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La ceremonia de Hain y el Klóketen

JLTorrente

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Origen de la Tradición Patriarcal Selknam

El origen de la ceremonia Hain, es explicado por mitos que se remontan a tiempos míticos, cuando las mujeres gobernaban sin misericordia a los hombres.

El origen del klóketen de las mujeres

La figura femenina más extraordinaria era Luna, jefa indiscutida de las mujeres, y por lo tanto de los varones. Su marido, Sol cumplía humillantes tareas por su condición sexual.

Luna decidía cuando debía celebrarse un Hain para que las jóvenes fueran introducidas a la vida adulta, y para que los hombres recordaran que los espíritus eran aliados de las mujeres. Los preparativos de la ceremonia se realizaban en riguroso secreto, como posteriormente ocurrió con los varones.

Una vez comenzado el Hain, un terrible espíritu-monstruo femenino salía cada tanto de las entrañas de la tierra en la choza ceremonial y entraba en funciones. Era la glotona Xalpen, a la que los hombres debían llevar carne de guanaco para saciar su descomunal apetito.

Los hombres rara vez veían a Xalpen, enterándose de su presencia cuando estaban fuera de la choza ceremonial por los gritos aterrorizadores con las que los mujeres la recibían. La aparición de otros espíritus era anunciada por los cantos femeninos desde el interior del Hain para que los hombres supieran de su presencia.

Un día, Sol, al volver de cacería con un guanaco, llegó muy cerca de la choza ceremonial, escuchando las voces de dos mujeres se aproximó sigilosamente y las vio ensayando las escenas que iban a representar para hacer creer a los hombres que eran espíritus reales. Comprendió entonces el engaño de las mujeres para mantenerlos sometidos.

Enterado el campamento masculino, se armaron con garrotes e irrumpieron en la choza Hain, allí se produjo la matanza de las mujeres, Luna cayó vencida sobre el fogón y logró escaparse al cielo transformándose en la luna. Sol se lanzó tras ella convirtiéndose en el astro solar. Así habrá de perseguirla por siempre sin alcanzarla jamás, y Luna quedará mirando a la tierra con su caras tiznada y con cicatrices de las heridas inflijidas en la rebelión.

Los hombres se apoderaron del Hain, inaugurando su dominio sobre las mujeres. Se disfrazaron entonces de los mismos espíritus que las mujeres habían personificado.

El mito de los siete shoort principales

Según Gusinde, con posterioridad a la aniquilación de las mujeres, los hombres más capaces e influyentes, luego de recorrer los límites este, norte, oeste y sur, se reunieron al este de la isla en un lugar llamado Maustas para construir una choza, cada uno con un gran tronco de árbol crecido en el lugar de residencia. Chapman por su parte, indica que en Maustas la choza se habría construido de roca, con siete postes de piedras arrastrados desde sus comarcas natales.

Estos hombres eran howenh, antepasados que en tiempo mítico se trasformaron, después de su muerte, en distintos seres del entorno natural. Fueron llegando de todo el territorio selknam personajes como Ketaixten (la ballena macho), Tase (el cachalote macho), Ksamenk (el delfín grande), Koojni (el león marino), Kepeyik (el macho grande del lobo de dos pelos), Kojniken (la bandurria macho) y Kran (el hombre sol) entre otros, los cuales deliberaron mucho tiempo sobre la manera de organizarlo, celebrando por primera vez el Hain en Maustas con la misma forma y personajes del rito original realizado por las mujeres.

Hombres fuertes y altos fueron los encargados de levantar los siete pilares principales. Primero comenzó Wacus, luego Pawus y después Senu. Cuando estos tres primeros pilares estuvieron bien asegurados, comenzó a levantar el suyo Sate, luego Talen, después Keyaisk y por último Yoisik. Así colocados los primeros siete, cada uno de estos hombres se ubicó bajo el poste que había levantado y como hombres altos y bellos asumieron el papel de los siete shoort principales.

Además de ellos actuaron también otros shoort subordinados, los cuales trajeron más postes para rellenar intersticios; cada uno trabajó en el hueco que correspondía a su terruño, espacio que posteriormente fue el asiento que le correspondió ocupar en la ceremonia. De esta forma los hombres se pusieron de acuerdo, estableciendo un orden que habría sido el que mantendrían hasta tiempos históricos.

El mito de la difusión del Hain

La difusión del Hain se inició en el sudeste del territorio selknam hacia todos los rincones habitados.

Korior había sido klóketen de una de las primeras ceremonias de iniciación realizadas en el sur, donde adquirió todos los conocimientos sobre ella. Poseía tierra colorante blanca que llevó hacia el norte para obsequiársela a su abuelo, donde enseñó a los hombres a hacer todo para un Hain. Al realizarlo conoce a Kamsot, al cual se enfrenta en las competencias del Hain, desarrollando pruebas de fuerza como caminar por largos trayectos, correr y escalar.

Kamsot, klóketen del norte, había sido vencido en todas las competencias, no obstante, presumido de los conocimientos que había adquirido, quería superar a Korior. Éste en una oportunidad se dirigió al norte donde encontró una buena cantidad de tierra colorante blanca y brillante; a la noche siguiente Kamsot corrió en la misma dirección y regresó con una hoja de haya verde y otra roja. Después de un tiempo, juntos regresaron al sur realizando diversos desafíos, y durante el período que permanecieron en la choza grande, Kamsot adquirió nuevos conocimientos que llevó a su tierra, desde donde se difundieron hacia otros territorios, organizando la ceremonia al igual que la gente del sur.

Al envejecer Korior, se transformó en una montaña y Kamsot en un papagayo de color verde y rojo.

LA GRAN TRADICIÓN PATRIARCAL

El Klóketen masculino: Ceremonia de iniciación.

Alrededor de los dieciocho años los jóvenes varones tenían su iniciación, en ese proceso se los llamaba klóketen.

Para las mujeres no había ninguna iniciación, pero todo adolescente varón debía someterse al Hain. Si el iniciado no conseguía las metas perseguidas tras el primer Hain, debía hacerlo en las siguientes, hasta "graduarse"; después podría casarse.

La separación del joven respecto al mundo de las mujeres y niños era absoluta mientras durase el Hain. Cuando las madres volvieran a verlos ya no serían mas niños. Habría aprendido "el secreto" del cerrado mundo masculino, y estaría endurecido tras haber sufrido la humillación, el hambre y la fatiga.

Primer día de la Ceremonia del Hain: El ritual de iniciación.

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Se celebra generalmente en otoño, eligiendo un día con sol; la lluvia o la nieve haría que la pintura de los hombres se corriera y con ello se revelaría "el secreto".

Los últimos preparativos se realizan durante la mañana, las madres de los jóvenes que serán iniciados ("kai-klóketen") pasan las últimas horas en su compañía como si se despidieran para siempre. Los espíritus que aparecerán (los Shoort) se preparan ayudados por otros hombres que van dejando los campamentos reuniéndose en el Hain.

El consejero de la ceremonia, hombre mayor, a veces también chamán, comienza alrededor del mediodía un canto a viva voz que durará una media hora indicando el comienzo del rito.

Los aspirantes son pintados con arcilla roja, cuando falta poco tiempo para terminar el pintado aparecen dos Shoort para expresar su impaciencia por recibirlos.

Una vez pintados totalmente, se les cubren los hombros con piel de guanaco, y escoltado por un supervisor y su madre sollozante se dirigen a la choza ceremonial. A mitad del camino hacen un alto donde las mujeres se separan.

Uno de los klóketen es guiado a la choza ceremonial. Los hombres entre cantos forman una rueda contra la pared interior con la vista hacia el fuego. Cesados los cantos, el supervisor le quita la capa, el joven permanece de pie, desnudo e inmóvil. De pronto el consejero le grita :"¡Mirad arriba!", el supervisor le toma la cabeza y la sujeta en esa posición. En tanto salta un Shoort como si surgiera del fuego con los brazos arqueados hacia abajo y los puños cerrados.

Al klóketen le sueltan la cabeza, el espíritu esta delante de él, le agarra las rodillas y pugna por derribarlo. Él como se lo han indicado trata de mantener el equilibrio. El Shoort se mueve a su alrededor, resoplando como dominado por una gran excitación sexual, repentinamente aferra los órganos genitales del klóketen los aprieta con fuerza durante un tiempo para finalizar con un fuerte tirón con ambas manos, dejándolo aturdido por el inmenso dolor y aterrorizado por lo que puede venir después.

El Shoort nuevamente se aferra de sus rodillas, pero esta vez lo derriba, los hombres le ordenan a los gritos. "¡Pelea!¡Agarra al Shoort!"

Comienza la desigual lucha, pues nunca se debe vencer al Shoort, quien si el combate escapara de control podría morderle lo genitales o quemarlo con un tizón. Cuando esten exhaustos el consejero declarará el fin de la contienda.

Cuando el klóketen comienza a recuperarse, recibe una orden del supervisor, señalándole la cabeza de Shoort le dice: "¡Toca a Shoort!, ¡¿Es de piedra o de carne?!".

Shoort impasible está en cuclillas con las manos entre las piernas. El muchacho pasa sus dedos por su cabeza y cuello, hasta que alentado por el supervisor le agarra la cabeza, y le levanta la máscara. Entonces uno de los mayores le grita:“¿Quién es? ¿Podrá ser un hóowin (antepasado mítico)?” Otro agrega: “¿Quién podrá ser? ¿Acaso un woo (yámanas)?”. Cuando el klóketen reconozca al actor, todos los hombres echarán a reír con ganas.

El rito finalizara cuando el klóketen extenuado y exultante reciba el símbolo de hombría: una vincha triangular de piel de guanaco ("k'ochel"). Ahora sabe que Shoort no es más que un hombre, y tal vez ya sospeche lo mismo de los demás espíritus,

Desde el primer día y durante toda la ceremonia, le relatarán los mitos del Hain. Se le narrarán las historias que explican los orígenes del mundo y la sociedad, haciendo hincapie´en la traición de las mujeres "hóowin" (míticas) y su maltrato a los primeros hombres.

Se le advertirá que jamás deberá revelarles "el secreto" a las mujeres como tampoco mencionarles lo que sucede en el Hain, la pena es la pérdida de vida de él y la mujer a la que confió el secreto.

Algún tiempo después se le hará confesar si ha tenido relaciones sexuales (aunque, si ha sido así, no está obligado a dar el nombre de la muchacha). Se le enseñará a respetar a las mujeres y a las personas mayores, a compartir la presa que haya logrado cazar y a quedarse siempre con la peor parte; a ser generoso y responsable, a atender a su familia.

Aunque no se lo volverá a atormentar o torturar, estará sujeto a severas disciplinas a lo largo de toda la ceremonia. No debe hablar nunca en el Hain, a menos que sea para responder una pregunta. Sólo puede reirse cuando desenmascara al Shoort.

El supervisor le impedirá relajarse, debe estar atento a todo lo que sucede en la choza ceremonial. Mientras esté sentado debe mantener las piernas estiradas hacia adelante, con la vista clavada en el fuego, sin mirar a otro lado. Para rascarse debe utilizar un palito del que lo han provisto y no las uñas. Se alimenta con frugalidad, duerme poco, a veces lo despierta antes del alba para salir de cacería, la cual puede durar de tres a cuatro días. Tiene que pintarse todos los días. Se espera de él que mantenga siempre una conducta circunspecta y alerta.
 
Última edición:
Los progres usaran el mito del kloketen para probar de que "un día hubo matriarcado y todos eran felices y ahora hay patriarcado y todos estamos mal". tristemente pueblos como este casi no tienen historia, solo leyenda.
 
Selknam qleaos macabeos
:lol2:
 
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