Citen con confianza: No va a pasar mucho, el que permitía generalmente el hueveo desenfrenado que terminaba con un piquete tirando agua era el weón de Castro (UDI de pasaje, 100% antroniano). En general, Sharp ha sido bastante más cauto y de bajo perfil, ejemplo claro de lo mencionado es el año nuevo en Valparaíso. Anteriormente la weá era como un holocausto que partía a las una de la tarde, y hoy por hoy es una fiesta más bien familiar que caga tipo dos de la mañana. Los mil tambores también van a ser lo mismo, bastante más acotado que en otros tiempos.
La ciudad, sin su masa flotante de curaos, está pal pico. El comercio es una lágrima y sólo se defienden los mercados de víveres y de artículos de uso primordial para sus habitantes. Tristemente Valparaíso, y todo su relato de la bohemia y la cacha de la espada, era porque había una inyección económica de gente que consumía, almorzaba y habitaba (estudiantes y artistas autodenominados como incomprendidos) en el puerto. Eso se fue, por diversos factores, y la weá quedó en los mocos. Sharp sigue capitalizando eso, y le sirve de muy buena estrategia para promover una idea de orden en la ciudad sin andar repartiendo palos en la cabeza.