Hacen lo que quieren estos soyeros culiaos: destruyen plazas, comercios, negocios, canchas de fútbol y cualquier que ellos quieran con el único propósito de descargar una ira reprimida por creer que la vida les ha sido injusta. Solamente son unos pobres y tristes weones que justifican su accionar en causas que nunca les han interesado en la vida, pero que hoy les son útiles para romper, robar y violentar todo lo que esté a su paso.
Desprecio eterno para estos conchesumadres, espero que Giorgio... ah, no, espera, él está en Nueva York combatiendo el neoliberalismo.
Jajajajajajajajajajajajajaja patético.