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Guatón Facho, asesor de Kast y antroniano

Theapocalypt1c

Huevon sin Vida
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A raíz de la polémica por el presidente de Gasco y la noticia posterior de que fue financista de GEK, el comentario de perogrullo fue loz surdoz no hayan como ligar esta polémica con Kast! :grito: Pero de repente tropecé con una columna de opinión en La Tercera... Ojo con la redacción, con los términos que usa, quizá a más de alguno le resulte familiar:


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Guatón facho
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Cristián Valenzuela

Abogado.

Sr. Pérez, aún hay esperanza. Según la FAO, el 34,5% de los chilenos mayores de 15 presentan altos índices de obesidad. No es una noticia para estar orgullosos ni algo que debamos promover, pero al menos a 4 de 10 chilenos puede no haberle gustado que lo trataran de esa forma. Por otra parte, en el mundo y también en Chile, los fachos están avanzando. Y aunque los progres sigan intentando levantar polémicas sobre lucha de clases y de opresión de la clase empresarial, estos conflictos no son más que peleas veraniegas que a la inmensa mayoría de las personas no les afecta ni le interesan.


Creo importante aclarar previamente: No conozco a Matías Pérez; no tengo casa en Lago Ranco (ni en ningún otro lago); soy guatón (a dieta hace varios años, con más fracasos que éxitos); y soy facho (según la nomenclatura progre).

Dicho eso, esta columna se trata de los guatones fachos. Porque digamos la verdad: a nadie le interesa si las señoras estaban o no en la playa o propiedad privada. Lo más relevante, para las hordas de defensores de lo políticamente correcto, fue hablar de sus kilos de más y de sus vínculos con la “extrema” derecha.

Primero, el guatón. Cientos de memes sobre el “Guatón de Gasco”, referencias a Jabba de Hutt, a Shrek y una serie de imágenes del señor Pérez, con vestido, sostenes o cualquier accesorio que buscaba ridiculizarlo por su guata o senos. Durante las últimas 24 horas, se desató una verdadera “gordofobia” y mediante una suerte de bullying colectivo, las redes sociales trapearon el piso con el sobrepeso del supuesto victimario en este caso.

Segundo, el facho. Lo primero habría sido insuficiente para generar una polémica nacional si no hubiese estado acompañado de dos elementos claves: el financiamiento que aportó a José Antonio Kast y su defensa férrea del pinochetismo. No, no es un guatón cualquiera. Era un guatón facho y así lo hicieron saber los medios de comunicación desde temprano para elevar al patrón de fundo a la categoría de persona muy indeseable.

Este cóctel explosivo de obesidad y facherío es el que permitió no sólo alcanzar el trending topic en redes sociales, sino que inspiró despachos en terreno, portadas de diario, probablemente matinales y por qué no soñarlo, un espacio en las columnas privilegiadas del fin de semana que quizás le dediquen un capítulo nuevo a los privilegios de llamarse Pérez.

¿Pero quién pone atención en el asunto de fondo? ¿Quién analiza de verdad si el tono del Sr.Pérez fue prepotente? ¿O si en alguna medida, quizás, tenía razón en su alegato? ¿Acaso nadie se molestaría si un grupo de personas entrara a su casa y se sentara en su jardín? ¿Serían tan amables como en un principio lo fue el Sr. Pérez?

Yo no vi a alguien actuar con prepotencia desde un comienzo, sino que al contrario, con absoluta templanza frente un hecho en el que se sentía agraviado. Segundo, hay una mala reacción al tratar de impedir que lo graben, ¿pero quién no lo haría si un extraño te empezara a grabar en tu casa?. No sabemos las razones que tuvieron las señoras para ocupar ese lugar. ¿Fue una provocación o una coincidencia? ¿Por qué no se sentaron frente a la playa de la propiedad vecina, lugar de donde supuestamente venían?

Nada de eso forma parte del debate, porque el gatillo de la polémica del verano no es un metro o más de playa. Todos los días, en lagos, ríos y mares, hay disputas sobre ocupación ilegal del borde costero, impedimentos de acceso a la playa o los deslindes y no se causa un revuelo como este. El motivo del carácter nacional de esta disputa se centra en los atributos físicos de la persona, su opción política o la plata que tiene. Y en ella participan con entusiasmo la izquierda, los medios y también la derecha acomplejada, que cree que por salir a pegar primero, va a terminar ganando esta pulseada. Esa misma izquierda que acusa a todos de distintas fobias e ismos (homofobia, xenofobia, racismo, sexismo), pero que cuando se trata de fachos, todo bullying es permitido, incluso la gordofobia.

¿Creen Uds. que este episodio habría tenido tanto impacto si lo hubiera protagonizado un homosexual de izquierda? ¿Habrían existido memes tan hirientes y despectivos respecto de su orientación sexual, o quizás el asunto se hubiera centrado en la discusión legal? O en un caso similar – muy ficticio – en el que una Comunidad Ecológica Hippie en una comuna progre se hubiera opuesto a la construcción de viviendas sociales ¿Uds. creen que se habría armado tanto alboroto, incluso si en esa comunidad viviese un Senador y ex Candidato Presidencial? ¿Acaso eso no es prepotencia y discriminación social?

El problema de Pérez y de cualquier otro guatón facho, es que en el mundo de hoy no hay espacio para malas interpretaciones, al menos cuando de la derecha se trata. Si Ud. es facho y no está armado con un celular para grabar el contexto u otra perspectiva, la edición de la potencial víctima puede liquidarlo. Esos segundos o minutos, pueden ser letales, tenga o no tenga la razón.

Pero Sr. Pérez, aún hay esperanza. Según la FAO, el 34,5% de los chilenos mayores de 15 presentan altos índices de obesidad. No es una noticia para estar orgullosos ni algo que debamos promover, pero al menos a 4 de 10 chilenos puede no haberle gustado que lo trataran de esa forma. Por otra parte, en el mundo y también en Chile, los fachos están avanzando. Y aunque los progres sigan intentando levantar polémicas sobre lucha de clases y de opresión de la clase empresarial, estos conflictos no son más que peleas veraniegas que a la inmensa mayoría de las personas no les afecta ni le interesan. Mientras unos luchan contra las isapres, los colegios particulares, los fundos o los impuestos que pagan los ricos, hay muchos más preocupados de los más vulnerables y de la clase media, que necesitan ayuda urgente.

Los problemas de fondo y la atención ciudadana, la están captando quienes buscan interpretar el sentido común de las personas y que no temen, llegado el momento, el enfrentar la ideología de lo políticamente correcto y defender nociones básicas como el estado de derecho, la libertad y la propiedad privada. Mientras el Ministerio no me demuestre lo contrario, yo defiendo a este guatón facho y su legítimo derecho a defenderse si ocupan su terreno ilegalmente (y no le han pedido permiso previamente).

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F.

Muy bonita columna, pero, quién es este gordito? Qué lo hace relevante aparte de escribir como antronero de élite?

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Kast, la amenaza fantasma: su apuesta ultraderechista y millennial que tiene nerviosa a La Moneda

por Macarena Segovia y Hernán Leighton 26 noviembre, 2018

Fue solo hasta que se concretó la salida de Luis Mayol de la Intendencia de La Araucanía, que se lanzó contra el Gobierno de Piñera y Chadwick: "Es preferible perder una acusación constitucional infundada, que rendirse ante una oposición que abusa políticamente de una mayoría circunstancial”, reza su comentario en su cuenta de Twitter. El tema es parte de una nueva arremetida, porque desde hace unos meses que su público objetivo se ha ampliado –más allá del llamado mundo de la familia militar y la ultraderecha– hacia un electorado más joven. A través de las redes sociales y la imagen gráfica, “se ha modernizado, habla al público millennial también”. Quien estaría detrás de esta nueva estrategia es el abogado de la PUC y columnista, Cristián Valenzuela.


“Una vez más, el Gobierno muestra falta de carácter y convicciones”, con esta frase el ex candidato presidencial de la ultraderecha, José Antonio Kast, hizo temblar el piso de La Moneda la semana pasada. Y es que en el Gobierno llevaban días esperando a que se refiriera de una forma "mas dura" respecto del crimen del joven mapuche Camilo Catrillanca y, sobre todo, al manejo de la adminstración piñerista.

Los primeros días después del 14 de noviembre, cuando el comunero mapuche murió en el marco de un despliegue del Comando Jungla en Ercilla, Kast se había dedicado a defender a Carabineros, pidió que no se ensuciara a toda la institución por los errores de unos pocos y tildó de “aprovechamiento político” la interpelación que se le realizará al ministro del Interior, Andrés Chadwick, en la Cámara de Diputados, impulsada por la oposición. Además, se alineó a la crítica que hizo el encargado del comité de comunicaciones de su movimiento Acción Republicana, Cristián Valenzuela, contra el jugador de la selección nacional de fútbol Jean Beausejour, por usar en el partido del martes 20, en Temuco, su apellido mapuche en la camiseta. El columnista de La Tercera, no solo trató al jugador de “mapuche por conveniencia”, sino que utilizó el caso de Jaime Mendoza Collío, asesinado por la espalda por un efectivo de Carabineros en 2009 –primer Gobierno de Michelle Bachelet–, para recalcar el mal manejo de los gobiernos de izquierda en estas situaciones.

Solo hasta que se concretó la salida de Luis Mayol de la Intendencia de La Araucanía, fue que Kast se lanzó contra el Gobierno de Piñera y Chadwick: "Es preferible perder una acusación constitucional infundada, que rendirse ante una oposición que abusa políticamente de una mayoría circunstancial”, reza su comentario en su cuenta de Twitter.

Las críticas causaron molestia al interior del Ejecutivo, pero además abren en Palacio un nuevo flanco de preocupación. “José Antonio tiene toda la cancha para interpretar a una parte de la población a la que –sinceramente– no le importa que muera alguien. Quieren seguridad a toda costa, sin importarles la libertad”, reconocieron desde Chile Vamos.

Pero Valenzuela no es solo un directivo en la carrera de Derecho de la PUC, el abogado es uno de los colaboradores más cercanos a José Antonio Kast: director de Comunicaciones ad honorem de Acción Republicana y actor fundamental en el cambio de estrategia que ha tenido el eterno candidato presidencial, es –asegura un ex colaborador del círculo de Kast– “la mente detrás del personaje”. Además de ser vecino en Buin del ex presidenciable, lo reconocen como “el big boss escondido” detrás del equipo que ha desplegado la nueva estrategia comunicacional.

El conflicto mapuche es parte de una nueva arremetida de Kast, que va de la mano de sus tradicionales mensajes beligerantes en redes sociales. Desde hace unos meses que su público objetivo se ha ampliado –más allá del llamado mundo de la familia militar y el electorado de ultraderecha– hacia un electorado más joven. A través de las redes sociales y la imagen gráfica, “se ha modernizado, habla al público millennial también”.

Ultra... recargado

La apuesta al público millennial se suma a un fuerte despliegue territorial, en el que Acción Republicana ha tenido ayuda, hasta de otros partidos de Chile Vamos, como algunos parlamentarios de Renovación Nacional. “Estamos en constante campaña presidencial”, recalcan desde el movimiento de J.A. Kast.

El fin de semana pasado, el movimiento realizó una consulta ciudadana, a través de los cabildos que tienen en 110 comunas del país. “Habla Chile” llamaron a la consulta, que busca identificar los problemas más relevantes para los participantes de la encuesta, las cualidades que más valoran de políticos y dirigentes, además de saber con qué se asocia la felicidad. Para la última pregunta, ¿Con qué asocia usted más su felicidad?, la respuesta tiene alternativas como “acumular dinero para no tener que trabajar” y “estar en paz con Dios”.

Este nuevo despliegue, que incluye una extrema preocupación por las apariciones en medios de comunicación, busca que Kast se muestre más “amable y cercano” a los jóvenes que no se ven reflejados con el Frente Amplio, sin perder su cercanía con los sectores que le dieron el 8% de las últimas presidenciales.

Una idea que se habría empezado a fraguar justamente en el marco de las elecciones. Desde Chile Vamos, destacaron que su jefe de campaña, el académico de la Universidad de Los Andes y ex UDI, Juan Carlos Aguilera, realizó una serie de reuniones en la que participaron cuadros jóvenes de la derecha, como por ejemplo Tomás Henríquez, fundador de una ONG anti-LGTB, que fue parte del Mineduc de Gerardo Varela, junto a otros más experimentados, como Hermógenes Pérez de Arce.

La idea era separarse de la figura de Sebastián Piñera y la reedición del concertacionismo. Se identificó a la familia como núcleo central del discurso, el que tenía que ser directo, “copiar mucho el estilo gringo, políticamente incorrecto”, pero siempre cuidando el tono: es "agresivo pasivo, eso lo saca de las fundaciones antiaborto de Estados Unidos”, señalaron desde Chile Vamos.

Kast se reconoce como un producto “marquetero”, que debe mantener un discurso duro, pero siempre bajo el tono de lo “moralmente correcto para el cristianismo”. Lo que no se replicaría para los miembros más jóvenes de Acción Republicana o el “escuadrón de redes sociales”, como los llamaban entre los sectores más jóvenes de la derecha. Este discurso beligerante habría alejado al mundo intelectual más moderado del oficialismo, como el Instituto de Estudios de la Sociedad (IES) y el Centro de Estudios Públicos, y a dirigencias más jóvenes, como Daniel Mansuy, Alejandro San Francisco y Julio Isamit.

El equipo de Acción Republicana y Kast han desplegado un proceso de inserción en los espacios universitarios, que tradicionalmente están dominados por la centroizquierda. Algo similar a lo que han hecho organizaciones como los nacionalistas del Movimiento Social Patriota.

El equipo remunerado de Acción Republicana es dirigido, entre otros, por el director ejecutivo del movimiento y abogado de la PUC, Antonio Barchiesi, y la psicóloga de la UC Josefina Kast, encargada del área de administración y financiamiento, también hija de J.A. Kast. Una de las formas de inserción en los sectores más jóvenes son las escuelas para dirigencias.

Una de ellas se llevó a cabo a fines de julio, en Concepción. Tras esa cita, Ignacio Dülger, quien era coordinador nacional de jóvenes del movimiento, señaló al Diario Concepción que “ocurre algo curioso, él (Pinochet) entrega el poder en elecciones, después participa en el Congreso como senador vitalicio. No es una persona que absolutiza el poder, sino que de cierta forma, con algunos errores, entrega el poder. Ello no es homologable con otras dictaduras hoy”.

Para el director de la Escuela de Publicidad de la UDP, Cristián Leporati, esta nueva estrategia se ha hecho evidente en el crecimiento de la base electoral de J.A. Kast. “Se ha ido extendiendo bastante, más allá del mundo militar o de la UDI en particular. Tiene un espectro de electores potenciales de una mirada conservadora y de extrema derecha que con él se sienten plenamente identificados, y que ven al Gobierno actual, y a RN específicamente, casi como un partido de centroizquierda” , señaló.

Por su parte, el director de Criteria Research, Cristián Valdivieso, el ex candidato presidencial se ha validado dentro del nicho de la centroderecha. Explica que “cuando hacemos un zoom en los atributos de posicionamiento dentro de los candidatos de la centroderecha, en el total de la población, Joaquín Lavín la rompe, se hace de todos los atributos. Pero cuando nos acotamos al nicho con gente que se identifica con Chile Vamos y Acción Republicana, ahí se ve una fuerte competencia en los atributos entre ambos. Entonces lo que ha hecho bien Kast es ir polarizando, irse instalando con cierta validez dentro del nicho, como Trump: lo que hace Kast es polarizar para desnicharse e ir por una primaria”.

El sigiloso Valenzuela

“El doble estándar de Jean Beausejour es el mismo que afecta a toda la izquierda”, escribió Valenzuela, quien solo figuraba como “abogado” en su descripción de autor del diario La Tercera. Su columna, publicada el 21 de noviembre, despertó las pasiones en Twitter y todos se preguntaban "¿quién es?". Al día siguiente, su descripción cambió a “Abogado, Director de Desarrollo de la Facultad de Derecho UC”.

Pero Valenzuela no es solo un directivo en la carrera de Derecho de la PUC, el abogado es uno de los colaboradores más cercanos a José Antonio Kast: director de Comunicaciones ad honorem de Acción Republicana y actor fundamental en el cambio de estrategia que ha tenido el eterno candidato presidencial, es –asegura un ex colaborador del círculo de Kast– “la mente detrás del personaje”. Además de ser vecino en Buin del ex presidenciable, lo reconocen como “el big boss escondido” detrás del equipo que ha desplegado la nueva estrategia comunicacional.

Quienes conocen a Valenzuela lo describen como un hombre centrado, trabajólico y negociador. Sus estudios de posgrado los hizo en la UC y en la Universidad Cornell, en Nueva York, donde cursó una especialización en políticas públicas y colaboró en la revista de la casa de estudios. Pese a que en su historia política recalca su paso como dirigente universitario en la PUC, muy pocos recuerdan que pasó por el Centro de Alumnos de Derecho, a principios de los 2000. “No era de los gremiales importantes”, recordó un dirigente de la época.

Pero a pesar de que en Chile Vamos aseguran no “tenerlo dentro del radar”, mantiene varias conexiones estratégicas. Por ejemplo, tiene una estrecha relación con el ex candidato presidencial y actual director de SQM, Laurence Golborne. Son amigos desde hace años y Valenzuela fue administrador de su campaña senatorial y de la corta campaña presidencial del ex ministro.

Otra de las conexiones de Valenzuela es con Rodrigo Álvarez Zenteno, ex ministro de Piñera en su primer Gobierno y diputado UDI en la década del 2000. El abogado ha ocupado cargos estratégicos y de extrema confianza del ahora ex político y consejero gremial de la Sofofa. El hoy columnista fue jefe del gabinete de Álvarez, mientras presidía la Cámara de Diputados, mismo papel que ocupó cuando el ex parlamentario UDI fue subsecretario de Hacienda y luego ministro de Energía en el primer mandato de Piñera.

También, como parte importante de los ex gremialistas de la PUC, fue asesor e investigador del área legislativa de la Fundación Jaime Guzmán.

En el año 2013 llegó al área de posgrado de la Facultad de Derecho en la Universidad Católica y actualmente trabaja como director de Desarrollo en el mismo lugar. Durante el año 2017 se integró al comando presidencial de Kast y fue parte del núcleo de hierro del ex candidato.

Cercano, o al menos seguidor, de dos figuras importantes de la renovación de la derecha: el diputado de la UDI Jaime Bellolio, con quien compartió la época de dirigencia estudiantil, y el subsecretario de Hacienda Francisco Moreno, sobrino del fundador de la UDI Jaime Guzmán, quien trabajó en Clapes UC antes de arribar al ministerio de Felipe Larraín.

Pero en los círculos más tradicionales de la derecha parecen no conocerlo. Los que lo ubican señalan que “nunca ha tenido un rol muy central”, lo mismo destacan desde la Facultad de Derecho de la PUC, en donde recalcan que no es muy conocido entre los profesores, menos aún entre los estudiantes.

En el mundo de la comunicación estratégica, varios analistas lo apuntan como una de las mentes detrás del giro hacia la generación millennial que ha tenido J.A. Kast y su irrupción en redes sociales. Aseguran que sus conexiones con el mundo político universitario de la PUC lo han llevado a generar perfiles exactos sobre algunos políticos emergentes, como el economista del Frente Amplio Nicolás Grau. Recordado es el round entre Kast y Grau y el dato sobre el gasto de 150 millones de pesos en una fiesta de aniversario de la Fech, cuando Grau era presidente de dicha federación. “Ese tipo de detalles son propios de Valenzuela”, recalca un ex dirigente estudiantil de la PUC.

Mismo estilo irreverente que mantiene en sus columnas publicadas en La Tercera, en donde también tiene un sigiloso resguardo con su identidad. En sus hilarantes escritos no ha dejado títere con cabeza, al igual que en su cuenta de Twitter, la que puso en modo cerrado durante el proceso de escritura de este artículo.

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F.

Y bueno. Resulta que GEK de una u otra manera se involucra en los temas, aunque ahora no le convenga mucho. Y más encima, descubrimos que su estratega, su hombre tras las sombras, es miembro del forazo y, como no podía ser de otra forma, se cuadra a muerte con su mecenas. Todo tiene sentido carajo :clapclap:

CRISTIAN, SAL DE LAS SOMBRAS
 
Igual la columna tiene razón. Si hubiese sido un simple weon,no lo hubieran molestado tanto. Pero como es de derecha,se merece las penas del infierno.

La izquierda,como siempre,con su doble estandar molestando a quienes dicen defender. Lo molestan porque es gordo,pero ellos acusan de gordofobia. Molestan a guzmán de que era homosexual,pero son los primeros en acusar de homofobia.

En fin,nada raro.
 
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