En los últimos diez años las instituciones de educación superior técnica profesional duplicaron sus matrículas. Según el reporte 2016 de Sistema de Información Estadística de Educación Superior, Sies, del Ministerio de Educación, los CFT pasaron de tener 86 mil 847 alumnos en 2017 a completar 141 mil 170 este año; mientras que los Institutos profesionales, pasaron de 156 mil 126 en 2007 a 384.667 estudiantes.
En materia de graduados, si bien las universidades presentan la mayor parte de las titulaciones (54%) del sistema de Educación Superior, los institutos profesionales (IP) son los que más han incrementado su nivel de titulación (124,5%) entre 2011 y 2015, por sobre los centros de formación técnica (CFT), con un 36,3% y las universidades (37,1%).
Cabe considerar que al sumar los titulados de CFT (30 mil) e IP (68 mil), éstos superan en cantidad a los titulados de universidades (89 mil), lo cual ocurre por primera vez desde que existen registros en el sistema de educación superior chileno.
Las cifras son elocuentes y dan cuenta del buen momento que experimenta el sector técnico y que podría mejorar gracias al reciente ingreso de estas instituciones a la gratuidad. Según Michael Page, firma experta en reclutamiento, en los últimos diez años el porcentaje de alumnos que prefiere una educación universitaria alcanza un 55% de las preferencias. Mientras que la cantidad de estudiantes de carreras técnicas en CFT e IP aumentó de un 30% a un 45%, reduciendo la brecha.
"Se estima que estas cifras sigan aumentando, principalmente impulsadas por un aumento en las matrículas de los Institutos Profesionales, y por la inclusión de los Centros de Formación Técnica a la gratuidad", explica René Ormeño, consultor de la división de ingeniería y manufactura de Michael Page.
Recientemente, en la reunión de las instituciones adscritas a la gratuidad, Thomas Klischies, subdirector académico de Duoc Concepción, manifestó que "una de las principales razones de deserción es el tema económico y ahora al quedar eso cubierto, nuestros alumnos podrán concentrarse en aprender y crecer profesionalmente".
El impacto de este beneficio, debiera verse reflejado entonces en las cifras de titulación del sector técnico que ya habían mostrado una evolución en los últimos cinco años, pasando de unos 50 mil a casi 90 mil el año pasado.
Mayor demanda
Los beneficios, concuerdan los especialistas, de estudiar una carrera técnica son la inserción anticipada en el mercado laboral, la posibilidad de generar dinero en el corto plazo y ser especialistas en un área específica. De acuerdo a Michael Page, las carreras técnicas se pueden complementar en el camino con las profesionales, y los colaboradores pueden llegar a ocupar puestos importantes. "La renta tiende a ser mayor para los universitarios, sin embargo, dependiendo del rubro, los ingresos suelen converger", detalla.
La minería y el sector salud están entre las áreas más demandadas. Según el reporte del Sies, las carreras del sector con mayor número de matriculados en Centros de Formación Técnica durante 2016 fueron Técnico en Enfermería con 21 mil 372 alumnos, Técnico en Administración de Empresas con 13 mil 312, Técnico en Prevención de Riesgos que registró 10 mil 389 inscritos, Técnico en Gastronomía y Cocina, con 9 mil 131 y Técnico Asistente del Educador de Párvulos que tuvo 7 mil 664.
Entre los IPs, las preferencias son similares. Esto es Técnico en Enfermería que registró 26 mil 567 inscritos en 2016, Técnico en Administración de Empresas, 22 mil 661; Técnico en Prevención de Riesgos con 14 mil 241; Técnico en Construcción y Obras Civiles que alcanzó 10 mil 279 y Técnico Asistente del Educador de Párvulos 9 mil 418.
Estudiar una carrera que no sale en niun ranking
carreras inflavaloradas..