La historia de la británica Hilda Knott y su tía es una clara prueba de que la pasión por los videojuegos no conoce edad. Es que ambas veteranas, que ya sobrepasaron las ocho décadas, se llevaron el título de "las gamers más ancianas del mundo".
Según un reporte de la BBC, las abuelitas gozan jugando con el Play Station. Hilda, de 85 años, tiene un televisor de 65 pulgadas que le permite ver sin problemas los monitos que hace mover con su control. Lo más sorprendente es que también compite en línea con su tía de 94 primaveras.
En el caso de la octogenaria, su historia con los videojuegos se remonta a principios de 1970, cuando por primera vez tomó uno de estos aparatos con el añejo "Pong". Durante todos estos años ha sido testigo de la evolución tecnológica de esta industria.
La viejita está segura que gracias a juegos como GTA su mente ha permanecido activa, y que la exposición contante a las pantallas nunca le trajo achaques a su vista.
