El presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, decretó toque de queda y ordenó militarizar Bogotá tras las protestas que han protagonizado miles de campesinos, apoyados por trabajadores estatales y estudiantes en las principales ciudades del país.
La protesta de los agricultores, principalmente productores de papa, cebolla, leche y frutas, mantiene bloqueadas carreteras en varias regiones del país, lo que provocó escasez y alzas en los precios de los alimentos en las principales ciudades del país de 47 millones de habitantes.
Las manifestaciones que habían comenzado con tranquilidad en las primeras horas del jueves 29 de agosto se transformaron en una batalla de consecuencias dolorosas en las calles de Bogotá. Un joven de 18 años en La Gaitana y una persona en la localidad de Engativá fueron los primeros fallecidos confirmados.
Santos condenó de manera vehemente los hechos de violencia que afectaron a Bogotá, Soacha y otras zonas del país, y anunció recompensas hasta de cinco millones de pesos para quienes entreguen información que permitan identificar y capturar a los responsables.
Dijo que a los colombianos les duele lo sucedido, reportó la militarización de Bogotá y otras ciudades que sean afectadas por los disturbios y cuestionó al movimiento Marcha Patriótica por impulsar este tipo de protestas.
También anunció recompensas hasta de 10 millones de pesos para quienes con información ayuden a ubicar a quienes están promoviendo los bloqueos y los actos vandálicos.
MONSANTO