1.- Con respecto a lo que trajo ese desarrollo a tan temprana edad
De pequeño fuiste sintiéndote como alguien de mucho poder, viéndose reflejado en querer obtener ambiciones materiales y/o pertenecientes al plano físico. Por ello, se originó una incapacidad de poder desapegarse, aumentando así la creencia de que debías verte como alguien preparado frente a cualquier elemento perjudicial para tu entorno. Dado que ese poderío se encontraba en una fase inicial, tus reacciones resultaron insensata contra quienes se oponían a tu perspectiva.
Por otra parte, se observa que en aquel entonces eras una persona de mucha creatividad, capacitado para distinguir distintos planos de una misma realidad; catalogado como alguien fantasioso, y con una agudeza para observar lo que otros no veían. En algunas ocasiones, esto hizo que no te sintieras parte de tu vida, provocando que tuvieras que demostrarte a la defensiva en caso de verte reducido. Una cantidad mínima de personas comprendían tu capacidad analítica: un niño que no sentía concordante a su edad.
Acá apareció la runa Othila, la cual da a entender de que este punto sigue lidiando contigo, por lo que aún no asumes nuevos cambios, no te deja progresar.
2.- Influencias familiares dentro del caso
En la familia se observa que todo gira en torno a una misma postura, meta o rutina. Si bien existe la invitación a que vuelvas a este estilo de vida, tu decidiste negarte a esto, queriendo formar tu propia día a día, consecuencias que actualmente te hacen sentir colgado. Si bien sus integrantes te estiman, ellos no te comprenden: no conocen, ni observan, lo que a ti te llama la atención. A veces te sientes mejores que ellos, sobre un escalón más.
También se aprecia un distanciamiento familiar, el cual generó cierta faceta independiente en tu persona, responsable del caos que generó cada acto tuyo en el pasado. Te volviste consciente de tu poder y la destrucción que acarrea este uso, uno que no alcanzaste a establecer parámetros, provocando que ciertas circunstancias quedarán dañadas; simplemente te fuiste sin mirar atrás. En ese sentido, algunos pueden verte como alguien egoísta, y con convicciones difíciles de derribar.
Runa clave: Sowelo. Busca el Sol que aún prevalece, no la oscuridad que ya conociste. Es necesario recuperar la sociabilidad que alguna vez se vio cercana en tu vida.
3.- Querer ser “normal”
En algún momento tocaste fondo y todo lo que hacías te traía negatividad, o te lo reprochaban o te apartaban. Esto hizo que tu perspectiva fuera carente de emociones, de mucha frialdad y distanciamiento, una sensación propia de la muerte. A lugar que ibas, te sentías inadaptado, fuera de sintonía y con miradas que no te hacían ver cuerdo, como si estuvieras desbalanceado.
Esta presión social hizo que dejarás algunas de estas fantasías, y trataste de abrir un portal hacia una realidad más palpable. Eso sí, este traspaso lo realizaste con tu misma postura, visión, etcétera, todo igual. Quisiste obtener una vida normal, sabiendo que ya no lo ibas a lograr. En esta transición, trajiste una parte de tu personalidad que estuvo jugueteando en ese plano espiritual del pasado; no eras el mismo, y, por tanto, te desalineaste. Fue un intento de retorno a la cotidiano, pero no como se esperaba.
Runa: Ansuz. Revela un peso por amistades y el amor, las tentaciones y las dudas que quedaron pendiente.
4. Reparar lo bloqueado
La primera carta te habla del camino que debes recorrer, pero siempre teniendo una intención de por medio, una fuente que a futuro se convierta en nostalgia. Ahora mismo, el pasado aún sigue siendo tema fuerte en tu vida, por ello, si bien sabes lo que te puede deparar el futuro, tu omites paso alguno. Solo quieres contemplar lo que ya viviste.
La segunda carta señala que debes retomar con gusto esa fantasía, lo que te hacia sorprenderte de la vida, ya que allí podías viajar; eras tú y tus pensamientos en total unión, un viaje personal. Te hace un llamado a viajar entre los mundos que ya conoces, son vías de conocimiento y comunicación. Si tienes el transporte adecuado, podrás navegar sin problemas, la experiencia estará a tu disposición mientras tomes la iniciativa de traspasar esta división de planos, solo depende de tu creatividad.
Si ya volviste una vez, no puedes fallar de nuevo, ni quedar peor a como estas. Debes solucionar lo que te aqueja, para así recuperar piezas que dejaste pendiente, ocultas y flotando sin otro dueño más que tú.
Runa: Dagaz. Momento de cerrar ciclos. Ya lo recorriste por completo, no hay beneficios o caídas, tocaste fondo.
5. Que sientes con todo esto
Estas en modo ermitaño, viendo como pasa tu vida por delante. Si bien todo esto te ha traído reflexiones de lo más profundas, estas no tienen un espacio físico para ser de gran utilidad, son pensamientos que aún yacen en tu mente. De ti depende revivir el pasado, su hojeada es infinita; cosa que, desde esta perspectiva, resulta más dañina que beneficiosa.
Puesto que en algún momento te viste en lo alto, esperas algún día retomar esa grandeza que te caracterizó en cierto periodo, que te hizo ver tus capacidades. Ahora mismo, este ser te reprocha ya que no forma parte de tu identidad actual. Recuerda que el sol seguirá existiendo gracias a su capacidad cíclica, energía de la cual debes alimentarte para así iluminar tu realidad, y hacer uso de tu creatividad innata.
Runa: Wunjo. Recomienda volver a remontarse tras haber vivido lo inesperado. Es un rehacer, con motivos de satisfacción.
6. Consejo de la tirada
La carta se repite, por lo que enfócate en el primer punto. También se aconseja que te liberes de todo temor, y critica que te acompleje. Si te muestras tal cual cómo eres, lograrás cierta plenitud, la base que dará fruto al goce y expresión de tu ser, del que te identifica frente al resto. No menosprecies a la naturaleza y su funcionamiento, que allí también tienes sabiduría y entendimiento.
Runa: Jera. Curación –recuperación-, junto a la conclusión de un ciclo.
---
Fotos, en su respectivo orden.