xpawn
Hincha Huevas
- Registrado
- 2006/10/05
- Mensajes
- 41
Años que no venía por acá, pero volviendo con un temita...
Viví durante 10 años solo, con su chiquilla de turno, pero la gran mayoría solo. Soy más ordenado que desfile de hormigas, más encima tengo TOC por lo que se donde siempre están mis cosas.
Al cambiarme a vivir solo, empecé a notar que se me desaparecían las cosas (raro teniendo TOC), en especial cosas brillantes, como llaves, navaja Victorinox, relojes, monedas de colección, cubiertos, etc y me volvía loco buscando, hasta que al tiempo aparecían en los lugares más inverosímiles como por ejemplo mis llaves sobre el techo de un bar que tenía en el living, o en un zapato dentro de un bolso olvidado del closet, etc, pero siempre dentro de la misma casa.
No le hago ni a la pasta, ni tanto al copete, por lo que nunca yo mismo me las habría auto-escondido como para haberme webiado solo.
La historia sigue, pues acostado muchas noches, sentía pasos alrededor de mi cama, como de niños corriendo y zumbidos cerca de mis oídos (como chirlitos). A lo mariconcito tenía que dormir con La Luz encendida.
Tanto fue el tema que busqué ayuda, con una sicóloga mamá de una amiga, pensando que era yo el cagao del chape. La señora que era media esotérica aparte de sicóloga, me aconsejó dejar granos finos de alguna cosa, en mi caso dejé un plato de arena cerca del Bar que era el epicentro donde aparecían las cosas perdidas.
Desde que lo hice, nunca más se perdieron las cosas. De un día para otro no hubieron más duendes.
De mi experiencia rescato:
1) No se desespere buscando sus cosas perdidas, aparecerán en algún minuto
2) Para que no siga webeando el mono chico, déjele algún grano como arroz, azúcar, arena pues así se desesperan contándolos y no hacen travesuras.
3) Les encanta el copete, por eso casi siempre rondan los lugares donde está guardado y dejan sus cosas robadas ahí.
4) No sirve de nada dejarles harina o cámaras, estos seres elementales se mueven en otras dimensiones pero se mandan sus cagá a acá sin dejar ningún rastro.
5) Les encanta las cosas brillantes, por lo que si tiene muchas de valor déjelas en alguna caja todas juntas tapadas con un paño para que no llame su atención.
6) No les coloque nombre ni por broma, yo lo hice sin saber y generé un apego, incluso de lo aburrido que estaba solo le hablaba; con eso menos se quería ir.
Eso cabros, puteen, webeen, baneen, pero es nada más que la verdad esta historia.
Viví durante 10 años solo, con su chiquilla de turno, pero la gran mayoría solo. Soy más ordenado que desfile de hormigas, más encima tengo TOC por lo que se donde siempre están mis cosas.
Al cambiarme a vivir solo, empecé a notar que se me desaparecían las cosas (raro teniendo TOC), en especial cosas brillantes, como llaves, navaja Victorinox, relojes, monedas de colección, cubiertos, etc y me volvía loco buscando, hasta que al tiempo aparecían en los lugares más inverosímiles como por ejemplo mis llaves sobre el techo de un bar que tenía en el living, o en un zapato dentro de un bolso olvidado del closet, etc, pero siempre dentro de la misma casa.
No le hago ni a la pasta, ni tanto al copete, por lo que nunca yo mismo me las habría auto-escondido como para haberme webiado solo.
La historia sigue, pues acostado muchas noches, sentía pasos alrededor de mi cama, como de niños corriendo y zumbidos cerca de mis oídos (como chirlitos). A lo mariconcito tenía que dormir con La Luz encendida.
Tanto fue el tema que busqué ayuda, con una sicóloga mamá de una amiga, pensando que era yo el cagao del chape. La señora que era media esotérica aparte de sicóloga, me aconsejó dejar granos finos de alguna cosa, en mi caso dejé un plato de arena cerca del Bar que era el epicentro donde aparecían las cosas perdidas.
Desde que lo hice, nunca más se perdieron las cosas. De un día para otro no hubieron más duendes.
De mi experiencia rescato:
1) No se desespere buscando sus cosas perdidas, aparecerán en algún minuto
2) Para que no siga webeando el mono chico, déjele algún grano como arroz, azúcar, arena pues así se desesperan contándolos y no hacen travesuras.
3) Les encanta el copete, por eso casi siempre rondan los lugares donde está guardado y dejan sus cosas robadas ahí.
4) No sirve de nada dejarles harina o cámaras, estos seres elementales se mueven en otras dimensiones pero se mandan sus cagá a acá sin dejar ningún rastro.
5) Les encanta las cosas brillantes, por lo que si tiene muchas de valor déjelas en alguna caja todas juntas tapadas con un paño para que no llame su atención.
6) No les coloque nombre ni por broma, yo lo hice sin saber y generé un apego, incluso de lo aburrido que estaba solo le hablaba; con eso menos se quería ir.
Eso cabros, puteen, webeen, baneen, pero es nada más que la verdad esta historia.