¡Un chiste!
Antes se jubilaba con 25 años de servicio y se percibía el 75% del sueldo, es decir, la tirada de bolas podía ser a los 47 años (de cuarto medio a la universidad -las carreras duraban cuatro años- y de ahí al mundo laboral, sin año sabático de por medio).
Ahora se jubila con más de 40 años de servicio, se percibe el 27-28% del sueldo (con muuucha suerte el 29-30% después de hacer malabares y retirarse con sueldo tope, si es que lo otorgan) y el merecido descanso es recién a los 65 años. Ni hablar de uno o dos años sabáticos -la gran chiva de las AFP para justificar lo injustificable- porque la pensión se reduce a menos del 20%. Las lagunas laborales no las cree nadie. Con el sistema antiguo uno se podía jubilar a los 65 años con 18 años sabáticos y se percibía el 75%.
No es casualidad que el 90% de los jubilados perciba menos de 140 lucas. Lo impresentable es que siendo un vago que nunca trabajó en la vida puede recibirse 86 lucas mensuales sin trámite alguno. Solo hay que ir a la municipalidad y decir: "Hola, soy pobre. No tengo pensión. Denme plata".
El sistema se puede cambiar. Me explico, los cotizantes aportan 2 billones de pesos al año al sistema, las AFP 1 billón y el Estado otro billón. Sin embargo, se paga 1 billón de pesos en pensiones. Es decir, hay una ganancia de 3 billones anuales. ¡Nadie quiere soltar esa teta!
Dejando el tema en manos del gobierno o algún sistema público, las pensiones podrían duplicarse y el Estado se ahorraría un billón de pesos anuales.