Chupa_el_perro dijo:
barnavas, no comprendo del todo tus argumentos para dejar de ser donante, pero los respeto
1.- eso de que los que reciban órganos, gracias a la ley, tiene un trasfondo "numérico" o "económico" por seguir siendo "productivos"... no sé qué tanta sea la ganancia para el estado... de productivos no tienen nada, pensando en personas mayores, o en personas que debido a su patología previa deben tener alguna otra enfermedad (tenlo por seguro, como parte de síndromes por ejemplo, cobrando algun seguro de invalidez), y ya no son "productivos".
Además, al quedar vivos, todas las terapias, medicamentos supresores, examenes, los costearía FONASA, otro gasto, de por vida... sin duda, en cuanto a números, creo que al estado les favorecería que murieran.
Y eso no es todo, además se gasta en los donantes, y mucho dinero... para poder transplantar, el estado va a tener que invertir en camas UCI, totalmente equipadas, en odo el país, y RESERVADAS EXCLUSIVAMENTE, para pacientes con muerte cerebral que puedan ser donantes (para mantenerlos con oxígeno, pulso, etc...). Hay ciudades donde simplemente no hay camas UCI, en otras ciudades hay 2 camas UCI y las 2 son ocupadas por pacientes enfermos, vivos. Y para rematar, el costo de una cama UCI, por hora, cuesta millones (no recuerdo la cifra, pero era un gasto increíble, por una cama "reservada" en caso de que llegue un donante, sin ocupar :s).
Si es por números, por impuestos, que se yo... sería mas inteligente que el estado promueva el nacimiento de nuevas criaturas de las pokemonas xD a estar salvando a estos pacientes y manteniendolos posteriormente de por vida, y además gastar millonadas en camas UCI para los donantes... me parece que el gasto es mayor.
2.- Sobre lo de los sueldos de los transplantólogos... ese argumento me parece que debería ir en un foro de conspiraciones. Hay mucha ignorancia respecto a este tema médicamente. La gente piensa que los médicos van a andar dejando morir pacientes para tener órganos. No saben que en estos casos se debe medir compatibilidades, y que hay pacientes que a pesar de poder dar órganos, y de ser donantes, simplemente no se les saca nada, porque no sirve nada. La mayoría de las personas no entienden que tiene que ser una situación crítica, donde el paciente queda con muerte cerebral, pero aun "vivo", para poder recuperar los órganos sin isquemia y puedan ser transplantados... los que mueren en accidentes, de forma aguda, en su casa... no sirven. Y nuevamente, no se elige con el dedo a quién transplantar... se elige el mejor (un corazon de un paciente de 70 años de nada le sirve a un joven de 15 años, aunque esté 1 en lista de espera).
No se... creo que no hay grandes argumentos para decidir NO donar. Creo que el único argumento, totalmente válido, es el valórico, personal. Los otros argumentos creo que tienen siempre muchas cosas erradas.
salu2 a todos
Pues esa es la técnica y objetivo: reducir el debate a su mínima expresión; hacer llegar la institución a la gente, pero en su último eslabón, el eslabón más manejable por parte del gobernarte de turno: el de los sentimientos.
Y es lo anterior lo que debemos combatir, esto es, ser capaces de vislumbrar otras posibilidades detrás de tal o cual institución que nace, no necesariamente para desestabilizarla, sino para criticarla orgánicamente, y no sólo de forma parcial.
Y es claro que el gobernante, con toda su propaganda y técnica gubernamental inspirada en la sicología de la masa, siempre quiere que a ésta llegue la información resumida y compendiada, ojalá la mínima posible, con el objeto que se genere un debate sólo a nivel moral o ético, y que la discusión no vaya más allá de convicciones subjetivas.
Eso es lo que debemos combatir como ciudadanía. Debemos ser capaces de ver más allá de aquello que nos quieren mostrar y ser capaces de notar el beneficio indirecto que otras instituciones del país tienen con tal o cual creación legal, pero no para ser conspiracionistas, sino para mantener a raya a los poderes fácticos, para mantenerlos cuestionados constantemente, bajo la lupa y el dominio de quienes detentan la soberanía, o sea todos nosotros.
Respecto de tus críticas a mis argumentos. En primer lugar, en cuanto a que conviene más mantener a una persona viva por medio de una muerta, debes ver aquello no como algo aislado o residual. Efectivamente, quizá pueda ser residual o marginal la utilidad que pueda darle al Estado la posibilidad estadística de que cada persona muerta permita tener en la fuerza laboral, tributaria, impositiva y económica a más personas, pero es a la vez un error ver aquello de forma aislada o autárquica, pues debe analizarse como parte de un sistema que, globalmente, aporta a la cantidad total.
El Gobierno y la política económica no de gesta a base de planes aislados de ingresos o egresos, sino a base de todo un sistema que en su conjunto otorgan tal o cual presupuesto nacional o institucional.
Es comparable con el peso que de cambio el proveedor no devuelve al consumidor: aislado es un peso insignificante, pero sumado a los otros son ganancias para el sistema globalmente visto. O también es comparable con el sistema de desincentivación de demandas que existe en nuestro país, donde por ejemplo, dada la baja cantidad de indemnizaciones que pueden demandarse, el consumidor prefiere no demandar y asumir la pérdida, lo que correlativamente para el proveedor significa un riesgo menos, y por lo tanto, por ejemplo, aumentar su capacidad crediticia con los bancos (pues los bancos estudian los riesgos de cada potencial cliente antes de determinar el monto de los créditos que dan).
Lo anterior, como ves, aislado es residual o marginal, pero globalmente, es parte de todo un sistema que aporta a crear los ingresos o egresos de un país, una empresa, una pyme, etc.
El resumen es simple: todo peso sirve.
En cuanto a lo de los médicos que hacen los trasplantes, el argumento lo leí de un forista que creo que se llama Mr Aguish (o algo sí), quien -creo también- es médico o algo similar.
Su argumentación está en el tema que cree hace unas semanas respecto de esta ley.
Recuerda que hay cosas que por obvias no se dicen, y que porque no se dicen, se olvidan, y al final cuando la masa olvida, no tiene con qué comparar una institución nueva, y la termina aceptando por el sólo hecho de que es incapaz de contrastarla con algo pasado, pues lo olvidó.