Como resultado de la invasión secreta sobre el planeta Tierra por la raza alienígena Skrull, el mundo cambió. Norman Osborn —conocido como el Duende Verde— quedó en el campo de batalla como un líder decisivo, incluso disparó la bala que acabó con la reina Skrull y, por ende, con la guerra. A partir de ese día, consigue la confianza del gobierno y obtiene el control de todos los asuntos superhumanos en Estados Unidos.
Norman disolvió S.H.I.E.L.D. y ensambló su propia organización H.A.M.M.E.R. e incluso formó su propio equipo de Vengadores conformado en su mayoría por secuaces malignos de los Thunderbolts, asumiendo el papel de líder. El asesino Bullseye es Hawkeye; la criminal Moonstone es Ms. Marvel; Daken, el hijo de Wolverine, como Wolverine; Venom se transformó en un nuevo Spider-Man; el guerrero Kree Noh-Varr tomó el manto del Capitán Marvel. Contando también con dos Vengadores del grupo anterior a Invasión secreta, Ares y Sentry, este equipo de Vengadores pronto dejó ver su auténtica naturaleza, aunque la habilidad de Norman Osborn para manipular a la prensa y la opinión pública hizo que la mayor parte de las actuaciones de este grupo no trascendieran hasta que todo terminó durante el Asedio a Asgard.
Norman posee una de las armaduras de Tony Stark decorada con los colores rojo, blanco y azul del estilo del Capitán América, adoptando el nombre de Iron Patriot.
Los Vengadores Oscuros llegan a San Francisco para establecer la ley marcial y sofocar los disturbios anti-mutantes. Al hacerlo, Norman establece su propio equipo de X-Men compuesto por Cloak y Dagger, Mimic, Emma Frost, Namor el Submarinero, Daken, Weapon Omega y Mystique (haciéndose pasar por el Profesor X) para gran disgusto de sus Vengadores.
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