Bueno, quiero comentar una experiencia de hace dos años aprox, en baños morales, cercano a embalse el Yeso: llevamos carne y vino para hacer asado por alla y se nos ocurre ir a tres (de un grupo de 4) ir a comprar carbon y fuego a almacenes del lugar, para ser breve, le preguntamos a una viejita de 90 años aprox, vestida con ropa muy modesta y que tenia casa (muy humilde, casi piso de tierra) con letreros como de negocio, nos dice que no tiene y bla bla bla.... Y cuando nos estamos retirando del lugar los tres, la vieja esboza una sonrisa y grande fue la sorpresa mia " tenia todos los dientes de oro, todos!! "Yo quede pa la caga le comenté a los otros dos y no le dieron importancia.
Lo otro una amiga decia que era bruja, porque la crio una vieja bruja de por aca y una vez invitandola a salir me comentó que hay muchas maneras de hacer mal a otro, por ej me dijo: "con una lima te raspas la uña y le das en el trago (lo que sea) a alguien y en dos años cancer al estomago"
Y conocia decenas de otras formas que no me quiso mencionar más.
El forazo y la elite todosapiente tiene experiencias reales relacionados con la materia.
Esto nos paso el año pasado, en la playa de Pichidangui, caminando hacia el norte.
Nos instalamos con unos amigos /as bien retirados del lugar en donde habitualmente se ubican las personas que van a esa playa (cerca de los puestos de artesania), cerca de lo que parecía ser un bosque o lugar en donde habían muchos eucaliptus, ya era entrada la tarde de ese verano (digamos entre 20:00 y 21:00), éramos de los pocos que quedábamos en la playa. Ya prácticamente, no se estaba bañando ninguna persona.
Estábamos contemplando el mar y de la nada, vemos que viene una persona nadando hacia la orilla (nosotros quedamos algo estupefactos, porque no habíamos visto a nadie meterse a la playa, ni que aun se estuviera bañando). El que resulto ser un tipo, llego a la orilla con un traje de mariscador y nos saludo con la mano a lo lejos. En ese momento, solo nos reímos y seguimos conversando.
La tarde seguía cayendo, y en esta ocasión vimos volar un pájaro negro (no típica gaviota, pelicano u ave marina), hasta que nos perdió en el horizonte hacia el mar. Y en cosa de minutos, volvemos a divisar a otra persona que viene nadando, misma dinámica que el anterior, no les puedo asegurar que era el mismo sujeto, pero tenia también traje de mariscador y nos saludo con la mano desde lejos.
Por las coincidencias y temor, decidimos irnos. Al otro día almorzando en Quilimari (al frente de Pichidangui), estábamos cerca de una escuela y la posta creo del lugar, y en esas conversaciones banales de la vida, le comentamos a la señora que nos atendía, sobre esta situación. A lo que, reaccionando algo seria y con voz entrecortada, nos dijo que era un brujo del lugar, que según ella esta relacionado con alguna desgracia que ocurrió (persona ahogada en esa playa).
Es la experiencia que te puedo aportar.