Sí, cuando entre a la U yo iba a comprar a un kiosko donde atendía un hombre en sus 40 y tantos. Este hombre me agarraba conversa y me preguntaba cosas, yo como era ingenuo pensé que él era amable y buena onda nomás. Pero un día comenzó a tomar mis manos y, además me miraba fijamente, yo quede paralizado de primera, después de eso me regaló cosas del local. Como era el local más barato no quedaba otra que ir a comprar ahí, así que el tipo siguió con lo mismo, después caché que si me dejaba tocar podía comer gratis. Lo anterior duró, hasta que un día me pidió mi dirección, yo me hice el wn y de ahí no fui más a comprar a ese lugar.