PNP en sus inicios pintaba muy atractiva con una trama interesante. Pero de un tiempo a esta parte pasó a ponerse muy progre, muy latera, muy lavacerebros. Por ejemplo, ahora pretenden hacer ver que el lesbianismo de los '60 era socialmente aceptado, cuando está totalmente alejado de la realidad.
A eso sumemos capítulos ultracortos. De una hora de emisión, media hora es del capítulo anterior y el resto capítulo nuevo sumando publicidad, con personajes infumables y algunos irreales, como la mamá del cura con tuberculosis que todavía no se muere
o unas fachadas dignas de una película de bajo presupuesto.
El señor de la querencia es weá a aparte, partiendo por una trama más agresiva, mejor desarrollada, actores idóneos para los personajes que interpretaron, el weon era realmente malo malo malo, mató a sus propios hijos, a su cuñada, a la hija de ella cuando supo que era tortillera, a su prostituta y también a Leonora, su leal perrito faldero que estaba enamorada de él y lo apañó en todo. Quizás no tenía gran ambientación ni escenografía, pero lo poco que tenía, se veía bien. Se nota que hubo más esfuerzo para ambientar mejor.