Que estupidez esa de las farmacias populares, es populismo en su maxima expresión puesto que los municipios y el ministerio deben asegurar los medicamentos gratuitos para la gente pobre (los de fonasa en su gran mayoria), siendo así y teniendo deficiencias en los consultorios, ¿ para que crean farmacias populares? siendo que las farmacias de consultorios y hospitales no cubren la totalidad de las necesidades y es ahi donde deberian poner recursos y esfuerzos para la gente que lo necesita y que por derecho deberia recibir medicamentos.
Las farmacias populares venden medicamentos a bajo costo a ricos y pobres, pero los pobres debe recibirlos gratis cuek y los ricos que vayan a las farmacias coludidas en lugar de ser beneficiados con dineros municipales.
En la práctica, no todas las atenciones del sistema público vienen acompañadas de remedios gratuitos. A nivel global, se enfocan en unas cuantas enfermedades (Diabetes, Hipertensión, etc.) atendidas en el sistema público, y las deudas de la salud municipal y/o regional apenas permiten normalizar ese tipo de garantías.
Además, existe el "limbo" de la clase media que, en su gran mayoría, se atiende con bonos FONASA pero en el sistema privado (muchas veces, porque es la única alternativa viable). Cómo financian ellos sus medicamentos?
Al final el problema es entender la farmacia, y la salud en general, como un "libre mercado" más, donde el que se lleva la peor parte siempre es el cliente, particularmente en comunas donde no es negocio para las grandes cadenas, y donde las pequeñas farmacias apenas tienen poder de negociación frente a los laboratorios. Las farmacias populares simplemente se convirtieron en una alternativa para aliviar los costos para sus pacientes, asumiendo la municipalidad (junto a CENABAST) los costos operacionales correspondientes, y con mayores holguras económicas que los pequeños privados. Obviamente hay que ver si todas las municipalidades pueden sostener tales sistemas sin entrar en un círculo vicioso de deuda y malos manejos (como desgraciadamente es la tónica); pero no deja de ser una buena idea frente al infame triunvirato cadenas farmaceuticas, laboratorios y médicos privados.
Si me preguntas, la mejor alternativa sería que se licitaran puestos de farmacia que cubran una cierta cantidad de habitantes o m2, y que los bonos FONASA (e ISAPRES, costeado por el sistema privado) incluyeran, según nivel socioeconómico y precio base, subvenciones a medicamentos. En gran parte del mundo desarrollado es así, pero desgraciadamente en Chile apenas existe algo llamable "seguridad social". De hecho, si fuese por mí, las ISAPRES deberían desaparecer, o al menos convertirse en seguros complementarios y que todos aportasen al sistema público FONASA.
