el respeto a estos valores y para ser ratificado por el Congreso pleno como presidente de Chile, Allende tuvo que firmar un Estatuto de Garantías Constitucionales. A través de este, se comprometía a conservar libertades como las de enseñanza, prensa, asociación y reunión, y a indemnizar las expropiaciones contenidas en el programa de gobierno de la Unidad Popular.
Posteriormente, este estatuto fue aprobado como reforma a la Constitución en 1971.
Plan económico

El gobierno de la UP propuso dividir la economía en tres áreas: social, donde las empresas de interés clave para el país pasaban a ser del Estado; mixta, en la que el Estado sería el principal accionista, y privada, formada por pequeñas empresas con bajos capitales.
Ante el rechazo que el Parlamento puso para el traspaso de grandes empresas al Estado, el gobierno recurrió a un decreto de 1932, que autorizaba la expropiación de cualquiera industria considerada fundamental para la economía. Este recurso, conocido como resquicio legal, por el uso forzado de la ley, fue usado a menudo por este gobierno para imponer sus planes ante la oposición parlamentaria.
En 1973, el Estado controlaba cerca del 80 por ciento del parque industrial del país y también muchos bancos fueron apropiados con el objetivo de estatizarlos.
Nacionalización del cobre

Un aspecto importante de la política económica de este gobierno era tomar el control de la gran minería del cobre, mineral considerado como el "sueldo de Chile". Sin embargo, antes de hacerlo, estatizó las compañías nacionales del carbón, creando la Empresa Nacional del Carbón (Enacar), en diciembre de 1970.
El 11 de julio de 1971, el Congreso aprobó, a través de una reforma constitucional y por unanimidad, la nacionalización de la gran minería del cobre, cuyos grandes yacimientos eran, en su gran mayoría, propiedad de empresas estadounidenses.
Un punto polémico se desató luego, debido a que el gobierno determinó pagar la indemnización correspondiente al "valor libro" a las empresas norteamericans, es decir, descontando las ganancias excesivas. En la práctica, esto significaba no cancelar monto alguno a dichas empresas. Estas, no obstante, pidieron el embargo de los embarques de cobre chileno apenas llegasen a sus destinos.
Resultados negativos

Durante el primer año de Allende, el plan económico, aplicado por su ministro de Economía, Pedro Vuskovic, arrojó cifras positivas: el producto bruto aumentó en un 8,6 por ciento; la inflación bajó un 12,8 por ciento; la cesantía llegó solo al 3,8 por ciento, y la producción industrial se incrementó en un 12 por ciento. Pero la emisión desmedida de dinero sin el respaldo del Banco Central causó una inflación mayúscula que, en 1972, llegó a un 140 por ciento y, en 1973, alcanzó al uno por ciento diario.
Este panorama causó la aparición del mercado negro, donde se vendían productos básicos, como el arroz y harina, a precios mucho mayores que en el mercado normal, donde se transaban a un precio fijo. Junto con esto, muchas mercancías "desaparecieron" de los almacenes y supermercados. Así, finalmente, los consumidores debieron acostumbrarse a hacer largas filas o "colas" frente a los establecimientos comerciales, para poder obtener algunos productos.
Violencia y paro

En el período de la Unidad Popular aparecieron grupos, tanto de ultraizquierda como de ultraderecha, que realizaron atentados y acciones violentas en el país. Estas agresiones también se extendió al campo, donde solo en 1971 ya se habían expropiado más de dos millones de hectáreas, hecho que enfrentó a los campesinos contra los propietarios de las tierras.
Entre las víctimas de esta agitación política estuvo Edmundo Pérez Zujovic, ex ministro del Interior de Eduardo Frei, asesinado el 8 de junio de 1971.
Asimismo, la grave situación económica por la que atravesaba el país fue el detonante para que la agrupación de dueños de camiones, liderada por León Vilarín, declarara un paro en octubre de 1972, al que se unieron otros gremios.
Para solucionar el conflicto, el gobierno de Allende nombró, a principios de noviembre de 1972, como ministro del Interior al comandante en jefe del Ejército, Carlos Prats, y a otros militares en su gabinete.
Política social y tensión creciente

A pesar de los graves problemas de gobernabilidad del período de Allende, hubo algunas iniciativas positivas, como en salud, área a la que se le destinaron recursos para adquirir equipamiento y construir infraestructura. Dentro de este ámbito se implementó el programa alimentario, que significó entregar medio litro gratis de leche diario a cada niño, con una cobertura de cerca de un 80 por ciento.
Sin embargo, en 1973, las dificultades se acentuaron. El Congreso vetaba los proyectos del Ejecutivo y este optaba por los decretos de insistencia, generando conflictos entre ambos poderes. Por su parte, los tribunales no podían hacer cumplir la ley, ya que el gobierno le negaba la ayuda de los Carabineros.
Lo más grave ocurrió el 29 de junio, cuando el Regimiento de Blindados (tanques) Nº 2, al mando del coronel Roberto Souper, rodeó el Palacio de la Moneda, en un fallido intento de golpe de Estado.
El golpe

Ante los paros y protestas convocados por diferentes gremios, a fines de julio de 1973, el gobierno llamó nuevamente a los militares y también al general director de Carabineros, a integrar su gabinete. Sin embargo, tanto Carlos Prats, quien asumió como ministro de Defensa, y el general del Aire César Ruiz Danyeau, titular de Obras Públicas y Transporte, renunciaron a sus cargos en agosto. Incluso, Prats dejó el Ejército y como comandante en jefe fue nombrado el general Augusto Pinochet. Asimismo, la Democracia Cristiana se alió con el Partido Nacional, dejando aislada a la UP en el gobierno.
De esta manera, el 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas efectuaron un golpe de Estado contra la administración de Allende. Esa fecha también asumió una Junta de Gobierno, compuesta por el general Augusto Pinochet, el general Gustavo Leigh, comandante en jefe de la Fuerza Aérea; el almirante José Toribio Merino y el general de Carabineros César Mendoza Durán.
En La Moneda, Allende se suicidó y las fuerzas golpistas tomaron el control total del poder.
 
Para evitar sesgo y por consideración a la continuidad histórica:

La Guerra Fría y sus dos principales actores, Estados Unidos y la Unión Soviética no fueron los causantes de los problemas que aquejaron a Chile en la década del 70, pero no se puede negar su alto grado de influencia. Por una parte Estados Unidos y su política interventora a través de la CIA canalizó alrededor de 7 millones de dólares para apoyar las fuerzas anticomunistas, mientras que la URSS significó para la izquierda chilena y especialmente para los comunistas la fuente de inspiración. Los documentos hasta ahora desclasificados, confirman el hecho de que la URSS no siguió en Chile una política interventora como sí lo hizo Estados Unidos.

Chile no fue un títere de las fuerzas generadas por las potencias dominantes de la Guerra Fría, sino que fue un actor con fuerzas y dinámicas propias, con actores propios, los cuales no se mantuvieron al margen de las tendencias globales del devenir de la política internacional. Ejemplo de ello es la impotencia que sintieron los políticos norteamericanos ante la imposibilidad de poder dirigir los destinos de nuestro país.

Memorias de Henry Kissinger. El intento de EEUU por evitar la elección de Salvador Allende


La elección de Allende era un desafío a nuestro interés nacional no podíamos reconciliarnos con un segundo estado comunista en el Hemisferio Occidental. Estábamos persuadidos que pronto estaría incitando políticas antinorteamericanas, atacando la solidaridad del hemisferio, haciendo causa común con Cuba, y antes o después, estableciendo estrechas relaciones con la Unión Soviética.

Lo que nos preocupaba acerca de Allende era su proclamada hostilidad a los Estados Unidos y su patente intención de crear efectivamente otra Cuba.

Nuestra preocupación por Allende estaba basada en la seguridad nacional, no en la economía.

La nacionalización de las propiedades de los norteamericanos no fue el problema.

En estas circunstancias, no era moral ni políticamente injustificado que los Estado Unidos apoyaran a aquellas fuerzas políticas internas que buscaban mantener un contrapeso democrático al dominio radical. No había nada de siniestro en el deseo de los Estados Unidos de hacer posible que los partidos democráticos mantuvieran periódicos o canales de radio y televisión competitivos. Las mismas consideraciones habían inducido a las administraciones Kennedy y Johnson a disponer más de tres millones de dólares entre 1962 y 1964 para la campaña del oponente de Allende, el reformista y capaz Eduardo Frei.

Dos administraciones anteriores habían llegado a la conclusión de que Salvador Allende y las fuerzas que lo respaldaban, constituían una amenaza suficiente a nuestros intereses para justificar nuestra oposición en la elección de 1964, con casi tres millones de dólares; ya en 1968 varios cientos de miles de dólares fueron destinados secretamente por nuestros predecesores para ayudar a vencer a las fuerzas de Allende en las elecciones legislativas chilenas de marzo de 1969. Nuestra ayuda oficial a Chile durante el gobierno de Frei totalizó mucho más de mil millones, el mayor programa per cápita hasta entonces en América Latina, en parte para fortalecer las fuerzas democráticas contra Allende. Era sabiduría convencional cuando asumió Nixon que el gobierno de Allende amenazaba nuestros intereses nacionales.

Frei no podía ser reelecto por estipulaciones constitucionales. Había muchos avisos de tormenta en 1969)

La creciente tendencia izquierdista de los demócratas cristianos chilenos y su menguante base popular hacían improbable que los partidos no revolucionarios pudieran unirse en torno a un único candidato como lo habían hecho e 1964. La perspectiva era una carrera muy pareja entre tres candidatos (un conservador, un débil demócrata cristiano y izquierdista radical Allende) y una decisión final del congreso. Pero en 1969, la Casa Blanca estaba preocupada con Vietnam y su agitación doméstica, las relaciones soviéticas, Europa Occidental, las negociaciones con Japón, y los comienzos de la iniciativa china. Yo sabía muy poco acerca de Chile para contradecir a los expertos.

En 1970 no había un candidato demócrata reformista aceptable que apoyar; el partido estaba dividido, su candidato era débil y jugaba con la izquierda radical. Si Allende había de ser detenido, tendría que ser con el Conservador Alessandri.

El 25 de marzo de 1970 se logró someter al “Comité 40” un programa conjunto de deterioro contra Allende. Consistía en la ayuda norteamericana para la preparación de carteles, panfletos y anuncios oponiéndose a Allende sin sostener a Alesandri. La enorme suma de 135.000 dólares fue recomendada y aprobada. Pero el Departamento de Estado circunscribió el gasto de estos fondos aún más con la severa advertencia a efectos de que, si cualquiera de las actividades secretas tendían a respaldar a Alessandri, el apoyo del Departamento de Estado sería retirado inmediatamente... la consignación y la advertencia se anulaban mutuamente.

En la elección del 4 de septiembre de 1970, como se dijo, el porcentaje de Allende presentó una disminución del porcentaje que había recibido en 1964 cuando perdió con Frei, excepto que en 1970 el aún mas alto voto contra Allende estaba dividido sin esperanza. Según la Constitución de Chile, dado que ningún candidato tenía la mayoría, el Congreso en sesión conjunta decidiría entre dos candidatos cincuenta días más tarde, el 24 de octubre

El 5 de septiembre, en una conferencia de prensa, Allende aclamó su victoria y se comprometo a poner en práctica el radicalizado programa de la Unidad Popular sobre el que había hecho su campaña.
La reacción de Washington, donde durante todo el verano todos se habían refugiado en encuestas consoladoras, fue una sorpresa aturdidora.
Nixon estaba fuera de sí. Por más de una década había criticado duramente las administraciones demócratas por permitir el establecimiento del poder comunista en Cuba. Y ahora lo que él percibía como otra Cuba había surgido a la vida durante su propia administración sin que a él se le hubiera dado la oportunidad de tomar una decisión.
Sin verdadera convicción decidimos instruir al embajador Corrí para que preparara una valuación a sangre fría de la posibilidad y probabilidad de un golpe militar y de los pro y contra involucrados en la organización de una futura y efectiva oposición chilena a Allende.

El 9 de septiembre revivió la posibilidad de detener a Allende cuando Alessandri anunció que no se retiraría de la pugna en el Congreso y que si era elegido por éste, renunciaría y se llamaría a nuevas elecciones. Ello significaba para los norteamericanos que Frei podía ser constitucionalmente elegido como candidato.

Los planes Via I y Via II, aún los más complicados que involucraban a los militares, fueron ideados para producir una nueva elección que iba a probar en una confrontación de dos hombres si el pueblo chileno quería un presidente democrático o un confesadamente leninista. Es casi una certeza que, en una carrera de dos hombres, los chilenos seguramente habrían elegido al reformista demócrata Eduardo Frei.

Para el 18 de octubre todos los intentos de golpe habían sido abandonados. Envié un memorando al presidente que no puede dejar duda de que al más alto nivel todos los pensamientos de golpe habían sido abandonados: “ahora parece cierto que Allende será elegido presidente de Chile en las elecciones legislativas del 24 de octubre”
Creo que estábamos en lo cierto en nuestra evaluación de los peligros para nuestros intereses y para el hemisferio occidental representados por la asunción de Alle+nde a la presidencia. La solución que buscábamos era promover una bien definida elección popular entre las fuerzas democráticas y las totalitarias. Ayudar a tales fines me parecía bien entonces y me parece bien ahora.

El esfuerzo fue un esfuerzo de aficionados, improvisado en medio del pánico y ejecutado en la confusión. Las operaciones secretas jamás llegaron a levantar el vuelo; en contraste con 1964, hicimos muy poco y actuamos demasiado tarde. Allende asumió, no hubo golpe; no tuvimos más contactos destinados a organizar uno después de octubre de 1971. cuando Allende fue finalmente derrocado fue por su propia incompetencia e intransigencia; los líderes militares sin consultarlo fueron contra él por su propia iniciativa, porque estaban convencidos de que intentaba apoderarse de todo el poder y estaba a punto de organizar su propio golpe con ese fin.

El hecho es que varias de las medidas de Allende fueron declaradas inconstitucionales y fuera de la ley por la Suprema Corte Chilena el 26 de mayo de 1973, por el Contralor General el 2 de julio de 1973 y por la Cámara de Diputados el 22 de agosto de 1973. en su concepción, planificación y ejecución nosotros no desempeñamos el más mínimo papel.

En 1970 habíamos sido incapaces de evitar el acceso de Allende al poder.

Fuente: Henry Kissinger, Mis Memorias, Páginas 456-474

Nikolai Lenov, Ex Vice Director de la KGB, La URSS y Chile.

¿Qué significó Chile para la Unión Soviética y en qué medida la victoria de Salvador Allende afectó la visión que tenía de Chile la Unión Soviética?
Gran relevancia en todo el mundo, por aquello de la vía chilena al socialismo. Chile presentaba una oportunidad única para demostrar al mundo que el socialismo era capaz de triunfar usando la vía electoral, pacífica. En esto consistía su atracción y su importancia política para todo el mundo, especialmente para las fuerzas de izquierda.

La instauración del socialismo siempre antes había estado ligada con el empleo de la fuerza, con la violencia, con la revolución y la guerra civil. Así fue en la Unión Soviética con la Revolución de Octubre. En China, el triunfo de la revolución fue en gran parte hechura de la Unión Soviética, porque les dimos territorios liberados de los japoneses, les dimos armamento en abundancia: armamento que cogimos como botín en la Segunda Guerra Mundial. Y en Europa Oriental fue el ejército soviético el que, persiguiendo a los nazis, estableció regímenes socialistas en esos países.

En América Latina habían dos grandes ejemplos. Cuba que había alcanzado el socialismo sin la intervención extranjera y Chile que lo había alcanzado por la vía pacífica. Allende conservó la antigua máquina gubernamental, el ejército, el sistema judicial.

Claro, todas nuestras simpatías estaban con este experimento, y por eso seguimos con mucha atención el caso chileno. Pero no creíamos en su éxito, porque lo de Chile contradecía en todo lo que estaba escrito y habíamos aprendido.

¿Qué hicieron ustedes para ayudar al gobierno de la Unidad Popular o, más bien, por qué lo dejaron caer? ¿O fue como una revolución de los claveles o de los cocodrilos? ¿Qué pasó exactamente?

Mire, estoy seguro de que la correlación de fuerzas en aquel entonces era desfavorable para el experimento de Salvador Allende. Como les expliqué antes, en esa época los rusos enfrentaban conflictos con China, con Estados Unidos, y el debilitamiento del sistema socialista al lado [en Europa del Este]; además, los recursos materiales ya estaban agotados en gran parte.

Teniendo un respeto profundo hacia el experimento político, hacia este país, debo decir que no había forma ni decisión para intervenir en zonas tan lejanas, tan profundas, cuando las correlaciones de fuerza, incluso en Chile, eran absolutamente desfavorables. Las inversiones norteamericanas aquí alcanzaban a mil millones de dólares. Estados Unidos tenía aquí intereses en grandes cantidades, y a esos intereses estaban ligados muchos chilenos. Los rusos no tenían en Chile ningún apoyo que no fuese el del Partido Comunista chileno o de alguno que otro sindicato. Esto tenía un carácter emotivo, ideológico, pero no era una cosa concreta, material.

Para ese entonces la URSS estaba muy agotada, y los norteamericanos tenían en Chile interese económicos muy fuertes.
Aportes concretos de la URRS al gobierno de Allende:
Los rusos hicieron lo máximo que pudieron en aquel entonces.
Aparte de la ayuda política, moral, se dieron créditos. Al principio hubo un crédito de 57 millones de dólares, después se otorgó otro. Se enviaron aquí tres barcos pesqueros para que pescaran en aguas chilenas y surtieran con su producción a la población. Cuando aquí se produjo el terremoto en 1971, con sus devastadoras secuelas, la Unión Soviética regaló una fábrica con capacidad para construir 70 mil metros cuadrados de viviendas prefabricadas al año. En febrero de 1972 llegó el primer barco, el ‘Lunacharsky’, con equipamiento para la fábrica. En enero de 1973 fue terminado el montaje, y en julio de 1973 se construyeron los primeros dos edificios de 48 departamentos cada uno.

A fines de 1971, a las costas chilenas llegaron los primeros tres barcos factorías, ‘Promyslovik’, ‘Sumy’ y ‘Yantar’. Eran fábricas flotantes, funcionaron hasta el mismo día del golpe entregando a los chilenos 17 mil toneladas de pescado congelado y 2,5 toneladas de harina de pescado. Allende apreciaba mucho la ayuda de estos barcos.
Durante la administración de Allende suministramos a Chile 3.100 tractores, y teníamos previsto construir una fábrica de producción de lubricantes, que empezaría a funcionar en 1975 para que en 1980 alcanzara tal nivel de producción que hubiera cubierto todas las necesidades del país.

Se habló de un crédito para el envío de armamento soviético, a petición de Salvador Allende —creo que lo pedía [el general] Prats. …Bueno, nadie pensaba cobrar estos créditos después.

... Porque ya se avecinaba la cosa trágica, y por los informes que se recibieron a través de la CIA —donde nosotros teníamos fuentes, ya que ellos eran siempre el objetivo número uno para nosotros —, teníamos datos seguros de que se produciría un golpe de Estado, que éste ya estaba prácticamente preparado. Entonces, para que no fueran tanques soviéticos los que salieran a la plaza y dispararan contra el Palacio de la Moneda, se dio a los barcos la orden de virar, de cambiar el rumbo y desembarcar el armamento en otros lugares, donde fue vendido.

Dentro de nuestras posibilidades comerciales, se envió aquí bastante comestible: trigo, cerca de 74.000 toneladas; más de un millón de latas de leche condensada, bastante carne congelada, lo que nosotros sacábamos de las relativamente parcas reservas que teníamos. En fin, se hizo lo posible. Pero no se puede decir que los dejamos a merced, porque realmente la correlación de fuerzas económicas, financieras, militares y todas las demás estaban en contra del gobierno de la Unidad Popular.

Pero ya no había nada que hacer. Además Allende no estaba de acuerdo con aplicar nuestras sugerencias, un cierto grado de violencia y firmeza. Lo quería hacer todo dentro de la democracia —de la democracia burguesa o representativa, como nosotros decimos.

Fuente: Nikolai Lenov, La Inteligencia Soviética en América Latina Durante la Guerra Fría. En Estudios Públicos Nº 73, verano 1999 Páginas 32-63. (Nicolai Llenov es General Soviético. Ex Vice director de la KGB o Comité de Seguridad del Estado de la ex URSS entre 1983 y 1991. Charla realizada en Centro de Estudios Públicos el 22 de septiembre de 1998.
 
“¿Peón o actor? Chile en la Guerra Fría (1962-1973)”. Joaquín Fermandois

Chile fue testigo y parte de las tensiones ideológicas del siglo XX. Esto explica, señala
Fermandois, que en la polarización de los años sesenta y comienzos de los setenta, norteamericanos y soviéticos se multiplicaran en sus esfuerzos por promover en Chile políticas que estuvieran acordes con la lectura que hacían de sus propios intereses. Pero los actores chilenos no eran meros peones; estaban convencidos de que en esos términos —“socialismo”, “libertad”, “mundo libre”, “antiimperialismo” — se jugaban sus propios intereses.

Pero en Chile no había una ocupación extranjera ni una guerra civil.
Eran las propias fuerzas políticas chilenas las que constituyeron polos de atracción que emulaban, en lo ideológico, al gran marco de la confrontación global.

Chile es un actor, no un títere de fuerzas externas. No es el imperialismo sea cual sea su color el que conduce nuestros destinos.

De los años cuarenta a los ochenta, el país se encontró en el ojo del huracán de la Guerra Fría. Escasamente se debió a la importancia estratégica de Chile. El cobre ha sido importante, pero en caso de emergencia las potencias occidentales no se iban a poner de rodillas por no comprarlo en Chile. Había otras razones generales, de pugna mundial, que justificaban esta acción norteamericana. Se trataba de la gran confrontación de Estados y de creencias o ideologías que sentó las bases de la Guerra Fría.

Los documentos desclasificados constituyen elocuente prueba del sentimiento de impotencia de los norteamericanos por no poder influir en el desenlace del país austral, a pesar de los recursos y las esperanzas colocados en sus políticas.

EEUU y la URSS en Chile

Además de la espectacularidad del Chile de la Unidad Popular, y del Chile de la “antiutopía” del gobierno militar, se añadió ahora el papel pasivo, pero de cierto protagonismo, que desempeñó en la crisis política norteamericana de los setenta. Esto culmina, en los medios de comunicación de masas, con la referencia a Chile en el debate presidencial televisado de septiembre de 1976 entre el retador Jimmy Carter y el Presidente Gerald Ford. El demócrata le enrostra a Ford la situación de Chile como producto de las políticas de la Casa Blanca.
Que “la CIA desestabilizó a Allende”, como explicación final, pasó a ser un supuesto de la conversación acerca de Chile. El “acoso” norteamericano parecía ser la principal fuente de la crisis que llevó a la caída de Allende. Los militares, en último término, habrían actuado movidos por los hilos manipulados desde Washington.

El embajador pronostica, según sus recuerdos, el triunfo de Allende. Aconseja, entonces, la política que Washington debe seguir ¡que es la que efectivamente siguió la administración Nixon después de los coqueteos con Track I y Track II! Estos —Track I y Track II— fueron los intentos de provocar por medios constitucionales (pero abusivos) una nueva elección en la que Frei se pudiera presentar como candidato (I), y de provocar un golpe militar que “llamara a nuevas elecciones” (II).
El único valor de Chile frente a los norteamericanos era el “valor de demostración”. El valor como modelo a seguir, como alternativa.
Lo que nos confirman los documentos y testimonios de Corry son la frustración norteamericana ante la incapacidad de poder conducir los acontecimientos de un país tan pequeño como Chile.

Con la caída de la URSS se han abierto muchos de los archivos que pueden aportar información valiosa respecto de la política exterior soviética para con los países latinoamericanos y en espacial con Chile. La cantidad de información soviética es menor que la norteamericana porque los archivos norteamericanos se abrieron con mucha anterioridad, pero en ambos casos queda mucho por saber.
Pero los soviéticos tenían escasa influencia en el curso de los acontecimientos en Chile, y es probable que su grado de persuasión sobre los comunistas, en políticas concretas, no fuera alto. El asunto era más bien al revés. Los comunistas criollos desarrollaron un alto grado de fidelidad a Moscú, y la fijación en el modelo soviético y en el marxismo ortodoxo operó como un pesado lastre en el juego político nacional.
Al igual que “los gringos”, los soviéticos no crearon de la nada al comunismo criollo.

Lo apoyaron, claro está. Esto ayuda a comprender el poderoso aparato desarrollado por el partido a lo largo del país, y el sustento humilde, pero decoroso y mínimo, que le permitía mantener a sus militantes. Por cierto, el comunismo también reunía recursos al interior del país, y no había dependencia unilateral de Moscú. Pero los soviéticos debían de cuidar a quienes todavía creían a machamartillo en ellos.

Aparte del hecho de que todavía falta mucho papel que desempolvar, se podría decir que la URSS no seguía la política interventora de los norteamericanos.

Aunque felices de crearles un problema a los norteamericanos, no estaban dispuestos a arriesgar un choque frontal con éstos, ni menos a entrar en la obligación de subsidiar a la economía chilena como lo hacían con la cubana.

El comunismo fue un actor chileno, así como también eran chilenos aquellos que sostenían sus esfuerzos políticos con recursos canalizados a través de la CIA. Sus elecciones fueron básicamente producto de la historia chilena, a la que le era y le es inherente un alto grado de identificación con fuerzas globales.

Fuente: Joaquín Fermandois, ¿Peón o actor? Chile en la Guerra Fría (1962-1973). Estudios Públicos, 72. Primavera 1998. Páginas 151-171

Imagino que todos poseen un mínimo de conocimientos como para no agregar los hechos sucedidos desde la llegada de Cristobal Colón.
 
En su primer comunicado, la junta de gobierno señaló lo siguiente: "Con esta fecha se constituye en junta de gobierno y asume el mando supremo de la Nación, con el patriotico compromiso de restaurar la chilenidad, la justicia y la instirucionalidad quebrantadas, consientes de que ésta es la única forma de ser fieles a las tradiciones nacionales, al legado de los padres de la patria y a la historia de Chile, y de permitir que la evolución y progreso del pais se encausen por los caminos que la dinámica de los tiempos actuales exigen a Chile, en el concierto de la comunidad internacional que forma parte".
 
El presente Texto es un Acuerdo de la Cámara de Diputados sobre el Grave Quebrantamiento del Orden Constitucional y Legal De La República del Gobierno Socialista representado por Salvador Allende

"Santiago, 23 de agosto de 1973

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA.

Tengo La honra poner en conocimiento de V.E., que la Cámara de Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente

ACUERDO:

Considerando:

1º Que es condición esencial para la existencia de un Estado de Derecho que los poderes Públicos, con pleno respeto al principio de independencia recíproca que los rige, encuadren su acción y ejerzan sus atribuciones dentro de los marcos que la constitución y la ley les señalan, y que todos los habitantes del país puedan disfrutar de las garantías y derechos fundamentales que les asegura la Constitución política del Estado;

2º Que la juricidad del Estado chileno es patrimonio del pueblo que en el curso de los años ha ido plasmando en ella el consenso fundamental para su convivencia y atentar contra ella es,pues, destruir no sólo el patrimonio cultural y moral de nuestra nación sino que negar, en la práctica, toda posibilidad de vida democrática;

3º Que son estos valores y principios los que se expresan en la Constitución Política del Estado que, de acuerdo a su artículo 2º, señala que la soberanía reside esencialmente en la nación y que las autoridades no pueden ejercer más poderes que los que ésta les delegue y, en el articulo 3º, se deduce que un Gobierno que se arrogue derechos que el pueblos no le ha delegado, incurre en sedición;

4º Que el actual Presidente de la República fue elegido por el Congreso Pleno previo acuerdo en torno a un estatuto de garantías democráticas incorporado a la Constitución Política, el que tuvo como preciso objeto asegurar el sometimiento de la acción de su Gobierno a los principios y normas del Estado de Derecho, que él solemnemente se comprometió a respetar;

5º Que es un Hecho que el actual Gobierno de la República, desde sus inicios, se ha ido empeñando en conquistar el poder total, con el evidente propósito de someter a todas las personas al más estricto control económico y político por parte del Estado y lograr de ese modo la instauración de un sistema totalitario, absolutamente opuesto al sistema democrático representativo, que la Constitución establece;

6º Que, para lograr ese fin, el Gobierno no ha incurrido en violaciones aisladas de la Constitución y de la ley, sino que ha hecho de ellas un sistema permanente de conducta,llegando a los extremos de desconocer y atropellar sistemáticamente las atribuciones de los demás Poderes del Estado, violando habitualmente las garantías que la Constitución asegura a todos los habitantes de la República, y permitiendo y amparando la creación de poderes paralelos, ilegítimos, que constituyen un gravísimo peligro para la nación, con todo lo cual ha destruido elementos esenciales de la institucionalidad y del Estado de Derecho.

7º Que, en lo concerniente a las atribuciones del Congreso Nacional, depositario del Poder Legislativo, el Gobierno ha incurrido en los siguientes atropellos: a) Ha usurpado al Congreso su principal función, que es la de legislar, al adoptar una serie de medidas de gran importancia para la vida económica y social del país, que son indiscutiblemente materia de ley, por decretos de insistencia dictados abusivamente o por simples resoluciones administrativas fundadas en “resquicios legales”, siendo de notar que todo ellos se ha hecho con el propósito deliberado y confeso de cambiar las estructuras del país,reconocidas por la legislación vigente, por la sola voluntad del Ejecutivo y con prescindencia absoluta de la voluntad del legislador;

b) Ha Burlado permanentemente las funciones fiscalizadoras del Congreso Nacional al privar de todo efecto real a la atribución que a éste le compete para destituir a los Ministros de Estado que violan la Constitución o la ley o cometen otros delitos o abusos señalados en la Carta Fundamental, y

c) Por último, lo que tiene la más extraordinaria gravedad, ha hecho “tabla rasa” de la alta función que el Congreso tiene como Poder Constituyente, al negarse a promulgar la reforma constitucional sobre las tres áreas de la economía, que ha sido aprobada con estricta sujeción a las normas que para ese efecto establece la Carta Fundamental;

8º Que, en lo que concierne al Poder Judicial, ha incurrido en los siguientes desmanes:

a) Con el propósito de minar la autoridad de la magistratura y de doblegar su independencia,ha capitaneado una infamante campaña de injurias y calumnias contra la Excma. Corte Suprema y ha amparado graves atropellos de hecho contra las personas y atribuciones de los jueces;

b) Ha burlado la acción de la justicia en los casos de delincuentes que pertenecen a partidos y grupos integrantes o afines al Gobierno, ya sea mediante el ejercicio abusivo del indulto, o mediante el incumplimiento deliberado de las órdenes de detención;

c) Ha violado leyes expresas y ha hecho “tabla rasa” del principio de separación de los Poderes, dejando sin aplicación las sentencias o resoluciones judiciales contrarias a sus designios y, frente a las denuncias que al respecto ha formulado la Excma. Corte Suprema, el Presidente de la República ha llegado al extremo inaudito de arrogarse en tesis el derecho de hacer un “juicio de méritos” a los fallos judiciales, determinando cuándo éstos deben ser cumplidos;

9º Que en lo que se refiere a la Contraloría General de la República –un organismo autónomo esencial para el mantenimiento de la juricidad administrativa- el Gobierno ha violado sistemáticamente los dictámenes y actuaciones destinados a representar la ilegalidad de los actos del Ejecutivo o de entidades dependientes de él;

10º Que entre los constantes atropellos del Gobierno a las garantías y derechos fundamentales establecidos en la Constitución, pueden destacarse los siguientes:

a) Ha violado el principio de igualdad ante la ley, mediante discriminaciones sectarias y odiosas en la protección que la autoridad debe prestar a las personas, los derechos y los bienes de todos los habitantes de la República, en el ejercicio de las facultades que dicen relación con la alimentación y subsistencia y en numerosos otros aspectos, siendo de notar que el propio Presidente de la República ha erigido estas discriminaciones en norma fundamental de su Gobierno, al proclamar desde el principio que él no se considera Presidente de todos los chilenos;

b) Ha atentado gravemente contra la libertad de expresión, ejerciendo toda clase de presiones económicas contra los órganos de difusión que no son incondicionales adeptos del Gobierno; clausurando ilegalmente diarios y radios; imponiendo a estas últimas “cadenas” ilegales;encarcelando inconstitucionalmente a periodistas de oposición; recurriendo a maniobras arteras para adquirir el monopolio del papel de imprenta, y violando abiertamente las disposiciones legales a que debe sujetarse el Canal Nacional de Televisión, al entregarlo a la dirección superior de un funcionario que no ha sido nombrado con acuerdo del Senado, como lo exige la ley, y al convertirlo en instrumento de propaganda sectaria y de difamación de los adversarios políticos;

c) Ha violado el principio de autonomía universitaria y el derecho que la Constitución reconoce a las Universidades para establecer y mantener estaciones de televisión, al amparar la usurpación del Canal 9 de la Universidad de Chile, al atentar por la violencia y las detenciones ilegales contra el nuevo Canal 6 de esa universidad, y al obstaculizar la extensión a provincias del Canal de la Universidad Católica de Chile;

d) Ha estorbado, impedido y, a veces, reprimido con violencia el ejercicio del derecho de reunión por parte de los ciudadanos que no son adictos al régimen, mientras ha permitido constantemente que grupos a menudo armados, se reúnan sin sujeción a los reglamentos pertinentes y se apoderen de calles y camiones para amedrentar a la población;

e) Ha atentado contra la libertad de enseñanza, poniendo en aplicación en forma ilegal y subrepticia, a través del llamado Decreto de Democratización de la Enseñanza, un plan educacional que persigue como finalidad la concientización marxista;

f) Ha violado sistemáticamente la garantía constitucional del derecho de propiedad, al permitir y amparar más de 1.500 “tomas” ilegales de predios agrícolas, y al promover centenares de “tomas” de establecimientos industriales y comerciales para luego requisarlos o intervenirlos ilegalmente y construir así, por la vía del despojo, el área estatal de la economía; sistema que ha sido una de las causas determinantes de la insólita disminución de la producción, del desabastecimiento, el mercado negro y el alza asfixiante del costo de la vida, de la ruina del erario nacional y, en general, de la crisis económica que azota al país y que amenaza el bienestar mínimo de los hogares y compromete gravemente la seguridad nacional.

g) Ha incurrido en frecuentes detenciones ilegales por motivos políticos, además de las ya señaladas con respecto a los periodistas, y ha tolerado que las víctimas sean sometidas en muchos casos a flagelaciones y torturas;

h) Ha desconocido los derechos de los trabajadores y de sus organizaciones sindicales o gremiales, sometiéndolo, como en el caso de El Teniente o de los transportistas, a medios ilegales de represión;

i) Ha roto compromisos contraídos para hacer justicia con trabajadores injustamente perseguidos como los de Sumar, Helvetia, Banco Central, El Teniente y Chuquicamata; Ha seguido una arbitraria política de imposición de las haciendas estatales a los campesinos, contraviniendo expresamente la ley de Reforma Agraria; ha negado la participación real de los trabajadores de acuerdo a la Reforma Constitucional que les reconoce dicho derecho; ha mpulsado el fin de la libertad sindical mediante el paralelismo político en las organizaciones de los trabajadores;

j) Ha infringido gravemente la garantía constitucional que permite salir del país, estableciendo para ello requisitos que ninguna ley contempla.

11º Que contribuye poderosamente a la quiebra del Estado de Derecho, la formación y mantenimiento, bajo el estímulo y la protección del gobierno, de una serie de organismos que son sediciosos porque ejercen una autoridad que ni la Constitución ni la ley les otorgan, con manifiesta violación de lo dispuesto en el artículo 10, Nº 16 de la carta fundamental, como por ejemplo, los Comandos Comunales, los Consejos Campesinos, los Comités de Vigilancia, las JAP, etc.; destinados todos a crear el mal llamado “Poder Popular”, cuyo fin es sustituir a los Poderes legítimamente constituidos y servir de base a la dictadura totalitaria, hechos que han sido públicamente reconocidos por el Presidente de la República en su último Mensaje Presidencial y por todos los teóricos y medios de comunicación oficialistas.

12º Que en la quiebra del Estado de Derecho tiene especial gravedad la formación y desarrollo,bajo el amparo del Gobierno, de grupos armados que, además de atentar contra la seguridad de las personas y sus derechos y contra la paz interna de la Nación, están destinados a enfrentarse contra las fuerzas Armadas; como también tiene especial gravedad el que se impida al Cuerpo de Carabineros ejercer sus importantísimas funciones frente a las asonadas delictuosas perpetradas por grupos violentistas afectos al Gobierno. No pueden silenciarse, por su falta de gravedad, los públicos y notorios intentos de utilizar a las Fuerzas Armadas y al Cuerpo de Carabineros con fines partidistas, quebrantar su jerarquía institucional e infiltrar políticamente sus cuadros.

13º Que al constituirse el actual Ministerio, con participación de altos miembros de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, el Excmo. Señor Presidente de la República lo denominó “de seguridad nacional” y le señaló como tareas fundamentales las de “imponer el orden político” e “imponer el orden económico”, lo que sólo es concebible sobre la base del pleno restablecimiento y vigencia de las normas constitucionales y legales que configuran el orden institucional de la República.

14º Que las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de carabineros son y deben ser, por propia naturaleza, garantía para todos los chilenos y no sólo para un sector de la Nación o para una combinación política. Por consiguiente, su presencia en el Gobierno no puede prestarse para que cubran con su aval determinada política partidista y minoritaria, sino que debe encaminarse a restablecer las condiciones de pleno imperio de la Constitución y las leyes y de convivencia democrática indispensables para garantizar a Chile su estabilidad institucional, paz civil, seguridad y desarrollo.

15º Por último, en el ejercicio de las atribuciones que le confiere el artículo 39 de la Constitución Política del Estado. LA CAMARA DE DIPUTADOS ACUERDA:

PRIMERO. Representar a S.E. el Presidente de la República y a los señores Ministros de Estado miembros de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, el grave quebrantamiento del orden institucional y legal de la República que entrañan los hechos y circunstancias referidos en los considerandos Nºs 5º a 12 precedentes;

SEGUNDO. Representarles, asimismo que, en razón de sus funciones de juramento de fidelidad a la Constitución y a las leyes que han prestado y, en el caso de dichos señores Ministros, de la naturaleza de las instituciones de las cuales son altos miembros y cuyo nombre se ha invocado para incorporarlos al Ministerio, les corresponde poner inmediato término a todas las situaciones de hecho referidas, que infringen la Constitución y las leyes, con el fin de encauzar la acción gubernativa por las vías del Derecho y asegurar el orden constitucional de nuestra patria y las bases esenciales de convivencia democrática entre los chilenos;

TERCERO. Declarar que, si así se hiciere, la presencia de dichos señores Ministros en el gobierno importaría un valioso servicio a la república. En caso contrario, comprometerían gravemente el carácter nacional y profesional de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, con abierta infracción a lo dispuesto en el artículo 22 de la Constitución Política y con grave deterioro de su prestigio institucional, y

CUARTO. Transmitir este acuerdo a S.E. el Presidente de la República y a los señores Ministros de Hacienda, Defensa Nacional, Obras Públicas y Transportes y Tierras y Colonización.”

Dios guarde a V.E.

Luis Pareto Gonzáles (Presidente) Raúl Guerrero Guerrero (Secretario)
 
ni ahi con hacerte la tarea loco

zaguandepatos agrego info 0 minutos y 39 segundos despues...

busca en wikipedia y presentala a tu profe
 
Francamente no me trago que Allende Gossens haya sido tan moderado en sus planes politicos. Y aunque lo hubiere sido, los marxistas mas radicales como Altamirano y otros lo habrian sacado del poder, para instaurar a la fuerza la dictadura del proletariado.

Saludos cordiales.

Solzhenitsyn agrego info 2 minutos y 45 segundos despues...

Se me quedo en el tintero; que así como los liberales resivieron ayuda de la CIA, la KGB hacia lo mismo con la extrema izquierda. GOOGLE para fuente.

Saludos Cordiales.
 
Una pequeña gran información a continuación:

VIGESIMO SEGUNDO CONGRESO GENERAL ORDINARIO DEL PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE, CHILLAN 1967


Fuente: Julio César Jobet, Historia del Partido Socialista de Chile (Prólogo de Ricardo Núñez).

Prólogo: Se celebró en Chillán los días 24, 25 y 26 de noviembre de 1967. Asistieron 115 delegados con derecho a voz y voto, en representación de 15.000 militantes activos (la masa partidaria era de unos 50.000 miembros; y entre ambos congresos, Linares-Chillán, ingresaron 9.200 simpatizantes) y un número similar de delegados fraternales con derecho a voz. Se hicieron representar con dos delegados los gobiernos comunistas de la URSS, Alemania Oriental, Rumania y Yugoslavia: y con un delegado el Partido Baas Arabe Socialista, de Siria; y el Partido Socialista de Uruguay. El congreso designó Comisario General a la senadora María Elena Carrera, quien había presidido la Comisión Organizadora; y designó cuatro comisiones de trabajo: de política nacional, de política internacional, de organización y de frente de masas (sindical, campesino, pobladores, escritores y artistas).

La Comisión de Política Nacional aprobó dos votos: uno de posición general, con una previa y extensa fundamentación teórica; y otro de abstención combativa en la elección complementaria para elegir un senador en las provincias de Bío-Bío, Malleco y Cautín. El FRAP consideró la petición de apoyo al personero radical, abogado Alberto Baltra, representante de la corriente izquierdista del radicalismo. El PC y el Partido Social Demócrata le otorgaron su amplio respaldo; el PS no se sumó a esa actitud de sus aliados, y el Congreso de Chillán resolvió la abstención, en vista de no ser posible a esa altura inscribir un candidato propio. El texto de la resolución aprobada en sesión plenaria del Congreso General es éste:

El Congreso General del Partido Socialista estima que: el desenlace de la próxima elección extraordinaria por Bío-Bío, Malleco y Cautín, no contribuye en manera alguna a la solución de los problemas que afectan al pueblo chileno, piensa que los intentos que, a pretexto suyo, se están realizando para resucitar una combinación política radical-socialista-comunista son profundamente perjudiciales para el desarrollo y maduración de la Izquierda Chilena.

La incorporación del Partido Radical al frente político que hasta ahora dirige el Frente de Acción Popular lejos de fortalecer a la Izquierda, la debilita extraordinariamente, engendrando y robusteciendo en ella toda suerte de ilusiones electoralistas que la experiencia ha demostrado ser absolutamente inconducentes para desencadenar un proceso revolucionario dirigido a la toma del poder, máxime cuando las elecciones se realizan con el fin principal de conseguir el mayor número de votos, aspiración que es contradictoria con el propósito de fortalecer orgánica, ideológica y políticamente el movimiento popular.

Estos intentos de incorporar al radicalismo al seno de la Izquierda, significan asegurar, artificialmente, la supervivencia de un partido caduco, que no expresa social ni ideológicamente a ninguna fuerza progresiva y que aspira a subsistir como factor político, mediante desplazamientos oportunistas en el dispositivo político nacional, que le permiten poner precio a su menguante poderío parlamentario y electoral, como lo ha demostrado, hasta la sociedad, la experiencia política de los últimos veinte años. Recuérdese la Concentración Nacional, durante la administración de González Videla, su cooperación interesada al gobierno de Alessandri y el papel que jugó en las elecciones de 1964 la candidatura radical.

Es la descomposición de los partidos Radical y Democratacristiano, y no su artificial supervivencia, el objetivo que busca la Izquierda Revolucionaria como uno de los medios más adecuados para ir definiendo el campo político chileno.

Y quienes están interesados en provocar este esclarecimiento no pueden otorgar al radicalismo “patente de corso” para que, so pretexto de una presunta posición izquierdista, alimente en el seno de la Izquierda ilusiones reformistas y electoreras que, felizmente, estamos logrando superar.

En consecuencia, el Partido Socialista promoverá, durante esa campaña electoral, un esclarecimiento político e ideológico, a través del que se denunciará aquélla, cómo una maniobra que pretende reconstituir la caduca combinación de Frente Popular, es decir, la alianza con un sector de la burguesía nacional, supuestamente progresista.

De ahí que se requiere un esfuerzo orgánico de todo el Partido, y en particular de la dirección nacional, de los parlamentarios y de los Comités Regionales de Bío-Bío, Malleco y Cautín, a fin de cumplir con este propósito lo que, en definitiva, significa la defensa de los postulantes ideológicos del Partido, su independencia de clase, y la aplicación consecuente de la política del Frente de Trabajadores, lo que sentará un precedente para las futuras acciones del Partido Socialista que, insistimos, deben conducir, indefectiblemente , hacia la toma del poder por las clases trabajadoras.

En cuanto al voto sobre la posición política nacional del PS su texto aprobado en el plenario del XXII Congreso General por la unanimidad de sus integrantes, dice así:

1.- El Partido Socialista, como organización marxista-leninista, plantea la toma del poder como objetivo estratégico a cumplir por esta generación, para instaurar un Estado Revolucionario que libere a Chile de la dependencia y del retraso económico y cultural e inicie la construcción del Socialismo.

2.- La violencia revolucionaria es inevitable y legítima. Resulta necesariamente del carácter represivo y armado del estado de clase. Constituye la única vía que conduce a la toma del poder político y económico y, a su ulterior defensa y fortalecimiento.
Sólo destruyendo el aparato burocrático y militar del estado burgués, puede consolidarse la revolución socialista.

3.- Las formas pacíficas o legales de lucha (reivindicativas, ideológicas, electorales, etc.) no conducen por sí mismas al poder. El Partido Socialista las considera como instrumentos limitados de acción, incorporados al proceso político que nos lleva a la lucha armada.

Consecuencialmente, las alianzas que el partido establezca sólo se justifican en la medida en que contribuyen a la realización de los objetivos estratégicos ya precisados.

4.- En 1957, el Partido Socialista formuló, en términos generales, la política Frente de Trabajadores. La experiencia histórica nos permite enriquecerla en los siguientes términos:

La política Frente de Trabajadores propugna la unidad de acción del proletariado, campesinos, y de clases medias pobres, bajo la dirección del primero. El Frente de Trabajadores se ve reforzado por la incorporación de sectores estudiantiles y de intelectuales revolucionarios la lucha política por el Socialismo.

Postulamos la independencia de clase del Frente de Trabajadores, considerando que la burguesía nacional es aliada del imperialismo y de hecho es su instrumento; por lo tanto, ha terminado por ser irreversiblemente contrarrevolucionaria. La alianza y compromisos permanentes con ella, ha traído sólo derrotas y postergaciones al campo de los explotados.

Los acontecimientos vividos en América Latina durante los últimos años como consecuencia directa o indirecta de la revolución cubana han ido progresivamente continentalizando el proceso revolucionario y desplazándolo al terreno de la violencia, en la medida en que el imperialismo ha ido acentuando su estrategia continental y mundial contrarrevolucionaria para oponerse a los movimientos populares liberadores.

La política de Frente de Trabajadores, se prolonga así, y se encuentra contenida en la política de la Organización Latinoamericana de Solidaridad, la que refleja la nueva dimensión continental y armada que ha adquirido el proceso revolucionario latinoamericano.

El Frente de Acción Popular, ha constituido desde los últimos 10 años la expresión política de la clase obrera sobre la base del entendimiento de los partidos Socialista y Comunista de Chile.

En las actuales condiciones chilenas y latinoamericanas, el FRAP debe adecuarse en sus objetivos y organización a la línea general de la política de OLAS, y debe estar destinado a convertirse en el Frente Político que una a todas las fuerzas antiimperialistas revolucionarias que luchen consecuentemente por la revolución socialista.

5.- La situación de Chile se caracteriza porque el equilibrio inestable de muchos años la “coexistencia pacífica” entre las clases están llegando a su término en coincidencia con el agudizamiento de la lucha contra el imperialismo en escala continental.

El fracaso de la política del gobierno de Frei, que ha precipitado este proceso, se expresa, entre otras cosas, por el estancamiento de la economía por una inflación que se acelera, por la cesantía creciente y, últimamente, por el propósito de imponer por la fuerza una medida tan impopular como el reajuste inferior al alza del costo de la vida en el próximo año.

El conjunto de las clases trabajadoras ha comenzado a reaccionar vigorosamente, con una unidad más amplia contra la política de despojo de la burguesía y el gobierno, y ante estas circunstancias, este último, previendo que la protesta nacional adquiera mayores dimensiones, ha montado y sigue desarrollando un aparato policial militar, destinado a la represión en gran escala ¡Hay una gran crisis nacional en marcha!

Paralelamente a la izquierdización de sectores cada vez más amplios de la población en el seno de los partidos burgueses, radical y democratacristiano, surgen directivas “izquierdistas”, que reflejan la inquietud en sus sectores de clase media. Por otra parte, pese a su servilismo, se ha endurecido la conducta del imperialismo frente al gobierno de Frei, porque este no ha aplastado, hasta ahora, al movimiento organizado.

Además, de hecho, el gobierno democratacristiano ha perdido el apoyo del sector empresarial que le ayudó a llegar al poder. La gran burguesía, representada por el Partido Nacional, las centrales patronales, etc., ha recuperado su solidez y optimismo ante la posibilidad de convertirse en la alternativa yanqui para detener la indulgencia revolucionaria de las masas explotadas de nuestro país.

A todo lo anterior se suma un descontento general con evidente pérdida del apoyo popular de que el gobierno democratacristiano gozó al comienzo de su mandato. Hay desplazamiento hacia la izquierda que cada día abarca sectores más extensos de la población, traducido en un descontento general, lo que nos permite concluir que se están creando las bases reales para un cambio decisivo de las estructuras del poder.

Se está creando un vacío político, que el imperialismo yanqui está dispuesto a no permitir que sea ocupado por las clases explotadas.

En resumen, se están desgastando con extraordinaria rapidez las bases del régimen democrático burgués, hasta ahora relativamente estables en nuestro país.

La evidencia dramática de lo que hemos concluido, está dada por el carácter adquirido por el último paro nacional organizado por la CUT. En este conflicto se desplegó el espíritu y voluntad de combate de los trabajadores a lo largo del país, superando los límites de una batalla con sentido estrictamente economista, en que se había planteado las contiendas anteriores, y respondiendo con el coraje y valentía a la represión brutal y sistemática desencadenada por el gobierno.

El partido debe tener plena conciencia de que, en el futuro, las contiendas gremiales se profundizan y paulatinamente serán revestidas de un sentido político más preciso y definido, abriéndose ante las masas la cuestión del poder.

La agudización de la lucha de clases y la tendencia del gobierno a acentuar las medidas represivas y a cerrar progresivamente el campo de la legalidad, obligan al PS a modificar substancialmente sus prácticas organizativas.

Es imperativo de nuestro Partido convertirse realmente en una amplia estructura de núcleos profundamente enraizados en la clase, rodeados de una gama de organizaciones periféricas y preparados para afrontar las contingencias de la ilegalidad. El centralismo democrático y la disciplina consecuente serán convertidos en condiciones fundamentales para el funcionamiento del Partido en el nuevo contexto político.

El XXII Congreso General Ordinario escuchó un extenso informe sobre la situación internacional, elaborado por una Comisión compuesta por los dirigentes Clodomiro Almeyda, Agustín Alvarez V., Julio Benítez, Carlos Morales y Edmundo Serani. El documento parte del reconocimiento de que la posición internacional del socialismo es el aspecto básico de su línea política. Los intentos de elaborar una línea política sobre supuestos fundamentalmente nacionales y de construir el Socialismo en un solo país, genera deformaciones en esa línea o en esa construcción, contrarias al Socialismo posee un carácter internacional insoslayable, y el Socialismo podrá realizarse como sistema de convivencia humana, en forma integral, únicamente si se universaliza. Por otra parte, deja claramente establecido que se ha cerrado la época de las revoluciones a medias. La revolución sólo lo hacen las masas obreras y campesinas, con la participación de las clases medias pobres y los intelectuales de avanzada, cumpliendo en un mismo proceso las tareas democrático-burguesas y las socialistas, con la clase obrera como eje del proceso, proyectada como parte de la revolución mundial.

El PS solidarizó con todos los procesos de construcción socialista iniciados en la URSS y Europa Oriental, en Asia y en Cuba, cuya revolución ha dado una dimensión diferente a la lucha de clases en nuestro continente y ha demostrado la vialidad de la violencia revolucionaria para alcanzar el poder, legando una táctica específica: la guerrilla, y ha dejado en descubierto la impotencia de la burguesía como fuerza progresiva y su real papel contrarrevolucionario.

Junto con aprobar esa valiosa tesis, el Congreso emitió una serie de votos de solidaridad con los diversos pueblos, movimientos líderes en abierta y valerosa lucha contra el imperialismo, en defensa de los intereses de las clases trabajadoras y del Socialismo. Al mismo tiempo, el PS rechaza la aplicación de la política de coexistencia pacífica en América Latina, entendida por la diplomacia soviética y por algunos partidos comunistas, como conciliación entre las clases y como apaciguamiento en la lucha de los pueblos del continente contra las oligarquías dominantes y el imperialismo norteamericano.

Reproducimos un capítulo de especial trascendencia de la tesis internacional del XXII Congreso General Ordinario, sobre la proyección mundial y continental del Socialismo chileno:

Al establecer su política nacional el Partido Socialista debe partir de una realidad objetiva, hoy más vigente que nunca: la revolución chilena se entrona indisolublemente con el proceso continental y mundial, de la lucha de clases, como lo demuestran los siguientes factores externos que gravitan sobre nuestro curso local.

1.- Chile es uno de los países del mundo colonial. Su economía capitalista está, en lo esencial, organizada en función del mercado mundial. Las tendencias económicas internacionales afectan directamente a nuestro desenvolvimiento. Hay que tenerlas siempre en cuenta, para definir una política nacional. Por otra parte, no olvidemos que nuestro retraso económico y cultural se debe a nuestra condición dependiente, es decir, a nuestra ligazón a fuerzas económicas extrañas.

2.- El imperialismo opera con una estrategia global. En su desesperada tarea de hacer frente a la revolución , unifica a las burguesías nacionales y les dan un comando centralizado. La respuesta lógica de los revolucionarios debe ser su unidad internacional . En América Latina , a la OEA debemos oponerle la OLAS ; al Pentágono y al Departamento de Estado , oponerle una dirección revolucionaria continental. La revolución Chilena está indisolublemente ligada a la revolución latinoamericana y esta, a la mundial . La cabal y definitiva realización de sus tareas se logrará sólo en la medida en que se vaya derrotando internacionalmente al imperialismo y a sus aliados, y se vaya estableciendo la planificación socialista a niveles supranacionales .

3.- Consecuente con su definición marxista- leninista, nuestro Partido sustenta el principio del internacionalismo proletario , que debe expresarse en la solidaridad de la lucha mundial por derrotar al imperialismo en todos los frentes y en la construcción de un mundo socialista integrado internacionalmente

Creemos que todos estos hechos no obligan a examinar con la mayor seriedad y atención los procesos externos, para utilizarlos en el esclarecimiento y determinación de nuestra estrategia y técnicas locales.

Por otra parte, nuestra participación en la OSPAAAL e integración a OLAS nos pone ante dos paralelas: ante la conflictiva situación internacional; otra práctica, la construcción de una directiva continental y mundial para el movimiento revolucionario.

La organización de Solidaridad con los pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL) y la Organización Latino-Americana de Solidaridad (OLAS) son un paso hacia la formación de una nueva directiva internacional de la revolución.

El partido Socialista participó de las OSPAAAL y forma parte incluso del Secretario Ejecutivo. Igualmente contribuyó decisivamente a la creación de OLAS.

Consecuentemente debe participar en forma activa en el funcionamiento de esta última, tanto a escala continental como nacional. Para el PS la OLAS es más que una mera institución de solidaridad. Debe convertirse en una dirección de la Revolución Latinoamericana y dar un paso indispensable en el proceso de unidad mundial de los pueblos, meta a la cual nuestro Partido tiene la obligación de contribuir. Y cuyo primer intento lo constituye la creación de OPAAAL en el plano mundial.


Concretamente el Partido Socialista resuelve:

1º Reconocimiento absoluto de OSPAAAL y continuar participando en ella:

2º Hacer suyo los acuerdos de la Primera Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS):

3º Tomar las medidas para que incorporen a su Comité Nacional todas las fuerza revolucionarias y antimperialistas que declararon aceptar los acuerdos y cumplir los requisitos establecidos en la Primera Conferencia de OLAS; y

4º Estudiar de inmediato las formas de poner en práctica las acciones efectivas de solidaridad para con los pueblos que han tomado la vanguardia de la lucha de liberación continental.

En consecuencia, para que OLAS se convierta en el Estado Mayor de las fuerzas revolucionarias del continente debe abrir un amplio debate entre los revolucionarios de América Latina que le permita intervenir con una visión propia de la urgente tarea de clarificación de los problemas de la lucha de clases y a escala mundial. En esta forma OLAS podrá homogenizarse y fortalecerse interiormente y aportar positivamente a la tarea de construir un comando internacional unificado de los pueblos contra el imperialismo. En cuanto a nuestro Partido debe dar el ejemplo a través de su propia discusión y clarificación interna, proyectándola después a las otras organizaciones revolucionarias del país. Para mejor hacer posible esta discusión entregamos las siguientes ideas básicas:

Continua en el siguiente mensaje
 
Continuo

La Gran Tarea: posibilitar la existencia de la dirección unificada de la revolución socialista mundial.

Señalamos a continuación una serie de consideraciones que orientan nuestra toma de posición en el cuadro continental y mundial:

a) El partido Socialista se reconoce parte de las fuerzas que luchan por el socialismo en mundo entero.

b) El proceso mundial de la revolución socialista no puede quedar librado a la espontaneidad. Debe ser dirigido en términos globales, teniendo en cuenta que el propio imperialismo centraliza la conducción de las fuerzas contrarrevolucionarias.

c) El Partido Socialista aspira a una progresiva conformación de una dirección internacional de los socialistas revolucionarios. Es cierto que tal tarea es difícil especialmente debido a la presión de las profundas divergencias que afectan al movimiento revolucionario mundial. Pero es de urgencia comprenderla.

ch) Sostenemos que ningún partido, ni Estado, tiene derecho a monopolizar la dirección de los pueblos revolucionarios con un ejercicio burocrático que sacrifique el curso de la Revolución Mundial a los intereses y necesidades de la tendencia o del Estado; mucho menos en el actual período de discusión y enfrentamiento tendencial.

d) Valorizamos la superior experiencia alcanzada por otros partidos o movimientos. Queremos utilizarla positivamente , pero sin abdicar en nuestra responsabilidad de encontrar los cambios concretos que ha de seguir la revolución chilena y aportando nuestros propios puntos de vista frente a los problemas generales de la lucha de clases.

e) Reconocemos que el conocimiento y dominio de las tendencias objetivas que presiden el acontecer histórico se logra mejor desde una perspectiva supranacional.

Por lo tanto, una futura dirección internacional está en las mejores condiciones para diseñar una estrategia colectiva de los pueblos. Pero la aplicación específica a los peculiares condiciones locales es tarea que reivindicamos para cada partido o movimiento nacional.

En cuanto a las proposiciones de la Brigada de Escritores y Artistas Socialistas aprobadas por la Comisión de Frente de Masa y, luego, por el Plenario, fueron las siguientes:

1º. El Congreso del Partido Socialista estima de máxima importancia la acción de los intelectuales chilenos en la revolución socialista.

2º. Hace suyo el ideal del “hombre nuevo latinoamericano” expresado por el gran humanista comandante Ernesto “Che” Guevara, y enriquecido por la experiencias nacionales.

3º. Acuerda vigorizar, y centralizar la acción intelectual revolucionaria a través de su brigada de Escritores y Artistas Socialistas, y a través de la investigación de los intelectuales en todas las fuerzas revolucionarias, en la OLAS, sin sectarismo de ninguna especie.

4º. Acuerda integrar la Brigada de Escritores y Artistas Socialistas, a todos los niveles de sus organizaciones partidaria y hacer un llamado a los intelectuales de izquierda y a la juventud a engrosar sus filas.

5º. Acuerda denunciar y luchar contra la acción destructora de nuestra cultura, que realiza el imperialismo norteamericano en estrecha unión con los monopolios culturales nacionales, a través de los medios de difusión.

6º. Acuerda la creación de la Comisión Nacional de Arte y cultura, organismo de dirección central del Partido, el que estará ligado al trabajo permanente de la Brigada de Escritores y Artistas Socialistas. En ese sentido la dirección del Partido entregará los medios económicos adecuados a las necesidades del trabajo.

7º. Acuerda hacer un llamado a los intelectuales marxistas a integrarse a las frentes culturales de masas, tanto en el nivel nacional como en el internacional.

8º. Acuerda proponer al nuevo Comité Central la creación de órganos de expresión de carácter político y cultural, que estén acordes con las necesidades históricas de la hora, como serían la publicación de un diario o periódico, o contratación de espacios radiales, y edición de una revista de cultura que pueda recoger y transmitir la acción revolucionaria de los trabajadores intelectuales marxistas.

Por la Brigada de Escritores y Artistas Socialistas: Mahfud Massis, Presidente; Mario Ferrero, Vice-Presidente; Alfonso Jorquera, Secretario General; Walter Garib, secretario de finanzas; Alejandro Chelén Rojas, Eduardo Taibo, Horacio Fernández, Eduardo Molina Ventura y Mario Rojas Lobos, directores.

1

En resumen; No se Allende, pero su equipo estava integrado por varios de estas vestias infames.
 
zaguandepatos dijo:
ni ahi con hacerte la tarea loco

zaguandepatos agrego info 0 minutos y 39 segundos despues...

busca en wikipedia y presentala a tu profe

Estimado Zaguandepatos... para tu informacion, tengo 29 años, hace rato que sali del colegio, y afortunadamente con un buen promedio que me permitio estudiar y, en estos momentos tener un trabajo estable con el cual me gano la vida.

Por lo que tu comentario, absolutamente descontextualizado e innecesario, puedes guardartelo, o bien emitirlo en un contexto en el cual tu cyberchoreza sea bien recibida.

Y, por otro lado, que lastima que no hayas comprendido el tema... la idea es que entre todos los que le interese podamos crear un desarrollo basado en hechos del periodo citado, porque todos tienen fuentes distintas, y nadie la verdad absoluta. Mi idea no es que me hagan una tarea (dado que no lo necesito), y claramente tampoco es que me cuenten como fue el 11 (porque pa eso tengo google) sino ver si entre todos podemos sumar todas las fuentes, y de esa manera aportar al foro una mirada en 360º del periodo 1970 - 1990 (porque para mi al menos pa eso participa uno en una comunidad - para aportar, y no pa andar haciendo cyberchorezas)

En todo caso... que lastima que no te interese la historia de tu pais... dicen que los pueblos que no aprenden de sus errores, estan condenados a repetirlos...

Perdon por el off topic... pero estos personajes que con su ironia barata de choro de PC chacrean los temas me molestan bastante.

PD: Muchas gracias a los que aportan... y repito el llamado, en la medida de lo posible, a evitar descalificaciones... Terminos como bestias infames, o dictador asesino, o comunista muerto de hambre, pueden desvirtuar el fin original.
 
Muy buena iniciativa, pero los datos aqui presentados nunca entraran en la profundidad que puede requerirse para formar una opinion justificada acerca de lo sucedido antes y durante la dictadura.
 
Wikipedia, es la fuente mas confiable en este caso, no sesgada por las influencias politicas, copy paste de la dictadura de pinochet:


El Régimen Militar es el período de la historia de Chile comprendido desde de 11 de septiembre de 1973, cuando los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el general director de Carabineros dieron un golpe de Estado y derrocaron al gobierno del Presidente Salvador Allende, hasta el 11 de marzo de 1990, cuando Augusto Pinochet entregó el poder al presidente elegido en las elecciones efectuadas en el mes de diciembre de 1989, como consecuencia del resultado del plebiscito realizado en 1988.

Durante este período, Chile sufrió una importante transformación económica, política y social, a la vez que se cometieron sistemáticas violaciones a los derechos humanos. Políticamente, el régimen se caracterizó por un modelo autoritario de gobierno,[4] pero partidarios y detractores se refieren a él con diversos nombres: Gobierno militar y Dictadura militar, respectivamente.

El golpe de estado

El 11 de septiembre de 1973, un golpe de Estado al mando de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, terminó con el mandato de Salvador Allende. Tropas del ejército y aviones de la Fuerza Aérea atacaron el Palacio de La Moneda (la sede de gobierno), donde Allende se suicidó antes de ser capturado.

La Junta Militar de Gobierno

La Junta Militar debía gobernar como cuerpo colegiado de acuerdo a lo acordado por los generales golpistas. La presidencia le correspondió al general Augusto Pinochet, por ser comandante en jefe de la rama más antigua de las Fuerzas Armadas. Según la idea original, la presidencia de la Junta seria rotativa, pero esto nunca se cumpliría.[5]

Como era necesario que existiese alguien que hiciera las veces de cabeza de Gobierno visible, se estableció por el decreto ley N° 527 de 1974, que el presidente de la Junta ejercería el poder ejecutivo, con el título de Jefe Supremo de la nación, a pesar que éste no tenía relación con los poderes que obstentaba. Un nuevo decreto ley le confirió más tarde, en diciembre de ese mismo año, el título de presidente de la República.

El poder que adquirió Pinochet con este nombramiento fue enorme, teniendo la facultad de nombrar y remover a su arbitrio, ministros, intendentes y alcaldes. Además mantenía su puesto en la Junta, con el derecho a voto que tenían todos sus integrantes. Pudo hacer que la Junta aprobase la gran mayoría de sus proposiciones, ya que tenía seguro el voto del director general de Carabineros, general César Mendoza Durán, y la antigua amistad con el comandante en jefe de la Armada, almirante José Toribio Merino, le facilitaba su acuerdo.[6] Sería el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general Gustavo Leigh, con el que Pinochet tendría los mayores roces, desencadenándose una rivalidad que sólo se resolvería en 1978.

DINA


A inicios de 1974 fue creada oficialmente la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) por el decreto ley N° 521 (aunque funcionaba de facto desde fines de 1973). Esta Dirección quedó a cargo del teniente coronel de ingenieros Manuel Contreras.[7] La DINA tenía facultades para detener y confinar personas en sus centros operativos durante los estados de excepción. Como estos estados duraron casi toda la dictadura, la DINA tuvo estas facultades durante toda su existencia.

Esta organización tuvo la tarea de enfrentarse a un enemigo que, de acuerdo a la visión política de la Junta Militar, era la sedición marxista. Entrenados en la Escuela de las Américas, los agentes de la DINA iniciaron una campaña de represión, focalizado principalmente en el GAP (Grupo de Amigos Personales de Allende, su guardia personal) con sesenta muertos, el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionario) con 400, el Partido Socialista de Chile con 400 y el Partido Comunista con 350.

La DINA empleó el secuestro, la tortura y el asesinato. Tenía también agentes internacionales, siendo el más destacado el estadounidense Michael Townley, quien asesinó a Carlos Prats en Buenos Aires y a Orlando Letelier en Washington, DC. Su otro dispositivo internacional era la Operación Cóndor, de cooperación entre los diversos organismos de inteligencia de las dictaduras latinoamericanas de contrainsurgencia, con el objetivo de contener cualquier elemento de izquierda. Sólo se detendría su funcionamiento al ser reemplazada por la CNI (Central Nacional de Informaciones), y Contreras por Odlanier Mena. Contreras después afirmaría que todo lo que realizó fue por órdenes superiores, y que el jefe de la DINA era el general Pinochet.

La política económica

La situación económica heredada por el régimen militar era desastrosa, con una inflación en 1973 de 342% (extraoficialmente de 600%) y el PGB a la baja. Para enfrentarlo, se confió el manejo económico a unos jóvenes egresados de economía en la Universidad Católica de Chile, con postgrado la mayoría de ellos en la Universidad de Chicago, por lo que se les llamaría Chicago Boys. Los Chicago Boys venían de Estados Unidos con las ideas liberales desarrolladas por profesores como Milton Friedman y Friedrich Von Hayek, importantes teóricos del liberalismo moderno. Estas ideas consistían, grosso modo, en una economía libre, abierta al mundo, con un Estado pequeño y subsidiario, de riguroso equilibrio fiscal, y el funcionamiento libre del mercado.

Su primera intervención en el Gobierno fue en ODEPLAN, (Oficina de Planificación Nacional), en donde plasmaron las ideas económicas de El Ladrillo, documento solicitado por el almirante Merino con anterioridad al golpe de estado y que fue la aplicación de aquellas ideas a la realidad de Chile. La Armada, encargada del área económica, se guió por dicho texto, contando con la asesoría de los Chicago Boys. Los métodos económicos tradicionales que intentó el régimen no prosperaron, la inflación continuaba por el 300%, el gasto publico seguía alto y el cobre se desplomaba a la baja. Los Chicago ingresaron al régimen en 1975, con Jorge Cauas en el Ministerio de Hacienda, Sergio de Castro (líder de los Chicago) en el Ministerio de Economía y Pablo Barahona en el Banco Central. Para convencer a Pinochet de sus ideas (el Ejército mantenía el apego al estatismo tradicional de Chile) trajeron a su mismísimo maestro, Milton Friedman, quien le dio dos soluciones a la crisis que pasaba el país. La primera era por medio de una recuperación lenta del «paciente» (Chile), pero advertía Friedman que este de tanto esperar podría morir. La segunda era darle al «paciente» un tratamiento de shock, para revitalizarlo, pero con efectos colaterales muy graves.

El tratamiento de shock consistía en reducir el gasto público en un 20%; despedir al 30% de los empleados públicos; aumentar el IVA (impuesto a la transferencia comercial de bienes muebles); liquidar el sistema de ahorro y préstamos de vivienda. Mucha disputa se suscitó sobre esto entre los Chicago Boys y los economistas más clásicos, pero finalmente Pinochet se inclinó por la opinión de los neoliberales y se aplicó el shock.

Los efectos iniciales fueron terribles. Cayó el PGB en un 12%, se empinó la cesantía al 16% y el valor de las exportaciones se redujo en 40%. Pero se empezó a afianzar el sistema a partir de 1977, iniciándose lo que se ha llamado dentro de Chile como el «boom», con cifras positivas en todos los ámbitos, a excepción de la cesantía, siempre alta (cercana o superior al 20%). El «boom» duraría hasta la crisis de 1982. Posterior a esta, el país comenzó a exhibir números macroeconómicos que dieron una base de estabilidad institucional para la llegada de la democracia a inicios de los años 1990.

1978

En 1978, la dictadura militar enfrentó uno de sus momentos más complejos. El régimen recibió la condena mundial por el asesinato de Orlando Letelier en Washington DC, la polémica con el general Leigh y su expulsión, y el clímax del Conflicto del Beagle con Argentina que casi desemboca en un enfrentamiento bélico.

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Letelier

Las primeras malas noticias para el régimen venían desde Estados Unidos. El atentado explosivo contra Orlando Letelier era más de lo que ese país podía aguantar. Las investigaciones correspondientes les revelaron que durante el atentado a Letelier habían pasado por el país dos agentes de la dictadura: Juan Williams y Alejandro Romeral, identidades que eran falsas, y que el fiscal identificaría gracias a información proveniente de Paraguay (lugar donde se realizó la falsificación de los pasaportes) como el estadounidense Michael Townley y el capitán del Ejército Armando Fernández, ambos agentes de la DINA. Fernández fue el que investigaba las acciones diarias de Letelier, preparando la información para que Townley, junto a exiliados cubanos, prepararan la bomba que terminaría con la vida del ministro de Allende.

El gobierno de los Estados Unidos, enfurecido por la situación, exigió la entrega inmediata de Townley, por su condición de estadounidense, a lo que Chile respondió rápidamente, por el temor al corte de relaciones diplomáticas. Se exigió además la extradición de Contreras y la de Fernández, pero la Corte Suprema denegó la extradición, ya que, se argumentaba, la única prueba que poseían en su contra eran las declaraciones de Townley. Otros sectores afirmaron que esta defensa era errónea, argumentando que también se tenían los pasaportes falsos y el testimonio de los cubanos exiliados. El caso Letelier no fue perdonado por la amnistía de 1979. Estados Unidos reaccionó con el Filipinazo.

Leigh

Uno de los más graves problemas del caso Letelier fue la ruptura definitiva entre Leigh y Pinochet, aunque era un enfrentamiento que venía gestándose desde el principio del régimen. Leigh tenía ideas políticas muy diferentes a las del presidente de la Junta, empezando por la molestia que sentía el aviador hacia el dictador por el protagonismo de este último, siendo que Leigh se consideraba el planificador del golpe, en lo económico aspiraba a un estilo más clásico, diferente al del planeado por los Chicago Boys, y en lo político deseaba colocar plazos para el retorno de la democracia.

Sus declaraciones al diario italiano Corriere della Sera gatillaron la crisis. Allí dirigió duros ataques a Pinochet y su política, hablando de que el régimen militar había devenido en una «dictadura personalista» y de que «consideraría muy seriamente» su posición en la Junta, si el régimen hubiera tenido algo que ver con el caso Letelier. Pinochet, Merino y Mendoza le pidieron una retractación por estas palabras, que habían dado la vuelta al mundo, pero Leigh se negó pese a los consejos de Merino y de los ministros civiles.[14]

Los otros miembros de la Junta le dieron la opción de renunciar o lo destituirían. Él no lo aceptó, ya que el estatuto de la Junta especificaba que un miembro solo podía ser destituido por imposibilidad física o psíquica, y además tenía el apoyo de casi toda la cúpula de la Fuerza Aérea.

Finalmente los restantes miembros, invocando las atribuciones contenidas en el estatuto de la Junta, lo destituyeron mediante el decreto Nº 624 de 24 de julio de 1978, que expresaba que: «el general Leigh se encontraba absolutamente inhabilitado para continuar ejerciendo sus funciones» (al remitirse dicha decisión a la Contraloría, ésta lo consideró jurdídicamente como un decreto ley); mientras el ejército cercaba todas las bases de la Fuerza Aérea. Diecisiete generales lo apoyaron y renunciaron junto a él, pero eso no impidió nada. Fernando Matthei, el elegido por la Junta, tomó inmediatamente la posesión de sus dos nuevos cargos.


Argentina

Desde la firma del Tratado de límites entre Chile y Argentina de 1881 hasta 1888 se consideró a ambos lados de la frontera que las islas al extremo sur de América eran chilenas. Solo a partir de 1898 con la aparición del primer mapa oficial argentino con un límite divergente de los anteriores, comenzaron las reclamaciones argentinas sobre las islas. Su intención era potenciar la base naval de Ushuaia, al interior del Canal Beagle. Argentina sostenía que el Beagle no pasaba por el norte de las islas, sino que bifurcándose, pasaba por el norte y el oeste de ellas. Además planteaba el principio bioceánico, según el cual Chile no podía tener salida al Océano Atlántico ni Argentina al Océano Pacífico.

En 1971 ambos países acordaron someter el litigio a la sentencia vinculante de un tribunal internacional cuyos miembros fueron elegidos en común por ambos gobiernos. A la reina Isabel de Inglaterra le correspondía solo el rol formal de dar a conocer la sentencia. En 1977 se dio aconocer la sentencia favorable a la tesis chilena, pero que también permitía la navegación argentina en el canal.

Mas la Dictadura Militar argentina del general Jorge Rafael Videla, proclamó «insanablemente nulo el fallo» y planificó una Guerra de agresión contra Chile.

El 22 de diciembre de 1978 Argentina puso en marcha la Operación Soberanía para ocupar las islas militarmente e invadir Chile continental. Horas depués la junta militar argentina abortó la operación y aceptó la mediación papal ofrecida por el Papa Juan Pablo II.

La crisis ha sido el mayor peligro de guerra que tuvo Chile en el siglo XX, pero dado que los medios estaban bajo control del gobierno, con censura o autocensura, y el gobierno quiso mantener a la opinión pública alejada de la discusión, no se vivió un clima de guerra, en todo caso no como en Argentina donde se vivía la fiesta del mundial de fútbol ganado por la selección argentina y se preparaba a la juventud para el mundial del Beagle.[16]

En Chile, la incipiente oposición liderada por Eduardo Frei Montalva, dio un respaldo al gobierno en una entrevista para el diario "La Tercera" donde critica la actitud argentina: "Estas son materias de Estado que estan por sobre la temporabilidad de los Gobiernos, nos oponemos al gobierno militar por sus practicas antidemocráticas, el corte de las libertades, pero es claro que aqui se esta alimentando, no por Chile, un conflicto de dramáticas consecuencias".

La posibilidad cierta de una guerra hizo aumentar en forma dramática el gasto militar: desde el año 76 al 80 el gato militar como porcentaje del PBN aumentó (1976)3,5%, (1977)3,5%, (1978)4,1%, (1979)4,6%, (1980)5,2% (en comparación el mismo gasto del Brasil bajó desde 1,2% al 0,5%)[17] en desmedro de las otras tareas del estado.

Como consecuencia de la tensa situación Chile dio durante la Guerra de las Malvinas al Reino Unido informaciones sobre tráfico aéreo en el sur argentino.

La solución al Conflicto del Beagle solo se logró tras el debacle argentino en la guerra y el retorno a la democracia en Argentina. La transacción quedó plasmada en el Tratado de paz y amistad entre Chile y Argentina de 1984.

La nueva Constitución

A inicios de la Dictadura Militar, el general Leigh planteó el problema de darle al país una nueva carta fundamental, en reemplazo de la Constitución de 1925 que condujo (según Leigh) al quiebre institucional. Le dio el trabajo de elaborar un anteproyecto de Constitución a la Comisión Ortúzar, presidida por el jurista Enrique Ortúzar, y entre los elementos claves se encontraría el líder gremialista Jaime Guzmán. En 1978 Pinochet ordenó que se entregara el anteproyecto al Concejo de Estado, quien redactaría la nueva Constitución.

El concejo estaría integrado por representantes de los diversos sectores del país (excluyendo a la izquierda) y los ex presidentes que todavía vivieran (Gabriel González Videla, Eduardo Frei Montalva y Jorge Alessandri, mas Frei rechazaría la invitación). El concejo fue presidido por Alessandri, creyendo este que podría plasmar sus ideas en la nueva Constitución (el prefería una reforma a la de 1925 para sustentar más la legalidad), ya que sus ideas de una rápida transición a la democracia serían desestimadas y cambiadas por los miembros de la Junta. A pesar de eso sería, junto al gremialista Jaime Guzmán, el cerebro del concejo, plasmando gran cantidad de ideas que tenía planeada desde su intento fallido de reforma durante su Gobierno. Como insistiese ante la Junta por su propuesta de transición (que duraba seis años, en vez de los dieciséis que planteaba Pinochet), renunció a su puesto en el concejo.[18]

Para legitimar la Constitución, Pinochet llamó a un plebiscito a realizarse el 11 de septiembre de 1980. No hubo oposición a la propuesta más que un único acto permitido en el teatro Caupolicán, encabezado por Frei Montalva para votar negativo. No hubo registros electorales ni tribunales electorales, marco en el que se observaron numerosas irregularidades. El plebiscito tuvo un resultado oficial de un 67% de aprobación, resultado sumamente cuestionado en virtud de las condiciones mencionadas.[19]

La Constitución de 1980 planteaba la disminución de las facultades del Congreso; la creación del Tribunal Constitucional; se consideraba al Estado subsidiario en lo económico, social y cultural; se creó el Concejo de Seguridad Nacional, presidido por el presidente de la República; se sustituyó el sistema proporcional electoral por uno binominal; se estableció el sistema de segunda vuelta electoral cuando no se ha logrado mayoría absoluta en las elecciones presidenciales; se fijó el período presidencial en 8 años (después se cambiarían a seis y luego a cuatro); y se estableció un plazo de transición a la democracia: durante ocho años Pinochet gobernaría como presidente, y cuando terminase ese periodo la Junta pondría un candidato (que sería Pinochet posteriormente) para que lo apruebe en un nuevo mandato de 8 años o lo rechace.

Luego, en el año 2005, bajo la administración del presidente Ricardo Lagos se aprobó una serie de reformas a la constitución de 1980, algunas tuvieron por finalidad democratizar la carta magna, otras afectaron a las atribuciones de los funcionarios publicos y el plazo durante el cual ejercen sus cargos, por ejemplo se redujo el periodo presidencial de seis a cuatro años, excluyéndose como ha sido la tónica, la posibilidad de ir por un segundo término consecutivo.
 
Comienzo de una nueva década

Al poco tiempo del triunfo del plebiscito de 1980 el régimen de Pinochet se vería afectado por el caso Letelier. Se había programado un viaje a las Filipinas, donde estaba al mando el dictador Ferdinand Marcos y su esposa Imelda Marcos. Cuando el avión estaba en medio del Pacífico, Marcos canceló abruptamente la visita, diciendo que no tenía suficientes fuerzas de seguridad. Pinochet tendría un traspié internacional, ya que tuvieron que aterrizar en las islas Fiji, que tenía un gobierno socialista. Imelda Marcos después diría que fue la presión de Jimmy Carter la causa de cancelar el viaje. Debido a esto, Pinochet sacó del cargo al Canciller Cubillos, quien tuvo una gran importancia en la crisis con Argentina, y que logró sacar a Chile del ostracismo internacional en el tema económico.[20] También se tendría que retirar del ministerio José Piñera, quien después de despachar la ley minera que introducía ciertas modernizaciones, renunció a su cargo por el temor a que lo despidieran una vez cumplida su labor.

Pinochet los reemplazó a ambos con militares, quedando como único civil “fuerte” en el gobierno (descontando los Chicago Boys), al ministro del interior, Sergio Fernández, que se había convertido en imprescindible, pero que no tenía ninguna ambición política real (lo que lo diferenciaba de Cubillos y Piñera).

Se realiza un nuevo cambio, ya que Pinochet se traslada desde el edificio Diego Portales al Palacio de La Moneda, que fue destruido durante el bombardeo aéreo del golpe de Estado, perdiéndose gran cantidad de obras de arte y documentos históricos. Pero algo nuevo se encontró en los sótanos, y eran los planos originales de la casa de gobierno, que realizó el arquitecto Joaquín Toesca en el siglo XVIII, remodelándose el palacio en base al original.[21]

Pinochet empezaba así la nueva década, afianzando su posición y opacando a los que posiblemente le pudiesen hacer sombra en el futuro. Pero este poder tambaleó nuevamente con la crisis de 1982.

La crisis de 1982

La revolución iraní del Ayatolá causó estragos en el precio internacional del petróleo, lo que provocó que los países redujeran su actividad económica produciéndose una recesión. Se elevaron las tasas de interés, y se produjo la insolvencia de varias instituciones, lo que provocó la baja en los precios de las materias primas, especialmente del cobre a principal exportación chilena).

Con la economía abierta que planteaban los Chicago Boys, los vaivenes de la economía mundial golpearon duramente a Chile. La crisis empezó a manifestarse con la quiebra de grandes empresas. Entre otras razones, los efectos de la recesión mundial se vieron agravados por un tipo de cambio fijo frente al dólar (1:39), que impedía el desarrollo de las exportaciones y favorecía el endeudamiento.

Los bancos y las empresas se empezaron a endeudar durante “el Boom” (llamado en el extranjero el Milagro de Chile) y ahora no tenían como pagar. Los economistas se dividieron sobre las medidas a tomar, Castro decía que se debía seguir con el cambio fijo, mientras que otros preferían devaluar y además cambiar a un tipo de cambio flexible que lo regulase el mercado.

Pinochet se decidió por la devaluación y Castro fue despedido del Ministerio. Los efectos de la devaluación fueron desastrosos, pues la gente se endeudaba en dólares y por tanto su deuda se multiplicaba. Los bancos también se volvieron insolventes, y el gobierno decidió intervenirlos adquiriendo el Estado las deudas privadas. Paralelamente a esto subían los precios y la cesantía sobrepasaba los veinte puntos porcentuales. Se iniciaron las primeras huelgas y protestas masivas contra el Gobierno Militar. Las primeras fueron pacíficas, pero el gobierno envió al Ejército a realizar las labores represivas tradicionalmente confiadas a Carabineros, lo que resultó en una violencia estatal desproporcionada y el uso de armamento contra la población desarmada. Así, las protestas se volvieron cada vez más violentas.

En el año 1982 el PGB bajó un 14% y la inflación se mantenía en un 21%, la cesantía en un 26% y las reservas internacionales disminuyeron en 1.200 millones de dólares.

Las secuelas de la crisis
Testimonio de Carmen Gloria Quintana contra el régimen militar, quemada el 2 de julio de 1986 durante la primera Jornada Nacional de Protesta. Colección del Archivo Nacional de Chile.
Testimonio de Carmen Gloria Quintana contra el régimen militar, quemada el 2 de julio de 1986 durante la primera Jornada Nacional de Protesta. Colección del Archivo Nacional de Chile.

Aparece un nuevo problema, las organizaciones subversivas. El golpe militar eliminó a todos los grupos de izquierda que pudiesen crear oposición violenta de verdad. Pero durante los inicios de los años 1980 la oposición cambió de actitud, el Partido Comunista, que se había mantenido respetuoso de las reglas democráticas desde finales de los años 1930, decidió promover la rebelión armada contra el régimen.

Empezó así la llamada “Operación retorno”, que implicaba traer clandestinamente a los exiliados, que se unirían a los grupos subversivos MIR, y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (nuevo ala armada del Partido Comunista).

Sus blancos serían uniformados y miembros del régimen militar. Algunos sectores militares reclamaron el regreso de la mano dura y falta de escrúpulos de Contreras, acusando a Mena de permisividad frente a los actos subversivos y de inutilidad para enfrentarlos. Se le reemplazó por Humberto Gordon, el que seguiría con los asesinatos, torturas, extorsiones y demás crímenes que cometió la DINA, pero que a diferencia de los miembros de la organización anterior, no gozarían de ninguna amnistía, y sus delitos serían en el futuro castigados.

Su principal objetivo fue eliminar al MIR, misión que se cumplió a cabalidad. Con la mayoría de sus muertos en simulacros de batalla, el Movimiento de Izquierda Revolucionario quedó herido de muerte. Pero su lugar seria tomado por el FPMR.

Pinochet retrocede sobre sus pasos en política económica y llama a Luis Escobar (economista keynesiano) a la cartera de economía y a Sergio Onofre Jarpa al Ministerio del Interior. La misión de Jarpa sería llegar a un acuerdo con la oposición, organizada ahora en dos agrupaciones: Alianza Democrática (democratacristianos y socialistas moderados) y el Movimiento Democrático Popular (comunistas y socialistas). La misión de Jarpa era difícil y pareciese a primera vista que fracaso, pero logró mayor libertad de prensa y permitió el regreso de miles de exiliados, además de lograr apartar a la Alianza Democrática del Movimiento Democrático Popular (que tenía vínculos con el FPMR).

La recuperación


Concluida la etapa más cruda de la crisis, Pinochet en 1985 reemplazó a Jarpa y a Escobar. Entraría a manejar la economía chilena el ingeniero comercial Hernán Büchi el que, con reformas menos ortodoxas que sus predecesores, lograría revitalizar la economía. Esto es nombrado como el «Segundo Milagro Chileno».

Para la nueva reactivación, el nuevo ministro tomó las siguientes medidas:

* Fuerte reducción del gasto en el sector público, con medidas como rebajar el gasto social y las jubilaciones.
* Política de devaluación del peso en función del dólar muy fuerte, que sobrepasasen la inflación. De esta manera, con el dólar alto, se favorecían las exportaciones y se restringían las importaciones.
* Privatizaciones de empresas que seguían siendo estatales: empresas del acero (CAP), eléctricas (ENERSIS, ENDESA), comunicaciones (ENTEL, CTC), azúcar (IANSA), LAN Chile, Laboratorios Chile y otras.
* Privatización del área de la economía, como lo eran los bancos intervenidos por el gobierno durante la crisis.
* El control de las tasas de interés por el Banco Central y ya no por el mercado.
* Descenso controlado de los aranceles.

El resultado de su gestión fue el retorno al liberalismo económico que implantaron los Chicago Boys, pero de una forma mucho más controlada, sin el dogmatismo que le imprimieron sus antecesores, y un crecimiento económico sorprendente que llevaría a Chile a duplicar su PGB en el lapso de diez años.

El año decisivo

Así proclamó el Partido Comunista el «año decisivo» en 1986, que debiera ser el año del fin del gobierno de Augusto Pinochet. Se inició con llamados a paros nacionales a principios de año, pero fueron un total fracaso, debido a que la oposición democrática ya no creía en los métodos del Movimiento Democrático Popular y ante la represión estatal los manifestantes temían participar.

Se empezó a traer armas desde el extranjero, desde una caleta de la III Región de Atacama, Carrizal Bajo. Se trataba de una cantidad considerable de armamento, aunque en ningún caso adecuada para atacar directamente al gobierno. Una voz de alerta se dio al gobierno, y se invade Carrizal Bajo incautando gran cantidad de armas y apresando a unos veinte frentistas. Parte del armamento ya había sido trasladada, ocultándose en terrenos eriazos o pertenecientes a simpatizantes del FPMR, estando todavía ocultos algunos en la actualidad. Con tales armas se realizaría la llamada Operación Siglo XX.

El 25 de octubre era la fecha clave, ese día Pinochet debía pasar la ruta G-25 para dirigirse a su casa precordillerana de Cajón del Maipo. Cerca de la ruta se había instalado una pareja de “recién casados” en una casa arrendada, que en realidad era ocupada por una treintena de frentistas.

A las 18:45 horas pasó el convoy presidencial, con cinco vehículos escolta. A esa hora se desata el fuego, atacando con fusiles y proyectiles al convoy. Tres de los autos quedaron totalmente destruidos, muriendo cinco escoltas e hiriendo a doce. Pero los otros dos autos, Mercedes blindados, dentro de uno de los cuales estaban Pinochet y su nieto, resistieron al fuego a pesar de que un misil impacto frente a una de las ventanas e hizo estallar uno de los vidrios, hiriendo levemente a Pinochet en la mano. Esa seria su única herida, mientras los atacantes escaparían a toda velocidad clandestinamente a Argentina.

Para los atacantes correría la “ley del talión”, por cinco escoltas muertos, cinco opositores debían morir esa misma noche (pero uno de ellos fue salvado por los vecinos, por lo que las víctimas fueron solo cuatro). Pero la escalada de violencia en que la CNI se involucró continuaría al año siguiente con la llamada operación Albania. En esta operación, tras un simulacro de enfrentamiento, se ejecutaría a doce frentistas.

El año anterior a estos hechos ocurrió también un crimen de importancia, ya que se encontró en un sitio abandonado de Quilicura a los restos de cinco profesores comunistas desaparecidos, entre los que cuentan Manuel Guerrero, José Manuel Parada y Santiago Nattino, éstos pertenecían al Colegio Latinoamericano. Todos fueron encontrados muertos y degollados («Caso Degollados»). El hecho había sido cometido por un cuerpo de inteligencia de Carabineros, el DICOMCAR, lo que le cuesta el puesto de la Junta y de Carabineros a César Mendoza, por su responsabilidad institucional en este crimen. Sería reemplazado por el general Rodolfo Stange.

Relaciones internacionales

El Régimen Militar esperó los aplausos del mundo occidental por derrocar a un gobierno marxista, pero fue recibido por estupor y rechazado por la sociedad internacional, con la excepción del secretario de Estado Norteamericano Henry Kissinger, principalmente por la imagen exterior del gobierno de Allende y su elevación al status de mártir.[24]

La violencia mostrada durante el golpe de estado y su mandato fue otro de los elementos que construyeron la imágen del gobierno militar en el exterior.[25] Los partidarios del gobierno derrocado fueron brutalmente perseguidos como «enemigos del Estado». Los exiliados en masa, en diferentes países, colaboraron en denunciar estos hechos y llamar a la "solidaridad internacional con el pueblo de Chile".

Esto implicó un aislamiento político internacional del gobierno muy severo, que impediría a Pinochet viajar oficialmente al extranjero (con la excepción de un secreto viaje a Bolivia en 1988, en donde se reunió con Víctor Paz Estenssoro.[26]

La Junta rompió de forma inmediata las relaciones diplomáticas con Cuba, las que se había establecido durante el gobierno de Allende. Poco después del ascenso de la junta la poder, varios países comunistas, incluidos la Unión Soviética, Corea del Norte, Vietnam del Norte, Alemania Oriental, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria y Yugoslavia, rompieron relaciones diplomáticas con Chile (sin embargo, Rumania y la República Popular China siguieron manteniendo relaciones con Chile).[27] El gobierno militar rompió relaciones con Camboya en enero de 1974[28] y reanudó vínculos con Corea del Sur en octubre de 1973 y con Vietnam del Sur en marzo de 1974.[29]

Con EE. UU. las relaciones se empeoraron gravemente tras el atentado a Orlando Letelier del Solar, aumentando su aislamiento diplomático. Como contraparte, se mantuvieron las relaciones comerciales con EE.UU., en particular tras la consolidación del modelo neoliberal. Los asesinatos de Prats y otros ex-uniformados solo empeoraron la situación.[30]

Chile además estuvo en una situación peligrosa con sus países limítrofes, especialmente con Argentina, país con el cual en 1978 casi se llega a una guerra por las islas del canal de Beagle (Conflicto del Beagle), eventualidad evitada gracias a la intervención papal. En esto, cabe destacar el excelente manejo que la Junta Militar hizo en el tema, utilizando muchos datos de Inteligencia para mantener a raya la situación.

Durante la Guerra de las Malvinas(1982), en que Argentina disputó las islas llamadas Falkland o Malvinas con Inglaterra, Chile se mostró abierto partidario del Reino Unido y en especial del gobierno de Margaret Thatcher y prestó especial apoyo logístico e Inteligencia a unidades británicas.

Durante todo el gobierno militar, el aislamiento internacional se hizo sentir, salvo la visita en 1987 del Papa Juan Pablo II que fue muy bien aprovechada por Pinochet para ablandar su figura frente a la opinión pública internacional.

maipgeut agrego info 11 minutos y 20 segundos despues...

A opinion personal, la dictadura de pinochet no dejo nada bueno, la pobreza en 1973 era el 20% de la poblacion y en 1989 en 45%.
Por ende las politicas economicas mas que favorecer a los que menos tenian hizo todo lo contrario, en el concierto internacional eramos odiados por todos, llegando hasta casi llegar a la guerra con argentina, siendo que los mueros no iban ser los que daban ordenes, sino los soldados de 17 y 18 que estaban cagaos de frio aca en magallanes, al final fue puro gasto, y es sabido hoy en dia que en un supuesto conflicto, los que iban a perder la patagonia era chile,

Por ultimo y demas que me quedan cosas en el tintero, las violaciones de derechos humanos, donde nada justifica la muerte de personas que pensaban distitos, 3000 detenidos desaparecidos, 50 mil torturados, incluidos niños menores 12 años 73(comision valech) y nonatos(qe estaban en el vientre de la madre).

Lo unico bueno que tuvo ese regimen, es que nos sirve de leccion, para que NUNCA MAS SE COMETAN ERRORES Y ATROCIDADES y para lo que paso en la dictadura no suceda mas, lo bueno de conocer la historia, es que se evitar los errores, que por ignorancia y odio aparecieron en esa epoca.
 
El acuerdo de la cámara de diputados del 22 de Agosto de 1973 colocado por corrupcerta resume bastante bien y de manera objetiva (pues fue el propio congreso el que emitió aquel acuerdo) todo lo vivido durante el gobierno de Allende.


maipgeut dijo:
La propuesta del gobierno de Salvador Allende era ser una etapa de transición al socialismo, que consideraba proceder con cautela para no romper con las tradiciones democráticas de nuestro país, como también para no provocar un rechazo en las Fuerzas Armadas.
Para asegurar el respeto a estos valores y para ser ratificado por el Congreso pleno como presidente de Chile, Allende tuvo que firmar un Estatuto de Garantías Constitucionales. A través de este, se comprometía a conservar libertades como las de enseñanza, prensa, asociación y reunión, y a indemnizar las expropiaciones contenidas en el programa de gobierno de la Unidad Popular.
Posteriormente, este estatuto fue aprobado como reforma a la Constitución en 1971.
Plan económico

El gobierno de la UP propuso dividir la economía en tres áreas: social, donde las empresas de interés clave para el país pasaban a ser del Estado; mixta, en la que el Estado sería el principal accionista, y privada, formada por pequeñas empresas con bajos capitales.
Ante el rechazo que el Parlamento puso para el traspaso de grandes empresas al Estado, el gobierno recurrió a un decreto de 1932, que autorizaba la expropiación de cualquiera industria considerada fundamental para la economía. Este recurso, conocido como resquicio legal, por el uso forzado de la ley, fue usado a menudo por este gobierno para imponer sus planes ante la oposición parlamentaria.
En 1973, el Estado controlaba cerca del 80 por ciento del parque industrial del país y también muchos bancos fueron apropiados con el objetivo de estatizarlos.
Nacionalización del cobre

Un aspecto importante de la política económica de este gobierno era tomar el control de la gran minería del cobre, mineral considerado como el "sueldo de Chile". Sin embargo, antes de hacerlo, estatizó las compañías nacionales del carbón, creando la Empresa Nacional del Carbón (Enacar), en diciembre de 1970.
El 11 de julio de 1971, el Congreso aprobó, a través de una reforma constitucional y por unanimidad, la nacionalización de la gran minería del cobre, cuyos grandes yacimientos eran, en su gran mayoría, propiedad de empresas estadounidenses.
Un punto polémico se desató luego, debido a que el gobierno determinó pagar la indemnización correspondiente al "valor libro" a las empresas norteamericans, es decir, descontando las ganancias excesivas. En la práctica, esto significaba no cancelar monto alguno a dichas empresas. Estas, no obstante, pidieron el embargo de los embarques de cobre chileno apenas llegasen a sus destinos.
Resultados negativos

Durante el primer año de Allende, el plan económico, aplicado por su ministro de Economía, Pedro Vuskovic, arrojó cifras positivas: el producto bruto aumentó en un 8,6 por ciento; la inflación bajó un 12,8 por ciento; la cesantía llegó solo al 3,8 por ciento, y la producción industrial se incrementó en un 12 por ciento. Pero la emisión desmedida de dinero sin el respaldo del Banco Central causó una inflación mayúscula que, en 1972, llegó a un 140 por ciento y, en 1973, alcanzó al uno por ciento diario.
Este panorama causó la aparición del mercado negro, donde se vendían productos básicos, como el arroz y harina, a precios mucho mayores que en el mercado normal, donde se transaban a un precio fijo. Junto con esto, muchas mercancías "desaparecieron" de los almacenes y supermercados. Así, finalmente, los consumidores debieron acostumbrarse a hacer largas filas o "colas" frente a los establecimientos comerciales, para poder obtener algunos productos.
Violencia y paro

En el período de la Unidad Popular aparecieron grupos, tanto de ultraizquierda como de ultraderecha, que realizaron atentados y acciones violentas en el país. Estas agresiones también se extendió al campo, donde solo en 1971 ya se habían expropiado más de dos millones de hectáreas, hecho que enfrentó a los campesinos contra los propietarios de las tierras.Entre las víctimas de esta agitación política estuvo Edmundo Pérez Zujovic, ex ministro del Interior de Eduardo Frei, asesinado el 8 de junio de 1971.
Asimismo, la grave situación económica por la que atravesaba el país fue el detonante para que la agrupación de dueños de camiones, liderada por León Vilarín, declarara un paro en octubre de 1972, al que se unieron otros gremios.
Para solucionar el conflicto, el gobierno de Allende nombró, a principios de noviembre de 1972, como ministro del Interior al comandante en jefe del Ejército, Carlos Prats, y a otros militares en su gabinete.
Política social y tensión creciente

A pesar de los graves problemas de gobernabilidad del período de Allende, hubo algunas iniciativas positivas, como en salud, área a la que se le destinaron recursos para adquirir equipamiento y construir infraestructura. Dentro de este ámbito se implementó el programa alimentario, que significó entregar medio litro gratis de leche diario a cada niño, con una cobertura de cerca de un 80 por ciento.
Sin embargo, en 1973, las dificultades se acentuaron. El Congreso vetaba los proyectos del Ejecutivo y este optaba por los decretos de insistencia, generando conflictos entre ambos poderes. Por su parte, los tribunales no podían hacer cumplir la ley, ya que el gobierno le negaba la ayuda de los Carabineros.
Lo más grave ocurrió el 29 de junio, cuando el Regimiento de Blindados (tanques) Nº 2, al mando del coronel Roberto Souper, rodeó el Palacio de la Moneda, en un fallido intento de golpe de Estado.
El golpe

Ante los paros y protestas convocados por diferentes gremios, a fines de julio de 1973, el gobierno llamó nuevamente a los militares y también al general director de Carabineros, a integrar su gabinete. Sin embargo, tanto Carlos Prats, quien asumió como ministro de Defensa, y el general del Aire César Ruiz Danyeau, titular de Obras Públicas y Transporte, renunciaron a sus cargos en agosto. Incluso, Prats dejó el Ejército y como comandante en jefe fue nombrado el general Augusto Pinochet. Asimismo, la Democracia Cristiana se alió con el Partido Nacional, dejando aislada a la UP en el gobierno.
De esta manera, el 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas efectuaron un golpe de Estado contra la administración de Allende. Esa fecha también asumió una Junta de Gobierno, compuesta por el general Augusto Pinochet, el general Gustavo Leigh, comandante en jefe de la Fuerza Aérea; el almirante José Toribio Merino y el general de Carabineros César Mendoza Durán.
En La Moneda, Allende se suicidó y las fuerzas golpistas tomaron el control total del poder.

Bien objetivo ese resumen, y resaltar también lo que marque en rojo, que desmiente el argumento que dan muchos izquierdistas sobre la situación económica vivida en el país; que los culpables fueron los empresarios que escondian la comida... :retard:
Como bien se dice ahí, el gobierno de Allende había expropiado más del 80% de las empresas, y con las tierras de los agricultores había pasado algo similar. Es decir, la gran mayoría de éstas estaban en poder del Estado, NO DE LOS PRIVADOS. Empresas que en vez de producir, eran ocupadas por guerrilleros y activistas de la UP que se dedicaban a adoctrinar a los trabajadores, principal motivo del desabastecimiento que vivió el país. Por otro lado, las tomas de las tierras detuvieron la produccion agricola no solo para la exportacion, sino también para el abastecimiento nacional.
Muchas de estas tomas eran brutales, con violaciones, homicidios, golpizas, etc... delincuentes, que eran salvados por Allende de la cárcel por tratarse de izquierdistas.
También, muchos suelen hablar de los embargos y bloqueos contra Chile como una de las razones de la inestabilidad del país. Sin embargo, la realidad fue que una sola partida de cobre fue embargada por una compañia norteamericana. El monto del embargo fue de 2 millones de dolares, de un total de 600 millones de dolares anuales. Además, en un bloqueo real, Chile no habria podido vender sus productos ni pedir credito (sin embargo comerciaba de lo más bien con varios países), y el gobierno de la UP endeudo al pais con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial como nunca antes se había hecho en Chile, curioso siendo que había un bloqueo!... :rolleyes:

También, otros factores que contribuyeron a este caos económico, fue la magnifica idea de Allende de controlar los precios de los productos, provocando la ruina de los pequeños comerciantes, la fuga de inversiones, y el desabastecimiento nacional. O la gran idea del aumento de salarios sin medir las consecuencias de algo como aquello en el mercado laboral y en cuanto a la inflación que se produciria.
Por otro lado, también Allende al ver que el país se quedaba sin dinero se le ocurrió la magnifica idea de las emisiones inorgánicas, haciendo que la inflación en el país fuera una de las mayores del mundo.

Funcionaban con total impunidad grupos terroristas como el MIR, el MAPU, el FER, las BRP la IC, el MCR, el FPR, el FTR, la VOP, las BEC, y varias otras organizaciones paramilitares de izquierda amparadas por Allende que comienzan a reinar el terror por todo el país dejando la cifra cercana a 100 muertos, muchos de ellos guerrilleros extranjeros entrenados en el extranjero (Cuba, Alemania Democratica, Norte de Africa, Latinoamerica, etc).

También los intentos del gobierno por controlar todos los medios de comunicación y la educación. En la educación intentan imponer su proyecto de Educacion Nacional Unificada, en donde se enseñaria marxismo a niños y adolescentes como prioridad.
Por otro lado, Allende en su intento por establecer un régimen marxista, no respeto la división de los poderes del Estado, no respetaba las decisiones del poder judicial que lo perjudicaban, no respeto los dictamenes de la Contraloria, no respetaba las atribuciones del Congreso, no respetaba a la Constitución, etc, etc, esta es una de sus celebres frases:
En un período de revolución, el poder político tiene derecho a decidir en el último recurso si las decisiones judiciales se corresponden o no con las altas metas y necesidades históricas de transformación de la sociedad, las que deben tomar absoluta precedencia sobre cualquier otra consideración; en consecuencia, el Ejecutivo tiene el derecho a decidir si lleva a cabo o no los fallos de la Justicia..."

Como se puede ver, la situación del país era caótica, encaminada a una guerra civil y la instauración de una dictadura marxista, más del 70% del pueblo pedia a gritos el pronunciamiento militar. Aún así, las fuerzas armadas se mantuvieron sin actuar por cerca de 3 años, pero la situación no daba para más. Allende no pudo poner de parte suya a ninguna rama de las fuerzas armadas aunque lo intento, ni tampoco el autogolpe que tenían preparado y que por declaraciones del mismo Altamirano se conoce, y al ver que no tenía ninguna posibilidad se rindio, dejando en el más absoluto desconcierto a sus seguidores, que sin su líder, no tuvieron capacidad de reacción frente a las fuerzas militares, que, gracias a ellas se evito una gran masacre, pues la derecha no estaba armada, a diferencia de la izquierda que estaba armada hasta los dientes de armamento sovietico.
Así finalmente se tuvo que reestablecer el orden institucional y sacar al traidor de la patría de Allende cuyo proyecto internacionalista y totalitario (por lo tanto, anti-nacionalista en todas sus letras), fracaso. Derrota del marxismo que a muchos izquierdistas aún les duele, pero que gracias a eso se nos libero de las garras del marxismo y de una cruenta guerra civil.

Y bueno, más o menos así fue la historia...
 
tenebris dijo:
Bien objetivo ese resumen, y resaltar también lo que marque en rojo, que desmiente el argumento que dan muchos izquierdistas sobre la situación económica vivida en el país; que los culpables fueron los empresarios que escondian la comida... :retard:

El argumento de la izquierda se fundamenta en un hecho comprobado, también, por una investigación realizada por el mismo senado Estadounidense. Este hecho fué la ejecución de un Boicot planificado por la ITT y la CIA, que contó con financiamiento de un departamento de Estado Estadounidense y que buscaba como objetivo la asfixia económica y la deslegitimación del gobierno por el deterioro económico:

ACCION ENCUBIERTA EN CHILE 1963-1973

3. Política Económica de los Estados Unidos hacia Chile: 1970-1973

A. ACCION ENCUBIERTA Y PRESION ECONOMICA

La respuesta política del gobierno de los Estados Unidos al régimen de Allende consistió en un tejido de diplomacia, secreto, y hebras militares y económicas. La presión económica exhortada por los Estados Unidos formó una parte importante de la mezcla. Es imposible comprender el efecto de la acción encubierta sin conocer la presión económica que le acompañó.

B. DEPENDENCIA ECONOMICA CHILENA

El fallecimiento del breve experimento de Allende entre 1970-73 sobrevino como el resultado de muchos factores -externos e internos. El debate académico de sí los factores externos o internos pesaron más o menos sería eterno. Este no es lugar para repetirlo. Una breve descripción de la economía chilena será suficiente para sugerir el probable efecto en Chile de las acciones económicas de los Estados Unidos y las posibles interacciones entre factores económicos y políticos que causaron la caída de Allende.

En 1970 la economía de Chile permanecía orientada a la exportación,, dependiente de las ganancias del intercambio exterior de un único producto -el cobre- tanto como se había dependido del nitrato en el siglo XIX. Sin embargo, la Administración de Allende consciente de ello adoptó una política incipiente de diversificación del comercio de Chile expandiendo lazos con Gran Bretaña, el resto de los países de Europa Occidental, y Japón, e iniciando acuerdos comerciales menores con los países del Bloque del Este.

No obstante, la dependencia económica chilena de los Estados Unidos se mantenía como un factor significativo durante el periodo de gobierno de Allende. En 1970 las inversiones privadas directas de los Estados Unidos en Chile se situaron en $1.1 billones, de una inversión extranjera total estimada en $1.672 billones. Los Estados Unidos y corporaciones extranjeras controlaban una parte importante en casi todas las áreas críticas de la economía chilena. Más aun, corporaciones de los Estados Unidos controlaban el 80 por ciento de la producción de cobre de Chile, la cual en 1970 suponía las cuatro quintas partes de los ingresos del comercio internacional. En esto el gobierno de Allende se enfrentó a una situación en las que decisiones de corporaciones extranjeras tenían importantes ramificaciones en toda la economía chilena.

Chile había acumulado una importante deuda externa durante el gobierno de Frei, la mayoría contraída con el exterior y bancos privados. Chile pudo, a través del Club París, renegociar $800 millones de deuda con gobiernos extranjeros y a medio plazo la deuda principal con bancos de los Estados Unidos a comienzos de 1972. También obtuvo en 1972 unos $600 millones en créditos y préstamos de países del bloque socialista y fuentes occidentales; sin embargo, un estudio realizado por la Comisión Interamericana de la Alianza para el Progreso, concluyó que estos créditos estaban "atados a proyectos de desarrollo específicos y [podían] ser usados solo gradualmente".

Incluso con una política consciente de diversificación de los modelos de comercio exterior, en 1970 Chile continuaba dependiendo de la importación de componentes esenciales de empresas de los Estados Unidos. La posibilidad de créditos comerciales a corto plazo descendió de aproximadamente $300 millones durante los años de Frei a cerca de $30 millones en 1972. La caída, como resultado de una combinación de factores políticos y económicos, afectó seriamente al gobierno de Allende y a la posibilidad de compras de componentes y maquinaría de los sectores más críticos de la economía: cobre, acero, electricidad, petróleo y transporte.

A finales de 1972, el Ministro Chileno de Economía estimó que casi una tercera parte de los camiones diesel de la Mina de cobre Chuquicamata, 30 por ciento de los autobuses privados urbanos, el 21 por ciento de todos los taxis, y 33 por ciento de los autobuses del estado no podrían operar por la carencia de repuestos o neumáticos. En términos generales, el valor de la maquinaría de los Estados Unidos y el equipo de transporte exportado a Chile por empresas de los Estados Unidos descendió de $152.6 millones en 1970 a $110 millones en 1971.

C. LOS INSTRUMENTOS DE LA POLITICA ECONOMICA EXTERIOR DE LOS ESTADOS UNIDOS HACIA ALLENDE

La política económica exterior de los Estados Unidos hacia el gobierno de Allende fue gestada en los más altos niveles del gobierno de los Estados Unidos, y coordinada por grupos de trabajo inter-agencias. La política estaba claramente enmarcada durante el periodo del Plan de Acciones II. Las notas de Richard Helms del 15 de septiembre reunido con el presidente Nixon; reunión en la cual se inició el Plan de Acciones II contiene la siguiente indicación: " Hacer gritar a la economía". Una semana más tarde el embajador Korry informó diciéndole a Frei, a través de su ministro de defensa, que " Ni un solo tornillo o tuerca se permitirá que llegue a Chile bajo el gobierno de Allende".

Mientras la economía chilena era vulnerable a las presiones de los Estados Unidos durante algunos años, ello no lo era en un futuro cercano. Este juicio fue claramente hecho por analistas de inteligencia del gobierno, pero estas implicaciones parecen no haber afectado a la manera de hacer política en septiembre y octubre de 1970. En febrero de 1971 un memorándum de Inteligencia apuntaba que Chile no era vulnerable inmediatamente a sanciones económicas, crediticias o comerciales impuestas por los Estados Unidos. De hecho, la imposición de sanciones, mientras que dañarían a Chile con el tiempo, fue visto como la oportunidad de un posible beneficio en un futuro próximo -ello hubiera dado a Chile una justificación para renunciar a una deuda de cerca de un billón de dólares con los Estados Unidos.

La política de presión económica - articulada en NSDM 93 de noviembre de 1970- fue llevada a cabo a través de varios medios. Toda nueva asistencia exterior bilateral fue parada, a pesar de que los desembolsos continuarían bajo prestamos hechos anteriormente. Los Estados Unidos usarían su posición predominante en instituciones financieras internacionales para congelar el flujo de nuevos créditos multilaterales u otras ayudas financieras. Para aumentar su aceptación, la ayuda financiera o las garantías a las inversiones privadas de los Estados Unidos en Chile concluirían, y los empresarios de los Estados Unidos se enterarían de la preocupación del gobierno y sus restricciones políticas.

Las cifras cuentan claramente la historia. La ayuda bilateral de los Estados Unidos, $35 millones en 1969, fue de $1.5 millón en 1971. (Ver Tabla II) Los créditos bancarios de exportación -importación, los cuales habían totalizado $234 millones en 1967 y $29 millones en 1969, bajaron a cero en 1971. Préstamos del Banco de Desarrollo Interamericano (BDI), en el cual los Estados Unidos mantenían lo que significaba un veto, habían totalizado $46 millones en 1970; bajaron hasta $2 millones en 1972 (cifras de los Estados Unidos AID). Los únicos nuevos préstamos hechos a Chile durante el periodo de Allende fueron dos pequeños préstamos a universidades chilenas en enero de 1971 . |8| De la misma manera, El Banco Mundial no hizo nuevos préstamos a Chile entre 1970 y 1973. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional ingresó a Chile aproximadamente $90 millones durante 1971 y 1972 para ayudar en las dificultades de cambio extranjero.

Salu2
 
Virtuajats dijo:
El argumento de la izquierda se fundamenta en un hecho comprobado, también, por una investigación realizada por el mismo senado Estadounidense. Este hecho fué la ejecución de un Boicot planificado por la ITT y la CIA, que contó con financiamiento de un departamento de Estado Estadounidense y que buscaba como objetivo la asfixia económica y la deslegitimación del gobierno por el deterioro económico:



Salu2

Ese artículo no se de donde lo sacaste, pero esta lleno de errores. Por ejemplo, decir que Allende recibio de Frei un país con superhabit y sin deudas importantes, y ahí sale que estaba totalmente endeudado por culpa de Frei.

Además, el argumento de los empresarios escondiendo la comida es distinto al argumento del bloqueo económico al cual se hace mención en el artículo que colocas ahora..
Estados Unidos es libre de comerciar con quien le plazca, al igual que cualquier país libre y soberano. El gobierno de Allende era totalmente contrario a Estados Unidos (los malos imperialistas, y bla bla bla), y, además su gobierno le había sido hostil expropiando empresas estado unidenses sin ninguna indemnización de por medio.
Segundo, durante el gobierno de Allende fue en donde más se endeudo el país con el Banco Mundial y el FMI, entonces, como se puede decir que existía bloqueo si hay prueba de esto otro?...

Preguntas;
¿Acaso Chile no podía comerciar con otros países del mundo?...(por lo demás, el estado controlaba todo el comercio, el 90% de las exportaciones y el 70% de las importaciones!)
¿Acaso la Unión Sovietica no le abrio las puertas a Chile, e incluso le enviaba plata a Allende?...
¿No que todas las mineras, fundos y casi todas las empresas estaban en poder del Estado?, entonces, ¿que influencia podía tener Estados Unidos si el Estado ejercía practicamente el control total de los medios de producción?...

Siempre es facil echarle toda la culpa a Estados Unidos. Es verdad que éste trato de intervenir, pero, también intervinieron directamente países como Cuba y la Unión Sovietica!..., Pero, de todos modos lo que podía hacerse del extranjero era bien poco. Las ciscunstancias INTERNAS no se compara para nada a lo que puede hacer un país desde el exterior.
Me parece patético echarle la culpa a Estados Unidos de todo y no asumir los propios errores en la administración del país, eso me suena mucho a la chiva del bloqueo económico hacía Cuba por lo demás...
 
tenebris dijo:
Ese artículo no se de donde lo sacaste

No es un artículo sino una investigación del senado Estadounidense publicado el año 1975.

tenebris dijo:
Además, el argumento de los empresarios escondiendo la comida es distinto al argumento del bloqueo económico al cual se hace mención en el artículo que colocas ahora..

El acaparamiento, es solo una parte de lo que conocemos hoy como boicot, en el cual también está el bloqueo comercial y financiero. El documento muestra claramente la existencia de un boicot, y si no he copypasteado sobre el acaparamiento es porque esa parte del boicot no la he encontrado digitalizada, pero seguiré buscándola porque he leído informes sobre aquello también, sobre todo en lo referente al acaparamiento financiero de bancos nacionales.

tenebris dijo:
Estados Unidos es libre de comerciar con quien le plazca, al igual que cualquier país libre y soberano. El gobierno de Allende era totalmente contrario a Estados Unidos (los malos imperialistas, y bla bla bla), y, además su gobierno le había sido hostil expropiando empresas estado unidenses sin ninguna indemnización de por medio.

La estrategia de asfixia económica externa -que complementada con su parte interna conforman el Boicot, un hecho abundantemente documentado y comprobado- no consiste en la decisión de no enviar un solo tornillo Estadounidense a Chile, sino, de no dejar que ingrese un solo tornillo a Chile, sea de donde sea. Para eso, EEUU utiliza todo su poder e influencia sobre las empresas en el mundo amenazando con sanciones, al igual que hoy lo hace con Cuba -si esto es una práctica común del imperio, no es algo aislado.

tenebris dijo:
Segundo, durante el gobierno de Allende fue en donde más se endeudo el país con el Banco Mundial y el FMI, entonces, como se puede decir que existía bloqueo si hay prueba de esto otro?...

Los hechos revelados por la investigación demuestran lo contrario pues :P

tenebris dijo:
¿Acaso Chile no podía comerciar con otros países del mundo?...(por lo demás, el estado controlaba todo el comercio, el 90% de las exportaciones y el 70% de las importaciones!)

Malmente podría comerciar teniendo una economía boicoteada de esta forma.

tenebris dijo:
¿Acaso la Unión Sovietica no le abrio las puertas a Chile, e incluso le enviaba plata a Allende?...

Me parece que el financiamiento de la URSS se reduce al envío de dinero para su campaña electoral, aporte que también realizó Cuba. Pero de ahí en adelante Chile no existió para la URSS: dejaron prácticamente botado a Allende.

tenebris dijo:
¿No que todas las mineras, fundos y casi todas las empresas estaban en poder del Estado?, entonces, ¿que influencia podía tener Estados Unidos si el Estado ejercía practicamente el control total de los medios de producción?...

Con la lectura del propio documento que cité, te puedes dar cuenta que los medios de producción en Chile eran altamente dependientes de los medios de producción mundiales los cuales estaban negados por 2 tácticas de guerra económica: la primera, la del bloqueo financiero -negación de todo tipo de prestamos de instancias bilaterales (FMI, BM, Etc.)- y la segunda, por el bloqueo comercial que imponía sanciones a las empresas que osaran ingresar "un tornillo" en Chile -comprenderás que toda gran empresa tiene presencia en EEUU y que prefieren no ingresar nada a Chile si Tio SAM así lo exige.

tenebris dijo:
Siempre es facil echarle toda la culpa a Estados Unidos. Es verdad que éste trato de intervenir, pero, también intervinieron directamente países como Cuba y la Unión Sovietica!...,

Estamos hablando del boicot sobre el pilar fundamental de la sociedad: la economía. No es cualquier intervención, es un boicot que hiere mortalmente cualquier país similar al Chile de los 70 que se le aplique.

tenebris dijo:
Me parece patético echarle la culpa a Estados Unidos de todo y no asumir los propios errores en la administración del país, eso me suena mucho a la chiva del bloqueo económico hacía Cuba por lo demás...

Lo patético es cuando la historia una y otra vez se repite -el boicot- pero ustedes en su sesgo ideológico una y otra vez no lo ven, aun cuando documentos de la CIA en el pasado hayan recontra comprobado la existencia del mismo en todos los casos, incluido el cubano.

Salu2
 
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