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Gasto Público en Educación Superior: sin margen para seguir incrementándolo.

de la jara

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LyD asegura que extender el período de duración de la gratuidad de la educación superior, y con ello el gasto público, es una mala idea, para la cual no hay margen.
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En una reciente publicación de Libertad y Desarrollo se da a conocer el informe “Gasto Público en Educación Superior: sin margen para seguir incrementándolo”.
LyD recuerda que esta semana la prensa informó de 27 mil alumnos que este año perderán el beneficio de la gratuidad por haber superado la duración nominal de su carrera. Esto ocurre, explica, porque así lo indica la ley, además de establecer que, tras dicho período, el costo del arancel debe ser asumido en partes iguales por la institución de educación superior y el alumno.
A raíz de esta noticia, continúa, inmediatamente salieron parlamentarios y rectores de universidades en gratuidad a pedir que se modifique la ley y se extienda el plazo de duración del beneficio, imponiendo al Estado un financiamiento mayor al que ya está realizando.
En el contexto de esta discusión, en el presente documento LyD realiza un análisis del financiamiento público de la educación superior tanto desde la perspectiva del presupuesto fiscal como de los ingresos operacionales de las universidades. Ello, asegura, lleva a dimensionar el enorme esfuerzo que los chilenos ya estamos realizando a través del Estado y el escaso margen que queda para seguir aumentando el gasto público en este nivel educativo.

CRECIENTE GASTO PÚBLICO EN EDUCACIÓN SUPERIOR

LyD afirma que en primer lugar, es útil analizar cuánto está gastando el Estado en el financiamiento de la educación superior y el alza experimentada en los últimos años. Para ello considera los recursos que han sido traspasados desde el Ministerio de Educación (MINEDUC) a las instituciones de educación superior, excluyendo los préstamos que se espera recuperar (recompra de créditos con aval del estado), así como también los recursos de Conicyt, becas de mantención y otras de la JUNAEB. Asimismo, distinguen entre lo que se define como financiamiento institucional, que va dirigido a promover ciertos proyectos, y el financiamiento estudiantil, que corresponde al apoyo que se entrega a los alumnos para el pago de los aranceles, ya sea a través de becas, créditos subsidiados y, más recientemente, el financiamiento para el acceso gratuito (a partir del año 2016).
Así, expone que en 2018, el gasto público total para educación superior llegó a $ 1,6 billones y ha crecido, desde el año 2000 a una tasa de 9,4% promedio anual. Desde el año 2010, por su parte, el crecimiento del gasto se aceleró respecto a la década anterior y aumentó 13,3% promedio anual, explicado por el 19,2% de aumento en el financiamiento estudiantil y 4,1% del financiamiento institucional. En paralelo, el número de alumnos de pregrado creció desde el año 2000 a un 5,7% promedio anual, de manera que, si en el año 2000 la matrícula era de 435 mil estudiantes, en 2018 se duplicó y superó el millón cien mil alumnos. De esta forma, vemos que el crecimiento en el gasto público ha sido mayor al crecimiento en los alumnos matriculados en educación superior, lo que se explica por ayudas estudiantiles cada vez más generosas, lo que incluye la gratuidad. Al comparar además los recursos que el Estado destina a educación superior y los otros niveles educativos, encontraron que en 2018 el presupuesto promedio por alumno de educación superior fue de $ 2.072.511, casi un 11% mayor al que se destina por cada alumno de educación parvularia ($ 1.872.041) y 18% más que el que se gasta por cada alumno en nivel escolar ($ 1.756.393).
De esta forma, señala, es posible afirmar que nuestro país está destinando un monto de recursos públicos desproporcionadamente alto para el financiamiento de la educación superior. Ello apunta en la dirección contraria de lo que recomienda la principal evidencia internacional, que ha concluido sobre la conveniencia de concentrar los mayores esfuerzos en la educación temprana, que es la que produce el mayor retorno social y que además es insustituible para el desarrollo de habilidades más adelante en la vida.

IMPORTANCIA DEL GASTO PÚBLICO EN LOS INGRESOS OPERACIONALES DE LAS UNIVERSIDADES

Pues bien, sostiene LyD, habiendo constatado el gran esfuerzo fiscal que ya se está realizando en nuestro país, el siguiente paso fue mirar estas cifras desde la perspectiva de las casas de estudio y estimar el peso que tienen los diversos aportes fiscales en sus ingresos operacionales.
Calcularon los recursos promedio de los que disponen las universidades por cada alumno, distinguiendo entre estatales (todas gratuitas), privadas pertenecientes al CRUCh (todas gratuitas) y privadas no pertenecientes al CRUCh, separadas según si participan o no de la gratuidad. Para ello se consideran los ingresos operacionales obtenidos de sus estados financieros, desglosados según la fuente de financiamiento de la que provengan: el cobro de aranceles a los estudiantes, financiamiento público de la gratuidad, otros aportes fiscales del MINEDUC y otras reparticiones públicas, y una categoría denominada como “otros”, que suma los ingresos que las universidades obtienen gracias a la prestación de servicios, actividades de extensión, donaciones, etc.
De aquí pudieron constatar que la sumatoria entre los ingresos obtenidos por el cobro de aranceles y los recibidos por concepto de gratuidad (en caso de existir) son bastante similares entre los distintos tipos de universidades y se encuentran en torno a los $ 3 millones por alumno. Por sobre eso, se produce una diferencia sustantiva entre las universidades del CRUCh y el resto, en primer lugar, porque las primeras reciben cuantiosos aportes fiscales provenientes del financiamiento institucional que entrega el MINEDUC (Aporte Fiscal Directo y otros aportes basales y fondos concursables) y otras reparticiones públicas. Pero, además, porque las universidades del CRUCh perciben importantes ingresos gracias a la prestación de servicios y actividades de extensión, entre otros.
Luego, indica que sumando tanto los ingresos percibidos por gratuidad como los restantes aportes fiscales, obtuvieron el financiamiento público total que las universidades reciben, y ven que éstos tienen una gran importancia en relación a los ingresos operacionales totales. Así, excluyeron la categoría “otros” -para hacer más comparable el análisis-, y hallaron que el financiamiento público representa un 62,6% de los ingresos operacionales para las universidades estatales, un 57,1% para las universidades privadas del CRUCh y un 43,4% para las universidades privadas que no pertenecen al CRUCh, pero que participan de la gratuidad. Si a ello agregan que una parte importante del pago de aranceles por parte de los alumnos proviene también de recursos públicos que se entregan en forma de becas, entonces encontraron que los aportes fiscales representan un porcentaje todavía mayor de los ingresos operacionales de las universidades: 69,4% en el caso de las universidades estatales y 63,9% en las privadas del CRUCh. Todo esto, asegura LyD, explica la alta dependencia que tienen del Estado. De esta forma, ven que el gran gasto público que nuestro país está realizando para financiar la educación superior se traduce en que hoy una parte sustantiva de los ingresos operacionales de las universidades provienen precisamente de ahí, ya sea del llamado financiamiento institucional o del financiamiento estudiantil, principalmente la gratuidad.
Esto, agrega LyD, es especialmente relevante en el caso de las universidades del CRUCh, y particularmente de las estatales, mientras que las universidades privadas que no pertenecen al CRUCh, dado que están excluidas arbitrariamente de poder optar al financiamiento institucional, tienen como principal fuente de ingresos el cobro de aranceles a los alumnos.
En ese contexto, agrega, no debiera extrañar que, dentro de éstas, las que exhiben una mayor calidad, investigación y que se encuentran en proceso de crecimiento y modernización, requieran del cobro de aranceles más altos.
Cabe señalar además que, como se puede constatar en otro estudio de LyD, en el caso de las universidades privadas del CRUCh, el mayor gasto público es coherente con su mayor contribución a la generación de bienes públicos, así como también el mayor ingreso por concepto de aranceles es consistente también con su mayor calidad avalada por los años de acreditación y con la mayor preferencia por parte de los mejores postulantes. Los mayores recursos públicos que reciben las universidades estatales, en cambio, no van aparejados de un mejor desempeño promedio ni en acreditación, ni en investigación, ni en la preferencia de los postulantes que el resto de las universidades privadas que no pertenecen al CRUCh.
LyD dice que los datos analizados en el presente documento dan cuenta del fuerte incremento que ha experimentado el gasto público en educación superior, especialmente en los últimos años, lo que se explica de manera importante por mejoras en las ayudas estudiantiles y en particular, por la política de gratuidad. El gran esfuerzo fiscal ha llevado a que el gasto anual por alumno de educación superior hoy supere al del resto de los niveles educativos, lo que apunta en la dirección contraria a las recomendaciones de la principal evidencia internacional. Adicionalmente, el enorme esfuerzo público se traduce en que los aportes fiscales representen una proporción significativa de los ingresos operacionales de las universidades, especialmente entre aquellas que se benefician de la gratuidad, de aportes basales y otros fondos concursables. Ello explica la alta dependencia que tienen del Estado. Esto les lleva a relevar la importancia de que los parlamentarios y rectores sean cautos a la hora de pedir al Gobierno que extienda el período de duración de la gratuidad de la educación superior. Este nivel educativo ya recibe cuantiosos recursos públicos y la idea de seguir ampliándolos vía gratuidad es poco plausible.
Asimismo, LyD explica que todo beneficio debe acotarse a ciertas condiciones; el Estado no puede financiar ilimitadamente a quienes asisten a educación superior, renunciando de esa forma a costear otras áreas más urgentes y que hoy están más desprovistas. Atendiendo a que los recursos son escasos y a las diversas necesidades que tiene nuestro país, es preocupante que el financiamiento de la educación superior siga siendo la prioridad de parlamentarios de todos los sectores. Asimismo, añade, tampoco parece conveniente que las instituciones de educación superior aumenten su dependencia del financiamiento estatal.
Por ultimo, concluye que si hace sólo un par de años la discusión pública era si el Estado debía financiar la educación superior de quienes tienen el privilegio de llegar a ella, y no sólo a los más vulnerables, hoy vemos cómo la línea se ha ido corriendo hasta el punto que lo que hoy se debate es si aumentar el monto y los plazos para ello. Esto ratifica la preocupación que en su momento expusieron al oponerse a la gratuidad universal de la educación superior, y constituye además un antecedente para apoyar la idea de que, primero, el Estado priorice la entrega de ayudas estudiantiles más costo efectivas (como un crédito) y, segundo, las casas de estudio busquen fuentes de financiamiento alternativas que las haga menos dependientes de la ayuda estatal.

http://www.diarioconstitucional.cl/...erior-sin-margen-para-seguir-incrementandolo/
 
Otra perla que nos ha pasado el poder político, sin siquiera habernos advertido de ello en su momento. Ahora el problema que deberemos afrontar es el de estos calienta sillas, que sin dudas no escatimarán en salir a las calles a exigir envalentonados por el PC, ya que podrían seguir calentando la silla gratis.

Para los que justifican la extensión de la carrera por no haber pasado algún crítico ramo, por muy dificil que sea ésta, no es excusa alguna para haber alargado el ciclo. Cuando el alumno le pone empeño al ramo y demuestra interés en las materias, el profesor se da cuenta de ello y le ayuda, por muy maricón que sea. Por algo existe la excelencia académica.

:hands:
 
la wea es bien clara...si redondeando, pasamos de 5 a 6 o 7 años de cobertura, ese dinero se tiene que quitar al cupo de otro estudiante que queda fuera por puntaje en la ficha o en la PSU. por eso es preferible darle 6 años a 100000 alumnos que 8 a 75000.
 
La "gratuidad" universitaria es una mala política, es muy costosa US 1700-2000 millones anuales; no hizo que gente nueva entrara a estudiar, para poder controlar el gasto las universidades están empezando a quitar recursos a investigación, y todo para beneficiar a los profesionales universitarios cuya gran mayoría gana sobre el promedio de sueldos del país (la mediana de sueldos es de ~ 380 lucas, y el promedio 550). Por lo tanto es una política regresiva en la lucha contra la desigualdad, solo por ejemplo con ese dinero se elimina el déficit habilitacional en 5-6 años..
 
A lo del gasto en gratuidad, piensen en todo lo que se pierde con los estudiantes que ingresan a una carrera con la gratuidad y al año o un poco más abandonan por los agresores motivos:
  • No es la carrera que quiero para mí
  • Eliminación académica ( reprobación)
  • Lo menciono porque es un tema el porcentaje de deserción o eliminación en las UES. Es bastante alto y por ende hay también se.pierden lucas
 
Cuando se deje de llamar gasto publico y pase a llamarse beneficio publico, pero no por nombre, por ser eficiente, con politicas claras, con un mercado que te permita seguir y no saturado como esta hoy. Y si efectivamente se esta botando la plata.
 
la gratuidad se acaba si el Estado toma posesión nuevamente de sus Ues, cosa que no harán por que los rectores no querrán soltar la teta de controlar la cantidad de plata que pueden malversar hacía los partidos políticos de turno.
recordar el caso de la UTEM que tapó los hoyos del PS con las lucas de la carrera de criminalistica, por eso el chanchullo creció en contra de esa carrera y no del destino de los pagos de esos estudiantes.
 
:idolo: fachos pobres con gratuidad en universidades privadas callampa
:idolo: Financiar carreras callampa y sin futuro como sociología, antropología y mierdas humanistas sin campo laboral
:idolo: No destinar recursos a innovación y desarrollo tecnológico
 
La única forma de financiar todo lo que piden, es que estén dispuestos a que la tasa promedio de impuesto sea cercana al 40%... y cerca del 60-70% para los mas ricos....
 
Yo aún no entiendo porque se le da tanta importancia a la educación superior y el chileno promedio lo ve como la gran salvación de "vida", casi el 80% de las personas con estudios superiores (me incluyo) trabajan en lo que no estudiaron.

No sirve de nada tener a tanto profesional si el mercado laboral está ultra de saturado, además actualmente todo es pituto.
 
Yo aún no entiendo porque se le da tanta importancia a la educación superior y el chileno promedio lo ve como la gran salvación de "vida", casi el 80% de las personas con estudios superiores (me incluyo) trabajan en lo que no estudiaron.

No sirve de nada tener a tanto profesional si el mercado laboral está ultra de saturado, además actualmente todo es pituto.
Concuerdo con este noble aldeano.
Por qué no potencian los oficios? Weon encuentra un culiao que te cambie la cerámica del patio... Semanas para que el viejo ql te haga un presupuesto de 800 lucas.

Potencien oficios, enseñen a que pueden hacer sus propios negocios y no estudiar Ing comercial para trabajar en un banco.
Wn está lleno de culiaos con título que o están cesantes o trabajan en cualquier wea (me incluyo).
Si alguien me hubiera enseñado a hacer muebles cuando tenía 14 otro gallo cantaria.

País culiao cada día te odio más
 
Yo aún no entiendo porque se le da tanta importancia a la educación superior y el chileno promedio lo ve como la gran salvación de "vida", casi el 80% de las personas con estudios superiores (me incluyo) trabajan en lo que no estudiaron.

No sirve de nada tener a tanto profesional si el mercado laboral está ultra de saturado, además actualmente todo es pituto.

Esto pasa porque no hay suficientes industrias en el país. Como consecuencia no hay mucho trabajo, las universidades sirven a ocupar a los jóvenes para que no reclamen por la falta de empleos.
 
Más que una "publicación" es un panfleto que bien poco aporta a la discusión:

1. "Sin margen para seguir incrementándolo", pero la razón es simplemente porque ya tiene muchos recursos.
2. La "principal evidencia internacional" habla de que es mejor "concentrar los mayores esfuerzos en la educación temprana". Esta afirmación se entiende que es relativa (si fuera absoluta, no habría recursos para la educación superior), pero se utiliza con el fin de justificar la no inyección de recursos adicionales.
3. En lo que sí podría estar de acuerdo es en la eficiencia del uso de los recursos: "en el caso de las universidades privadas del CRUCh, el mayor gasto público es coherente con su mayor contribución a la generación de bienes públicos... Los mayores recursos públicos que reciben las universidades estatales, en cambio, no van aparejados de un mejor desempeño promedio". Sin embargo, la calidad, a la cual se refiere en forma camuflada, requiere asimismo recursos dirigidos hacia las instituciones, sobre todo aquéllas con déficit en la materia.

Creo que el gasto público es necesario en las tres etapas y que en todas hay correcciones que hacer en sus políticas, pero no por eso se va a descuidar una etapa tan relevante como la educación superior, ya que es la única que puede emparejar la cancha entre las clases sociales y generar nuevo conocimiento al país.
 

pueden gastar en mas computadores mas tablet , internet para cada estudiante y aun asi sera un fracaso :hands: , como dije es la historia de antaño cuando en los 90 compraban un pc pal regalon porque se creia que con eso estudiaria, mientras el wn de escasos recursos del curso sacaba primer lugar :lol2: , sin disciplina ningun pendejo va a llegar a ningun lado y eso es algo que el profe no puede hacer
 
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