El escrutinio para las elecciones presidenciales del domingo en El Salvador estuvo congelado durante toda la noche. Después de horas pegado en el conteo del 31,49% de las actas procesadas, recién la mañana de este lunes se actualizó. Y lo hizo rápidamente al 70,25% escrutado. Con 1.662.313 sufragios para Nayib Bukele, el actual mandatario reunía más de 10 veces los votos que el segundo candidato en disputa, Manuel “Chino” Flores, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de izquierda, con 139.025 votos.
Durante la madrugada, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) publicó un memorándum en el cual reconocía la existencia de “múltiples acciones que han dificultado el desarrollo de las actividades de transmisión de resultados preliminares y por falta de papel de seguridad y otros factores ajenos a la voluntad del TSE que han sido reportados por fiscales electorales”.
Por ello, el organismo electoral instruyó a las Juntas Receptoras de Votos (JRV) emitir las actas de forma manual para elaborar el escrutinio preliminar de las elecciones y tomar fotografías o escanear esas actas, para finalmente enviarlas al TSE de forma física y fotográfica. Según los medios locales, consigna el diario argentino La Nación, uno de los problemas para el recuento es que no funcionó la conexión a internet que tenían algunas de las JRV, mientras que, en otros casos, cuando se logró transmitir los datos digitalmente, los datos no llegaban a la base o llegaban duplicados.
Pero eso no fue inconveniente para que Bukele se adjudicara tempranamente el triunfo en las elecciones. El domingo por la noche, cuando todavía no había resultados oficiales, el mandatario declaró su victoria a través de la red social X con números aplastantes a partir de los boca de urna que manejaba Nuevas Ideas, el partido oficialista.
“De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea. El récord en toda la historia democrática del mundo”, decía su posteo, en un resultado que le garantiza un segundo quinquenio en el poder hasta 2029. Casi dos horas después, el TSE publicó sus primeros resultados, con menos del 1% de los votos escrutados.
Ya en la misma jornada de las elecciones, el diario español El País anticipaba que el político de 42 años se preparaba para “arrasar” en los comicios y asegurar su reelección “gracias a su política de mano dura contra las pandillas”. Una cuestionada estrategia de seguridad de un régimen que acumula críticas por el autoritarismo y los abusos a los derechos humanos y en donde un grupo de asesores extranjeros juega un rol poco conocido, pero clave para Bukele.
Se trata de un “gabinete oculto” de venezolanos que gobierna con Bukele y su familia, como denunció en 2021 el diario digital salvadoreño El Faro. Un grupo que aún resulta fundamental para el mandatario salvadoreño, como el diario El País apuntó en su edición de este domingo: “Una docena de asesores venezolanos que trabajaron con Juan Guaidó, el presidente interino de Venezuela nombrado por Estados Unidos, se ocupan de moldear su imagen”.
Ya en agosto de 2020, el sitio de la Asociación de Radiodifusión Participativa de El Salvador (Arpas) daba cuenta de que el activista venezolano de oposición Lester Toledo era asesor de la presidencia salvadoreña, que su sueldo era pagado por el partido oficialista Nuevas Ideas y que su contrato había sido renovado por cinco años más. El medio recordó que Toledo ha sido responsable de los asuntos internacionales del partido venezolano Voluntad Popular, que preside el líder opositor Leopoldo López. El medio venezolano El Pitazo agrega que en 2019 se desempeñó como jefe de campaña del partido Nuevas Ideas de Bukele.
En abril de 2021, El Faro reveló que la Presidencia de El Salvador había nombrado un asesor anticorrupción que no fue presentado públicamente, pero que estuvo trabajando durante aproximadamente un año como el enlace de Casa Presidencial con instancias de contraloría como la Corte de Cuentas y la extinta Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES). Se trata de Juan Carlos Gutiérrez, quien formó parte del grupo de opositores venezolanos que trabaja para el gobierno de Bukele y el partido oficial Nuevas Ideas. Según distintas fuentes consultadas por El Faro, terminó su trabajo por “desacuerdos sobre el rumbo del gobierno”.
El Faro ha detallado que hay dos grupos de asesores venezolanos: un grupo político y otro técnico. El primero sería liderado por Lester Toledo y Sarah Hanna, ambos son integrantes de Voluntad Popular que trabajan de la mano con el partido Nuevas Ideas y que asesoran a los hermanos Bukele (el presidente Nayib Bukele, seguido de Karim, su hermano más cercano, y luego sus también hermanos Ibrajim y Yusef) desde la campaña presidencial de 2019. El segundo es un grupo de técnicos que ejerce labores de consultoría al gabinete salvadoreño, que fueron recomendados por Hanna. Esta última, asegura el sitio El Pitazo, huyó de Venezuela en 2014 por sentirse amenazada por el gobierno de Nicolás Maduro.
En junio de 2021, El Faro informó que el gobierno de Bukele tenía una “estructura oculta”, una especie de supragabinete formado por al menos 10 asesores venezolanos “cuyos contratos, honorarios y responsabilidades no han sido transparentados”. “Conforman un círculo de poder en El Salvador que solo está por debajo del presidente, sus hermanos y otros parientes. Provenientes de la oposición venezolana, están por encima del gabinete de ministros y a cargo de algunos de los planes más determinantes que se ejecutan en esta administración. El grupo es liderado por una mujer: Sarah Hanna”, detalló.
“Al menos desde febrero de 2020, un mes antes de la pandemia de coronavirus, este gabinete paralelo ha dado órdenes a ministros del gabinete económico, de salud y de otras instituciones del Ejecutivo. Otro grupo, desde Casa Presidencial (Capres), se encarga de coordinar las actividades del aparato de propaganda del Órgano Ejecutivo y de Nuevas Ideas, partido fundado alrededor de la figura de Bukele y que controla la Asamblea Legislativa desde febrero de 2021″, agregó. Según El Faro, “Hanna ha sido asistente del líder opositor venezolano Leopoldo López y de su esposa, Lilian Tintori”.
Según informó el diario venezolano El Universal, en junio de 2021, en el organigrama no oficial de este gabinete paralelo, debajo de Hanna, figuraba su persona de mayor confianza, Miguel Sabal, quien se encarga de temas logísticos y del reclutamiento de venezolanos en Caracas para trabajar con el gobierno de El Salvador. Luego estaban los asesores por áreas: Miguel Arvelo, en Salud; Tomás Hernández, en el gabinete económico; Roddy Rodríguez, en Educación y Cancillería; Juan Carlos Gutiérrez, en los temas de transparencia, enlace con la Corte de Cuentas y la CICIES; Santiago Rosas ha estado a cargo de la elaboración del Plan de Control Territorial, que nunca ha sido presentado públicamente, y Ernesto Herrera se ha desempeñado como asesor en el Ministerio de Seguridad.
Como asesora de Capres, en protocolo, estaba María Alejandra García, que se encarga de coordinar, junto a su pareja, Tomás Hernández, el Programa de Emergencia Sanitaria (PES). La cabeza del segundo grupo era Lester Toledo, quien ha trabajado para Nuevas Ideas, pero a quien el gobierno encomendó diseñar el PES, como herramienta de organización del territorio. Las acciones de propaganda en redes sociales eran coordinadas por el equipo de Toledo, que incluye a su hermano Lender y a Esteban Vicuña, en coordinación con Hanna.
El Faro ha identificado a un grupo de 30 venezolanos que trabajan en el gobierno de Bukele, de los cuales 10 pertenecen a un círculo privilegiado de toma de decisiones. De los 20 restantes, unos no viven en El Salvador, pero suelen permanecer en el país durante lapsos que van de días hasta meses. “Te lo resumo así: casi que por cada ministro tienen un venezolano detrás dando órdenes”, explicó un amigo de los asesores venezolanos citado por El Universal.
Al respecto, el diario venezolano recordó que, en diciembre de 2020, un ministro salvadoreño mencionó una regla no escrita en el gobierno de Bukele: “Si como titular de una institución no tienes una vía de comunicación directa con el presidente, te jodiste, porque los venezolanos mandan”.
