Me importa una soberana callampa que ese funcionario público esté dolido por el trato.
En vez de tratar de hacer pucheros en los medios para que lo perdonen (que ni a la guatona le resultó),
siendo que se acercan elecciones,
debería hacer una comisión y cagar a todos los que nos llevaron a querer que se fueran a la real mierda.
Ah, no, es que eso sería quemar puentes de negocios y pitutos.
Por otro lado, del bullying que han recibido los mamertos de la UDI, el que sale llorando es Longueira.
Del bullying a la Concerta es la guatona.
De esto se podría concluir que se debería subir la intensidad del bullying para pasar de los lloriqueos a depresiones fuertes, que los incapaciten,
ya que al parecer es una manera aplicable de remover a estos parásitos de los puestos de administración pública de los que depende el país.