Era una silenciosa noche. El cementerio Parroquial de San Antonio estaba totalmente oscuro. Los pabellones se presentaban vacíos. Tondo era normal hasta que descubrieron un escalofriante hecho.
El guardia del camposanto advirtió, gracias a sensores de movimiento que existen en el recinto, que alguien transitaba cerca del pabellón 23. Acudió de inmediato a ver de qué se trataba, encontrándose con una escena que posiblemente nunca olvidará.
El rondín vio a cuatro sujetos, aparentemente jóvenes, cuando sacaban, arrastrando, un féretro desde un nicho.
"Lo habían sacado (el féretro) unos 30 ó 40 centímetros cuando los sorprendieron", detalló el párroco de San Antonio y encargado del cementerio, padre Vicente Véliz.
El nicho que atacaron se encuentra en el primer nivel, a ras del piso, y por ello habían tirado el cajón mortuorio para intentar dejarlo en el pasaje del cementerio.
"El guardia me informó que los increpó y por eso se dan a la fuga disparando al aire. Los siguieron, pese al riesgo que significaba, pero al llegar a la parte norte del cementerio, en un sitio eriazo los esperaba un vehículo blanco, en el cual escaparon", describió el padre Véliz.
Los individuos arrancaron, dejando el cajón afuera del nicho. Producto del movimiento, el ataúd resultó con varios daños, destruyéndose la madera podrida.
Pese a ello, cuando revisaron se dieron cuenta que el cuerpo en su interior estaba completo. No habían alcanzado a sustraer ninguna parte del cadáver gracias al actuar del rondín.
-Padre, ¿cuál pudo ser el objetivo de estos individuos?
-No lo tengo claro. Se me ocurre que hay una profanación para ritos espiritistas o se puede dar que hayan tenido algún encargo para conseguir un cráneo, que se utilizan para estudiantes universitarios para sus investigaciones, porque podemos suponer que querían extraer el cráneo.
Los desconocidos profanaron el nicho que corresponde a una mujer que falleció hace 12 años, cuya sepultura tenía sólo una tapa de concreto conde se leía "Teresa Tapia S.".
-Párroco, ¿por qué habrán elegido ese nicho para atacarlo?
-Es misterioso por qué lo eligen, pues hay varios nichos iguales, pero éste no tenía una recubierta tan cerrada como otros. Quizás les pudo ser más fácil abrirlo, aunque también es misterioso porque hay lugares del cementerio más arriba (alejados) donde pudieron hacerlo.
Tras el insólito hecho que se registró unos minutos antes de la medianoche del jueves, hasta el Parroquial acudieron carabineros para acoger el procedimiento policial.
La denuncia fue puesta por el mismo guardia de seguridad y está tipificada como daños simples, según especificó el comisario de San Antonio, mayor Edgar Salas.
Cuerpo
¿Quién era Teresa Tapia? El padre Vicente Véliz ayer se dedicó a buscar a familiares de la mujer fallecida que fue profanada, pero no tuvo suerte. No encontró a nadie.
El cadáver que fue atacado por desconocidos corresponde a María Teresa Tapia Sepúlveda, quien falleció el 20 de mayo de 2005.
Según la información que recabó el padre Véliz, los familiares de Tapia Sepúlveda residían en los blocks de la población Orella, pero ahora no viven ahí.
"Hacemos un llamado a algún familiar para que se acerque a las oficinas del cementerio, ya que yo personalmente fui a notificarlos según la dirección registrada, pero no di con sus familiares", explicó el párroco.
-¿El guardia quedó muy asustado?
-Es fuerte lo que enfrentó, porque además puso en riesgo su vida por frustrar el robo.
Nota: aunque el cura no lo dice o la prensa no quiso ponerlo, hay testigos que los ladrones que escaparon en el auto blanco tenían un acento alegre.
El guardia del camposanto advirtió, gracias a sensores de movimiento que existen en el recinto, que alguien transitaba cerca del pabellón 23. Acudió de inmediato a ver de qué se trataba, encontrándose con una escena que posiblemente nunca olvidará.
El rondín vio a cuatro sujetos, aparentemente jóvenes, cuando sacaban, arrastrando, un féretro desde un nicho.
"Lo habían sacado (el féretro) unos 30 ó 40 centímetros cuando los sorprendieron", detalló el párroco de San Antonio y encargado del cementerio, padre Vicente Véliz.
El nicho que atacaron se encuentra en el primer nivel, a ras del piso, y por ello habían tirado el cajón mortuorio para intentar dejarlo en el pasaje del cementerio.
"El guardia me informó que los increpó y por eso se dan a la fuga disparando al aire. Los siguieron, pese al riesgo que significaba, pero al llegar a la parte norte del cementerio, en un sitio eriazo los esperaba un vehículo blanco, en el cual escaparon", describió el padre Véliz.
Los individuos arrancaron, dejando el cajón afuera del nicho. Producto del movimiento, el ataúd resultó con varios daños, destruyéndose la madera podrida.
Pese a ello, cuando revisaron se dieron cuenta que el cuerpo en su interior estaba completo. No habían alcanzado a sustraer ninguna parte del cadáver gracias al actuar del rondín.
-Padre, ¿cuál pudo ser el objetivo de estos individuos?
-No lo tengo claro. Se me ocurre que hay una profanación para ritos espiritistas o se puede dar que hayan tenido algún encargo para conseguir un cráneo, que se utilizan para estudiantes universitarios para sus investigaciones, porque podemos suponer que querían extraer el cráneo.
Los desconocidos profanaron el nicho que corresponde a una mujer que falleció hace 12 años, cuya sepultura tenía sólo una tapa de concreto conde se leía "Teresa Tapia S.".
-Párroco, ¿por qué habrán elegido ese nicho para atacarlo?
-Es misterioso por qué lo eligen, pues hay varios nichos iguales, pero éste no tenía una recubierta tan cerrada como otros. Quizás les pudo ser más fácil abrirlo, aunque también es misterioso porque hay lugares del cementerio más arriba (alejados) donde pudieron hacerlo.
Tras el insólito hecho que se registró unos minutos antes de la medianoche del jueves, hasta el Parroquial acudieron carabineros para acoger el procedimiento policial.
La denuncia fue puesta por el mismo guardia de seguridad y está tipificada como daños simples, según especificó el comisario de San Antonio, mayor Edgar Salas.
Cuerpo
¿Quién era Teresa Tapia? El padre Vicente Véliz ayer se dedicó a buscar a familiares de la mujer fallecida que fue profanada, pero no tuvo suerte. No encontró a nadie.
El cadáver que fue atacado por desconocidos corresponde a María Teresa Tapia Sepúlveda, quien falleció el 20 de mayo de 2005.
Según la información que recabó el padre Véliz, los familiares de Tapia Sepúlveda residían en los blocks de la población Orella, pero ahora no viven ahí.
"Hacemos un llamado a algún familiar para que se acerque a las oficinas del cementerio, ya que yo personalmente fui a notificarlos según la dirección registrada, pero no di con sus familiares", explicó el párroco.
-¿El guardia quedó muy asustado?
-Es fuerte lo que enfrentó, porque además puso en riesgo su vida por frustrar el robo.
Nota: aunque el cura no lo dice o la prensa no quiso ponerlo, hay testigos que los ladrones que escaparon en el auto blanco tenían un acento alegre.
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negros culiaos se les viene la noche
antronianos cultos.