Una serie de denuncias, bloqueos y desacuerdos entre los trabajadores y la empresa han marcado los 30 días de huelga que cumplió hoy el Sindicato N°1 de
Minera Escondida, movilización que en los próximos días podría radicalizarse.
Lo anterior, porque la empresa evalúa retomar parte de su producción con reemplazos, mientras que desde el sindicato aseguraron que no lo permitirán.
“
Existe la opción de contar con trabajadores contratistas que están en condiciones de poder reemplazar ciertas tareas. Esto es algo que vamos a ir evaluando día a día, siempre y cuando estén todas las condiciones de seguridad necesarias”, explicó el vicepresidente de Asuntos Corporativos de MEL, Patricio Vilaplana.
Declaraciones que fueron respondidas por el presidente del Sindicato N°1, Patricio Tapia, quien los llamó a cumplir con lo anunciado en tribunales sobre “no producir mientras dure la paralización”, ya que de lo contrario
“tendrán que ver las consecuencias de dejar sin efecto su palabra”.
Este primer mes de movilización, además marca un hito estratégico en el conflicto, ya que se abre la opción legal de los ‘descuelgues’, opción que tiene pocas expectativas por el comportamiento histórico de los socios del sindicato.
Negociación
Tres son los puntos que mantienen sin avances el proceso de negociación, siendo el principal de ellos uno que busca reformular algunos aspectos del contrato que quitarían beneficios a los trabajadores, lo que para el sindicato es no respetar el “piso de la negociación”.
"No podemos entender el piso de negociación como una copia literal del contrato anterior, porque las condiciones han cambiado en cuatro años y eso es algo que ocurre en todas las empresas de Chile y el mundo", comentó Vilaplana a El Mercurio de Antofagasta.
El ejecutivo también agregó que durante estos días han trabajado para mejorar algunos aspectos del convenio y presentar una oferta cuando se retome el diálogo. Los otros dos puntos que mantienen detenidas las conversaciones son la interpretación de los horarios de descanso y colación, y las condiciones contractuales con que entrarán los trabajadores que a futuro ingresen a la compañía.
“Sin esas tres condiciones no vamos a conversar y lo más importante es que nosotros no vamos a tener trabajadores de clase A y B dentro de la empresa, no lo vamos a aceptar… y lo vamos a defender a muerte, eso no lo vamos a permitir”, aclaró Tapia.
Cronología del conflicto
- 19 de diciembre de 2016: El sindicato entregó su proyecto de contrato colectivo a MEL.
- 1 de febrero: Los trabajadores votaron la huelga con un 99% de adhesión.
- 9 de febrero: Comenzó la huelga.
- 1 de marzo: Los trabajadores bloquearon la Ruta 5 Norte, generando gran congestión vehicular y enfrentándose a Carabineros.
- 3 de marzo: El Frente de Trabajadores Minero junto a diversas organizaciones marcharon en apoyo a los huelguistas de Escondida y Molyb.
Durante el mes de paralización la empresa denuncia haber sufrido constantes bloqueos, sin embargo, desde el sindicato explicaron que sólo están apostados fuera de la faena “verificando” que no ingrese gente para producir.
No obstante, ello ha generado una serie de denuncias y querellas en tribunales por parte de la compañía, la primera de ellas fue por el desalojo del campamento Villa Cerros Alegres, otra por un bloqueo que ocurrió el 14 de febrero, otra por el delito de incendio en el Campamento 7.000, y finalmente una
denuncia por la retención de trabajadores en faena.
La petición de los huelguistas de Escondida es un reajuste de un 7% y un bono de término de conflicto de $25 millones, mientras que la minera ofreció un reajuste de 0% y un bono de $8 millones.
A la fecha, la cuprífera ha dejado de producir más de 120 mil toneladas de cobre, avaluadas en más de
US$500 millones, lo que
ha afectado las exportaciones del metal rojo en el país y
haría caer en 1 punto el Imacec de febrero.
Esta huelga de Escondida es histórica y superó a la de 2006 que se extendió por 25 días. Es superada sólo por de 2009 de Minera Spence (también operada por BH Billiton) que duró 42 días.
