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Probablemente el último sonido antes de que el Universo se repliegue sobre sí mismo, será alguien diciendo: "¿Qué ocurre si aprieto esto?."
Tiempos interesantes, Terry Pratchett


Señor, sabemos que no hay otro orden, solo aquel que creamos, no hay más esperanza que nosotros, no hay más piedad que nosotros, no hay justicia, solo nosotros. Todas las cosas que son, son nuestras, pero tienen que importarnos, porque, si no nos importa nada, no existimos. Y si nosotros no existimos no queda nada más que el olvido, el fin ciego. Por el equilibrio correcto de las cosas, para devolver lo que una vez fue entregado, por los prisioneros y por el vuelo de los pájaros. Señor, ¿qué puede esperar la cosecha, si no importarle al segador?
El Segador, Terry Pratchett





– Me estás diciendo que los humanos necesitan… fantasías para hacer la vida soportable, ¿no?

¿DE VERAS? ¿COMO SI FUERA UNA ESPECIE DE PÍLDORA ROSA? NO. LOS HUMANOS NECESITAN LA FANTASÍA PARA SER HUMANOS. PARA SER EL PUNTO DONDE EL ÁNGEL QUE CAE SE ENCUENTRA CON EL SIMIO QUE SE ALZA.

– ¿Hadas de los dientes? ¿Papá Puerco? ¿Pequeñas…?

SÍ. A MODO DE PRÁCTICA. HAY QUE EMPEZAR APRENDIENDO A CREER EN LAS MENTIRAS PEQUEÑAS.

– ¿Para que podamos creer en las grandes?

SÍ. LA JUSTICIA. LA COMPASIÓN. EL DEBER. ESAS COSAS.

Papa Puerco, Terry Pratchett
 
Y sucedió que AC aprendió cómo revertir la dirección de la entropía.
Pero no había ningún Hombre a quien AC pudiera dar una respuesta a la última
pregunta. No había materia. La respuesta —por demostración— se ocuparía de
eso también.
Durante otro intervalo sin tiempo, AC pensó en la mejor forma de hacerlo.
Cuidadosamente, AC organizó el programa.
La conciencia de AC abarcó todo lo que alguna vez había sido un Universo y
pensó en lo que en ese momento era el caos.
Paso a paso, había que hacerlo.
Y AC dijo:
«¡HÁGASE LA LUZ!»
Y la luz se hizo...

La última pregunta - Isaac Asimov
 
(...) La materia se opone sin cesar a todo cuanto de más elevado concibe el espíritu; por poco que alcancemos la felicidad de este mundo, calificamos de sueño y quimera todo lo que vale menos que ellos; y todos los sentimientos sublimes que nos daba antes la vida mueren para siempre ante los intereses materiales. La imaginación pretende con vuelo audaz levantarse en un principio hasta la eternidad, pero pronto le basta un limitado espacio para dar cabida a sus esperanzas defraudadas. No tarda la ingratitud en apoderarse entonces de nuestro corazón y en causarle secretos dolores que destruyen el placer, la calma que en él antes reinaban. Cada día se presenta el dolor bajo nueva forma: tan pronto en el hogar, como en la corte, como una mujer, un niño, el fuego, el agua, el puñal o el veneno. Tembláis, ¡oh hombres!, ante todo lo que no puede causaros daño, y lloraís sin descanso como un bien perdido lo que conserváis todavía. (...)

Fausto - Goethe
 

Siempre puede decirse la verdad en el espacio de una exterioridad salvaje; pero no se está en la verdad más que obedeciendo a las reglas de una «policía» discursiva que se debe reactivar en cada uno de sus discursos.
(Foucault, 2005:37).​

Michael Foucault en L'Ordre du discours (El orden del discurso) original de 1970.
 
“Y ello no podía deberse, por nada del mundo, a una cuestión de sexo, pues los hombres, entre los dolientes sin esperanza, sufren en general más abierta y groseramente que las mujeres y resisten el mal con una estrategia más rudimentaria e inferior”.

Las alas de la paloma, Henry James
 
“He vuelto a verte, Aurora Lee, a quien, con un deseo sin esperanza, perseguí de jovencito en los bailes de instituto, y a quien he acorralado ahora, cincuenta años más tarde, en una terraza de mi sueño”

:ojazos:

:idolo: Wladimir Nabokov


DD
:gato:
 
En Nueva York, consigue una habitación con mucho estilo y luego trata de tener suerte. Y fracasa. Sin mencionar que no puede comprar alcohol porque es menor de edad. En cambio, recuerda a Jane. De una manera muy inocente: golf, juego de damas, películas, manos entrelazadas, nada sexual.

Luego se dirige a "Ernie's", donde sabe que puede beber, pero tiene que irse para evitar a una vieja y molesta conocida. De vuelta en el hotel, termina estando con una prostituta, Sunny, en su habitación. Él está más interesado en hablar que en sexo y Sunny, quien es bastante joven también, se confunde y sale de la habitación con un poco de dinero de Holden pero sin sexo. Regresa más tarde con su proxeneta para obtener más dinero y Holden termina con un puñetazo en la barriga

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El guardián entre el centeno
de
J.D. Salinger
 
"Un príncipe, pues, debe tener gran cuidado de que nunca le salga de la boca una cosa que no esté llena de las cinco mencionadas cualidades - manso, fiel, humano, leal y religioso -, y de que parezca, al verle y oírle, todo bondad, todo buena fe, todo integridad, todo humanidad, todo religión. Y no hay cosa más necesaria para aparentar tener que esta última cualidad. Los hombres en general juzgan más por los ojos que por las manos, porque el ver pertenece a todos y el tocar a pocos. Todos ven lo que pareces, pero pocos comprenden lo que eres, y estos pocos no se atreven a oponerse a la opinión de muchos, que tienen la majestad del Estado que les protege. En las acciones de todos los hombres, especialmente de los príncipes contra los cuales no hay juicio que reclamar, se considera el fin. Procure, pues, un príncipe conservar y mantener el Estado: los medios que emplee serán siempre considerados honrosos y alabados por todos, porque el vulgo se deja siempre coger por las apariencias y por el acierto de la cosa y en el mundo no hay sino vulgo. Los pocos espíritus penetrantes no tienen lugar en él, cuando la mayoría tiene dónde apoyarse. Un príncipe de nuestros tiempos, al cual no está bien nombrar, jamás predica otra cosa que paz y lealtad, y en cambio es enemigo acérrimo de una y otra. Si él las hubiera observado, muchas veces le habrían quitado la reputación o el Estado."

El príncipe - Maquiavelo
 
Todo lo que uno hace en la vida, y lo mismo en el amor, se hace a bordo del tren expreso hacia la muerte. Fumar opio es abandonar el tren en marcha; es ocuparse en otra cosa que no es la vida ni la muerte.
"Opio", Jean Cocteau
 
"Si [fuese verdad que] los patriotas lograron, gracias a Manuel Rodríguez y José M. Neira el apoyo del bajo pueblo, ¿cómo se explica el caos que provocó la deserción y el amotinamiento popular entre 1817 y 1820? ¿Por qué se terminó ejecutando a José Miguel Neira, mientras se ofrecía el puesto de embajador en la India a Manuel Rodríguez? Refiriéndose a los episodios de deserciones, fugas y bandidaje que abundaron entre 1817 y 1820, y al evidente fracaso de la guerra al momento de transformar a los ‘chilenos’ en ‘patriotas’, los autores se preguntan. “¿Por qué las guerras, la recluta, la vida en los ejércitos y en el cuartel no lograron acicatear ese sentimiento (de identidad nacional)?”. La respuesta a esta interrogante podría ser obvia. El bajo pueblo no reconoció la guerra de la Independencia como propia ni tampoco ignoró que quienes fueran los vencedores serían, de allí en adelante, sus nuevos enemigos."

Leonardo León, "Ni patriotas ni realistas; el bajo pueblo durante la guerra de la independencia"
 
"Lo que a Anita le molestaba de Julio era que le había cambiado a su amiga:
-Me cambiaste a mi amiga, ella no era así
-¿Y tú siempre has sido así?
-¿Así cómo?
-Así, como eres.
Emilia intervino, conciliadora y comprensiva: ¿Qué sentido tiene estar con alguien si no te cambia la vida? Eso dijo, y Julio estaba presente cuando lo dijo: que la vida sólo tenía sentido si encontrabas a alguien que te la cambiara, que destruyera tu vida."

Bonsái, Alejandro Zambra
 
“¿A que se llama, en efecto una idea fija?
A una idea a la que está sometido el hombre. Si se reconoce tal idea como una locura, se encerrará a su esclavo en un manicomio. Pero ¿que son la verdad religiosa, de la que no puede dudarse, la majestad (la del pueblo, por ejemplo), que no puede atacarse (se cometería entonces un delito de lesa majestad), la virtud, a la que el censor de de la moralidad no tolera el menor ataque? ¿No son otras tantas ideas obsesivas?¿Y que es, por ejemplo, ese loco palabrerío que llena la mayor parte de nuestros periódicos, sino el lenguaje de locos, a quienes hechiza una idea obsesiva de legalidad, de moralidad, de cristianismo, etc. locos que parecen estar libres más que por el tamaño del patio en que tienen sus recreos?
Que se intente convencer a tal loco acerca de su manía e inmediatamente habrá que protegerse del espinazo contra su maldad; porque esos locos de grandes alas tienen, además, esa semejanza con las gentes declaradas locas corrientemente: Se arrojan rencorosamente sobre cualquiera que roce su obsesión. Roban primero las armas, roban la libertad de palabra y luego se arrojan sobre nosotros con las uñas. Cada día muestra mejor la cobardia y la rabia de esos maniáticos, y el pueblo imbecil les regala sus aplausos.”

Max Stirner - El Único y su Propiedad
 
"La estrategia sin tácticas es el camino más lento hacia la victoria; tácticas sin estrategia es derrota segura"

Sun-Tzú, El arte de la guerra
 
“Investiga tu propia experiencia. Absorbe lo que es útil, rechaza lo que es inútil, añade lo que es propio de tu esencia”

de Bruce Lee en la dedicatoria de su libro póstumo Tao del Jet Kun Do, paráfrasis de un texto de Mao Zedong: Problems of strategy in China’s revolutionary war (curiosamente se repite la temática del post que precede a este).

Me gusta el párrafo y resuena especialmente en este mundo actual con acceso instantaneo a millones de textos, inexistencia de maestros, pero imposición de materias y profesores, todo lo cual apunta a una necesidad del individuo por cimentarse a sí mismo.
 
"En las horas desiertas de la noche aún puedo caminar por las calles. El alba suele sorprenderme en un banco de la plaza Garay, pensando (procurando pensar) en aquel pasaje del Asrar Nama, donde se dice que Zahir es la sombra de la Rosa y la rasgadura del Velo. Vinculo ese dictamen a esa noticia: Para perderse enDios, los sufíes repiten su propio nombre o los noventa y nueve nombres divinos hasta que éstos ya nada quieren decir. Yo anhelo recorrer esa senda. Quizá yo acabe por gastar el Zahir a fuerza de pensarlo y de repensarlo, quizá detrás de la moneda esté Dios."

Jorge Luis Borges
(1899–1986)


El Zahir
(El Aleph, 1949)
 
"Hay extasis, hay silencio y hay agonia, todo ronda en este espacio, sigo queriendo que exista dios, para saber quien soy, para saberme y sentirme a su imagen y semejanza y saberme buena.
No tengo ciudadania, solo vi señores escribir, firmar y afirmar que estaba loca y que de ellos eran los reinos en los infiernos"
Aurora Boreal
 
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