No ha estado mala la rutina. No ha utilizado al hombre para ganar popularidad, sino se ha reído hasta de la estupidez de las propias minas. Parece que algunos "artishtas" están cachando que la hueá no funca si todo se hace desde un plano ideológico, porque no se cumple algo que debería ser pilar de una buena rutina en cualquier ámbito: Su transversalidad y su universalidad, más allá de las particularidades del lugar en donde se realice. No me he reído, pero no me ha molestado tampoco.
Hay pocos artistas que por su calidad superior se pueden dar el lujo de plasmar sus temas ideológicos con poesía y clase en su obra, sin perder transversalidad, y terminar aplaudidos de pie y por todos, como el gran Silvio Rodríguez. Si no eres un crack en lo que haces no lleves tu mierda a todos lados, porque si esa mierda es lo único que lucirá, siempre quedarás mal con la mitad del público (Que como artista es a quién te debes). Si eres un genio has lo que quieras y todos te amarán. Si apuestas a vivir "de tu público", no pasarás del patetismo de contar con calcetineros que te sostengan, al estilo de las mierdas que hemos visto ayer.