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Genios-Locos

S

setoh

Guest
*Mi historia:
Durante toda mi vida(mis cortos 18 años) me he considerado alguien inteligente, ya que se me ha mencionado en un par de veces, y es por eso que estoy ahora donde estoy(posicion academica); la inteligencia la veo como la capacidad de abstraccion, o capacidad de imaginar algo que cuesta para la mayoria,
y de tanto abstraerse he tenido miedo de eprder el cable a tierra, el hilo del volantin :).

*Tema ha debatir:
Bueno una de las cosas que he pensado en estos ultimos meses ha sido eso y se me ha ocurrido abrir otro tema de debate: la relación entre el genio y la locura. El de la locura es un tema sobre el que se ha escrito bastante en filosofía (por ejemplo, el último Congreso de jóvenes filósofos trató sobre este tema) y su relación con el genio parece confirmarse en muchos casos. Artistas, literatos, pensadores, músicos... ¿Son los "genios" del presente los "locos" del pasado? ¿Qué relación existe entre el genio y la locura? ¿Es la locura una condición necesaria para la genialidad? ¿Son los "locos" los únicos capaces de salirse de los esquemas "normales" de pensamiento y, por ello, los verdaderos genios, cuando hablamos de la creación artística? Podría ser un debate interesante si se animan a partcipar...

*Una tesis que encontre que me gusta mucho, es opcional leerla, pero ayuda mucho al tema e insita a pensar bastante:
“La Locura y la genialidad”
Por: Alejandra Boronat García

"Es raro encontrar mucho genio unido a mucha razón;
por el contrario, un talento genial está sometido muchas veces
a vivos afectos y pasiones poco razonables" (Schopenhauer )


Muchas veces las personas se preguntan el porqué de que la gente con problemas mentales tiene un alto grado de capacidad intelectual. Lo que nos lleva a pensar que la genialidad es un tipo de locura, o que la locura en sí es la genialidad.
Estas dos palabras no se pueden usar como sinónimos, y aunque generalmente se piense que no tienen nada que ver, la realidad es otra.
Dos palabras que nos dan mucho de que hablar, relacionadas profundamente, y estudiadas a lo largo de los años.
Relaciones que van desde épocas muy antiguas, como en los oráculos; hasta la actualidad, donde existe una relación con las enfermedades mentales, ya sea esquizofrenia, en las que hay un alto grado de capacidad intelectual. Viéndose casos de matemáticos y de otros científicos.
La palabra “lunático” que viene usándose desde la Edad Media, la cual tenía como significado a aquella persona tocada por la luna, dándole su sabiduría, perdiendo así la razón.
Un sinnúmero de analogías presentes, dan muestra de que la genialidad conlleva a la locura, con ejemplos de genios-locos, que van desde el mundo de la literatura, al mundo real.
Éste ensayo va dirigido a las persona que en algún momento llegaron a analizar las cosas en común de aquellos genios de la historia, que sin duda alguna, es la locura; para los que han deseado ser genios, o por que no… locos.

En éste trabajo pretendo presentar la relación de estas dos palabras. Sin significar que una sea más que la otra, sino que se intenta hacer una reflexión a cerca de su relación.

A lo largo de la historia, el término locura, se ha ido modificando; teniendo así diferentes conceptos y significados.
Tanto la locura como la genialidad se han relacionado tras descripciones filosóficas como científicas. Pero ¿Cuál es el significado de estas dos palabras que nos dan un sinnúmero de relaciones?, ¿por qué la genialidad si conlleva a la locura y la locura no conlleva a la genialidad?, estas y otras preguntas a cerca de estas dos palabras han sido, durante mucho tiempo, un tema polémico del cual tratar.
Filósofos, médicos, psiquiatras, sociólogos, antropólogos y escritores han tratado de interpretar estas dos palabras. Diferentes relaciones son las que se les ha dado, dependiendo del enfoque que se quiera.
Pero ¿qué se entiende por locura? El término está presente en el lenguaje literario, sociológico y antropológico, en los cuales, a lo largo de los siglos, ha sido utilizado en campos de diferentes significados, que van desde la “divina locura” de la que habla Platón en Fredo, a la “locura morbosa” de la que se ocupaba la psiquiatría en sus inicios.
Diderot, escritor del siglo XVIII, atribuye la locura al cuerpo, por que al alma no se le puede atribuir vínculos casuales capaces de explicar la enfermedad. Diderot dice que “el alma esta siempre en el mismo estado, no es susceptible de ninguna alteración; por lo tanto no es a ella a la que se le debe atribuir esta pérdida, este error, este defecto de juicio que constituye el delirio, sino a la disposición de los órganos del cuerpo, adonde gustó de unirla el Creador; esto está fuera de duda.”
Schelling, filósofo del siglo XIX, interpreta la locura como el fondo del espíritu humano que corresponde a la razón regular. Schelling escribe que “la esencia más profunda del espíritu humano (…) si éste se considera separado del alma, y por consiguiente de Dios, es la locura. La locura. Por lo tanto, no nace sino que se manifiesta precisamente cuando cobra realidad aquello que no es esencial, es decir irracional (…) La base de la razón misma es, por consiguiente, locura. Dado que la locura es un elemento necesario, pero que no debería manifestarse, no debería cobrar realidad. Justamente lo que llamamos razón (…) no es otra cosa que locura regulada…”
La psiquiatría no logra comprender la locura, y tiene en el término a las enfermedades mentales. Confirman que la locura es el producto de un juicio de la razón, y que la razón “tiene razón”, por que de ella depende fijar las reglas de convivencia y las formas de interpretación. En esa conexión que M. Foucault destacó entre saber y poder; donde se deciden los procedimientos de exclusión que crea el ámbito de la locura. Basaglia escribe: “cuando la razón comienza a juzgar a la locura la distancia entre razón y sinrazón ya esta fijada, y es la distancia que se crea entre el sujeto del juicio y el objeto juzgado. La objetivación de la razón es la premisa indispensable para el dominio, y la razón podrá admitir la sinrazón como parte de sí sólo en cuanto ya la hizo objetiva”.
¿Qué es la genialidad? El término genialidad se manifiesta para quien esta dotado de excepcionales capacidades creativas y es capaz de alcanzar metas que van más allá de las expectativas comunes, de la predictibilidad y en ocasiones de la misma comprensión del grupo de pertenencia.
La genialidad se manifiesta en formas de pensamiento nuevas y duraderas que se presentan a posteriores desarrollos y que constituyen un punto de referencia eterno y universal. Kant, siglo XIX, la definió como ese “talento que da la regla al arte”; el genio está mas allá de las reglas. El concepto de genio retomado por Schopenhauer, es liberado de su subjetividad ya que, dice: la genialidad “necesita un completo olvido de la propia persona y de sus relaciones; de aquí se deriva que la genialidad no es mas que la dirección subjetiva, la cual tiende hacia la propia persona, o sea hacia la voluntad”. Muchos experimentos, a lo largo de la historia han confirmado la relación de locura y genialidad. Lombroso inició el estudio de la relación genio-locura, basándose en los fenómenos regresivos de la evolución, en los cuales un desarrollo muy avanzado hacia cierta dirección, va acompañado por la otra.
Japers retomo el tema, y se dió cuenta de una coincidencia entre los momentos más creativos de genialidad patológica y los episodios más agudos de esquizofrenia.

Por otra parte la genialidad es un tipo de locura; los genios, al igual que las personas locas sufren de un rechazo social por no ser como el resto de los hombres: “normal”. Sin embargo son personas más racionales.
¿La genialidad conlleva a la locura? Muchos autores dicen que la genialidad es un tipo de locura, más que nada las personas que sufren de algún desorden mental, ya sea esquizofrenia u otras, tienen un alto grado para entender cosas abstractas, y un alto grado de imaginación, por lo que les facilita el entendimiento de cosas no entendibles para la gente común.
Existen casos científicos en los que se dice que por tanta inteligencia absorbida de libros y entendida, la gente se vuelve loca. En un estudio se ha llegado a confirmar que si una persona lee más de cinco libros a la semana se puede volver esquizofrénico, o padecer algún otro desequilibrio mental.

En seguida mostraré casos en los que la genialidad los llevó a la locura, casos históricos, de personajes conocidos.
Como ejemplo literario se encuentra El Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, que se le considera el mas grande loco-genio: “…este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba de ocioso (…) se daba a leer libros (…). El se enfrasco tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le seco el cerebro de manera que vino a perder el juicio…”.
Aquí se puede observar como hasta en la literatura se puede ver el caso de que la genialidad conlleva a la locura, ya que una persona por saber tantas cosas, y el desear saber más lo llevan a un alejamiento social, por lo que se convierte en una persona con rasgos antisociales, y así alejado de una sociedad empieza a perder el juicio, y a crear su propio mundo, en el que no existe nadie mas, más que él mismo, y su razón.
Regresando al tema de la locura, en otro caso muy conocido, el del matemático Jonh Nash, siglo XX, el cual desde muy pequeño presentaba rasgos de una persona antisocial, se apartaba de sus compañeros, y no era muy brillante en la escuela; sin embargo practicaba experimentos científicos en su casa, teniendo así una gran capacidad intelectual, y una gran dificultad para relacionarse con los demás. Esto lo llevo a su enfermedad: "... el personal de mi universidad, el Massachusetts Institute of Technology, y más tarde todo Boston, se comportaba conmigo de una forma muy extraña. (...) Empecé a ver criptocomunistas por todas partes (...) Empecé a pensar que yo era una persona de gran importancia religiosa y a oír voces continuamente. Empecé a oír algo así como llamadas telefónicas que sonaban en mi cerebro, de gente opuesta a mis ideas. (...) El delirio era como un sueño del que parecía que no me despertaba." Con esto se puede observar otro caso de una persona genial lo lleva a la locura, al delirio.
Así como este caso, se puede observar un sinnúmero de personas geniales que sufren de locura. Me gustaría compartir la vida de un pintor, que sin duda todos conocen: Salvador Dalí, el cual es considerado como un genio de las artes, sin duda los es, pero ¿qué tiene en común con los demás personajes?, que estaba loco. Dalí sufría de paranoia, la cual lo orillaba a tener actitudes un poco extrañas; le gustaba burlarse de todos, era muy extravagante, como lo son normalmente los surrealistas. Sin embargo Dalí negaba su locura, declarando, en los años cuarenta, que “La única diferencia que hay entre un loco y yo es que yo no estoy loco".
Dalí era un loco, pero genial. Los puntos de control que le permitían seguir en el lado de los cuerdos eran la genialidad creativa, Gala (amada de Dalí) y el personaje creado por él mismo: el Divino Dalí. Para proteger al Dalí más indefenso, él mismo creó la figura del Divino Dalí, "que es como la cáscara del huevo que recubre a la yema presta a romperse. La creación del personaje es un modo de poder soportar la vida. Dalí tenía diversos síntomas clínicos, y su personaje lo arropa para vivir de una manera estable", sin duda alguna no deja de ser un personaje creado por él mismo. Sin embargo, a partir de la muerte de Gala la razón de Dalí empezó a fallar. Se comenzó a ver a un Salvador Dalí enfermo. "Decae el Divino Dalí y la caída es estrepitosa, ya que la creatividad artística por sí sola no le sostiene. A partir de la década de los ochenta apareció el rostro funesto de la locura. Algunos psiquiatras hablaron de paranoia, otros de melancolía... Todas estas afirmaciones son etiquetas de un sujeto psicótico. A este proceso se unió un deterioro neurológico general que convirtió al artista en una persona abatida y perdida en la maraña de la locura…” (La cara oculta de Salvador Dalí) afirma Luis Salvador López-Herrero, psicoanalista.
Por otra parte, y en relación a la filosofía, Foucault, dice que la locura tiene algo que ver con extraños mundos del saber. La locura se convierte en una de las formas mismas de la razón. No conserva sentido ni valor más que en el campo mismo de la razón. Si el saber es tan importante en el reino de la locura, no es porque ésta conserve aquellos secretos; es, al contrario, el castigo de una ciencia inútil y desordenada. Si es la verdad del conocimiento, es porque éste es grotesco, ya que en vez de basarse en el gran libro de la experiencia, se pierde en el polvo de los libros y de las discusiones ociosas; la ciencia cae en la locura por el mismo exceso de las falsas ciencias. Muchos autores reflexionan a cerca de la genialidad y la locura, y como hemos visto a lo largo de este ensayo la locura se presenta, normalmente en personas geniales.
Por todo lo anterior podemos concluir que la locura es y seguirá siendo una forma de la razón la cual te guía por un camino de la sabiduría, haciendo crecer a aquel ser, la mente y el saber. Las personas no nacen siendo geniales, la genialidad se desarrolla; sin embargo el hombre aprende a tener esa capacidad de abstracción, de entendimiento con el paso del tiempo. Existen algunos que se les facilita más que a otros. Aunque por otro lado hay niños que desarrollan esa capacidad desde muy tempranas edades, pero sin duda todos tenemos la misma oportunidad de ser geniales. Sin embargo las personas geniales, por tanta absorción de conocimiento, de sabiduría, de imaginación y de abstracción, llegan a un punto en el que su mente ya no es la misma convirtiéndose en un mundo imaginario en el que se encuentra él y la razón, volviéndose así sabio, como dice William Blake, 1757-1827: “si el loco persiste en su locura se volverá sabio”.
Mas allá de la racionalidad del pensamiento, la persona pierde un sentido, un equilibrio, en el que se encuentra él y su pensamiento. Llevándolo a la razón total en la que su mundo se va a combinar con la realidad, generando un sin fin de conceptos, y abstracciones, perdiendo su equilibrio mental.
Las personas geniales conllevan en sí un grado de locura, al igual que los locos, los genios sufren de un rechazo social, y un alto grado de capacidad intelectual, pero sin duda alguna la genialidad te lleva a la locura, sin que necesariamente la locura te lleve a la genialidad. “No hay genio sin un grado de locura” (Aristóteles).
 
espero no desvirtuar el tema con lo de mi historia..no es que me crea genio ni mucho menos..pero es para relacionar el tema la inteligencia y la locura se relacionan bastante
 
mira, no lei el spolier...despues lo hago pero ahora te voy a decir una especie de teoria, creo...que una vez vi en la tele....la encontre muy interesante y algo graciosa....=)

hay una wea que se llama inhibicion latente que es la capacidad del cerebro para "desechar" estimulos que cree que no le resultan necesarios..

bueno, la creatividad o el ver cosas donde el resto no las ve viene de lo que se le llama "inhibicion baja latente"...que quiere decir esto?...solo que el cerebro de la persona creativa no desecha esa informacion.es como decir q fueran mas perceptibles a los estimulos...

ahora nesecitas tener una gran inteligencia para que este aspecto sea favorable para poder discriminar entre la cantidades de ideas que se te pueden venir a la cabeza, si no tienes la suficiente inteligencia, no vas a ser capas de discriminar todas las ideas y eso puede producir problemas mentales...

esop....igual se pueden aprender cosa viendo tele xD

y esop...

na mas q decir...

sabio es aquel que sabe que está loco,...loco es el que cree que no lo está
 
Hay siete tipos de inteligencia según los sicologos

* Inteligencia lingüística, la que tienen los escritores, los poetas, los buenos redactores. Utiliza ambos hemisferios.
* Inteligencia lógica-matemática, la que se utiliza para resolver problemas de lógica y matemáticas. Es la inteligencia que tienen los científicos. Se corresponde con el modo de pensamiento del hemisferio lógico y con lo que la cultura occidental ha considerado siempre como la única inteligencia.
* Inteligencia espacial, consiste en formar un modelo mental del mundo en tres dimensiones; es la inteligencia que tienen los marineros, los ingenieros, los cirujanos, los escultores, los arquitectos o los decoradores.
* Inteligencia musical, es aquella que permite desenvolverse adecuadamente a cantantes, compositores, músicos y bailarines.
* Inteligencia corporal-cinestésica, o la capacidad de utilizar el propio cuerpo para realizar actividades o resolver problemas. Es la inteligencia de los deportistas, los artesanos, los cirujanos y los bailarines.
* Inteligencia intrapersonal, es la que permite entenderse a sí mismo. No está asociada a ninguna actividad concreta.
* Inteligencia interpersonal, la que permite entender a los demás; se la suele encontrar en los buenos vendedores, políticos, profesores o terapeutas.
* Inteligencia emocional, es la formada por la inteligencia intrapersonal y la interpersonal, y juntas determinan la capacidad de dirigir la propia vida de manera satisfactoria.
* Inteligencia naturalista, la utilizada cuando se observa y estudia la naturaleza. Es la que demuestran los biólogos o los herbolarios.

Cada persona tiene algo mas desarrollado q los otros, pro ejemplo una persona habil en estudios pero en los deportes en malo

Genio no quiere decir q sea algo del otro mundo, ya q ese genio puede ser habil en su area, pero en otras quizas sea igual o peor a las demás personas

Toda persona puede llegar a tener una intelegencia parecida en el area q le gusta a la de un genio, ya q los genios se esforzaron y estudiaron mucho tiempo y dedicaron su vida a lo q querian hacer, quizas alla personas mas rapidas q otras pero todos pueden a llegar tener la misma inteligencia...

Pero lamentablemente estamos en un mundo donde no ver el SQP, donde no enterarse de quien es LULI, donde no ser apasionado por el futbol es considerado loco, preguntarse cosas como q vendrá despues de la muerte es loco, "DONDE PENSAR" es loco

Entonces donde llegaremos...


Creo q la locura es una habilidad q se le entrega a ciertas personas para aislarse del mundo y dedicarle toda su vida a algo q lo apasiona...


SUENA- MAS ALLA de WarCry xD!!!
 
Después de tu petulante e innecesaria introducción, me quedaron pocas ganas de seguir leyendo... pero seguí y traté de hacer caso omiso del párrafo en cuestión, porque debo reconocer que alguna vez fui igual.

Un Genio es alguien que ve el mundo de otra manera, que aporta con cambios y novedades, tanto prácticas, artísticas, intelectuales, o emocionales... para lo cuál, necesariamente debe abstraerse de la visión común y corriente de la sociedad. Obviamente, el concepto de locura debe usarse como una figura, y no darle el sentido literal (enfermedad, sin juicio, sin razón, etc) a la correlación genio - loco.

Y no sé si la inteligencia sea útil como factor para discriminar a un genio de un "normal", porque tengo entendido que todos tenemos algún tipo de inteligencia o talento, viéndolo desde el punto de vista de las inteligencias múltiples (lo aprendí en un taller de inteligencia emocional)... ya sean "musical, cinético-corporal, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal e intrapersonal, inteligencia existencial e inteligencia naturalista (Gardner)"... la genialidad viene cuando aportas con cambios o alguna novedad que sean admirables y reconocibles, lo que es necesariamente subjetivo, pero que por lo general se llega a un consenso general sobre el "genio" del individuo en cuestión.

edito: mientras redactaba, posteaste lo de las inteligencias múltiples... te me adelantaste por unos minutos :lol: (msje para feanarop)
 
1.- la levanta de raja inicial... estaba de mas... :nonono:
2.- la locura se debe ( como mencionaron mas arriba ) a un estado de racionalidad constante "disitinto" del comun y no a un tipo de enfermedad mental
3.- claramente los genios son "disitntos" en su manera de racionalizar sus penmsamientos,y por ende, de relacionarse con su entorno
4.- GENIO no es lo mismo que INTELIGENCIA, la inteligencia ( ami juicio ) se asocia con la capacidad de solucioanr problemas; GENIO implicaria, en un mayor nivel de profundidad, lateralidad de pensamiento; o sea el wueon que se le ocurren wueas que a nadie se le ocurre, ej.

Inteligente: el tipico awueonao nerd del colegio, el "cerebrito"
Genio : Mozart ( nuevas formas de composicon y concepcion musical)


ahhhhhh... y sobre tu introduccion inicial de que eras muy inteligente y wueas......


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Huacho Pelao dijo:

4.- GENIO no es lo mismo que INTELIGENCIA, la inteligencia ( ami juicio ) se asocia con la capacidad de solucioanr problemas; GENIO implicaria, en un mayor nivel de profundidad, lateralidad de pensamiento; o sea el wueon que se le ocurren wueas que a nadie se le ocurre, ej.

Inteligente: el tipico awueonao nerd del colegio, el "cerebrito"
Genio : Mozart ( nuevas formas de composicon y concepcion musical)



Esta misma cuestion iba a decir yo... Me ganaste...

La inteligencia es la capacidad para resolver problemas, las matemáticas nos estimulan la inteligencia porque tenemos que resolver varios problemas de distintas formas.

La definición de inteligencia que dio el creador del tema yo creo que no correspond, eso corresponde mas a lo qe es un artista.


Y con respecto a la levantá de raja inicial: Todas las personas se creen mas inteligentes que la media. Pasa lo mismo cuando a una persona se le pregunta por su estado físico, todos creen que están mejores que la media :lol2:

posicion academica????, con 18 años, supongo que estás en primer año de alguna carrera.. Cuando salgas del cascarón y entres al mundo laboral... Ahi recién conversamos de "capacidad para resolver problemas"
 
FEANAROP:

Entiendase como genio a quien si bien no domina gran parte de las inteligencias que mencionaste, abarca una gran cantidad de estas, pongo por ejemplo a Da Vinci, Escritor, Pintor, Arquitecto, fue el primer ingeniero e hizo avances medicos(anatomia) tan importantes que hasta el dia de hoy son considerados. Pero obviamente todo el mundo lo trato como LOCO al cortarse el meñique para ver como era dentro, o al saber que desmembraba cuerpos en su laboratorio.



Huacho Pelao:

Tienes razon, me exprese mal, lo que intentaba era decir algo que en verdad no tenia muchas ganas pero ahi va, segun un test psicologico tengo una edad mental de 34 años, y a mi corta edad se me ha diagnosticado un trastorno esquizofreniforme. Es adecuado al tema lo que dije? pienso que si, pero al no querer decir mi enfermedad por verguenza lo exprese mal, asi que pa que no wei ahi esta.


Saludos
 
FEANAROP:

Entiendase como genio a quien si bien no domina gran parte de las inteligencias que mencionaste, abarca una gran cantidad de estas, pongo por ejemplo a Da Vinci, Escritor, Pintor, Arquitecto, fue el primer ingeniero e hizo avances medicos(anatomia) tan importantes que hasta el dia de hoy son considerados. Pero obviamente todo el mundo lo trato como LOCO al cortarse el meñique para ver como era dentro, o al saber que desmembraba cuerpos en su laboratorio.



Huacho Pelao:

Tienes razon, me exprese mal, lo que intentaba era decir algo que en verdad no tenia muchas ganas pero ahi va, segun un test psicologico tengo una edad mental de 34 años, y a mi corta edad se me ha diagnosticado un trastorno esquizofreniforme. Es adecuado al tema lo que dije? pienso que si, pero al no querer decir mi enfermedad por verguenza lo exprese mal, asi que pa que no wei ahi esta.


Saludos
 
Ni la genialidad, ni la locura existen; son creaciones del hombre para expresar lo que va mas alla de su propio conocimiento,para expresar las cosas que lo sobrepasan. Que es la genialidad?, q es la locura?, solo son simples estados en los que enmarcamos a personas. Si e spor parte de la psicologia, solo se refiere a un estado consensuado por psicologos y por ello catalogamos de locos a los "locos" y de genios a los "genios".


Aunque entiendo lo que se plantea aqui, nos hemos quedado en la importancia de los significados.

Aqui un poco de Nietzsche, por si es no me he explicado bien.

En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la “Historia Universal”: pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podría inventar una fábula semejante pero, con todo, no habría ilustrado suficientemente cuán lastimoso, cuán sombrío y caduco, cuán estéril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza. Hubo eternidades en las que no existía; cuando de nuevo se acabe todo para él no habrá sucedido nada, puesto que para ese intelecto no hay ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. No es sino humano, y solamente su poseedor y creador lo toma tan patéticamente como si en él girasen los goznes del mundo. Pero, si pudiéramos comunicarnos con la mosca, llegaríamos a saber que también ella navega por el aire poseída de ese mismo pathos, y se siente el centro volante de este mundo. Nada hay en la naturaleza, por despreciable e insignificante que sea, que, al más pequeño soplo de aquel poder del conocimiento, no se infle inmediatamente como un odre; y del mismo modo que cualquier mozo de cuerda quiere tener su admirador, el más soberbio de los hombres, el filósofo, está completamente convencido de que, desde todas partes, los ojos del universo tienen telescópicamente puesta su mirada en sus obras y pensamientos.

Es digno de nota que sea el intelecto quien así obre, él que, sin embargo, sólo ha sido añadido precisamente como un recurso de los seres más infelices, delicados y efímeros, para conservarlos un minuto en la existencia, de la cual, por el contrario, sin ese aditamento tendrían toda clase de motivos para huir tan rápidamente como el hijo de Lessing. Ese orgullo, ligado al conocimiento y a la sensación, niebla cegadora colocada sobre los ojos y los sentidos de los hombres, los hace engañarse sobre el valor de la existencia, puesto que aquél proporciona la más aduladora valoración sobre el conocimiento mismo. Su efecto más general es el engaño —pero también los efectos más particulares llevan consigo algo del mismo carácter—.

El intelecto, como medio de conservación del individuo, desarrolla sus fuerzas principales fingiendo, puesto que éste es el medio, merced al cual sobreviven los individuos débiles y poco robustos, como aquellos a quienes les ha sido negado servirse, en la lucha por la existencia, de cuernos, o de la afilada dentadura del animal de rapiña. En los hombres alcanza su punto culminante este arte de fingir; aquí el engaño, la adulación, la mentira y el fraude, la murmuración, la farsa, el vivir del brillo ajeno, el enmascaramiento, el convencionalismo encubridor, la escenificación ante los demás y ante uno mismo, en una palabra, el revoloteo incesante alrededor de la llama de la vanidad es hasta tal punto regla y ley, que apenas hay nada tan inconcebible como el hecho de que haya podido surgir entre los hombres una inclinación sincera y pura hacia la verdad. Se encuentran profundamente sumergidos en ilusiones y ensueños; su mirada se limita a deslizarse sobre la superficie de las cosas y percibe “formas”, su sensación no conduce en ningún caso a la verdad, sino que se contenta con recibir estímulos, como si jugase a tantear el dorso de las cosas. Además, durante toda una vida, el hombre se deja engañar por la noche en el sueño, sin que su sentido moral haya tratado nunca de impedirlo, mientras que parece que ha habido hombres que, a fuerza de voluntad, han conseguido eliminar los ronquidos. En realidad, ¿qué sabe el hombre de sí mismo? ¿Sería capaz de percibirse a sí mismo, aunque sólo fuese por una vez, como si estuviese tendido en una vitrina iluminada? ¿Acaso no le oculta la naturaleza la mayor parte de las cosas, incluso su propio cuerpo, de modo que, al margen de las circunvoluciones de sus intestinos, del rápido flujo de su circulación sanguínea, de las complejas vibraciones de sus fibras, quede desterrado y enredado en una conciencia soberbia e ilusa? Ella ha tirado la llave, y ¡ay de la funesta curiosidad que pudiese mirar fuera a través de una hendidura del cuarto de la conciencia y vislumbrase entonces que el hombre descansa sobre la crueldad, la codicia, la insaciabilidad, el asesinato, en la indiferencia de su ignorancia y, por así decirlo, pendiente en sus sueños del lomo de un tigre! ¿De dónde procede en el mundo entero, en esta constelación, el impulso hacia la verdad?

En un estado natural de las cosas, el individuo, en la medida en que se quiere mantener frente a los demás individuos, utiliza el intelecto y la mayor parte de las veces solamente para fingir, pero, puesto que el hombre, tanto por la necesidad como por hastío, desea existir en sociedad y gregariamente, precisa de un tratado de paz y, de acuerdo con este, procura que, al menos, desaparezca de su mundo el más grande bellum omnium contra omnes. Este tratado de paz conlleva algo que promete ser el primer paso para la consecución de ese misterioso impulso hacia la verdad. En este mismo momento se fija lo que a partir de entonces ha de ser “verdad”, es decir, se ha inventado una designación de las cosas uniformemente válida y obligatoria, y el poder legislativo del lenguaje proporciona también las primeras leyes de verdad, pues aquí se origina por primera vez el contraste entre verdad y mentira. El mentiroso utiliza las designaciones válidas, las palabras, para hacer aparecer lo irreal como real; dice, por ejemplo, “soy rico” cuando la designación correcta para su estado sería justamente “pobre”. Abusa de las convenciones consolidadas haciendo cambios discrecionales, cuando no invirtiendo los nombres. Si hace esto de manera interesada y que además ocasione perjuicios, la sociedad no confiará ya más en él y, por este motivo, lo expulsará de su seno. Por eso los hombres no huyen tanto de ser engañados como de ser perjudicados mediante el engaño; en este estadio tampoco detestan en rigor el embuste, sino las consecuencias perniciosas, hostiles, de ciertas clases de embustes. El hombre nada más que desea la verdad en un sentido análogamente limitado: ansía las consecuencias agradables de la verdad, aquellas que mantienen la vida; es indiferente al conocimiento puro y sin consecuencias e incluso hostil frente a las verdades susceptibles de efectos perjudiciales o destructivos. Y, además, ¿qué sucede con esas convenciones del lenguaje? ¿Son quizá productos del conocimiento, del sentido de la verdad? ¿Concuerdan las designaciones y las cosas? ¿Es el lenguaje la expresión adecuada de todas las realidades?

Solamente mediante el olvido puede el hombre alguna vez llegar a imaginarse que está en posesión de una “verdad” en el grado que se acaba de señalar. Si no se contenta con la verdad en forma de tautología, es decir, con conchas vacías, entonces trocará continuamente ilusiones por verdades. ¿Qué es una palabra? La reproducción en sonidos de un impulso nervioso. Pero inferir además a partir del impulso nervioso la existencia de una causa fuera de nosotros, es ya el resultado de un uso falso e injustificado del principio de razón. ¡Cómo podríamos decir legítimamente, si la verdad fuese lo único decisivo en la génesis del lenguaje, si el punto de vista de la certeza lo fuese también respecto a las designaciones, cómo, no obstante, podríamos decir legítimamente: la piedra es dura, como si además captásemos lo “duro” de otra manera y no solamente como una excitación completamente subjetiva! Dividimos las cosas en géneros, caracterizamos el árbol como masculino y la planta como femenino: ¡qué extrapolación tan arbitraria! ¡A qué altura volamos por encima del canon de la certeza! Hablamos de una “serpiente”: la designación cubre solamente el hecho de retorcerse; podría, por tanto, atribuírsele también al gusano. ¡Qué arbitrariedad en las delimitaciones! ¡Qué parcialidad en las preferencias, unas veces de una propiedad de una cosa, otras veces de otra! Los diferentes lenguajes, comparados unos con otros, ponen en evidencia que con las palabras jamás se llega a la verdad ni a una expresión adecuada pues, en caso contrario, no habría tantos lenguajes. La “cosa en sí” (esto sería justamente la verdad pura, sin consecuencias) es totalmente inalcanzable y no es deseable en absoluto para el creador del lenguaje. Éste se limita a designar las relaciones de las cosas con respecto a los hombres y para expresarlas apela a las metáforas más audaces. ¡En primer lugar, un impulso nervioso extrapolado en una imagen! Primera metáfora. ¡La imagen transformada de nuevo en un sonido! Segunda metáfora. Y, en cada caso, un salto total desde una esfera a otra completamente distinta. Se podría pensar en un hombre que fuese completamente sordo y jamás hubiera tenido ninguna sensación sonora ni musical; del mismo modo que un hombre de estas características se queda atónito ante las figuras acústicas de Chladni en la arena, descubre su causa en las vibraciones de la cuerda y jurará entonces que, en adelante, no se puede ignorar lo que los hombres llaman “sonido”, así nos sucede a todos nosotros con el lenguaje. Creemos saber algo de las cosas mismas cuando hablamos de árboles, colores, nieve y flores y no poseemos, sin embargo, más que metáforas de las cosas que no corresponden en absoluto a las esencias primitivas. Del mismo modo que el sonido configurado en la arena, la enigmática x de la cosa en sí se presenta en principio como impulso nervioso, después como figura, finalmente como sonido. Por tanto, en cualquier caso, el origen del lenguaje no sigue un proceso lógico, y todo el material sobre el que, y a partir del cual, trabaja y construye el hombre de la verdad, el investigador, el filósofo, procede, si no de las nubes, en ningún caso de la esencia de las cosas.

Friedrich Nietzsche
Sobre verdad y mentira en sentido extramoral
 
Ni la genialidad, ni la locura existen; son creaciones del hombre para expresar lo que va mas alla de su propio conocimiento,para expresar las cosas que lo sobrepasan. Que es la genialidad?, q es la locura?, solo son simples estados en los que enmarcamos a personas. Si e spor parte de la psicologia, solo se refiere a un estado consensuado por psicologos y por ello catalogamos de locos a los "locos" y de genios a los "genios".


Aunque entiendo lo que se plantea aqui, nos hemos quedado en la importancia de los significados.

Aqui un poco de Nietzsche, por si es no me he explicado bien.

En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la “Historia Universal”: pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podría inventar una fábula semejante pero, con todo, no habría ilustrado suficientemente cuán lastimoso, cuán sombrío y caduco, cuán estéril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza. Hubo eternidades en las que no existía; cuando de nuevo se acabe todo para él no habrá sucedido nada, puesto que para ese intelecto no hay ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. No es sino humano, y solamente su poseedor y creador lo toma tan patéticamente como si en él girasen los goznes del mundo. Pero, si pudiéramos comunicarnos con la mosca, llegaríamos a saber que también ella navega por el aire poseída de ese mismo pathos, y se siente el centro volante de este mundo. Nada hay en la naturaleza, por despreciable e insignificante que sea, que, al más pequeño soplo de aquel poder del conocimiento, no se infle inmediatamente como un odre; y del mismo modo que cualquier mozo de cuerda quiere tener su admirador, el más soberbio de los hombres, el filósofo, está completamente convencido de que, desde todas partes, los ojos del universo tienen telescópicamente puesta su mirada en sus obras y pensamientos.

Es digno de nota que sea el intelecto quien así obre, él que, sin embargo, sólo ha sido añadido precisamente como un recurso de los seres más infelices, delicados y efímeros, para conservarlos un minuto en la existencia, de la cual, por el contrario, sin ese aditamento tendrían toda clase de motivos para huir tan rápidamente como el hijo de Lessing. Ese orgullo, ligado al conocimiento y a la sensación, niebla cegadora colocada sobre los ojos y los sentidos de los hombres, los hace engañarse sobre el valor de la existencia, puesto que aquél proporciona la más aduladora valoración sobre el conocimiento mismo. Su efecto más general es el engaño —pero también los efectos más particulares llevan consigo algo del mismo carácter—.

El intelecto, como medio de conservación del individuo, desarrolla sus fuerzas principales fingiendo, puesto que éste es el medio, merced al cual sobreviven los individuos débiles y poco robustos, como aquellos a quienes les ha sido negado servirse, en la lucha por la existencia, de cuernos, o de la afilada dentadura del animal de rapiña. En los hombres alcanza su punto culminante este arte de fingir; aquí el engaño, la adulación, la mentira y el fraude, la murmuración, la farsa, el vivir del brillo ajeno, el enmascaramiento, el convencionalismo encubridor, la escenificación ante los demás y ante uno mismo, en una palabra, el revoloteo incesante alrededor de la llama de la vanidad es hasta tal punto regla y ley, que apenas hay nada tan inconcebible como el hecho de que haya podido surgir entre los hombres una inclinación sincera y pura hacia la verdad. Se encuentran profundamente sumergidos en ilusiones y ensueños; su mirada se limita a deslizarse sobre la superficie de las cosas y percibe “formas”, su sensación no conduce en ningún caso a la verdad, sino que se contenta con recibir estímulos, como si jugase a tantear el dorso de las cosas. Además, durante toda una vida, el hombre se deja engañar por la noche en el sueño, sin que su sentido moral haya tratado nunca de impedirlo, mientras que parece que ha habido hombres que, a fuerza de voluntad, han conseguido eliminar los ronquidos. En realidad, ¿qué sabe el hombre de sí mismo? ¿Sería capaz de percibirse a sí mismo, aunque sólo fuese por una vez, como si estuviese tendido en una vitrina iluminada? ¿Acaso no le oculta la naturaleza la mayor parte de las cosas, incluso su propio cuerpo, de modo que, al margen de las circunvoluciones de sus intestinos, del rápido flujo de su circulación sanguínea, de las complejas vibraciones de sus fibras, quede desterrado y enredado en una conciencia soberbia e ilusa? Ella ha tirado la llave, y ¡ay de la funesta curiosidad que pudiese mirar fuera a través de una hendidura del cuarto de la conciencia y vislumbrase entonces que el hombre descansa sobre la crueldad, la codicia, la insaciabilidad, el asesinato, en la indiferencia de su ignorancia y, por así decirlo, pendiente en sus sueños del lomo de un tigre! ¿De dónde procede en el mundo entero, en esta constelación, el impulso hacia la verdad?

En un estado natural de las cosas, el individuo, en la medida en que se quiere mantener frente a los demás individuos, utiliza el intelecto y la mayor parte de las veces solamente para fingir, pero, puesto que el hombre, tanto por la necesidad como por hastío, desea existir en sociedad y gregariamente, precisa de un tratado de paz y, de acuerdo con este, procura que, al menos, desaparezca de su mundo el más grande bellum omnium contra omnes. Este tratado de paz conlleva algo que promete ser el primer paso para la consecución de ese misterioso impulso hacia la verdad. En este mismo momento se fija lo que a partir de entonces ha de ser “verdad”, es decir, se ha inventado una designación de las cosas uniformemente válida y obligatoria, y el poder legislativo del lenguaje proporciona también las primeras leyes de verdad, pues aquí se origina por primera vez el contraste entre verdad y mentira. El mentiroso utiliza las designaciones válidas, las palabras, para hacer aparecer lo irreal como real; dice, por ejemplo, “soy rico” cuando la designación correcta para su estado sería justamente “pobre”. Abusa de las convenciones consolidadas haciendo cambios discrecionales, cuando no invirtiendo los nombres. Si hace esto de manera interesada y que además ocasione perjuicios, la sociedad no confiará ya más en él y, por este motivo, lo expulsará de su seno. Por eso los hombres no huyen tanto de ser engañados como de ser perjudicados mediante el engaño; en este estadio tampoco detestan en rigor el embuste, sino las consecuencias perniciosas, hostiles, de ciertas clases de embustes. El hombre nada más que desea la verdad en un sentido análogamente limitado: ansía las consecuencias agradables de la verdad, aquellas que mantienen la vida; es indiferente al conocimiento puro y sin consecuencias e incluso hostil frente a las verdades susceptibles de efectos perjudiciales o destructivos. Y, además, ¿qué sucede con esas convenciones del lenguaje? ¿Son quizá productos del conocimiento, del sentido de la verdad? ¿Concuerdan las designaciones y las cosas? ¿Es el lenguaje la expresión adecuada de todas las realidades?

Solamente mediante el olvido puede el hombre alguna vez llegar a imaginarse que está en posesión de una “verdad” en el grado que se acaba de señalar. Si no se contenta con la verdad en forma de tautología, es decir, con conchas vacías, entonces trocará continuamente ilusiones por verdades. ¿Qué es una palabra? La reproducción en sonidos de un impulso nervioso. Pero inferir además a partir del impulso nervioso la existencia de una causa fuera de nosotros, es ya el resultado de un uso falso e injustificado del principio de razón. ¡Cómo podríamos decir legítimamente, si la verdad fuese lo único decisivo en la génesis del lenguaje, si el punto de vista de la certeza lo fuese también respecto a las designaciones, cómo, no obstante, podríamos decir legítimamente: la piedra es dura, como si además captásemos lo “duro” de otra manera y no solamente como una excitación completamente subjetiva! Dividimos las cosas en géneros, caracterizamos el árbol como masculino y la planta como femenino: ¡qué extrapolación tan arbitraria! ¡A qué altura volamos por encima del canon de la certeza! Hablamos de una “serpiente”: la designación cubre solamente el hecho de retorcerse; podría, por tanto, atribuírsele también al gusano. ¡Qué arbitrariedad en las delimitaciones! ¡Qué parcialidad en las preferencias, unas veces de una propiedad de una cosa, otras veces de otra! Los diferentes lenguajes, comparados unos con otros, ponen en evidencia que con las palabras jamás se llega a la verdad ni a una expresión adecuada pues, en caso contrario, no habría tantos lenguajes. La “cosa en sí” (esto sería justamente la verdad pura, sin consecuencias) es totalmente inalcanzable y no es deseable en absoluto para el creador del lenguaje. Éste se limita a designar las relaciones de las cosas con respecto a los hombres y para expresarlas apela a las metáforas más audaces. ¡En primer lugar, un impulso nervioso extrapolado en una imagen! Primera metáfora. ¡La imagen transformada de nuevo en un sonido! Segunda metáfora. Y, en cada caso, un salto total desde una esfera a otra completamente distinta. Se podría pensar en un hombre que fuese completamente sordo y jamás hubiera tenido ninguna sensación sonora ni musical; del mismo modo que un hombre de estas características se queda atónito ante las figuras acústicas de Chladni en la arena, descubre su causa en las vibraciones de la cuerda y jurará entonces que, en adelante, no se puede ignorar lo que los hombres llaman “sonido”, así nos sucede a todos nosotros con el lenguaje. Creemos saber algo de las cosas mismas cuando hablamos de árboles, colores, nieve y flores y no poseemos, sin embargo, más que metáforas de las cosas que no corresponden en absoluto a las esencias primitivas. Del mismo modo que el sonido configurado en la arena, la enigmática x de la cosa en sí se presenta en principio como impulso nervioso, después como figura, finalmente como sonido. Por tanto, en cualquier caso, el origen del lenguaje no sigue un proceso lógico, y todo el material sobre el que, y a partir del cual, trabaja y construye el hombre de la verdad, el investigador, el filósofo, procede, si no de las nubes, en ningún caso de la esencia de las cosas.

Friedrich Nietzsche
Sobre verdad y mentira en sentido extramoral
 
La genialidad nace de la capacidad del cerebro de abstraerse del problema puntual y llegar a la solucion buscando de multiples puntos de vista, o sea "los arboles no le tapan el bosque" porque gana otra perspectiva. Por eso generalmente son descuidados y "alocados", pero es porque ven la vida de una forma distinta y no se preocupan de cosas banales. Cuando se le pregunto a Einstein cuantos términos de PI conocia, dijo "Ninguno, para eso busco en cualquier libro de matematicas"
 
toos los genios tienen algo de loco y eso es innegable, pero el que seas loco no significa que seas genio.
supuestamente es genio aquel que sobresale en mas de 2 areas a la vez (al menos eso tengo entendido)


la cuestion es que la genialidad no solo es en el ambito de la ciencia, es tb en todas las diciplinas del saber y desarrollo.
mientras ,mas areas de conocimientos domines mas posibilidades de ser genio tienes y eso se logra creando conocimiento o bien desarrolando nuevas vias de desarrollo de algun area.

de esta menra si posees 2 areas de hbailidad puedes combinarlas y solo posees una combinacion, si posees 4 areas de dominio posees 3 (a-b, a-c, bc y a-b-c) y asi sucesivamente

ojala haya sido un aporte aiossss
 
setoh dijo:
FEANAROP:

Huacho Pelao:

Tienes razon, me exprese mal, lo que intentaba era decir algo que en verdad no tenia muchas ganas pero ahi va, segun un test psicologico tengo una edad mental de 34 años, y a mi corta edad se me ha diagnosticado un trastorno esquizofreniforme. Es adecuado al tema lo que dije? pienso que si, pero al no querer decir mi enfermedad por verguenza lo exprese mal, asi que pa que no wei ahi esta.


Saludos


no te preocupes, en este portal la mayoria de los post son "livianos" a la hora de contestar ( con xuxadas al por mayor !! :lol2: ), sobre el tema de tu enfermedad, animo compadre, hoy en dia se puede llevar una vida de lo mas normal con este tipo de enfermedades , animo cumpa !!! :super:
 
Creo que un Genio, podría ser aquel que para resolver los problemas que se le presentan, es capaz de idear (por si sólo, o por ejemplo estudiando a otras personas) puede llegar a resolver el problema creando o formulando un nuevo método para poder resolverlo, que no sólo involucre una manera de hacerlo (en referencia a las inteligencias), sino mezclándolas y amoldándolas todas.
Como dijeron arriba, la inteligencia lógico-matemática, ha sido la más apreciada por nuestra cultura, y creo que es un error, el sólo considerarla a ella, despreciando a todas las demás, ese comentario no tenía mucho que ver, pero cuando lo leí, me acordé.
Ah, y como dijeron más arriba, yo también sabía que el Genio era aquel que sobresalía en más de un área de inteligencia, si alguien pudiese aclararlo, se lo agradecería.

Ahora sobre la locura; creo que muchas veces la genialidad (esa que generalmente consideramos, por ejemplo el mateo del curso, el especialista reconocido en una determinada área científica, etc), creo que se debe principalmente a que estos "genios", muchas veces tienen el área de la inteligencia intrapersonal, la interpersonal y la emocional bastante poco desarrollada; y ante el común de las personas (que para nosotros no son genios, pero si lo vemos desde el punto de vista de el desarrollo de otras áreas que no sean la lógico-matemática o la lingüística, a pesar del desprecio por parte de muchos, realmente son sino Genios, Maestros en esas áreas) se ven como bichos raros, que a pesar de su "inteligencia" no logran amoldarse a la Sociedad, y generalmente se abstraen de la realidad a causa de su mirada exhaustiva de la realidad misma, y literalmente "viven en su mente", constantemente pensando en problemas que muchas veces, son completamente irrelevantes, innecesarios, etc y por lo mismo olvidan o desprecian los problemas "vanales y terrenos".
Eso sobre los "genios" en el "ideario popular" o en el pensamiento de la mayoría de las personas.

Sobre los "genios de verdad", esos que manejan también otras áreas, no creo que normalmente se les llame "Locos", creo que eso de Genio=Loco, es aplicable casi exclusivamente al "genio" que la mayoría se imagina; porque por ejemplo a los Genios Musicales, pocas veces se les llama locos; a los buenos cirujanos, carpinteros, arquitectos, escultores, tampoco se les llama locos.

Me enredé en las ideas.....

Salu2
 
Alguna vez escuche: La locura es cuando haces algo repetidamente sin obtener un resultado diferente. Yo creo que el estado de la locura no esta ligado a la genialidad, si tomas lo que dije no puedes unirlo, sin embargo lo que siempre se asocia a la genialidad es el aislamiento, autismo y insociabilidad con otras personas. Lo cual yo considero que no es locura si no que se debe a como se reparten las acciones que efectúa tu cerebro. Como se explica en el caso de RainMan y los que padecen de ese extraño síntoma.

Yo creo que estas personas se deberían agarrar una mina y se les pasaría todo el aweonamiento y aun así conservarían su inteligencia.
Saludos
 
Yo filosofeo, pienso, razono y concurro que la diferencia entre una persona que se califique de "Loco" y otra que sea nombrada "Genio" no es absoluta, sino sumamente subjetiva. Es por eso que no solamente los psiquiatras tienen esta facultad, la gente comun en sus mentesillas tambien se forman una imagen calificativa de las personas que conocen.

Talvez estoy disbariando, pero me pregunto ¿Que hubiese pasado si sus tiempos respectivos hubiesen catalogados de locos a grandes Proceres de la historia, como DaVince, Einstent, Newton, Aristoteles, Bethobent etc...?
Privandonos de sus aportaciones en campos tan diversos la Musica, Matematica y Militares. Es por eso que admiro a los Psiquiatras.


Y en tus creensias de ser Genio te digo; No seas tan credulo. Es mas creo que a la mayoria se los califica de ser inteligentes, sobretodo sus mamis,
 
Fitho dijo:
Y en tus creensias de ser Genio te digo; No seas tan credulo. Es mas creo que a la mayoria se los califica de ser inteligentes, sobretodo sus mamis,

Compadre, como le digo, si va a opinar sobre algo, mas bien si va a criticar a alguien, tome la precaucion de haber leido antes, al menos todos mis post¿estamos?
 
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