Generalmente las damas pertenecientes a la burguesía no se vestían por si solas ya que el uso de sirvientes era signo de status. Por ende, los botones para las damas victorianas de la época fueron configurados del lado izquierdo para que fuesen fácilmente atendidas por sus sirvientes. La gran mayoría de hombres demandaban la selección de ropa por un sirviente pero dichas piezas eran colocadas sin asistencia. Una vez que el hombre se vestía, llamaba a sus sirvientes para cerciorarse del entallamiento de su traje y en algunos casos asistía el sastre para alguna modificación.
Por lo tanto, los botones alineados del lado derecho para los hombres tenían sentido ya que no eran asistidos
ahi la respuesta y un poco de "curtura general"