El fiscal regional oriente, Manuel Guerra, desmintió al expresidente Sebastián Piñera que dijo que el supuesto espionaje en la Sofofa tiene que ver con “relaciones de pareja”. Hasta ahora los fiscales que investigan los hechos mantienen como tesis más probable que se trate de un montaje para crear incertidumbre, previo a la elección del nuevo presidente del gremio de los empresarios.
El pasado 26 de mayo el fiscal Guerra ordenó abrir una investigación tras recibir la denuncia de la Sofofa por la detección de aparatos para espionaje en las oficinas de su entonces presidente, Herman Von Mühlenbrock, y del vicepresidente y director de Carozzi, José Juan Llugany.
Para la tarea se designó a los fiscales Roberto Contreras y Lorena Parra quienes rápidamente han interrogado a los involucrados y realizado peritajes a los aparatos, misión que quedó en manos de la brigada del cibercrimen de la PDI.
En los primeros informes, según las fuentes consultadas, se concluye que las memorias o chips de los micrófonos con cámaras ocultos en las oficinas de los empresarios estaban vacías. Incluso no tenían uso.
Sólo se pudo descubrir que uno de estos aparatos, el detectado en Carozzi, es encendido el 14 de mayo, dos días después que es contactado el excarabinero Rubén Aros Oñate, quien el viernes declaró por segunda vez, pero en esta oportunidad, como imputado.
No obstante que la investigación está en pleno desarrollo, el expresidente, Sebastián Piñera, declaró en Canal 13 tener “la impresión que este caso va a dar un vuelco total. La información que yo tengo es que esto no se trata de espionaje político ni industrial, es una cosa mucho más doméstica, que tiene que ver con relaciones de parejas”.
En declaraciones a Radio Bío Bío, el fiscal oriente aclaró que la indagatoria avanza en otro sentido.
La tesis más probable es que se trate de un montaje para crear incertidumbre, previo a la elección del nuevo presidente del gremio de los empresarios, Bernardo Larraín Matte.
El fiscal Guerra invitó al expresidente Piñera a entregar los antecedentes que posee sobre que este presunto espionaje, que según su versión, se tratía de un eventual lío de parejas.
Con estas declaraciones a Canal 13, antes del mediodía, Piñera puso en una posición incómoda a su abogado Juan Domingo Acosta, quien lo asesora en el denominado caso Dominga-Exalmar.
El jurista es el abogado de la Sofofa, es quien interpuso la denuncia por presunto espionaje y quien acompañó la semana pasada a Von Mühlenbrock a declarar como testigo a la fiscalía.
Según las fuentes consultadas, esta semana deberán prestar declaraciones el exvicepresidente de la Sofofa, José Juan Llugany, en su calidad de director de Carozzi, y la gerente de informática Prisilla Cruz.
igual si es cierto seria la media cagaita para la prensa, la especulacion financiera y politica que toda esta parafernalia sea por el culo de una wiona
