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Un vecino de una remota localidad de Kwazulu-Natal, provincia del este de Sudáfrica, mató a puñaladas a su mujer, le devoró la carne de la cara y murió luego asfixiado, dijeron fuentes de la policía a una radio local.
La capitán Tienkie van Vuuren dijo que la policía detuvo a Jabulani Siphethu, de la aldea de Thembalethu, 140 kilómetros al noroeste de Durban, la principal ciudad de la provincia, cuando una de las dos hijas del hombre salió a la calle a las 3 de la madrugada a pedir auxilio a sus vecinos tras presenciar el macabro acto de canibalismo.
La niña, de 13 años, dijo que los vecinos tuvieron que forzar la entrada de la casa de Siphethu para rescatar a la hermana menor de aquella (7 años), que también había sido apuñalada en la cabeza por su padre.
Según Van Vuuren, los efectivos policiales encontraron al homicida, desnudo y sentado sobre el cadáver de su mujer, Khethiwe, a la que descarnaba la cara con un gran cuchillo de cocina. "Sólo la frente estaba intacta, el resto de la cara había sido cortado y devorado y se veían los huesos", explicó la portavoz policial.
Siphethu amenazó con el arma a los policías que intentaban detenerlo y que tuvieron que emplear la fuerza para doblegarlo y sacarlo de la casa.
Una vez fuera de la vivienda, el hombre se asfixió, aparentemente atragantado con un resto de la carne humana que había engullido, perdió el conocimiento y murió pese a los esfuerzos que se hicieron para que recobrara el sentido, agregó Van Vuuren.
La capitán Tienkie van Vuuren dijo que la policía detuvo a Jabulani Siphethu, de la aldea de Thembalethu, 140 kilómetros al noroeste de Durban, la principal ciudad de la provincia, cuando una de las dos hijas del hombre salió a la calle a las 3 de la madrugada a pedir auxilio a sus vecinos tras presenciar el macabro acto de canibalismo.
La niña, de 13 años, dijo que los vecinos tuvieron que forzar la entrada de la casa de Siphethu para rescatar a la hermana menor de aquella (7 años), que también había sido apuñalada en la cabeza por su padre.
Según Van Vuuren, los efectivos policiales encontraron al homicida, desnudo y sentado sobre el cadáver de su mujer, Khethiwe, a la que descarnaba la cara con un gran cuchillo de cocina. "Sólo la frente estaba intacta, el resto de la cara había sido cortado y devorado y se veían los huesos", explicó la portavoz policial.
Siphethu amenazó con el arma a los policías que intentaban detenerlo y que tuvieron que emplear la fuerza para doblegarlo y sacarlo de la casa.
Una vez fuera de la vivienda, el hombre se asfixió, aparentemente atragantado con un resto de la carne humana que había engullido, perdió el conocimiento y murió pese a los esfuerzos que se hicieron para que recobrara el sentido, agregó Van Vuuren.
