Han desarrollado todo un imperio a partir de los "marginados" y la pobreza, en donde los buscan, acarrean y llevan a países para luego, generado un TREMENDO PROBLEMA, implementar las "soluciones" que les permitan mantener este negocio, que en realidad es un circulo vicioso que destruye estados y disuelve inevitablemente a las naciones al transformarlas en un mejunje con la mierda que llevan.
Lastima que no se animó ninguna víctima del santito de la camioneta verde para haber provocado la caída, no sólo de los jesuitas nacionales, sino la del vaticano todo, al haber hecho santo a un degenerado.
Pero aún nos queda la lógica y el rumor. Malditos bastardos, serán destruidos, tarde o temprano.
Inclusión a los Incels ahora
