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¿que Estas Leyendo?

<3
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Hay alguna palabra/descripción/frase que en español equivalga a unabridged?, me he dado cuenta que en inglés usan harto el término unabridged (no resumido) para ediciones fieles a la original, para clásicos generalmente...
Acá me he pillado con libros que dudo que sean completos y no dicen en ningún lado que no son resumidos. Será acaso un epíteto decír que una obra está no resumida?

Por ejemplo, paso el dato, volvieron los libros de copec y entre ellos están 1984 y El conde de montecristo. El conde de montecristo lo leí en digital y tenía como 1172 páginas, la de Copec tiene 970 creo y debe tener una letra grande. Dudo que sea la versión completa.
También tengo guerra y paz (en mi biblioteca sin leer) y se ve delgado... no lo he abierto ups.
 
:grito: Ceacheí!!!
Me dan risa las alusiones de Basso a Baradit y de Baradit a Basso.
Troesma, qué opina de Baradit? Leí los 2 libros de historia y tengo en labiblioteca "Synco" (todos originales, la Élite no compra piratas).
También me llama la atención Francisco Ortega con su Trilogía de los Césares, todavía no me he metido ahí.
:sir:Élite Cultural
Código américa, página 71

Ya en el avión ... extrajo desde su bolso el libro que estaba leyendo, la novela Andinia, la catedral antártica, del chileno Francisco Ortega, el gran éxito editorial del año anterior...
 
Hay alguna palabra/descripción/frase que en español equivalga a unabridged?, me he dado cuenta que en inglés usan harto el término unabridged (no resumido) para ediciones fieles a la original, para clásicos generalmente...
Acá me he pillado con libros que dudo que sean completos y no dicen en ningún lado que no son resumidos. Será acaso un epíteto decír que una obra está no resumida?

Por ejemplo, paso el dato, volvieron los libros de copec y entre ellos están 1984 y El conde de montecristo. El conde de montecristo lo leí en digital y tenía como 1172 páginas, la de Copec tiene 970 creo y debe tener una letra grande. Dudo que sea la versión completa.
También tengo guerra y paz (en mi biblioteca sin leer) y se ve delgado... no lo he abierto ups.

Para mí la verdad es un adorno -un epíteto- angloparlante del concepto de "edición original"
 
Para mí la verdad es un adorno -un epíteto- angloparlante del concepto de "edición original"
Entiendo, pero por ejemplo, mi primer acercamiento a la divina comedia de dante, fue una adaptación escolar, que en ningún sitio indicaba que era: 1° Adaptación y 2° resumen...

En español no he visto libros que digan "versión resumida" como en inglés "briefed".

A eso iba mi pregunta. Está claro que es epiteto decir edición original o no resumida, pero por el contrario deberían indicar cuando está resumida. Nunca he visto la etiqueta "versión resumida", ¿existe esa etiqueta?
 
Terminé finalmente el grandioso "Adios al septimo de Linea", lastima que haya sido en ésta edicion callampera
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Y pensar que hace años teniamos una edicion pulentosa de los 70 y nunca me animé a leerlo porque era muy largo....estúpido yo de pendejo
El lunes comienzo por fin con "la piedra de fuego" de Glenn Cooper, que me lo regalaron en navidad.
 
La loba de francia, quinto libro de la saga de :idolo: Los reyes malditos

Agradesco al antroniano que la recomendó/ mencionó en este mismo thread creo.
 
La loba de francia, quinto libro de la saga de :idolo: Los reyes malditos

Agradesco al antroniano que la recomendó/ mencionó en este mismo thread creo.
Siempre quise leerme esa saga. Hace unos días, una señora me vendió la saga completa en 10 lukas. Fue "woao". De seguro le daré este año. No sé la razón, pero siempre tuve ganas de darle una mirada.
 
La loba de francia, quinto libro de la saga de :idolo: Los reyes malditos

Agradesco al antroniano que la recomendó/ mencionó en este mismo thread creo.

Excelente Saga...

:idolo: Maurice Druon
:idolo: Roberto de Artois

Yo todavía en la Saga de la Torre Oscura de S. King... Buena saga hasta el momento (4to libro)...
 
Terminé finalmente el grandioso "Adios al septimo de Linea", lastima que haya sido en ésta edicion callampera
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Y pensar que hace años teniamos una edicion pulentosa de los 70 y nunca me animé a leerlo porque era muy largo....estúpido yo de pendejo
El lunes comienzo por fin con "la piedra de fuego" de Glenn Cooper, que me lo regalaron en navidad.
de Glenn Cooper leí "The tenth chamber". Entretenida la wea, bien liviano y dinámico. Hasta el día de hoy me llaman la atención las ideas de esa novela.
 
de Glenn Cooper leí "The tenth chamber". Entretenida la wea, bien liviano y dinámico. Hasta el día de hoy me llaman la atención las ideas de esa novela.
"la llave del destino" es la cumbia tambien, recomiendo este autor de sobremanera a quienes les guste la onda "el codigo da vinci"
 
La viuda de Fiona Barton.


entretenido y bastante bien armado :clapclap:
 
Ahora leyendo "Mr. Vertigo" de Paul Auster; me ha costado mucho avanzar. No por el libro en sí, más bien por el tiempo. Entre el colegio y las clases, preparar el material, marzo y todo, woao, se va mucho tiempo y vida.
 
Revolución del concepto físico del mundo.

Magnífico compendio de la evolución de la ciencia y cómo ha transformado la visión sobre la realidad de la humanidad, y eso que sólo llevo como cincuenta páginas.

El común de la gente, ante su desconocimiento o imposibilidad de comprensión de los avances de la ciencia, ignora que lo más fundamental de la realidad es invisible e imperceptible a nuestros sentidos. Lo curioso es que esto se comprobó hace casi ya un siglo pero el ser humano aún persiste en confiar en lo que es inmediato a sus sentidos.
 
Los zarpazos del puma de patricia verdugo


Finalmente llegamos a Carlos Berger Guralnik, el joven periodista y abogado, casado con la abogada Carmen Hertz y padre "chocho" del pequeño Germán, de pocos meses. El mayor Fernando Reveco, quien presidió su consejo de guerra, lo recuerda "alto, buen mozo y atildado. Lo acusamos porque la radio siguió funcionando después de la orden de callar las transmisiones. Le dimos algunos días de presidio, 61 días. Nada más, porque era una falta menor".

Carlos Berger y su familia habían llegado a Calama sólo 25 días antes del golpe militar, para hacerse cargo de la dirección de la radio El Loa. En un momento crítico, decidió que debía colaborar - como comunicador - para que la zona de Calama, zona dura de mineros, pudiera recuperar un clima de tolerancia y respeto. Su viuda, Carmen Hertz recuerda: "Carlos fue arrestado en mi presencia, en el interior de la radio El Loa, por un numeroso contingente armado el mismo día 11 de septiembre a las 11.00 horas, debido a que se negó a clausurar las transmisiones de la radio. Tanto en Chuquicamata como en Calama no hubo resistencia armada alguna e incluso el mineral funcionó normalmente, lo que es ratificado por el coronel Rivera y el mayor Reveco en sus declaraciones. Carlos fue condenado a 61 días de prisión en la Cárcel Pública de Calama, por lo que fue calificado por la Justicia Militar como "una falta".

Y esta sentencia le fue notificada. Por el hecho de ser yo abogado y andar con mi hijo de corta edad en todas partes, ya que no tenía con quien dejarlo, no existían inconvenientes para visitar a Carlos todos los días, primero en el regimiento y después en la cárcel. Incluso el trato que me dispensaban los oficiales y gendarmes podría calificarlo de cordial y deferente". Y agrega Carmen: "Como existía esa buena disposición y nosotros no éramos de la zona, lo único que queríamos era regresar pronto a Santiago, de manera que el 18 de octubre le pedí al fiscal militar de Calama que conmutara los días que le faltaban a Carlos para cumplir la pena por una multa, a lo que accedió 94 verbalmente, pero señalándome que la petición se la hiciera formalmente. Al mediodía del día siguiente, 19 de octubre, le llevé el escrito respectivo. Sin embargo, el fiscal me señaló entonces que no podía acceder a mi solicitud, puntualizando que la situación no era la misma, sin darme otros antecedentes y sólo aduciendo que ese día había arribado a la ciudad un helicóptero con una comitiva de oficiales proveniente de Santiago, al mando del general Arellano Stark. Era la primera vez que escuchaba el nombre de ese general".

"Como no entendía qué estaba pasando, en qué consistía esta situación nueva y qué consecuencias podía tener, me fui a la cárcel para comunicarle esto a Carlos. Eran aproximadamente las tres de la tarde. Lo encontré extraordinariamente nervioso y preocupado porque habían sacado del penal a la mitad de los detenidos, encapuchados y maniatados, llevándoselos a un lugar desconocido. Inclusive en la cárcel noté medidas de otro tipo. Por ejemplo, no me dejaron ingresar al patio donde siempre había entrado, sino sólo a una sala especial. Lo acompañé hasta aproximadamente las cinco de la tarde. Estaba quemado por el sol, con sus bluejeans, su camisa, su pipa. Nos despedimos con un beso. Su último beso..."

"Subí a Chuquicamata donde yo vivía y, como dos horas después, supe que el resto de los detenidos que quedaban en la cárcel también habían sido sacados y llevados a un lugar desconocido. Llamé por teléfono al Alcaide de la Cárcel, ya que no podía bajar porque había toque de queda. El me dijo que no me preocupara porque todos los detenidos políticos habían sido llevados al regimiento para prestar declaraciones de rutina. El no sabía más que eso. Seguí llamando cada media hora, hasta alrededor de las doce de la noche y la respuesta era siempre la misma: "Ya van a llegar, ya van a llegar. No se preocupe señora". A primera hora de la mañana siguiente bajé a Calama. En la gobernación me encontré con un cuadro horroroso: había funcionarios llorando, histéricos y una colega - secretaria del gobernador - me abrazó muy descompuesta y me dijo: "Carmen, ¡los fusilaron a todos!" Le pregunté de qué me hablaba. Y ella agregó, llorando: "Fusilaron a Carlos, lo fusilaron ayer". Yo no entendía nada, sólo creí que estaban todos locos y que eso no podía ser cierto. ¡Si le faltaba un mes para salir libre! ¡Si había una posibilidad, incluso de libertad inmediata! Tenía que ser un error.."

"Me fui al regimiento de inmediato. Al llegar noté un ambiente realmente caótico y tenso; corrían de un lado para otro diversos funcionarios militares y me costó mucho que me atendieran. Un oficial de apellido Shejman me informó que los prisioneros, entre los cuales estaba mi marido, habían sido trasladados la noche anterior a Santiago a diversos centros de detención. Ante esa contradicción, empecé a hacer muchas gestiones, las que terminaron en la tarde con una entrevista que por fin pude obtener con el gobernador, coronel Eugenio Rivera. El me indicó que esperara en mi casa, que él averiguaría y me haría llegar el dato exacto acerca de dónde estaba mi marido". Como a las ocho de la noche, en hora de toque de queda, llegó el llamado telefónico. Pidieron hablar, sin identificarse, con Eduardo Berger, hermano de Carlos, médico del Hospital de Chuquicamata. El atendió. La voz indicó que saliera de la casa, que fuera a la esquina. Y cortó. Carmen insistió en acompañar a su cuñado. Salieron y ahí estaba, en la esquina, junto a la vereda, estacionado 95 un jeep militar. Adentro, dos militares y un sacerdote: el teniente Alvaro Romero, el suboficial Jerónimo Rojo y el capellán Luis Jorquera, la comisión designada por el coronel Rivera para informar a las familias.

Carmen dice que jamás olvidará la fantasmagórica escena: "Uno de los militares se puso de pie dentro del jeep y comenzó a leer un texto. Recuerdo la parte en que decía "cuando los detenidos eran trasladados a la ciudad de Antofagasta, intentaron fugarse, siendo por ello todos muertos". No podía ser. ¿Está muerto? ¿Y su cuerpo? No, señora, no se entregarán los cuerpos. Es un error. Tiene que ser un error. Salvoconducto para viajar a Santiago. La carretera toda la noche. No, no puede ser. Pero si ahí estaba en la cárcel, con sus jeans, su camisa, su pipa. No, no puede ser. Santiago de madrugada, cuidado con las patrullas militares, cuidado con las voces de alto. Y ahí estaba, en la casa materna, la doctora Dora Guralnik, la madre: "Tuve que contarle a Dora lo que había pasado. Y mientras hablaba, tiritaba y tiritaba. No podía dejar de tiritar. Era verdad, Carlos estaba muerto. En Santiago conseguí el certificado de defunción: destrucción tórax y región cardíaca - fusilamiento. Hora: 18 horas. Una hora después que me despedí de él en la cárcel, Una hora después"... Carmen Hertz y el pequeño Germán salieron rumbo a Buenos Aires. Carlos lo siguió en los sueños: "Todos los días soñaba con él. Me encontraba con él en el aeropuerto, en la estación, estaba vivo, siempre llegando y llegando". Y mientras ella se refugiaba en la esperanza del sueño, la viuda de David Miranda - Magdalena Michea - escribía cartas al campo de concentración de Chacabuco. Debía tratarse de un error, no podía estar David muerto, no había visto su cuerpo. Y mientras ella escribía, el padre de Pepe Saavedra no encontraba consuelo para la pérdida de su único hijo hombre, el menor, el "concho" de sólo 17 años. Casi en mutismo, se concentró en hacer una reja de madera para la casa. Y mientras él, todos los días, durante un año, armó la reja sin usar ni un sólo clavo, los hijos de Rolando Hoyos sostenían que el papá seguía vivo y la hermana de Luis Gahona se negaba a ir a misas y a cualquier actividad recordatoria de lo ocurrido, porque optó por creer que estaba vivo, en alguna parte. No ver los cuerpos, no saber siquiera que fueron enterrados en fosa común del cementerio como en La Serena o Copiapó, marcó con huella más profunda la tragedia de Calama. Por doce años - en silencio - muchas familias recorrieron el desierto buscando un indicio, una señal. Después de 1985, cuando lo ocurrido se hizo público, la búsqueda se acentuó. En abril de 1986, el abogado Luis Toro - de la Vicaría de la Solidaridad - dio con el paradero de quien aparecía como el más cercano testigo. Así Mario Raúl Varas Varas prestó su declaración ante una jueza en Antofagasta y juntos fueron al lugar donde se habrían enterrado los cuerpos, el mismo indicado - también en testimonio judicial - por una joven aficionada a la arqueología. Ella lo encontró en 1980 y se extrañó de hallar osamentas vestidas con ropa actual. Pero ya no estaban y, hasta ahora, no ha sido posible hallarlos.
 
Última edición:
En el camino de Kerouac (compendium anagrama / en el camino - los subterráneos - los vagabundos del dharma)
 
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