Justamente eso. Las cárceles chilenas son un hervidero de violaciones a los DD.HH, los reos no cuentan con seguridad alguna y viven en condiciones miserables, hacinados entre medio de la caca... ni siquiera tienen servicios sanitarios como la gente. Las visitas familiares son en un patio y ni que decir de las visitas conyugales, en carpas improvisadas como bestias.
Un país que se llama a sí mismo civilizado no puede tener en esas condiciones a su población penal. Un país civilizado no tiene a la directora de DD.HH ni a sus representantes parlamentarios en las respectivas comisiones diciendo que los reclusos de Punta Peuco gozan de "privilegios" porque no viven en la mierda como estos malnacidos tienen al resto de los condenados.
Piden catadura moral a delincuentes comunes que su vida ha sido delinquir, a ellos se les condena por "torturas", al gendarme por negligente lo dejan sin empleo ¿y ellos? Ellos que no mueven un dedo por reformar el sistema penitenciario, que llevan años indolentes a la realidad brutal de las cárceles, que no hacen ningún esfuerzo por la dignidad de esta gente ¿dónde está el juicio para estos agentes del estado? ¿Por qué no vemos engrillados a los ministros de justicia, a las Carmen Hertz, a las Lorenas Fries que por acción u omisión son parte de esta violación sistemática de derechos, no solo de los reos sino que también contra la ciudadanía toda?
¡Derechos humanos para todos o la puta al río! Basta ya de la discrecionalidad del estado en este tema y basta de estos malditos que ofician según sus agendas ideológicas y de su imagen.
Este país debe ser purgado y ellos, los primeros en la lista.
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