Entonces es el momento de que me refutes matemáticamente lo que dijiste.
Te espero hasta hoy a las 14 PM, de otra forma, habré ganado yo.
Ahora sí, facho pobre con gangrena cerebral, te dije que te iba a responder pero como hay quienes -como yo, no tú- tenemos responsabilidades, no nos podemos llegar y sentar para responder "antes de las 14 Hrs." porque a diferencia tuya, no somos unos guatones fachos traga panes vagos que no hacen nada por la vida más que comer la mierda de comida grasosa que le da la mamá y a rascarse las pelotas porque el devenir del mundo se los cagó.
Primero que todo, y bien que solicitas información basada en la matemática, ¿qué mierda has dado tú, pedazo de bobalicón desclasado? Nada, pura bazofia. Tus supuestos cálculos no son más que palabras vacías dignas del discurso más pobre dado en el matinal de MEGA. Así que no estás en posición de pedir nada, infecto inferior.
Segundo para comparar ambos sistemas (reparto vs capitalización individual) se deben posicionar bajo las mismas condiciones. Y estas son años trabajados, cotización, salarios, principalmente. Si homologamos todos los datos que son fundamentales e imprescindibles ante cualquier sistema de jubilación, el resultado es claro:
el sistema de reparto dará en el normal de los casos, mayores pensiones que el sistema de capitalización individual. No hay más discusión que dar.
Digamos que en un hipotético país, en un marco cronológico determinado por 40 años de trabajo y cotización (al 10%), el salario promedio va ascendiendo (como es normal) tras cada década (para así simplificar el caso). La primera década el salario promedio es de $100, la segunda década $200, la tercera $300 y la cuarta $400. Luego los trabajadores que iniciaron su vida laboral a inicios de la primera década ya están listos para comenzar su vida como jubilados.
¿De qué va a depender la pensión de jubilación? De los datos ya entregados, años de cotización, salarios, porcentaje de cotización a las SS. Pero esos factores son comunes para ambos sistemas como ya dijimos, pues estamos en el plano de la hipótesis. Luego están los factores particulares para cada sistema. En el caso del sistema de capitalización individual el elemento clave es la rentabilidad de los fondos de ahorro que cada trabajador ha acumulado en décadas de trabajo, que, como sabemos, por algo el sistema se llama "capitalización individual". Es decir, la pensión y más importante aún la tasa de reemplazo variará dependiendo de la rentabilidad de esos fondos.
Si el promedio de rentabilidad durante 40 años es de 8%, el resultado será diferente a si el promedio de rentabilidad es del 2%.
Siguiendo con los datos usados como hipótesis, si el promedio de rentabilidad de los fondos es del 2% durante 40 años, un trabajador hombre acumularía un fondo poco mayor a $1200. Con un fondo de tal nivel, la pensión pagada va a depender del cálculo relacionado a la esperanza de vida. En un país que se "jacta" de tener la esperanza de vida más elevada de esta región, la pensión promedio pagada con suerte superará los $62, y ello significaría una tasa de reemplazo de poco más del 15%, una mierda. Pero es que no se puede esperar más si tras 40 años con suerte se rindió un 2%. Hasta ahorrar en un banco da más. Siguiendo con el mismo caso, si la rentabilidad de los fondos es del 4% la tasa de reemplazo aumentaría a casi un 40%, y si es del 6%, entonces aumentaría a poco más del 44%. Recién con una rentabilidad promedio del 8% tendríamos una tasa de reemplazo del 72%.
Frente a esta realidad las mujeres son las más afectadas pues como "viven más", el fondo que acumularon se divide en un mayor número de pensiones y por ende recibirían unas pensiones sustancialmente inferiores.
En síntesis, para que el sistema de capitalización genere pensiones decentes debe tener en promedio un a rentabilidad del 8%, lo cual es imposible. Y es imposible porque opera con la base del casino especulativo que es la bolsa nacional/internacional. Y la bolsa existe desde que el capitalismo mismo nace. En la bolsa no se tranzan capitales reales sino que ficticios (acciones principalmente), los cuales tienen a inflarse sin una base real, por lo que -y he aquí el quid de la cuestión- burbujas y cracks bursátiles. Analizando el comportamiento histórico de las bolsas internacionales podemos reconocer un constante ciclo de auge, depresión y estancamiento cuya duración puede demorar DÉCADAS. Y décadas de estancamiento solo significará que generaciones completas de trabajadores se empobrecerán tras jubilarse.
En otras palabras es IMPOSIBLE que la tasa de rentabilidad de los fondos lleguen a tal porcentaje en tal período.
Visto el caso anterior, ahora nos queda ver el sistema de reparto. Como ya dije, factores como años de cotización, nivel salarial o porcentaje de retención están homologados. En este caso entonces lo que determina las pensiones es la proporción de población activa empleada cotizando y la población inactiva jubilada. En este caso y siguiendo el ejemplo del país X, tenemos que luego de 40 años los salarios aumentaron de, en promedio, $100 a $400, una vez jubilados estos trabajadores los salarios podrían haber aumentado a $500. Digamos que hay 18 trabajadores cotizando y 2 jubilados (proporción actual en Chile), eso significaría que hay un fondo suficiente para pagar pensiones del 100% (aunque en realidad no se hace, el método de cálculo establece entre un 75 - 85% como tasa de reemplazo). Es decir, da para superávit.
Por eso los fondos de pensiones de un país mucho más envejecido que Chile como lo es España, daban para mejores pensiones, y estaban con superávit antes de la crisis.
De hecho, usando el sistema de cálculo de pensiones como el español (el cual no es la gran maravilla comparado con otros países de su región), aplicado en el caso hipotético, las pensiones llevarían a una tasa de reemplazo del 85%. Bastante superior que la mierda de sistema de capitalización individual.
Frente a esta patente realidad los fachos "argumentan" que el sistema está destinado al fracaso porque la población está envejeciendo, y entonces de pasar de una proporción de 18/2, dentro de 30 o 20 años, la proporción sería de 16/8, y el sistema no se podría sostener. En una situación así y teniendo a 16 trabajadores con salario promedio de $500, la única solución sería, o elevar la edad de jubilación, o disminuir las cotizaciones, o privatizar todo el sistema.
El gran fallo de esta teoría es que desconoce el factor "productividad", y es que en el común de los casos capitalistas, tras 40 años la productividad se incrementa a un promedio del doble o triple incluso. Entonces, si tenemos a 16 trabajadores ganando 500, no solo estarán produciendo esa cantidad de valor agregado a la economía, sino que probablemente estarán produciendo en realidad un valor de $1000. Por lo que el Estado perfectamente podría llenar el vacío con las pensiones no contributivas (inherente al sistema de reparto) a partir de los impuestos.
Frente a esto el argumento neoliberal puede indicar que la productividad no seguirá creciendo a un ritmo. Pero tal afirmación además de ser poco seria y coherente en consonancia con los datos económicos e históricos que tenemos, es un disparo en el pie frente a su misma creencia, pues un sistema
CAPITALISTA que no crece mediante la productividad (ergo inversión en tecnología, ciencia y conocimiento) es un sistema que está destinado al fracaso. Y en ese distópico futuro el sistema de capitalización individual solo actuaría como un placebo ante una enfermedad terminal. Un sistema que no es capaz de crecer mediante la productividad es, de facto, un sistema que crece a base de la expansión territorial, y ello es limitado.
Volviendo al punto inicial y como conclusión, si el sistema de capitalización individual entrega peores pensiones que el sistema de reparto está creado para generar un nivel de liquidez tal que solo beneficia a una clase, la capitalista. El sistema no fue creado para mejorar la situación de los trabajadores, sino que solo para mejorar el negociado.
Pueden usar todos los eufemismos que deseen, pero lo cierto es que el sistema se impuso para abaratar costes y elevar ganancias. Y si desean alegrarse, he de suponer que son accionistas mayoritarios en grandes empresas o, como mínimo, mandos altos (CEO o gerentes) de las mismas.
Opción derechamente descartada. Lo apoyan porque son tontos.