eso y germanofilos y españofilos.
Como si este pais fuera identico a alemania o España, voy a Maipu o Puente alto y me cago de la risa con sus conceptos raciales de Chile.
Es que no hay problemas en admirar a cualquier país, movimiento, incluso tener de aliados movimientos similares al tuyo en el extranjero, pero otra cosa es hacer tuya cosas que no corresponden, el mismo Hitler decía que no era un movimiento exportable, pero que podia influenciar movimientos en otro lados, pero que tendrían algunas limitantes, si al final la idea del NS era defender la etnia, cultura, identidad, idiosincrasia de cada país, lo que yo no podría hacer es fundar un movimiento que se basara en la raza y cultura japonesa, seria estúpido, y lo mismo opinan NS reconocidos actualmente(que nada tienen que ver con los SKINHEAD), una evolución de los términos y pensamientos.
Por otro lado el mismo Hitler, criticaba que los colonizadores eliminaban los orígenes de los pueblos:
España, Francia e Inglaterra se han vuelto anémicas,
desvitalizándose y vaciándose en sus empresas coloniales
vanas. Los continentes a los que España e Inglaterra les
dieron vida, que crearon pieza por pieza, han adquirido
ahora una vida propia y resueltamente egoísta. Perdieron no
sólo el recuerdo de sus orígenes, sino también su idioma.
Sin embargo, son mundos fabricados a los cuales les falta
una alma, una cultura, una civilización originales. Se puede hablar del éxito de nuevas
poblaciones en el caso de los continentes prácticamente
inhabitados. Ello explica a los Estados Unidos de
Norteamérica; ello explica a Australia. ¿Éxitos? Estamos de
acuerdo. Pero únicamente sobre un plan material. Resultan
construcciones artificiales, cuerpos sin edad, de los cuales
se ignora si han sobrepasado la edad de la infancia o si han
principiado a resentir la senilidad. En los continentes
habitados, el fracaso fue todavía más notable. Allí los
blancos no se han impuesto más que por la fuerza, y su
acción sobre los habitantes fue casi nula. Los hindúes han
seguido siendo hindúes; los chinos, chinos; los
musulmanes, musulmanes. Ningunas transformaciones
profundas, sobre el plano religioso menos que sobre los
otros, y a pesar del esfuerzo gigantesco de las misiones
cristianas. Muy raros son los casos de conversiones, y en
ello casi siempre se puede sospechar de su sinceridad, a
menos que se trate de simples de espíritu. Los blancos, a
pesar de todo, les han llevado algo a esos pueblos, lo peor
que hubiesen podido llevarles, las llagas de este mundo
nuestro: el materialismo, el fanatismo, el alcoholismo y la
sífilis. Respecto a lo demás, por que esos pueblos poseían
algo propio superior a lo que les podíamos dar, han
permanecido siendo ellos mismos. Además, lo que se
intentó por la fuerza produjo resultados todavía peores. La
inteligencia nos ordenaría que nos abstuviésemos de
emplear esfuerzos de esa naturaleza, cuando sabemos que
resultarán vanos. Un solo éxito anotaremos al activo de los
colonizadores: han suscitado el odio en todas partes. Ese
odio que empuja a todos esos pueblos, que nosotros
despertamos, a arrojarnos lejos de ellos. ¡Hasta parece que
sólo se despertaron para tal cosa! ¡Que se me diga si la
colonización ha hecho aumentar el número de cristianos en
el mundo...