Debo admitir que mi mamá me compró varias veces Galletas competa, ya que eran muy ricas. Yo tenía una mañita, que era salivar las galletas para que quedaran húmedas y comérmelas más blanditas, una asquerosidad, pero me gustaba. Otra opción era picarla en pedacitos y echarla a la leche a modo de cereal .
Malas prácticas
La fabricación dejaba mucho que desear, se encontraron en los análisis de las galletas sustancias tóxicas que, en el año 91, le causaron la muerte a dos menores, ya que en la elaboración de las mismas se utilizaron materias primas con alta concentración en nitritos. La fábrica carecía de higiene y los ingredientes en mal estado y descompuestos, estaban a la hora del día.
Además de las muertes, 70 personas se intoxicaron según el ministerio de salud metropolitano.
El dueño, un gil de cuna, llamado
Francisco Ortiz y su amasandero,
Manuel Riveros, luego de 12 años ( en el año 2003) recibieron 61 días de condena ( que justicia más patética).
En el fallo se establece que:
“la sola existencia de nitritos en la elaboración de las galletas revela imprudencia temeraria o mera negligencia con infracción de los reglamentos respectivos, al quedar en situación de que se produjeran los resultados que dieron origen a esta causa”.
Bueno, una pena lo que sucedió, pero a modo de crítica este empresario mala calaña, debió haber sido condenado hace 20 años atrás y con leyes más duras, ya que últimamente (2008) estuvo involucrado en la “mala rotulación” de leche animal, para uso en
lactantes.
galletas Salcllic y Tok
