• ¿Quieres apoyar a nuestro foro haciendo una donación?, entra aquí.

Si Quieren Subir A Primera B Deberan Pagar 1200 Millones De Pesos

clon_bigoteado

Plasta Culiad@
Registrado
2011/11/22
Mensajes
10.641
eso y que la mayoria de los clubes estan quebrados


La desafiliación de Provincial Osorno es apenas la punta del iceberg que está en curso de colisión con el fútbol chileno. La incapacidad de los “Toros” para pagar los 225 millones que cuesta la inscripción en la Segunda División Profesional de la ANFP y sus constantes fallos a la hora de cumplir con los sueldos y las obligaciones previsionales de sus jugadores, están lejos de ser una excepción. “Todos los clubes están quebrados, pero hay gente que disfraza la realidad. Acá toda la plata se la lleva la ANFP. ¡Piden 1.200 millones para subir a Primera B! Sólo Iberia, con Carlos Heller, puede pagar eso. Es un traje a la medida”, acusa Alejandro Kauak, presidente del equipo sureño.

La promesa con que se instalaron las sociedades anónimas deportivas (SADP) sólo se ha cumplido a medias. A pesar de que existe mucho más control, el sistema no ha puesto fin a las malas administraciones y ha evidenciado que la torta no alcanza para todos. De hecho, de los 37 equipos que ostentan la calidad de “profesionales”, 25 tienen antecedentes comerciales en Dicom, por pagos protestados, morosidades y declaraciones impagas. El caso más complejo es el de Deportes Copiapó, con 15 documentos sin cancelar por poco más de $ 112 millones. “Hay una deuda antigua por cotizaciones previsionales, pero que se está cobrando a quienes la generaron. Estamos renegociando las cuotas”, comenta el timonel atacameño Felipe Muñoz. Otra situación delicada es la de Fernández Vial, que tiene un déficit de $ 100.972.000. De acuerdo con el Boletín Comercial, la deuda total de los clubes supera los $ 833 millones. Sólo se salvan los llamados “equipos grandes” y un pequeño grupo de instituciones (ver infografía).

Por si esto fuera poco, la mayoría de las escuadras está en proceso de pago de una importante deuda tributaria, correspondiente a impuestos y créditos fiscales. Aunque Colo Colo y Universidad de Chile tienen los pasivos más altos ($ 21 mil y $ 11 mil millones, respectivamente), ambas empresas concesionarias han cumplido con sus pagos anuales rigurosamente, algo que no se hace tan fácil para otros elencos, cuyos convenios han caducado por diversos motivos. En este último grupo se encuentran Deportes Concepción, Copiapó, Antofagasta y Coquimbo Unido.

El desorden en las oficinas del fútbol también se ve reflejado en las amonestaciones de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), que este año ha aplicado 11 sanciones por no remitir la información financiera a tiempo. Cada uno de estos castigos carga otras 30 UF sobre la deficitaria caja de los clubes.
El círculo vicioso se perpetúa con la única solución a la que estos equipos pueden recurrir: el endeudamiento. El problema es que, al ser inversiones de alto riesgo, estas instituciones no reciben préstamos de los bancos tradicionales.

Mauricio Peyreblanque, presidente de La Serena, indica que “el fútbol tiene muy mal pasado, poca credibilidad, muchos clubes quebrados. Como no nos prestan, buscamos herramientas más caras”. Sin embargo, estas alternativas pueden ser un arma de doble filo.

Felipe Muñoz representa una gran paradoja. Por un lado, su equipo, Copiapó, tiene serios problemas económicos; por otro, es uno de los principales prestamistas del medio. Como gerente general de FactorOne, una compañía que entrega servicios de financiamiento a corto plazo, tiene información de primera mano acerca de muchos de sus rivales, que, por supuesto, no puede revelar. Sus dos roles generan sentimientos encontrados entre sus pares. “No creo que haya sacado mucho provecho, porque su equipo está en Segunda”, indica un directivo.

El sistema se denomina factoring. Consiste en vender las facturas emitidas para obtener recursos líquidos de forma inmediata. La empresa de factoring adelantará un monto de entre el 80% o 90% del total y luego cobrará la factura al deudor. Lógicamente, el prestamista impone un interés más alto que los bancos, que puede alcanzar hasta el 4,5% mensual. Aunque en la práctica no genera endeudamiento, provoca pérdida de capital futuro.

“Al fútbol nadie le presta plata y tienen muchas necesidades de financiamiento. Se le entrega dinero a un club que no tiene créditos, se anticipan los flujos, pero básicamente es lo mismo que un préstamo. Sólo difiere el funcionamiento. Está regulado y no hay perjuicios”, explica.
¿Cuál es el truco? En ocasiones se establece una garantía en caso de que la empresa de factoring no consiga cobrar la factura dentro del plazo convenido, con un interés aumentado. En este caso, se genera una deuda.

Según una alta fuente de la ANFP, FactorOne es acreedor de clubes como San Marcos de Arica, Antofagasta, La Serena, Coquimbo, Naval, Unión La Calera y muchos otros. Su gran competidor es Coval, una compañía de la familia Abumohor. “Es una vía para solucionar las carencias de dinero. Todos los clubes somos deficitarios, porque terminamos cediendo derechos económicos futuros, platas del CDF y de sponsors. No se puede de otra forma”, asegura Jaime Valdés, mandamás de Lota Schwager.
Northcapital es una empresa de inversiones en la que participan José Ramón Garmendia y Alejandro Bitrán.

Ambos son directores de Granate SADP, la concesionaria a cargo de Deportes La Serena. Para paliar la falta de flujo, esta compañía entrega créditos al club, con el interés correspondiente. Algunos dirigentes del fútbol chileno miran con recelo estas operaciones. “No corresponde autocontratarse y prestar plata a una sociedad que uno mismo representa”, dice un presidente de club, mientras que otro timonel reconoce que “yo le presto dinero al club para solventar el déficit, pero rara vez volvemos a ver la plata”. En esta dinámica, las instituciones se endeudan y los dirigentes se transforman en acreedores.

La cúpula de la ANFP está consciente de que hay una crisis subyacente que puede explotar en cualquier momento. El director Jaime Baeza intentó coordinar un crédito masivo a largo plazo para los clubes más necesitados. “No salió nada concreto y cada uno está viendo su situación individualmente. Las instituciones también están reacias a prestar. La mayoría ya está endeudado, pero todo tiene un límite”, dice.

Una alta autoridad de la ANFP confirma que se están analizando varias opciones para consolidar la deuda y repactarla: “Estamos conscientes de que hay que ayudar a los clubes, pero antes necesitamos que se estabilicen, con una reforma que los obligue a gastar ocho si reciben 10”. Felipe Muñoz apunta a la Comisión de Gestión Económica de la ANFP. “Su control es deficiente. hay que meterse en el bolsillo de los clubes”, reflexiona el dirigente, con el objetivo de parar el desangramiento de la actividad.

http://papeldigital.info/lt/2012/09/16/01/paginas/056.pdf
 
Volver
Arriba